No son pocos los hombres que a través de la
historia han expresado su admiración y confianza que tienen por la Biblia.
Hombres importantes e influyentes:
·
La
existencia de la Biblia como un libro para el pueblo, es el mayor beneficio que
ha experimentado la raza humana (Emanuel Kant, Filósofo alemán).
·
Siempre
he dicho y diré que el estudio de la Biblia hará mejores ciudadanos, mejores
padres y mejores esposos (Tomás Jefferson, Estadista norteamericano).
·
No
hay filosofía más sublime que la conocida con el nombre de Sagrada Escritura
(Isaac Newton, Científico inglés).
No obstante, también han existido quienes
han hablado mal de la Biblia. De hecho, bien podría decir que hay más personas
hablando contra la Biblia, que las que hablan a favor de ella. Sin embargo,
¿Cuánta razón hay en aquellos que hablan contra la Biblia, o que creen que no
es digna de nuestra confianza?
Muchos de ellos no la han estudiado en
serio. Muchos son los que, al acercarse a la Biblia para tratar de encontrar en
ella razones para no confiar en su mensaje, siendo honestos, han terminado por
creer en ella. Muchos otros han encontrado en la creación misma, evidencias del
autor de la Biblia. Por ejemplo, Antony Flew, considerado hasta 2004 el
filósofo ateo más férreo e influyente del mundo, finalmente acepta la
existencia de Dios.
En su libro “Hay un Dios”, Flew explica que
recientes investigaciones científicas sobre el origen de la vida y el ADN,
revelan la existencia de una “inteligencia creadora”. Este hombre solamente
experimentó lo que dice Romanos 1:19-20.
Lo que vamos a hacer es cotejar algunos
datos científicos con la biblia, pero no nos confundamos, si bien es cierto que
la Biblia no es estrictamente hablando un libro científico, sin embargo, se
pronuncia en algunos aspectos que la ciencia ha corroborado al paso del tiempo.
A. DECLARACIONES
SOBRE ASTRONOMÍA.
1.-
La tierra es esférica o circular (Proverbios 8:27; Isaías 40:22). En estos textos
la Biblia afirma que la tierra es circular o redonda. El termino hebreo que usó
el profeta Isaías para "círculo", es la palabra חוּג (kjug) que
indica una esfera que es redonda, siendo opuesta a algo plano, cuadrado o
rectangular. Esta afirmación obviamente es hecha mucho tiempo antes de que la
ciencia lo hiciera; ya que antes del año 1500 y del descubrimiento de Galileo
Galilea y Copérnico, se afirmaba que la tierra era plana. ¿Cómo llegaron a
saber Salomón e Isaías, que la tierra era “circular” no “plana”?
2.-
La tierra está suspendida en el espacio (Job 26:7). La Biblia afirma que la
tierra cuelga sobre nada, es decir que está suspendida en el espacio, esto
mucho tiempo antes que la ciencia lo llegara descubrir y a confirmar. En la
mitología griega, se creía que la tierra estaba sobre un titán que sostiene la
esfera de Tierra en sus espaldas. Fue condenado a esta tarea después de la
guerra de los titanes y los dioses del Olimpo. Otros, en los tiempos de
Pitágoras, pensaban que la Tierra tenía forma de plato y que estaba apoyada
sobre cuatro elefantes que se mantenían de pie sobre una tortuga.
3.-
Las estrellas son innumerables (Génesis 15:5. Jeremías 33:22). Los hombres
siempre han estado ocupados a sí mismos en los intentos por calcular el número
de las estrellas en el Universo visible. Aproximadamente en el año 150 A.C., un
astrónomo llamado Hiparco, declaró que había contado las estrellas y que halló
que el número era de 1.026. Por el mismo tiempo, el astrónomo Tolomeo, contó
las estrellas y documentó el cálculo en 1.056. El astrónomo danés, Tycho Brahe,
sugirió más de 777.
