La
santificación es el proceso en el tiempo de reflejar el carácter de Cristo,
es el progreso de la vida divina en el creyente, el
proceso de reflejar a Cristo que está en su interior, el agente principal de
esta obra santificadora es el Espíritu Santo, nosotros solo cooperamos, pero no
con nuestro esfuerzo, sino con la docilidad a su obra.
La
santificación tiene 2 aspectos, la crucifixión de la carne y la vivificación
del espíritu, este segundo aspecto lo realiza por dos medios, el medio
subjetivo, que es la FE y los medios objetivos: La Escritura, Los Sacramentos,
La Providencia, la comunión con los hermanos y la oración de rendición al
Espíritu.
Cuando Abandonamos O Descuidamos Los Medios Objetivos
De Gracia, Es Que Vemos Nuestro Proceso De Santificación Detenido O Hasta
Revertido En Cierto Grado.
Por
ello es que la vida cristiana consiste en permanecer siempre en Jesucristo,
siempre pegados a la vid Verdadera por los medios de gracia que el Espíritu
Santo ha puesto a nuestra disposición.
La santificación tiene además dos facetas.
·
La faceta negativa: la purificación.
·
La faceta positiva: las buenas obras.
Se dice que es la faceta negativa porque implica la
liberación del poder del mal con la virtud del Espíritu Santo, es dejar cada
vez más aquellos que afecta nuestra comunión de forma negativa con DIOS.
De la misma forma en que un hijo puede estar en una
buena o mala relación con su padre, sin que esto afecte su posición o estado de
hijo, así también los creyentes, por el hecho de que estamos justificados con
la justicia de Cristo una vez y para siempre y por lo tanto ser hijos de DIOS,
las acciones pecaminosas de la carne no pueden afectar de ningún modo nuestra
nueva posición de justos ni de hijos, pero si puede enfriar o apagar nuestra
comunión íntima con el Señor. 1ª
Tesalonicenses 5:19.
La Causa Por La Cual
Muchos Creyentes Llevan Vidas De Derrota Y Decaen Espiritualmente Viviendo Sin
Dar Fruto Es Porque Su Relación Con DIOS Por Medio De Jesucristo Se Ha Enfriado
A Causa De Los Pecados De La Carne.
La causa de las fallas se encuentra en que día a día
somos derrotados por los enemigos de la santificación, que son los grandes
enemigos de todo cristiano:
·
El
mundo.
·
El
diablo.
·
La
carne.
A. El mundo. Del griego kosmos
se refiere a la creación de DIOS que debido a los efectos del pecado y de
la perversión del ser humano tiene un sentido despectivo en el N.T.
Para
su mejor compresión lo hemos definido anteriormente como la sociedad separada
de la voluntad de DIOS, son los hombres contrarios a Jesucristo y a Su
evangelio, son dirigidos y gobernados por el maligno.
·
Juan
12:31-32.
·
Juan
14:30.
·
Juan
15:19.
·
1ª
Juan 5:4 y 19.
B. El diablo. Siempre ha envidiado al hombre por ser la obra maestra
de la creación divina, visiblemente favorecido por los designios de salvación
del Señor es por lo tanto el gran enemigo de la humanidad.
Es
cierto que el diablo ya fue vencido por el Señor Jesucristo en la Cruz, ha sido
juzgado ya Juan 16:11, pero su
condena aún no ha sido ejecutada. Todavía mantiene una pelea contra los
cristianos buscando a quien devorar.
·
2ª
Corintios 2:11.
·
Efesios
6:10-12.
·
Colosenses
2.14-15.
·
1ª
Pedro 5:8.
C. La carne. Del griego sarx.
La Escritura usa este término para 3 aplicaciones diferentes:
1)
El cuerpo humano como tal.
2)
La auto suficiencia o independencia de DIOS.
3)
La naturaleza acostumbrada a seguir pecando,
susceptible a las 3 concupiscencias 1ª
Juan 2:16:
i. La concupiscencia de la carne. Es
el deseo desmedido e intenso de la búsqueda del placer propio, de manera
egocéntrica, sin importarnos nadie más que nosotros mismos, es alimentar
nuestros apetitos más viles: gula, embriaguez, pereza, lujuria sexual, etc.
ii. La concupiscencia de los ojos. Es
el deseo desenfrenado por tener lo
que el mundo ofrece, es el apego malsano a los bienes materiales: la avaricia,
la vanidad, los lujos excesivos, injusticias sociales, discordias, envidias,
etc.
iii. La vanagloria u orgullo. Es
el amor propio fuera de toda proporción bíblicamente sana, el deseo de ser
reconocidos, de ser mejores que los demás, de sentirnos superiores.
Nuestro Señor Jesucristo venció las 3 concupiscencias
en el desierto. Mateo 4:3-9.
·
De
la carne. Al ser tentado en convertir las piedras en pan.
·
De
la vista. Al mostrarle todos los reinos del mundo.
·
Del
orgullo. Al ser llevado a la parte alta del templo para probar su valía como el Hijo de DIOS.
El Proceso De La
Purificación Por Lo Tanto Indica La Separación De Toda Concupiscencia.
Tal como el oro es separado de la escoria por medio
del horno de fuego en el proceso llamado purificación, para obtener nada más que oro puro, de la misma
manera, la separación de las impurezas, nos acercan más al estado original en
el cual fuimos creados. Eclesiastés
7:29.
Ya que la purificación es el proceso en que espera
llegar a limpiar por completo todo compuesto ajeno y dejar lo más puro posible,
el cristiano entonces está llamado a ser:
·
Puros,
siendo Uno con DIOS. En sus caminos, en sus pensamientos y en su voluntad.
o
Salmo
139:17.
o
Juan
7:17.
o
Hechos
15:9.
o
Romanos
12:2.
o
Filipenses
2.5.
o
Colosenses
3:10.
·
Puros,
siendo Uno consigo mismo. Esto se muestra por medio de ser siempre sencillo o
humilde de mente, de palabra, y de corazón.
o
1ª
Corintios 1:10.
o
2ª
Corintios 10:5. 11:3.
o
Efesios
5.5.
o
Filipenses
2:2.
o
Hebreos
13:15-16.
·
Puros
del mundo. Vació de lo mundano y del propio “yo” para poder ser
lleno de DIOS y poder ser usado por Él.
o
2ª
Timoteo 2:21.
o
Santiago
4:4-5.
Solo Los Que Están
Vacíos De Otras Cosas Pueden Ser Llenos De DIOS.
Recordando que cuando tenemos cosas no nos alejamos de DIOS, sino que
nos alejamos cuando las cosas nos tienen a nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario