La biblia es abundante en
figuras del lenguaje tales como: parábolas,
metáforas, símbolos, tipos, ilustraciones, etc. con el fin de presentar de
una manera más digerible la Verdad en ella contenida, sin embargo, no debemos
olvidar nunca que no es bueno subestimar
dichas figuras de lenguaje, pues detrás de cada expresión, como lo acabamos de
mencionar, hay siempre una verdad oculta.
Todas estas varias formas
de expresión que emplea la Biblia son directamente seleccionadas y utilizadas
por Dios, el Espíritu Santo. Estas figuras van mucho más allá de ser solo las
nociones literarias o los recursos al alcance de sus atures, son la Mente de
DIOS expresándose, nunca lo olvidemos.
Para poder adentrarnos en el tema, es necesario
primero entender algunos conceptos:
a)
Símbolo.
Del griego súmbolon significa echado o puesto
juntamente, en la antigüedad significaba las dos mitades de un objeto (un
anillo, un hueso, una moneda, una piedra, etc.)
que se usaban para darse a conocer. Las partes se ponían juntas para
complementarse y verificar así la identidad de los portadores.
Por
ejemplo, en la invitación que se hacía para asistir a una recepción, el
anfitrión después de partir una piedrecita blanca, daba una mitad a cada
invitado y se quedaba él con la otra mitad. Esas partes rotas a mano se ponían
juntas al llegar la hora de la recepción y el invitado mostraba así su calidad
de tal. Esto es lo que se nos describe en Apocalipsis
2:17: «… daré a comer del maná
escondido, y le daré una piedrecita blanca…».
Usado
como término bíblico, significa un objeto o una acción que representan, una
realidad de carácter espiritual y, por tanto, superior a la realidad física del
símbolo. Como ejemplos, podemos citar: la paloma como símbolo del Espíritu
Santo; el bautismo de agua por inmersión como símbolo de nuestra inmersión
interior en Cristo por medio de la fe.
b)
Tipo.
Del gr. túpos, significa etimológicamente el
efecto de un golpe, por lo que pasó a significar la impresión de un sello en un
objeto para dejar constancia de la identidad del dueño o de la protección
contra un extraño. En sentido bíblico, significa «figura»; por ejemplo, en Romanos 5:14, donde leemos que Adán «es figura (túpos) del que había de venir»,
esto es, de Cristo.
c)
Ilustración.
Del latín in = en y lustráre = dar
brillo, significa lanzar luz sobre algo, ilustrar es: «aclarar un punto o
materia con palabras, imágenes, o de otro modo».
Los símbolos, tipos e ilustraciones del Espíritu Santo
en la Escritura son ocho y los veremos rápidamente en orden alfabético:
1.
Aceite
(Óleo, perfume). Romanos 5.5. 1ª Juan 2:2.
Como El Aceite Se Usaba Para Sanar, Para Confortar, Para
Iluminar Y Para Ungir Con Determinados Propósitos, Así El Espíritu Santo, Sana,
Conforta, Ilumina Y Consagra.
De
ahí, el simbolismo del olivo como árbol que
representaba las bendiciones espirituales de Dios sobre su pueblo Israel. Jueces 9:8-9. Levítico 14:14-16, el aceite había de ponerse sobre los mismos
lugares en que se había puesto la sangre, símbolo claro de que la aplicación de
la redención por obra del Espíritu Santo está enteramente basada en la
redención misma llevada a cabo por Cristo mediante el derramamiento de su
sangre. Otras porciones en las que aparece el Espíritu Santo simbolizado en el
aceite son Zacarías 4; Lucas 4:18;
Hechos 10:38; 2 Corintios 1:21-22; 1 Juan 2:20.
2.
Arras.
2ª Corintios 1:22; 5:5. Efesios 1:14.
Significa Que El Espíritu Santo Nos Es Dado Como
Prenda, Garantía O Fianza De La Futura Consumación De Nuestra Salvación.
Este
mismo sentido, el de fidelidad para cumplir algo futuro, tenían las trece
monedas que, como «arras», depositaba el novio, juntamente con el anillo de
boda, en manos de la novia en la celebración del matrimonio en la Iglesia de
Roma (no sé si era entonces costumbre regional, o nacional o universal en dicha
Iglesia).
3.
Fuego.
El fuego, como símbolo del bautismo de poder con el
Espíritu Santo, se halla especialmente en
Hechos 2:3, donde se habla de las «lenguas como de fuego» que se asentaron SOBRE los reunidos en el Aposento Alto
el día de Pentecostés. El Espíritu puede ser comparado con el fuego:
·
El ardor del servicio.
·
La llama del amor.
·
El fervor de la oración.
·
La sinceridad del testimonio.
·
La devoción de la consagración.
·
El sacrificio de la adoración.
·
Y el poder ardiente de su influencia, se atribuyen al
Espíritu.
Queda
clarísimo que éste era el bautismo de fuego, profetizado por Juan el Bautista,
según atestiguan los cuatro evangelistas. Mateo
3:11. Marcos 1:8. Lucas 3:16. Juan 1:33.