En el año 1600 d.C., el astrónomo alemán que
sugirió las leyes del movimiento planetario, Johannes Kepler, publicó el número
de las estrellas como siendo de 1.005. Hoy día, por supuesto, sabemos que
dichas cifras eran incorrectas. Por ejemplo, el renombrado astrónomo de la
Universidad Cornel, Carl Sagan, ya fallecido, sugirió que por encima de 25
sextillones de estrellas han sido documentadas (eso es, un 25 con 21 ceros
detrás de este); sin embargo, en ninguna parte escuchamos que se ha terminado
de contar las estrellas en el Universo.
No obstante Génesis 15:5 y Jeremías 33:22
señalan que las estrellas de los cielos simplemente son demasiadas para ser
contadas. Mucho tiempo antes que fueran inventados el telescopio y el satélite,
Moisés, escritor del Génesis, y el profeta Jeremías, supieron y declararon que
las estrellas son “innumerables”.
4.-
El universo no puede ser medido por el hombre (Jeremías 31:37). La ciencia hace
no muchos años ha llegado a declarar que el universo no puede ser medido pues
es infinito; pero esto la Biblia ya lo declaraba cientos de años antes que la
ciencia.
5.-
La luz viaja en una senda o camino (Job 38:19). De la luz es dicho que
viaja por un "camino", traducción del hebreo דֶּרֶּ ךְ (dérek), que
es literalmente una senda o vía (cfr. Génesis 16:7). Por otro lado, de las
tinieblas es dicho que están en un "lugar" (מָקוֹם – “macóm”), que indica
un paraje o sitio (cfr. Génesis 1:9; 28:11). Hasta el siglo diecisiete, era
creído que la luz se trasmitía instantáneamente.
Entonces, Sir Isaac Newton sugirió que la
luz estaba compuesta de pequeñas partículas que viajan en una línea recta.
Christian Huygens propuso la teoría de la onda de la luz, y Olaus Romer midió
la velocidad de la luz como es evidenciado por su demora a medida que viaja a
través del espacio
.
Los científicos saben ahora que la luz es
una forma de energía llamada energía radiante, y que viaja en ondas
electromagnéticas en una línea recta a una velocidad de 300.000 kilómetros por
segundo (1.062 millones de kilómetros por hora). ¿Cómo pudo el autor de Job
haber hablado de la luz viajando en una senda o camino, cuando esa información
no sería descubierta hasta varios milenios después?
B. METEOROLOGIA.
1.-
El ciclo del agua (Job 36:27,28; Eclesiastés 1:7,11:3; Amós 9:6). El río Mississippi,
cuando se mueve a una velocidad normal, vierte aproximadamente 6.052.500
galones de agua por segundo en el Golfo de México. Y eso es meramente un sólo
río. ¿A dónde va toda esa agua?
La respuesta, por supuesto, reposa en el
ciclo hidrológico que está ilustrado claramente en la Biblia. La idea de un
ciclo de agua completo no fue entendido o aceptado completamente hasta los
siglos dieciséis y diecisiete. La primera evidencia substancial vino de los
experimentos de Pierre Perrault y Edme Mariotte. El astrónomo Edmund Halley
también contribuyó con información valiosa al concepto de un ciclo completo de
agua. No obstante, más de 2.000 años antes de sus obras, las Escrituras
indicaban claramente un “ciclo del agua”. ¿Fue esto meramente una suposición
accidental de parte de los escritores bíblicos?
2.-
El aire tiene peso (Job 28:25). Esta declaración que ha hecho la Biblia desde
los tiempos antiguos, la ciencia hace poco tiempo que se atrevió a hacerlo.
3.-
El viento va girando de continuo (Eclesiastés 1:6). Esto es confirmado por
las estaciones meteorológicas; no obstante, también es un hecho científico
moderno.
C. FÍSICA.
1.-
La materia y la energía no se está creando en la actualidad (Génesis 2:1). Moisés usó el
tiempo hebreo pasado definido para el verbo "acabado", indicando una
acción completada en el pasado, sin efectos continuos en el futuro.
