Desde hace unas semanas estamos escudriñando la
respuesta de Jesús a la oposición de los judíos de que, al permanecer en la
verdad, la verdad los haría libres, ellos de inmediato reaccionaron diciendo
que no son esclavos de nadie, a
partir de ahí es que Jesús los confronta una y otra vez, al grado de que los
judíos, al quedarse sin argumentos no les que otra opción que recurrir a los
insultos: tú eres hijo ilegitimo nacido
en fornicación.
Nuevamente El Señor Jesucristo en lugar de alegar con
ellos, su respuesta exhibe aún más las oscuras intenciones de su corazón: si fueran hijos de DIOS me amarían es
lo que el Señor les dice y fue el centro de nuestro sermón de la semana pasada.
Todos quieren ser hijos de DIOS, y aun muchos son los
que dicen amar al Señor Jesús, pero su amor es subjetivo o meramente emocional,
sin embargo, la biblia es clara amar al Señor es obedecerlo.
Es bueno aclararlo una vez más, no se trata de
obedecer para demostrar tu amor, eso es legalismo, es santificación por obras,
y tanto la salvación como la santificación son un regalo que se recibe por
medio de la FE. De lo que en realidad se trata es de que fomentemos nuestra
relación con Cristo, que todo lo que hagamos espiritualmente como: orar, leer
la biblia, congregarnos, etc. sea con el propósito único de conocerle y amarle
y en la medida que lo amamos lo vamos a obedecer, no al revés.
Nunca olvidemos que Cristo es el camino a la santidad y no la santidad
el camino a Cristo., por eso es que cuando fallamos en obedecer a DIOS ese
no es nuestro problema ese solo es el síntoma, nuestro verdadero problema es
que hemos dejado de permanecer, de descansar, de tener comunión e intimidad con
DIOS y en la medida que regresemos a sus amorosos brazos, veremos nuestra vida
espiritual nuevamente avivada.
Pero el Señor Jesús aún no termina con los judíos
rebeldes de corazón, el continúa diciéndoles: 43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi
palabra.
Los judíos habían dado muestras varias veces de su
estancamiento espiritual, de hecho, esto llama la atención en este capítulo,
preguntas fuera de lugar que revelan su falta de comprensión de la verdad:
·
¿Dónde
está tu Padre?
·
¿Acaso
se matará así mismo?
·
¿Tú
quién eres?
·
¿Cómo
dices que seremos libres?
Nos muestran su nula comprensión a las palabras que el
Señor Jesús les hablaba, por ello es que el Señor les dice que el motivo por el
cual no entienden nada es simplemente porque
no pueden escuchar Su Palabra.
El mensaje de Jesús esta velado para ellos, aquí al
igual que cuando explica la parábola del sembrador el Señor Jesús nos muestra
como corren paralelas, la soberanía de DIOS y la responsabilidad humana. Mateo 13:11-16.
Al igual que los judíos en la época de Jesús, en la
actualidad aquellos que escuchando no escuchan y que viendo no ven, son
totalmente responsables, no podrán culpar a DIOS de que él no les dio la gracia
de recibir Su Palabra, si hay alguien que se atreva a decir que no escucha o no
obedece la palabra de DIOS porque DIOS no le ha concedido hacerlo, solo será
una muestra más de su malvado corazón.
En el siguiente versículo por fin el señor les da la
estocada mortal, ya los iba preparando en sus corazones haciendo la diferencia
entre Su Padre y el padre de ellos y aquí por fin les revela su verdadera
paternidad: 44 Vosotros sois de vuestro
padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido
homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay
verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre
de mentira.
Así, de pronto, con todo el peso de autoridad que sus
palabras siempre contenían, el Señor les deja caer como balde de agua fría la
aterradora verdad, sabiendo que por su incredulidad no bastaba con hablar ya
más metáforas o palabras que ellos no entendieran, así que mejor es directo en
su afirmación: Su padre (espiritualmente
hablando) es el diablo.
Hay quienes nos acusan a las iglesias de sana doctrina
de no creer en el diablo, solo porque
no caemos en sus fabulas anti bíblicas de querer atarlo, de querer echarle
fuera, de gritarle como locos, o luchar en los aires contra él, como casi no lo
mencionamos en nuestras enseñanzas nos acusan de minimizarlo.
Lo cierto es que, el diablo, es un personaje real que
nos muestra la Escritura en muchas ocasiones, no es un mito, no es un cuento o
un invento para asustar a los niños y
a los ignorantes, y el desconocer que el diablo es real ha llevado a muchos a
sus fauces, solo que hasta para hablar del diablo hay que ser Cristocéntricos.