El Fuego El Elemento Definitivamente Purificador De
Las Escorias De Carnalidad Y Mundanalidad, A Fin De Capacitar Al Siervo De Dios
Para Ministerios Especiales.
¡No puede haber capacitación si no hay
purificación! Siendo la palabra de Dios el instrumento en manos del
Espíritu Santo, para hacer el examen interior, al hallar un corazón de piedra, primero lo tritura
con el martillo de la palabra y, luego, lo reduce a cenizas con el fuego de esa
misma palabra, antes de poner dentro del pecho un corazón de carne. Jeremías
23:29.
4.
Fuente de agua viva. El
agua viva, don de Dios, que Jesús ofrece a la mujer samaritana en Juan 4:10-14, es manifiestamente el
Espíritu Santo, como se aclara en Juan
7:37-39 y aparece incluso en Apocalipsis
22:1 como: río limpio, de agua de
vida, que sale del trono de Dios y del Cordero, es decir, procede del Padre
y del Hijo.
El Espíritu Santo Está Tipificado Por El Agua Pues Así
Como El Agua Es Esencial Para La Limpieza, Satisfacción, Renovación Y
Refrigerio, Así El Espíritu Santo Es Vital Para El Hijo De Dios.
Ya
hallamos referencias a este símbolo en Jeremías
2:13 y Zacarías 14:8.
5.
Paloma.
Este símbolo se halla en Mateo 3:16;
Marcos 1:10; Lucas 3:22 y Juan 1:32, con referencia al bautismo del Señor
Jesús en el Jordán. Es algo muy curioso el que, en Génesis 8:11, la paloma vuelva al Arca trayendo una hoja de olivo en el pico.
El
cuervo, que se alimenta de carroña, no tendría problemas para encontrar
alimento, ni problema para posarse en cualquier superficie lodosa, tan claro es
esto que no regresó al arca. La paloma no querría descender a lugares sucios,
así que regresó al arca.
El Espíritu Santo No Es Una Paloma, Ya Sabemos Que Es
La Tercera Persona De La Divinidad, Citarlo Como Paloma Es Un Solo Un Símbolo
Que Indica Hacia Su Carácter.
6.
Sello.
Este símbolo aparece en 2ª Corintios
1:22. Efesios 1:13. 4:30, aplicado al Espíritu Santo.
El Padre Es El Que Sella, El Hijo Es La Imagen Que
Lleva El Sello, El Espíritu Santo Es El Sello Mismo.
·
De parte del Padre, es protección. Apocalipsis 7:2.
·
De parte del Hijo, es posesión. Cantares 8:6.
·
De parte del Espíritu Santo, garantía de seguridad. En
el caso que nos ocupa, esa garantía es absoluta, debido a que no hay poder
humano que pueda romper ese sello.
7.
Siervo
de Abraham. Génesis 24.
En este pasaje tenemos una ilustración en la que el criado damasceno de
Abraham, Eliezer, es encargado por su amo a fin de buscar y hallar esposa para
Isaac, resulta así un tipo implícito del Paracletos
o Ayudador, a quien se llama para que venga al lado de alguien con el fin
de cumplir una multitud de funciones expresadas en Juan 14:26; 15:26; 16:7-15.
Abraham Sería Así Figura Del Padre; Isaac, Del Hijo;
Eliezer, Del Espíritu Santo; Y Rebeca, De La Iglesia.
8.
Viento.
Juan 20:22. El aliento de Dios es comparado al viento, y pudiera
ser como un juicio, o como una bendición. Isaías
40:24. La Las Escrituras, por ejemplo, son aliento divino. Después de Su
resurrección, Cristo sopló sobre sus discípulos y dijo: Recibid el Espíritu. Así también cuando fue creado el hombre, Dios
sopló en la forma sin vida y el hombre fue un alma viviente.
Cristo
comparó la obra del Espíritu a la acción del viento al hablar con Nicodemo y le
dijo: El viento de donde quiere sopla y
oyes su sonido, más no sabes de dónde viene ni a dónde va, así es cualquiera que es nacido del Espíritu.
Juan 3:8.
Asimismo
el Espíritu movió a los santos hombres de la antigüedad para escribir el Texto
Sagrado. Ellos fueron traídos como
una nave es impelida por el viento. 2ª
Pedro 1:21.
El Espíritu Vino En El Pentecostés Como Un Viento Recio Que Soplaba, El
Viento Tipifica El Poder Del Espíritu En Dar Vida Y Así Salvar A Los Perdidos.
Hechos 2:2.
Conclusiones.
El invisible, que nunca ha sido manifestado como lo
fue Cristo, excepto en la forma en que fue identificado por Juan el Bautista, mediante
el símbolo corporal, como en forma de paloma, sin embargo, es presentado bajo
tipos y símbolos o emblemas con el fin de que Él pueda llegar a ser real al
hijo de Dios y que sus muchas características puedan ser reveladas.
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