Fundamentalmente el término quiere decir “cesar o parar de hacer”. Kalah puede
referirse al “fin” de algo.
Moisés declaró que la creación “fue
acabada" (terminada) de una vez por todas. Esa es exactamente la
implicación de la Primera Ley de la Termodinámica (a menudo referida como la
Ley de la Conservación de la Energía/Materia), la cual, declara que, en la
naturaleza, ni la energía ni la materia puede ser creada o destruida.
Fue a causa de esta Ley que la "Teoría
del Universo Estacionario" de Sir Fred Hoyle, también conocida como
"Creación Continua" fue descartada. Hoyle declaró que en los puntos
del Universo llamados "irtrones", la materia estaba siendo creada
sobre una base continua. Pero tal idea contradice la Primera Ley de la
Termodinámica. Ciertamente, no hay "creación" ocurriendo hoy día. Fue
acabada, exactamente como lo declaró Moisés. Pero ¿cómo pudo saber él esta
clase de información científica avanzada?
2.-
El universo está gastándose o envejeciéndose (Isaías 51:6; Salmos 102: 25-26.).
En
estos textos bíblicos es dada la indicación de que la Tierra, como una
vestidura, se "envejece". Acorde a la Segunda Ley de la
Termodinámica, la energía se está volviendo menos y menos disponible para su
uso.
Dicho de manera sencilla, todo se está
envejeciendo, y teóricamente el Universo eventualmente experimentará un evento
en alguna parte en el futuro designado como su "muerte calurosa" eso
es, el punto en el tiempo cuando no habrá más energía disponible. Los
escritores de la Biblia sabían que la tierra se estaba
"envejeciendo". No obstante, no fue descubierta esta verdad hasta
relativamente hace poco. ¿Cómo pudieron los escritores de la Biblia haber
sabido eso?
D. MEDICINA.
1.-
La vida está en la sangre (Levítico 17:11-14). En este texto, Moisés
hace una afirmación correcta, ya que tanto en los humanos y en muchos animales,
la vida es hecha posible debido al hecho que los glóbulos rojos de la sangre
pueden transportar oxígeno (gracias a la hemoglobina encontrada en aquellos glóbulos).
En realidad, en los glóbulos rojos de la
sangre hay aproximadamente 270.000.000 de moléculas de hemoglobina por glóbulo.
Si hubiera menos, no habría suficiente oxígeno para sustentar la vida. Hoy día
sabemos que literalmente la "vida de la carne" está en la sangre, no
se sabía eso en los días de George Washington. El padre de los USA murió como
resultado de un tratamiento médico de sangría en uso en ese tiempo. Moisés
sabía que la vida de la carne estaba en la sangre, pero los doctores de George
Washington no, el primer presidente de EEUU. se despertó con las amígdalas
inflamadas y el primer médico, le sacó dos litros de sangre y luego le dio un
purgante de mercurio. Posteriormente siguió la rueda de médicos y las sangrías,
hasta que, uno de los médicos se extrañó porque ya no tenía sangre. ¿Cómo iba a
tenerla, si se la habían sacado toda? ¿Cómo
pudo Moisés haber sabido tal cosa?
2.-
El día adecuado para efectuar la circuncisión "octavo día" (Génesis
17: 12).
¿Por qué al octavo día? En 1935 el profesor Henrik Dam propuso la
"Vitamina K" para el factor en alimentos que ayudaban a prevenir las
hemorragias en los niños. Sabemos ahora que la Vitamina K es responsable de la
producción de protrombina para el hígado. Si la protrombina no está a niveles
adecuados, habrá deficiencia de protrombina y pueden ocurrir hemorragias.
Sin embargo, es solamente del quinto al
séptimo día de vida del varón recién nacido que la Vitamina K empieza a ser
producida por bacterias en el sistema intestinal. Y, es solamente al octavo día
que el porcentaje de protrombina sobrepasa de lo normal (más del 100%). El
único día en toda la vida de los varones que el elemento coagulante de la
protrombina está por encima del 100% es al octavo día. Por tanto, el mejor día
para la circuncisión, es al octavo día. Pero ¿Cómo supieron Moisés y Abraham
eso en sus limitados días de conocimiento científico?