El cristiano actual toma dos extremos en cuanto al
diablo, el primero es que le dan más poder o protagonismo a satanás del que
realmente tiene, no debemos jamás pensar que él tiene más poder que DIOS para
dañarnos ni mucho menos, el segundo extremo es negar su existencia o sus
artimañas, en cualquiera de los dos casos estaremos evidenciando nuestra
ignorancia de las Escrituras y le estaremos cediendo ventaja sobre de nosotros.
Pero surgen varias incógnitas; ¿De dónde proviene el
diablo? ¿DIOS lo creó? Si es así,
entonces ¿Dios es creador del mal? O ¿Qué pasa aquí?
Una vez que entendemos que el diablo es un ser real,
lo siguiente entender su procedencia, la Palabra es muy explícita al respecto:
·
Ezequiel
28: 11-19.
·
Isaías
14:12-17.
Dios no creó a satanás como lo conocemos hoy
en día, DIOS creó a “Lucero” o “Lucifer” que
literalmente significa el que lleva la luz.
El principio del fin de Lucero fue cuando
levanto su voluntad sobre la de DIOS TODODPODEROSO, el orgullo, la altivez y el
egoísmo hicieron que el que una vez fuera el ángel de mayor rango en el cielo,
el querubín que guardaba el trono de DIOS fuera echado del reino celestial y
degradado de sus funciones. Jesucristo mismo nos da fe de este acontecimiento
en Lucas 10:18.
La biblia utiliza muchos nombres en muchas
ocasiones para referirse al diablo: Satanás (52 veces) del hebreo Satán
significa adversario u oponente: Zacarías
3:1, Mateo 4:10, Apocalipsis 12:9. Diablo (35 veces) del griego diábolos,
significa calumniador: Mateo 4:1,
Efesios 4:27 y Apocalipsis 20:2. Beelzebú que significa el señor de las
moscas o de lo putrefacto: Mateo 10:25.
Belial, tentador, maligno, príncipe de este mundo, príncipe de la potestad del
aire, dios de este siglo, engañador, el acusador, el ángel de luz, homicida,
padre de mentiras, león rugiente, destructor, apolión, serpiente antigua,
dragón, etc.
Mucha gente vive aterrorizada por lo que
satanás le pudiera hacer, como si él fuera más poderoso que nuestro señor y
DIOS, con ese temor constante lo único que logran hacer es elevarlo a un nivel
de poder que en realidad no tiene.
Satanás no es DIOS en el sentido de que no es
creador de ninguna cosa, solo un poder supremo es capaz de crear algo de la
nada, tal como lo hizo DIOS con el universo, además satanás no es espíritu
hermano de Jesús (como dice el mormonismo) ni está enfrascado en una lucha
cósmica con DIOS por las almas, pues no puede pretender pelear contra quien lo
echó del cielo y es Señor TODOPODEROSO del universo.
Satanás no es omnipotente, no es omnipresente, no es omnisciente, no es
eterno, NO ES DIOS, ambicionó ser igual a DIOS, pero NO lo logró, ni nunca lo
logrará.
Aunque se le permite continuar sus
actividades sobre la tierra, Satanás es un enemigo derrotado. Ya ha sufrido mucho
bajo la mano de Dios, a quien se atrevió a oponerse.
Reconocer, y regocijarse en las derrotas que Satanás
ha tenido que soportar, es de mucha ayuda al cristiano en sus conflictos
diarios con el mundo, la carne y el diablo mismo, sus derrotas más memorables
son:
·
Cuando fue echado de sus funciones en el
cielo.
·
Cuando fue maldecido en el huerto de Edén.
·
Cuando fue derrotado por Cristo en la
tentación del desierto.
·
Cuando fue juzgado en la cruz del calvario:
o
Hebreos 2:14.
o
Colosenses 2:15.
Es muy peligroso para un cristiano confundir
el hecho de que satanás ya fue juzgado y derrotado, con la aplicación de su
condena, es por eso que aún después del calvario continúa en la escena,
haciendo de las suyas en contra de la iglesia cada vez que puede, si DIOS le ha
permitido al enemigo un cierto grado de libertad ciertamente no es por falta de
poder de su parte, por el contrario, en muchas ocasiones el mismo le sirve para
sus propósitos más sublimes: Job 1.7-12
y Romanos 5:20.
Son 3 los enemigos de la santificación de un
cristiano, el mundo, su carne y el diablo. Efesios
6:10-12. 1ª Pedro 5:8. Pero como ya lo mencionamos, no es prudente darle
más poder al diablo o más lugar del que en realidad tiene, basta con no ignorar
su forma de atacar: te hace dudar de lo
que DIOS dijo.
