Pero nos quedan otros tres aspectos por
estudiar, aunque mucho más breves, no son menos importantes, estos aspectos
son:
·
La
claridad.
·
La
necesidad.
·
La
suficiencia.
¿Pueden solamente los eruditos entender la
Escritura? Eso es lo que trata este tema de la claridad de las Escrituras. Cualquier
persona que haya empezado a leer la Biblia en serio se dará cuenta de que
algunas partes se pueden entender muy fácilmente, en tanto que otras parecen un
enredado acertijo.
Aunque debemos reconocer que no todas las
partes de la Biblia se pueden entender fácilmente, sería un error pensar que,
en su mayor parte, o en general, las Escrituras son difíciles de entender. Es
más, el Antiguo y el Nuevo Testamento frecuentemente afirman que la Biblia fue
escrita de tal manera que sus enseñanzas las pueden entender los creyentes regulares.
Ya desde el primer siglo de la iglesia, el
mismo apóstol Pedro, confesó que en los Escritos de Pablo había temas no tan
fáciles de asimilar, así que reconocemos que, en efecto, no toda la Escritura
está escrita de una forma fácil de comprender para el lector promedio.
Pero no caigamos en el error y el desánimo,
al pensar que toda o la mayoría de la biblia es inaccesible a los lectores
normales, de hecho, tanto el A.T. como el N.T. en varias ocasiones afirman que
la biblia misma está escrita de tal manera que sus enseñanzas podemos
entenderlas los creyentes regulares. Pedro mismo en la cita inicial, no culpa a los creyentes por ser indoctos, más
bien, su acusación es para los inmorales y torcidos que gustan de tergiversar
la verdad, aun las verdades fáciles de
entender. La biblia no tiene temas imposibles de entender, solo temas
complicados si no se tratan de la forma correcta.
A. Definición
de claridad Bíblica.
Para no darle más vueltas al asunto
definimos la claridad bíblica como sigue:
Afirmamos que la Biblia está
escrita de tal forma, que todas las cosas necesarias para nuestra salvación,
crecimiento, madurez y vida cristiana, están claramente expresados.
Como lo veremos en el siguiente inciso, la
Biblia misma afirma su propia claridad en estos temas fundamentales para
nuestra vida espiritual, teológicamente este tema es conocido como perspicuidad
bíblica, pero la misma definición no es tan clara en sí misma.
Un punto importante, que retomaremos más
adelante, es que, en efecto en los temas elementales no hay confusión alguna para los que humildemente, piden la ayuda
de DIOS y tienen la convicción de seguirlos.
B. La
Biblia afirma su propia claridad.
En el A.T.
·
Deuteronomio
6:6-7.
·
Salmo 1:1-2.
·
Salmo 19:7.
·
Salmo 119:130.
En el N.T.
·
Juan 20:30-31.
·
2ª Corintios 1:13
·
Gálatas 1:1.
·
Efesios 3:4.
·
Filipenses 1:1.
·
Colosenses 4:16.
·
1ª Timoteo 4:13.
·
Santiago 1:1.
22-25.
·
1ª Juan 5:13.
No debemos pensar que de alguna forma era
más fácil para los creyentes del primer siglo que para nosotros entender la
Escritura, no olvidemos que la mayoría de las cartas de pablo, por ejemplo, se
escribieron en o a comunidades llenas de gentiles que no tenían la menos idea
del judaísmo y su cultura, sin embargo, los escritores no vacilaron en
escribirles, esperando que estos creyentes pudieran leer una traducción del
A.T. en su propio idioma y entenderlo claramente.
C. Cualidades
morales y espirituales necesarias.
Antes de continuar, es importante entender
algo que la misma biblia declara:
Comprender la biblia correctamente
es más capacidad moral y espiritual que moral.
·
1ª Corintios
2:14.
·
2ª Corintios
3.14-16.
·
Hebreos 5:14.
·
Santiago 1:5-6.
·
2ª Pedro 3:5.
Aunque los autores del N.T. afirman que la
biblia está escrita con toda claridad, también nos dicen que no se puede
comprender correctamente si no estamos dispuestos a recibir sus enseñanzas
humildemente.
