miércoles, 29 de mayo de 2019

Bibliología. Tema 16: Claridad de la Biblia. Cita: 2ª Pedro 3:15-16.

 Hasta el momento nos hemos estado enfocando en el primero de cuatro aspectos que la Escritura posee, la autoridad, no hay lugar a dudas acerca de la autoridad divina de la biblia, la ciencia, la arqueología, el gran número de manuscritos, los rollos del mar muerto, las probabilidades matemáticas de cumplimiento de las profecías, son asuntos bastante confiables, que respaldan su autoridad.

Pero nos quedan otros tres aspectos por estudiar, aunque mucho más breves, no son menos importantes, estos aspectos son:

·         La claridad.
·         La necesidad.
·         La suficiencia.

¿Pueden solamente los eruditos entender la Escritura? Eso es lo que trata este tema de la claridad de las Escrituras. Cualquier persona que haya empezado a leer la Biblia en serio se dará cuenta de que algunas partes se pueden entender muy fácilmente, en tanto que otras parecen un enredado acertijo.

Aunque debemos reconocer que no todas las partes de la Biblia se pueden entender fácilmente, sería un error pensar que, en su mayor parte, o en general, las Escrituras son difíciles de entender. Es más, el Antiguo y el Nuevo Testamento frecuentemente afirman que la Biblia fue escrita de tal manera que sus enseñanzas las pueden entender los creyentes regulares.

Ya desde el primer siglo de la iglesia, el mismo apóstol Pedro, confesó que en los Escritos de Pablo había temas no tan fáciles de asimilar, así que reconocemos que, en efecto, no toda la Escritura está escrita de una forma fácil de comprender para el lector promedio.

Pero no caigamos en el error y el desánimo, al pensar que toda o la mayoría de la biblia es inaccesible a los lectores normales, de hecho, tanto el A.T. como el N.T. en varias ocasiones afirman que la biblia misma está escrita de tal manera que sus enseñanzas podemos entenderlas los creyentes regulares. Pedro mismo en la cita inicial, no culpa a los creyentes por ser indoctos, más bien, su acusación es para los inmorales y torcidos que gustan de tergiversar la verdad, aun las verdades fáciles de entender. La biblia no tiene temas imposibles de entender, solo temas complicados si no se tratan de la forma correcta.

A.  Definición de claridad Bíblica.

Para no darle más vueltas al asunto definimos la claridad bíblica como sigue:

Afirmamos que la Biblia está escrita de tal forma, que todas las cosas necesarias para nuestra salvación, crecimiento, madurez y vida cristiana, están claramente expresados.

Como lo veremos en el siguiente inciso, la Biblia misma afirma su propia claridad en estos temas fundamentales para nuestra vida espiritual, teológicamente este tema es conocido como perspicuidad bíblica, pero la misma definición no es tan clara en sí misma.

Un punto importante, que retomaremos más adelante, es que, en efecto en los temas elementales no hay confusión alguna para los que humildemente, piden la ayuda de DIOS y tienen la convicción de seguirlos.

B.  La Biblia afirma su propia claridad.

En el A.T.

·         Deuteronomio 6:6-7.
·         Salmo 1:1-2.
·         Salmo 19:7.
·         Salmo 119:130.

En el N.T.

·         Juan 20:30-31.
·         2ª Corintios 1:13
·         Gálatas 1:1.
·         Efesios 3:4.
·         Filipenses 1:1.
·         Colosenses 4:16.
·         1ª Timoteo 4:13.
·         Santiago 1:1. 22-25.
·         1ª Juan 5:13.

No debemos pensar que de alguna forma era más fácil para los creyentes del primer siglo que para nosotros entender la Escritura, no olvidemos que la mayoría de las cartas de pablo, por ejemplo, se escribieron en o a comunidades llenas de gentiles que no tenían la menos idea del judaísmo y su cultura, sin embargo, los escritores no vacilaron en escribirles, esperando que estos creyentes pudieran leer una traducción del A.T. en su propio idioma y entenderlo claramente.

C. Cualidades morales y espirituales necesarias.

Antes de continuar, es importante entender algo que la misma biblia declara:

Comprender la biblia correctamente es más capacidad moral y espiritual que moral.

·         1ª Corintios 2:14.
·         2ª Corintios 3.14-16.
·         Hebreos 5:14.
·         Santiago 1:5-6.
·         2ª Pedro 3:5.

