domingo, 5 de mayo de 2019

El Evangelio De Juan 123: El Suicidio De Judas: Un Falso Arrepentimiento. Mateo 27:3-10.


Al mismo tiempo que el Señor Jesús es juzgado por las autoridades eclesiásticas, Pedro, ve llegar el fin de su coraje y autosuficiencia cuando, un par de niñas y un puñado de hombres intrascendentes lo intimidan al grado de hacerlo negar en 3 ocasiones al Señor de su vida.

Lo trágico es que la forma en que lo hiso fue en aumento, primero solamente negó conocer al Señor, después puso a DIOS por testigo que no conocía a ese hombre, por ultimo invoco para sí maldición con DIOS como testigo, definitivamente la intervención providencial del gallo salvó a pedro de hacer aun peores locuras, en ese instante, al cruzar su mirada con la del Señor, recordó vívidamente que este evento fue profetizado horas antes y salió a llorar amarga y profundamente, como solo él podría hacerlo.

Mientras Pedro sale del palacio de Caifás, Jesús está siendo sentenciado a morir por el sanedrín, de hecho, el juicio solo era el pretexto para darle tintes de legalidad al asunto de su vil y artera venganza, pero ellos no pueden aplicar la pena de muerte, lo tiene prohibido por el gobierno romano que los tiene dominados, así que tiene que enviarlo a Poncio Pilato para poder hacer oficial su sentencia de muerte.

1. Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. 2. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.

Pero en este evento nos enfocaremos la próxima semana, el día de hoy nos adentraremos en otro evento que se está suscitando simultáneamente, mientras Jesús es enviado con el gobernador Pilato, un hombre lleno de remordimiento fue a ver al sanedrín para tratar de aliviar su conciencia que no le dejaba de reprochar su vil traición. Este relato es exclusivo del evangelio de Mateo, aunque si lo encontramos fuera, pero no en otro evangelio, sino narrado por Lucas en el libro de los Hechos. Hechos 1:16-20.

En nuestro estudio de bibliología ya dejamos en claro que no hay ninguna contradicción, desde hace casi 1500 años estos pasajes complementarios han sido motivo para que los detractores del cristianismo insistan en que la biblia tiene errores y contradicciones, lo cual es completamente falso, la autoridad divina de la Escritura es lo que la sitúa por encima de todos y cada uno de los demás escritos del mundo a lo largo de la historia.

Simplemente es un relato complementario, Judas, salió, se ahorcó y en el proceso, la soga reventó, cayó de cabeza sobre unos peñascos, motivo por el cual sus entrañas fueron derramadas, una horrible forma de morir, para un horrible ser humano.

No es el tema del día de hoy, por lo tanto, solo mencionaré que tengo una enseñanza en mi canal de You Tube llamada ¿Qué dice la biblia del suicidio? Ahí aclaramos las dudas que surgen de este tema con una cosmovisión bíblica.

Nos apegaremos a escudriñar solo el relato de Mateo: 3. Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!

No se dice exactamente cuándo fue que Judas se llenó de remordimiento la palabra arrepentido aquí es del griego metamélomai (μεταμέλομαι, G3338), se traduce mejor como lamento o pesar.

Pero el texto deja la impresión de que fue inmediatamente después de saber que Jesús había sido sentenciado a muerte. Puede ser que haya corrido hacia los principales sacerdotes y los ancianos en el momento mismo en que se formaba la procesión para llevar a Jesús al pretorio.

Judas se llenó de remordimiento. Se cargó de autorreproches. No significa que, de habérsele dado la oportunidad, habría confesado su pecado al Salvador pidiéndole perdón. No había experimentado un cambio básico de corazón y mente. Pero el sentimiento de culpa y de temor de lo que podría traerle como resultado a él mismo le imposibilitó el enfrentarse con el futuro. Así que corre hacia los principales sacerdotes y los ancianos y les devuelve las treinta piezas de plata mientras llora: He pecado entregando sangre inocente. No debemos apresurarnos a formarnos una opinión muy favorable de este remordimiento de Judas.