La Biblia la pueden entender todos los que
no sean creyentes y que van a ella en busca de la salvación (porque ya DIOS los
lleva de la mano a hacerlo), al igual que todos los creyentes que la leemos
buscando la ayuda de DIOS para entenderla. Esto se debe a que en ambos casos el
Espíritu Santo obra para para que superemos los efectos del pecado, de lo
contrario no entenderíamos la Verdad que en ella se encuentra. 1ª Corintios 1:18-25.
D. ¿Por
qué hay quien la malinterpreta?
Aun a pesar de que hay personas sinceras,
que humildemente van a la Biblia, buscando su guía, también tenemos que reconocer
que muchos, incluso de entre el pueblo mismo de DIOS, malinterpretan la
Escritura.
Aun durante el ministerio terrenal de Jesús,
sus propios discípulos a veces no comprendían el A.T. Mateo 15:16. Juan 8:27. Aunque hay que entender que esto se debía
en mayor medida a que aún faltaban acontecimientos por suceder en la historia
de la redención, y por supuesto, la llegada misma del Espíritu de Verdad.
También hubo ocasiones cuando esto se debió
a su propia falta de fe o dureza de corazón. Lucas 24:25. Es más, hubo ocasiones en la iglesia primitiva cuando
los cristianos no entendían o no estaban de acuerdo con las enseñanzas del
Antiguo Testamento o con las cartas que escribieron los apóstoles, que fue
necesario el concilio de la iglesia, en Jerusalén. Hechos 15.
De hecho, en toda la historia de la Iglesia,
los desacuerdos doctrinales han sido muchos y el progreso para resolver las
diferencias doctrinales a menudo ha sido lento. Para ayudar a las personas a
evitar errores al interpretar la Biblia, muchos maestros bíblicos han
desarrollado principios de interpretación,
que son pautas para promover el desarrollo de la capacidad de interpretar
correctamente.
La palabra hermenéutica de la palabra griega jermeneúo, interpretar, es el nombre
más técnico que se le da a este campo de estudio: la hermenéutica es el estudio
de los métodos correctos de interpretación, especialmente de interpretación de
las Escrituras.
Otro término técnico que se usa a menudo en
los debates de interpretación bíblica es exégesis,
término que se refiere a la práctica misma de interpretar la Biblia, no a las
teorías y principios referentes a cómo se debe hacer: Exégesis es el proceso de
interpretar un pasaje bíblico. Consecuentemente, cuando uno estudia los
principios de interpretación, se le llama hermenéutica; pero cuando uno aplica
esos principios y empieza a explicar el texto bíblico, uno está haciendo
exégesis.
La existencia en toda la historia de muchos
desacuerdos respecto al significado de las Escrituras nos recuerda que:
La doctrina de la claridad de la Biblia
no sugiere que todos los creyentes van a concordar en todas las enseñanzas de
las Escrituras.
No obstante, sí nos dice algo muy importante,
y es que el problema no está en la Biblia sino en nosotros mismos. Afirmamos
que todas las enseñanzas de las Escrituras son claras y se pueden entender,
pero también reconocemos que las personas a menudo, debido a sus propias debilidades
y pecados, malentienden lo que está escrito claramente en la Biblia.
Por consiguiente, conforme la persona crece
en la vida cristiana, y va adquiriendo más conocimiento de las Escrituras al
estudiarlas, entenderá mejor la Biblia. La
doctrina de la claridad de la Biblia dice que la Biblia se puede entender no
que todos la entienden igualmente bien.
E. El
papel de los eruditos.
¿La doctrina de la claridad de la Escritura
afirma entonces que no hacen falta los eruditos? Gente preparada en los idiomas
originales, cuyo conocimiento los pone en el estatus de genios.
No estamos afirmando eso en ningún sentido,
de hecho, los eruditos Bíblicos son necesarios para el cristianismo por al
menos 4 razones:
1. Ejercen
como maestros. Ellos
pueden enseñar claramente la Biblia, comunicando a otros su contenido y cumpliendo
así el oficio de maestro, que se
menciona en el Nuevo Testamento.1ª Corintios
12:28. Efesios 4:11.