La batalla es y siempre será en la mente del
cristiano, es ahí donde el acusador se para a lanzar dardos que envenenan
nuestros pensamientos, con un pie sobre nuestro cuello, tirados en el suelo, espiritualmente
apagados, desanimados y sin fuerzas para continuar, le creemos sus mentiras,
una y otra vez:
·
¿Para que voy a la iglesia si no cambio?
·
¿Si seré hijo de DIOS?
·
No creo ser elegido.
·
DIOS nunca va a perdonarme este pecado.
·
Nunca voy a poder dejar este vicio.
·
Creo que yo no he nacido de nuevo.
·
Yo siempre peco cuando me siento así.
·
Etc.
Él siempre nos habla en primera persona para
que no notemos que esos pensamientos no vienen de nosotros mismos y menos de
parte del Espíritu Santo, y todo por la pereza de no renovar nuestras mentes
con la verdad una y otra vez hasta que se vuelva una convicción en nuestros
corazones.
El diablo es mentiroso y homicida desde el
principio, engañó a Adán y asesinó a la raza humana hundiéndola en la muerte
espiritual y física, por eso el Señor Jesús deja bien claro que NO HAY VERDAD EN ÉL, son dos
extremos opuestos, donde hay verdad no está metido satanás y donde está metido
satanás no hay verdad.
Como dice Augusto Nicodemus cuando el diablo
entró en Judas Iscariote, este no se tiró al piso a echar espuma por la boca,
fue y vendió a Jesús por unas monedas. Juan
13:2. Por eso es que el evangelio de
la prosperidad huele a azufre.
La batalla es siempre en la mente del
cristiano, pues un hijo de DIOS no puede ser poseído por el diablo o sus demonios. 2ª Corintios 6:14-16.
Por eso es importante entender que la
diferencia entre el diablo acechándonos para poder devorarnos y el Espíritu
santo redarguyéndonos para llevarnos al arrepentimiento es que el diablo solo
nos hace sentir culpables, mientras que el Espíritu Santo nos responsabiliza sí
de nuestros actos, pero al mismo tiempo nos hace sentir aceptados y perdonados
totalmente por nuestro DIOS.
Lo terrible de esta situación, no es solo la
realidad del diablo como ser espiritual, si no que aquellos que no han nacido
de nuevo, aquellos que nos hijos de DIOS, solamente pueden ser hijos de su
padre…el diablo. Mateo 13:38. Hechos
13:10. 1ª Juan 3:8-10.
Al igual que no se puede ser esclavo de nadie, o somos esclavos de
Cristo o somos esclavos del pecado, tampoco se puede ser hijo de nadie o somos hijos de DIOS o somos hijos del diablo.
Jesús deja bien claro, los deseos de su padre
quieren hacer, aquellos que dan rienda suelta a sus deseos carnales impuros,
que nunca se refrenan, que pecan continua y deliberadamente, que ya no sienten
remordimiento al menos, o que nunca lo han sentido, aquellos que practican el pecado son hijos del
diablo. 1ª Corintios 6:8-10. Apocalipsis
21:8. Apocalipsis 22:15.
En cambio, los hijos de DIOS llevan su imagen
moral, su meta principal en la vida es reflejar a Cristo, no habremos logrado
la perfección todavía, pero cada vez que fallamos nos duele, pero seguimos
adelante con la mirada puesta en Cristo, por ello es que los que nacemos dos
veces solo moriremos una vez, pero los que solo nacen una vez morirán dos
veces, aquellos que no han nacido de nuevo NO pueden entrar en el Reino de
DIOS.
Pero, la gran diferencia entre ambos hijos la
encontramos en el siguiente versículo de boca del Señor Jesús: 45 Y a mí, porque digo la verdad, no me
creéis.
Los hijos del diablo escuchan la verdad, pero
no la creen, los hijos de DIOS:
·
Escuchamos la verdad.
·
Creemos en la verdad.
·
Buscamos la verdad.
·
Hablamos la verdad.
·
Predicamos la verdad.
·
Defendemos la verdad.
·
Amamos más la verdad que tener la razón y si es necesario, más que
nuestras vidas, como los 3 jóvenes en babilonia.
·
Por eso es que Seguimos la verdad.
·
Y podemos morir por amor a la verdad.
·
La Verdad no es un conjunto de pensamientos ideales, conceptos o solo
convicciones, la Verdad es una persona: Jesucristo.
Por eso es que aquellos que conocemos la Verdad somos realmente
libres, e hijos del DIOS Todopoderoso, no más hijos del diablo.
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