Aunque los autores del N.T. afirman que la biblia está escrita con toda claridad, también nos dicen que no se puede comprender correctamente si no estamos dispuestos a recibir sus enseñanzas humildemente.

La Biblia la pueden entender todos los que no sean creyentes y que van a ella en busca de la salvación (porque ya DIOS los lleva de la mano a hacerlo), al igual que todos los creyentes que la leemos buscando la ayuda de DIOS para entenderla. Esto se debe a que en ambos casos el Espíritu Santo obra para para que superemos los efectos del pecado, de lo contrario no entenderíamos la Verdad que en ella se encuentra. 1ª Corintios 1:18-25.

D. ¿Por qué hay quien la malinterpreta?

Aun a pesar de que hay personas sinceras, que humildemente van a la Biblia, buscando su guía, también tenemos que reconocer que muchos, incluso de entre el pueblo mismo de DIOS, malinterpretan la Escritura.

Aun durante el ministerio terrenal de Jesús, sus propios discípulos a veces no comprendían el A.T. Mateo 15:16. Juan 8:27. Aunque hay que entender que esto se debía en mayor medida a que aún faltaban acontecimientos por suceder en la historia de la redención, y por supuesto, la llegada misma del Espíritu de Verdad.

También hubo ocasiones cuando esto se debió a su propia falta de fe o dureza de corazón. Lucas 24:25. Es más, hubo ocasiones en la iglesia primitiva cuando los cristianos no entendían o no estaban de acuerdo con las enseñanzas del Antiguo Testamento o con las cartas que escribieron los apóstoles, que fue necesario el concilio de la iglesia, en Jerusalén. Hechos 15.

De hecho, en toda la historia de la Iglesia, los desacuerdos doctrinales han sido muchos y el progreso para resolver las diferencias doctrinales a menudo ha sido lento. Para ayudar a las personas a evitar errores al interpretar la Biblia, muchos maestros bíblicos han desarrollado principios de interpretación, que son pautas para promover el desarrollo de la capacidad de interpretar correctamente. 

La palabra hermenéutica de la palabra griega jermeneúo, interpretar, es el nombre más técnico que se le da a este campo de estudio: la hermenéutica es el estudio de los métodos correctos de interpretación, especialmente de interpretación de las Escrituras.

Otro término técnico que se usa a menudo en los debates de interpretación bíblica es exégesis, término que se refiere a la práctica misma de interpretar la Biblia, no a las teorías y principios referentes a cómo se debe hacer: Exégesis es el proceso de interpretar un pasaje bíblico. Consecuentemente, cuando uno estudia los principios de interpretación, se le llama hermenéutica; pero cuando uno aplica esos principios y empieza a explicar el texto bíblico, uno está haciendo exégesis.

La existencia en toda la historia de muchos desacuerdos respecto al significado de las Escrituras nos recuerda que:

La doctrina de la claridad de la Biblia no sugiere que todos los creyentes van a concordar en todas las enseñanzas de las Escrituras.

No obstante, sí nos dice algo muy importante, y es que el problema no está en la Biblia sino en nosotros mismos. Afirmamos que todas las enseñanzas de las Escrituras son claras y se pueden entender, pero también reconocemos que las personas a menudo, debido a sus propias debilidades y pecados, malentienden lo que está escrito claramente en la Biblia.

Por consiguiente, conforme la persona crece en la vida cristiana, y va adquiriendo más conocimiento de las Escrituras al estudiarlas, entenderá mejor la Biblia. La doctrina de la claridad de la Biblia dice que la Biblia se puede entender no que todos la entienden igualmente bien.

E.  El papel de los eruditos.

¿La doctrina de la claridad de la Escritura afirma entonces que no hacen falta los eruditos? Gente preparada en los idiomas originales, cuyo conocimiento los pone en el estatus de genios.

No estamos afirmando eso en ningún sentido, de hecho, los eruditos Bíblicos son necesarios para el cristianismo por al menos 4 razones:

1.    Ejercen como maestros. Ellos pueden enseñar claramente la Biblia, comunicando a otros su contenido y cumpliendo así el oficio de maestro, que se menciona en el Nuevo Testamento.1ª Corintios 12:28. Efesios 4:11.