Orígenes opinaba que el pesar del traidor, un pesar muy grande, fue el resultado de la enseñanza de Jesús. Más bien su remordimiento se parecía al sentimiento de Caín en Génesis 4:14. Pero sea como fuere, los principales sacerdotes y los ancianos no estaban muy dispuestos a cooperar con el traidor.

Leemos: 4b Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Debe haber sido con sublime desconsideración, con desprecio y repugnancia que ellos pronunciaron estas palabras. Judas ya les había servido para lo que querían. Ya no querían más tratos con él; tampoco querían en este momento en particular tener nada que ver con este dinero de sangre.

Desesperado, Judas ahora se dirige al templo: 5. Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.

El arrojar las monedas es la acción de un hombre desesperado. No se sabe exactamente en qué parte del templo cayeron. Algunos intérpretes opinan que la plata fue arrojada dentro del santuario, que comprende el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. Según esta teoría, el traidor arrojó la bolsa con la plata a la entrada del Lugar Santo.

Pero el v. 6 parecería apoyar la teoría de que Judas arrojó las monedas en la tesorería. Junto al muro en el patio de las mujeres había trece arcas en forma de trompetas en las cuales la gente depositaba sus ofrendas, sea tributo o donación voluntaria, para las diversas causas religiosas.

A este patio se llamaba a veces la tesorería. Juan 8:20. Podemos imaginar a Judas, emocional-mente perturbado, arrojando estas monedas, ya sean sueltas o más probablemente en la bolsa, hacia el patio. Si la cuerda de la bolsa estaba desatada, muy probablemente rodó el dinero ruidosamente por el piso y se dispersó en todas direcciones. Habiendo devuelto el dinero el traidor partió. Entonces se fue y se ahorcó.

6. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.

Esto suena como si estos sacerdotes encargados del cuidado del templo estuvieran diciendo: Lo que Judas intentaba no puede hacerse. Usar ese dinero manchado para fines sagrados sería ilegal. Deuteronomio 23:18. No debe ser puesto en la qorbana (arameo) o tesorería del templo.

El solo pensamiento de precio de sangre es repugnante a estos hipócritas disfrazados de santos. El hecho de que ellos mismos hubieran, en un sentido, creado este dinero no parece preocuparles en lo más mínimo.

Estos hombres podían ser muy concienzudos cuando se llegaba al cumplimiento meticuloso de la ley en asuntos que no dañaran lo que ellos consideraban como su propio interés personal. En cuestiones mucho más importantes, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad, no eran tan escrupulosos. Mateo 23:23.

No les importaba en forma alguna pagar precio de sangre para echar manos a su enemigo y asesinarlo. En este aspecto estos sacerdotes se parecían a los escribas y los fariseos como sepulcros blanqueados. Mateo 23.

El resultado de sus deliberaciones acerca de las treinta piezas de plata se relata en el v. 7. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.

Ellos deciden usar este dinero para una causa que no está directamente relacionada con el templo y su mantenimiento o con algún otro proyecto estrictamente religioso. En cambio, usaron el dinero para la compra del Campo del Alfarero también mencionado por algunos como el Acre de Cerámica. Esta expresión probablemente indique un campo del cual los alfareros obtenían la arcilla, pero que se había agotado como una fuente de abastecimiento y por eso se ofrecía en venta. Los sacerdotes, pues, tienen la intención de transformar este desolado terreno en un lugar para sepultar a los extranjeros.

No solo era para aquellos que no pertenecían a su nación, también estaban pensando especialmente en los judíos que vivían fuera de la Tierra Santa y que venían a Jerusalén para asistir a una de las grandes fiestas y que, sorprendidos por la muerte y sin amigos ni parientes, no tenían quien les proporcionara los medios para un funeral.

