La
soteriología es el estudio acerca de nuestra salvación, nosotros nos apegamos
al sistema monergista conocido como TULIP,
calvinismo o doctrinas de la
gracia, pues creemos que de principio a fin es DIOS por medio de Su Gracia
quién predestina, salva, santifica y preserva en la salvación a quienes ha
elegido.
La santificación tiene además dos facetas.
·
La faceta negativa: la purificación.
·
La faceta positiva: las buenas obras.
La primera, la faceta negativa que es la purificación de la carne, fue la que nos dimos a
la tarea de estudiar la clase pasada, entendimos que el proceso de la
purificación por lo es la separación de toda concupiscencia: de la carne, de
los ojos y del orgullo.
La
segunda faceta, las buenas obras, es la estudiaremos a continuación.
De la misma manera que en nuestra vida anterior, antes
de ser regenerados por el poder del Espíritu Santo, expresábamos lo que era
natural en nosotros: malas obras, ahora
que hemos nacido de nuevo, en el proceso de reflejar la santificación somos
conocidos por practicar buenas obras, pues
como dijo el Señor Jesucristo, todo árbol se conoce pro su fruto, el mal árbol
da malos frutos, el buen árbol, frutos buenos o buenas obras.
Cuando hablamos de buenas obras, no nos referimos a
obras perfectas o inmaculadas, pues ni siquiera los nacidos de nuevo podemos
acercarnos a cumplir con todos los requisitos que demanda la ley de DIOS, se
les conoce como buenas obras porque DIOS que es bueno, en la Persona de su Hijo
Jesucristo es quien las motiva o las inspira en nosotros realizarlas.
Únicamente Los Que
Hemos Nacido De Nuevo Podemos Realizar Buenas Obras A Los Ojos De DIOS.
Pero el hecho de que nuestras buenas obras no sean
perfectas, no significa que a DIOS no le agraden o no las apruebe, si lo hace
es por son En Cristo y por Cristo, por
eso es que solo los regenerados podemos realizar dichas buenas obras, y además
DIOS ha prometido recompensar nuestras buenas obras:
·
Mateo
10:41-42.
·
1ª
Corintios 3:8 y 14.
·
1ª
Corintios 9:17.
·
Colosenses
3.24.
·
2ª
Timoteo 4:8.
·
Apocalipsis
22:12.
Sin embargo, debemos dejar bien en claro la gran
diferencia que hay entre una recompensa
prometido y una recompensa merecida. No merecemos la recompensa por
nuestras buenas obras, pero DIOS que es bueno sobremanera ha prometido darnos
una recompensa con todo y que Él mismo preparó esas buenas obras para que
anduviéramos en ellas. Efesios 2:10.
¿Por qué no se merecen una recompensa nuestras buenas
obras?
1. Porque
solo le estamos dando a DIOS lo que él nos dio que le diéramos. Lucas 17:9-10.
2. Si
somos capaces de hacer buenas obras solo porque DIOS nos da la gracia para
realizarlo, no tenemos ningún crédito. 1ª
Corintios 15:10. Filipenses 2:13.
3. Aun
nuestras mejores obras a los ojos de DIOS son imperfectas, solo le agradan
porque estamos en Cristo, por nosotros mismos nada son.
4. Nuestras
buenas obras no son nada en comparación con la recompensa eterna, así que no
son merecimiento sino misericordia.
La Iglesia Católica Romana desde el concilio de Trento
sostiene que después que el pecador ha recibido la gracia de Dios en su
corazón, es capaz de realizar obras meritorias, es decir, obras que le otorgan
el derecho a solicitar la salvación y la gloria, lo cual es sinergismo y como ya lo hemos
entendido, este NO es bíblico.
Las buenas obras que los creyentes realizamos tiene
siempre 2 características:
A. Son el fruto del corazón regenerando. Por
lo tanto, su inicio está en la gracia de DIOS y no en los creyentes mismos, El
Espíritu Santo es quien da:
a.
La
fuerza para hacerlas.
b.
La
dirección correcta para realizarlas.
c.
El
amor para ejecutarlas.
d.
El
propósito: glorificar a DIOS.
Las Buenas Obras No
Solo Se Hacen Para Cumplir La Ley, Sino Para Glorificar A DIOS Cumpliendo Su
Voluntad.
B. Nunca están a la altura de la perfección de DIOS. SI
VEMOS POR EJEMPLO EL Sermón del Monte y comparamos nuestras vidas, sabremos que
estamos muy por debajo de las expectativas que la perfección de DIOS marca.
Debido
a la debilidad de nuestra carne al caminar por esta vida, nuestras buenas obras
se ven solamente como una obediencia parcial a la santidad, la justicia y la
voluntad de DIOS. Santiago 3:2. 1ª Juan
1:8 y 10.
Pero
esto lejos de ser algo malo para los creyentes,
es al contrario pues:
Que Nuestras Buenas
Obras Imperfectas Sean Aceptadas Por DIOS Es Una Prueba Más De Su Gran
Misericordia.
No podemos dejar de insistir que las buenas obras son necesarias, pero como manifestación de una vida regenerada,
no porque sin ellas no podamos recibir la salvación, ni tampoco porque por
medio de ellas conservemos la salvación, sino porque somos miembros de Cristo
como tales en unión con él, lo menos que podemos hacer es llevar fruto. Juan 15:5.
Las Buenas Obras No
Son Necesarias Para La Salvación. Sin Embargo, Dios Exige Que Éstas Se
Manifiesten En La Vida De Los Creyentes. Romanos 7:4.
Las buenas obras son, como lo entendimos hace algunas
clases, el producto de la fe. Santiago 2:14
y 17. 20-22. Son una expresión de gratitud. 1ª Corintios 6:20. Nos ayudan a afirmar nuestra fe. 2ª Pedro 1:5-10. Y como ya lo vimos,
glorifican a DIOS. Juan 15:8. 1ª
Corintios 10:31.
Por ultimo contestemos la gran pregunta ¿Puede un inconverso hacer buenas obras?
Dice un dicho: un hombre con las piernas sanas puede
llegar a dar un mal paso, pero un hombre lisiado de los pies no puede dar nunca
buenos pasos.
De la misma forma, un creyente puede ocasionalmente
por ser imperfecto hasta su glorificación, cometer pecados en su carne,
mientras que un inconverso puede ser desde el punto de vista humano, honesto
moralmente, pero no por eso sus actos merecen el nombre de buenas obras.
Es cierto que pareciera que algunos no creyentes
llevan una vida mejor moralmente, pero eso no alcanza para ser salvos, Spurgeon
dijo que la moral nos mantiene fuera de la cárcel, pero solo Cristo nos
mantendrá fuera del infierno.
Estas obras aceptables al ser humano, no alcanzan la
categoría de buenas obras delante de DIOS por no ser el Espíritu Santo quien
les da La fuerza para hacerlas, La dirección correcta para realizarlas, El amor
para ejecutarlas y El propósito de glorificar a DIOS.
Quienes citan a Cornelio como ejemplo de que las
buenas obras salen de un inconverso y que pueden salvar a alguien, olvidan que
en primer lugar un libro histórico no es buen lugar para deducir doctrina y en
segundo lugar que Cornelio era un creyente en DIOS. Hechos 10:1-2, 22.
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