3.-
El varón y la mujer poseen la "simiente de la vida" (Génesis 3:15). En este texto
bíblico se enseña claramente que el varón y la mujer poseen la simiente de la
vida. Sin embargo, esta no fue la posición comúnmente sostenida en los días de
Moisés.
Ni fue la posición comúnmente sostenida sólo
hasta hace unos pocos siglos. Se creía que solamente los varones poseían la
semilla de la vida, y que la mujer era poco más que una incubadora. Un escritor
griego, Demócrito, aún fue tan lejos como para sugerir que la simiente del
varón podía ser depositada en el barro tibio y el resultado sería el mismo.
Pero Moisés supo siempre que el varón y la hembra poseen la simiente de la
vida. ¿Cómo lo supo?
4.-
El animal muerto naturalmente no debe ser comido (Levítico 17:15). Cuando Moisés
enseñó que un animal que ha muerto naturalmente no debe ser comido, proveyó a
los israelitas con lo que conocemos hoy como las regulaciones más avanzadas de
higiene y salud pública.
En este día y época, por ejemplo, es contra
la ley llevar un animal que ha muerto naturalmente a un matadero para ser preparado
para el consumo humano. Independientemente si el animal murió de rabia, ántrax,
o cualquiera de las numerosas enfermedades zoopatológicas, ciertamente no sería
aconsejable para los humanos consumir la resultante carne descompuesta. Pero
¿cómo pudo Moisés haber sabido acerca de tales cosas en su tiempo, mucho antes
de la llegada de los métodos usados para reconocer y diagnosticar las
enfermedades transmisibles?
E. BIOLOGÍA.
1.-
Las cosas vivas se reproducen según las leyes hereditarias (Génesis 1:11-12, 21-24). Moisés declaró
más de una vez en estos textos bíblicos que las cosas se reproducen "según
su género". Esto, por supuesto, no nos sorprende hoy día, porque entendemos
la genética y las leyes hereditarias, que aseguran que las cosas se reproduzcan
según su género.
Un búfalo no da a luz un caballo; un banano
no da un tomate; un perro no da a luz un gato. Las cosas siempre se reproducen
según su género, y aún hoy día estas cosas son ciertas en la naturaleza. Pero,
¿cómo supo Moisés estas verdades - muchos años antes de la ciencia de la
genética, que se desarrolló hasta el año 1900?
2.-
Dios da vida a todos (Hechos 17: 25). Pablo declaró que es Dios
quien nos da vida a todos. Por siglos los hombres han tratado de crear vida a
través del proceso de la generación espontánea. Aún después que científicos
como Spallanzani, Redi, Pasteur, y otros documentaron que la generación
espontánea es imposible, los evolucionistas aún continúan tratando para que su
teoría pueda ser defendida como cierta.
Sin embargo, hasta la fecha, nadie jamás ha
"creado vida". Pablo supo hace mucho tiempo que era Dios quien da
vida. Pero, ¿Cómo lo supo? Pablo también declaró en 1ª Corintios 15:39 que hay cuatro clases (o géneros) de carne - la
de los hombres, la de las bestias, la de los peces, y la de las aves. Aún hoy
día los evolucionistas aceptan esto como un hecho reconocido de la ciencia.
Estos cuatro géneros de carne ciertamente son diferentes en su composición
bioquímica. Pablo, un predicador itinerario, ¿cómo lo supo?
CIONCLUSIONES.
Una vez más, y sin temor a equivocarnos, nos
damos cuenta de la plena autoridad de la Escritura, que, sin ser un libro
estrictamente científico, nos arroja luz en ese sentido, de una manera tal, que
no hay lugar a dudas acerca de quién es Su Autor: DIOS.
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