2. Profundizan
en la doctrina y su aplicación práctica. Pueden explorar nuevos
aspectos de comprensión de las enseñanzas de la Biblia. Esta exploración rara
vez incluye la negación de las enseñanzas principales que la Iglesia ha
sostenido a través de los siglos, pero a menudo incluirá la aplicación de la
Biblia a nuevos aspectos de la vida, la respuesta a preguntas difíciles que han
formulado tanto creyentes como incrédulos en cada nuevo período de la historia,
y la continua actividad de refinar y hacer más precisa la comprensión de la
Iglesia respecto a puntos detallados de interpretación de versículos
individuales o cuestiones de doctrina o ética.
3. Ejercen
como apologetas. Tercero,
pueden defender las enseñanzas de la Biblia contra los ataques de otros
eruditos o de personas con preparación técnica especializada. El papel de
enseñar la Palabra de Dios a veces también incluye corregir enseñanzas falsas. 2ª Timoteo 2:25. Tito 1:9. Tito 2:7-8.
A veces los que atacan
las enseñanzas bíblicas tienen preparación especializada y conocimiento técnico
en estudios históricos, lingüísticos o filosóficos, y usan esa preparación para
montar ataques más sofisticados contra la enseñanza de la Biblia. En tales
casos los creyentes con destreza especializada pueden usar su preparación para
entender y responder a tales ataques.
Estas cuatro funciones benefician a la
Iglesia como un todo, y todos los creyentes deben estar agradecidos a los que
las desempeñan. Sin embargo, estas funciones no incluyen el derecho a decidir
por la Iglesia como un todo lo que es doctrina verdadera o falsa o lo que es la
conducta apropiada en una situación difícil.
Si un derecho así, fuera prerrogativa de los
eruditos bíblicos con preparación formal, se convertirían en una casta
gobernante de la Iglesia, y el funcionamiento ordinario del gobierno de la
Iglesia según se describe en el Nuevo Testamento cesaría. El proceso de toma de
decisiones de la iglesia debe dejarse a los oficiales de la iglesia, sean
eruditos o no, y, en iglesias en las que hay una forma congregacional de
gobierno, no solamente a los oficiales sino también a la gente de la iglesia
como un todo. Wayen Grudem.
F. Aplicación
práctica de esta doctrina.
La doctrina de la claridad de la Biblia
tiene una implicación práctica muy importante y alentadora. Nos dice que en donde hay aspectos de
desacuerdo doctrinal o ético (por ejemplo, respecto al bautismo, a la
predestinación o al gobierno de la Iglesia), hay solamente dos causas posibles
de estos desacuerdos:
1. Estamos
hablando de más. Por
un lado, pueden deberse a que estamos tratando de hacer afirmaciones en donde
la Biblia guarda silencio. En tales casos debemos estar más que dispuestos para
reconocer que Dios no nos ha dado la respuesta a nuestra búsqueda, y a permitir
diferentes puntos de vista dentro de la Iglesia.
Esto ha sido a menudo el
caso con asuntos prácticos, tales como los métodos de evangelización, los
estilos de estudio bíblico o el tamaño apropiado de una iglesia.
2. Tenemos
errores personales. Por
otro lado, es posible que hayamos cometido errores en nuestra interpretación de
la Biblia. Esto podría haber sucedido debido a que la información que usamos
para decidir un asunto de interpretación fue imprecisa o incompleta. O pudiera
deberse a que hubo ineptitud de nuestra parte, por ejemplo, orgullo personal,
codicia, falta de fe, egoísmo o incluso no haber dedicado tiempo suficiente
para leer y estudiar las Escrituras con oración.
Pero en ningún caso podemos decir que la
enseñanza de la Biblia sobre algún tema es confusa o que no se puede entender
correctamente. En ningún caso debemos pensar que los desacuerdos persistentes
respecto a algún asunto en toda la historia de la Iglesia quieren decir que
somos incapaces de llegar a una conclusión correcta respecto a este tema por
nosotros mismos.
Más bien, si en nuestra vida surge un
genuino interés en cuanto a tales asuntos, debemos pedir con sinceridad la
ayuda de Dios y entonces acudir a la Biblia, y examinarla con toda nuestra
capacidad, en la confianza de que Dios nos capacitará para entenderla
correctamente.
G. Conclusión.
A la luz de la Claridad de las Escrituras:
¿Qué
esperamos para empezar nuestra vida diaria de lectura y meditación bíblica? Si
lo hacemos en oración y humildad delante del Señor, tengamos la seguridad de
que el fruto en nuestras vidas llegará tarde o temprano.