2.    Profundizan en la doctrina y su aplicación práctica. Pueden explorar nuevos aspectos de comprensión de las enseñanzas de la Biblia. Esta exploración rara vez incluye la negación de las enseñanzas principales que la Iglesia ha sostenido a través de los siglos, pero a menudo incluirá la aplicación de la Biblia a nuevos aspectos de la vida, la respuesta a preguntas difíciles que han formulado tanto creyentes como incrédulos en cada nuevo período de la historia, y la continua actividad de refinar y hacer más precisa la comprensión de la Iglesia respecto a puntos detallados de interpretación de versículos individuales o cuestiones de doctrina o ética.

3.    Ejercen como apologetas. Tercero, pueden defender las enseñanzas de la Biblia contra los ataques de otros eruditos o de personas con preparación técnica especializada. El papel de enseñar la Palabra de Dios a veces también incluye corregir enseñanzas falsas. 2ª Timoteo 2:25. Tito 1:9. Tito 2:7-8.

A veces los que atacan las enseñanzas bíblicas tienen preparación especializada y conocimiento técnico en estudios históricos, lingüísticos o filosóficos, y usan esa preparación para montar ataques más sofisticados contra la enseñanza de la Biblia. En tales casos los creyentes con destreza especializada pueden usar su preparación para entender y responder a tales ataques.

Estas cuatro funciones benefician a la Iglesia como un todo, y todos los creyentes deben estar agradecidos a los que las desempeñan. Sin embargo, estas funciones no incluyen el derecho a decidir por la Iglesia como un todo lo que es doctrina verdadera o falsa o lo que es la conducta apropiada en una situación difícil.

Si un derecho así, fuera prerrogativa de los eruditos bíblicos con preparación formal, se convertirían en una casta gobernante de la Iglesia, y el funcionamiento ordinario del gobierno de la Iglesia según se describe en el Nuevo Testamento cesaría. El proceso de toma de decisiones de la iglesia debe dejarse a los oficiales de la iglesia, sean eruditos o no, y, en iglesias en las que hay una forma congregacional de gobierno, no solamente a los oficiales sino también a la gente de la iglesia como un todo. Wayen Grudem.

F.  Aplicación práctica de esta doctrina.

La doctrina de la claridad de la Biblia tiene una implicación práctica muy importante y alentadora.  Nos dice que en donde hay aspectos de desacuerdo doctrinal o ético (por ejemplo, respecto al bautismo, a la predestinación o al gobierno de la Iglesia), hay solamente dos causas posibles de estos desacuerdos:

1.    Estamos hablando de más. Por un lado, pueden deberse a que estamos tratando de hacer afirmaciones en donde la Biblia guarda silencio. En tales casos debemos estar más que dispuestos para reconocer que Dios no nos ha dado la respuesta a nuestra búsqueda, y a permitir diferentes puntos de vista dentro de la Iglesia.
Esto ha sido a menudo el caso con asuntos prácticos, tales como los métodos de evangelización, los estilos de estudio bíblico o el tamaño apropiado de una iglesia.

2.    Tenemos errores personales. Por otro lado, es posible que hayamos cometido errores en nuestra interpretación de la Biblia. Esto podría haber sucedido debido a que la información que usamos para decidir un asunto de interpretación fue imprecisa o incompleta. O pudiera deberse a que hubo ineptitud de nuestra parte, por ejemplo, orgullo personal, codicia, falta de fe, egoísmo o incluso no haber dedicado tiempo suficiente para leer y estudiar las Escrituras con oración.

Pero en ningún caso podemos decir que la enseñanza de la Biblia sobre algún tema es confusa o que no se puede entender correctamente. En ningún caso debemos pensar que los desacuerdos persistentes respecto a algún asunto en toda la historia de la Iglesia quieren decir que somos incapaces de llegar a una conclusión correcta respecto a este tema por nosotros mismos.

Más bien, si en nuestra vida surge un genuino interés en cuanto a tales asuntos, debemos pedir con sinceridad la ayuda de Dios y entonces acudir a la Biblia, y examinarla con toda nuestra capacidad, en la confianza de que Dios nos capacitará para entenderla correctamente.

G. Conclusión.

A la luz de la Claridad de las Escrituras:

¿Qué esperamos para empezar nuestra vida diaria de lectura y meditación bíblica? Si lo hacemos en oración y humildad delante del Señor, tengamos la seguridad de que el fruto en nuestras vidas llegará tarde o temprano.

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