De este modo el dinero de sangre, habiéndose ya usado para el asesinato del Amigo de los pobres, ahora podía servir para ayudar a los pobres mismos en su postrera necesidad. Pero si los sacerdotes pensaban que por medio de esta buena obra podían limpiar sus corazones y sus manos, estaban equivocados.

 8. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.

El significado aquí es evidentemente que este lugar fue llamado Campo de Sangre porque fue comprado con dinero de sangre. El nombre del campo entonces seguiría siendo un continuo testimonio contra Judas, los sacerdotes y todos los que habían estado de acuerdo con ellos.

Hay quienes interpretan Hechos 1:18 como que significa que el campo derivó su nombre de la circunstancia que la sangre de Judas fue derramada allí. Si el pasaje en Hechos realmente da a entender esto, no hay conflicto con Mateo 27:8, porque las dos razones no son irreconciliables.

Desde el siglo cuarto d. C. se sabido la ubicación exacta de campo, se encuentra al sur de la ciudad en el Valle de Hinnom cerca de la unión de éste con el Valle de Cedrón.

9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; 10 y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.

El texto es de Zacarías 11:13 y de Jeremías 19:2-11, Mateo solo menciona a Jeremías porque la costumbre era mencionar al profeta de mayor trascendencia. Sin embargo, el punto principal que hay que tener presente es que también en el suicidio del traidor y en la compra de un campo con el dinero de sangre se está cumpliendo nuevamente la profecía y se lleva a cabo el plan de Dios.

El punto que deseo tratar el día de hoy, es el motivo pro el cual no dejamos para después este episodio, sino que a propósito lo escudriñamos inmediatamente después de la triple negación de Pedro. ¿Cuál es la diferencia entre pedro y Judas? ¿Por qué Pedro es restaurado a su apostolado y Judas termina suicidándose?

La diferencia es la misma que hay entre arrepentimiento y remordimiento.

El arrepentimiento es un cambio radical en la naturaleza del corazón de las personas, en cuanto al tema del pecado. Todos nacimos en pecado. Por naturaleza amamos el pecado. Nos entregamos al pecado tan pronto como podemos actuar o pensar, al igual que un pájaro puede volar, y un pez nadar.

Nunca existió un niño que necesitara ir a la escuela o recibir instrucción para que aprendiera la falsedad, egoísmo, cólera, voluntad propia, glotonería, soberbia y necedad. Estas cosas no son adquiridas por medio de malas compañías, o aprendidas gradualmente por un largo curso de instrucción. Brotan por sí mismas, aun cuando niños o niñas son criados como hijos únicos.

La semilla en ellos es evidentemente el producto natural del corazón. La capacidad de los niños para hacer cosas malas son prueba irrefutable de la corrupción y caída del hombre. Ahora cuando nuestro corazón es trasformado por el Espíritu Santo, cuando este amor natural al pecado es arrojado afuera, entonces toma lugar el cambio que la Palabra de Dios llama arrepentimiento

Pero el genuino arrepentimiento, como el que demostró Pedro, nada tiene que ver con el simple remordimiento y el temor a las consecuencias que mostró Judas, hay al menos 3 diferencias entre la actitud de Pedro y la de Judas, si no tiene estas 3 características, tu arrepentimiento por tus pecados NO es genuino, así que escucha bien los próximos minutos, porque es mucho lo que esta en juego: tu destino eterno.

     I.        El verdadero Arrepentimiento Comienza con un Conocimiento del Pecado.

El verdadero arrepentimiento comienza con un conocimiento del pecado. Los ojos de la persona arrepentida son abiertos. Ven con espanto y confusión lo largo y ancho de la santa ley de Dios, y la extensión, la enorme extensión, de sus propias transgresiones.

Descubre, para su sorpresa, de que al creer de sí mismo como una " especie de buena persona," y una persona con un "buen corazón," se dan cuenta que han estado debajo de un enorme engaño. Se dan cuenta que, en realidad, son malvados, y culpables, y corruptos, y perversos en los ojos de Dios.

Su orgullo es derrumbado. Sus elevados pensamientos se esfuman. Se da cuenta de cuan enorme pecador es. Este es el primer paso del verdadero arrepentimiento. Y por su puesto que Pedro lo tuvo, salió a llorar amargamente cuando se dio cuenta de su vil acto de negación, la convicción por el pecado lo tomó nuevamente, como el día en que conoció a Jesús al bajar de la barca, no me sorprendería que esa imagen narrada en Lucas 5 hubiera pasado por la mente de Pedro en el momento en que su mirada se cruzó con la de su Señor.




Judas en cambio, nunca sintió esa convicción por su pecado, solo le remordió en su conciencia que un inocente muriese por su culpa, eso lo llenó de temor a las consecuencias, pero no de una conciencia de que cometió pecado.

    II.        El arrepentimiento verdadero produce dolor por el pecado.

El verdadero arrepentimiento obra dolor por el pecado. El corazón de una persona arrepentida es tocado con un profundo remordimiento por sus transgresiones pasadas. Se enfurecen al pensar que han vivido con tanta locura y maldad.

Se lamentan por la pérdida de tiempo, por los talentos que desperdician, por haber deshonrado a Dios, por haber herido su propia alma. El recuerdo de estas cosas es doloroso para ellos. La carga de estas cosas es a veces casi insoportable.

Pedro mostro su dolor con lágrimas, salidas directamente de su corazón por haber pecado deliberadamente, Judas en cambio el único dolor que sintió fue por él mismo, por el miedo a vivir consecuencias que no deseaba, por ello es que, en su desesperación, solo atina a arrojar las monedas de plata en el templo, ese no es un acto de arrepentimiento, solo es un acto desesperado de cobardía por el temor a ser castigado.


  III.        Arrepentimiento Verdadero Produce una ruptura del Pecado.

El verdadero arrepentimiento se manifiesta en una ruptura del pecado muy a fondo. La vida de una persona arrepentida es alterada. El curso de su conducta diaria es cambiado por completo. Lo que Dios manda es lo que ahora desea practicar, y lo que Dios prohíbe es lo que ahora desea evitar.

Se esfuerza en todas las formas de mantenerse alejado del pecado, de luchar contra el pecado, de hacer guerra contra el pecado, para obtener la victoria sobre el pecado. Deja de hacer el mal. Aprende a hacer bien. Se desprende bruscamente de sus malas costumbres y de las malas compañías. trabaja, aunque sea débilmente, en vivir una nueva vida.

Pedro tuvo la oportunidad posteriormente, de alejarse de ese acto pecaminoso en particular, ahora no fue frente a dos niñas un puñado de hombres irrelevantes, sino frente al mismo sanedrín que testificó valientemente el Nombre del Señor Jesucristo. Hechos 4:1-12. 5:26-42.

Judas en cambio, cobardemente tomó la salida fácil, prefirió ahorcarse que apartarse de su pecado, prefirió hacerlo a su manera que a la manera de DIOS.

Pedro mostró arrepentimiento, reconoció su pecado, mostró dolor por cometerlo y rompió con él, nunca más lo volvería a cometer, sin embargo, Judas hizo todo lo contrario, en su egoísmo propio de su naturaleza carnal, solo hiso las cosas para su propia conveniencia, pero en realidad nunca estuvo arrepentido por su mal proceder.

¿Cómo quien estamos viviendo? ¿Cómo Pedro o como Judas? ¿En verdad reconocemos nuestros pecados? ¿Nos duele cometerlos? ¿Hacemos todo lo posible y más si se puede por dejar de pecar? o ¿solo tenemos un temor malsano a las consecuencias que podrían llegar a nuestras vidas? Es tiempo de reflexionar en ello.

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