La clase pasada
entendimos la definición de credo, del latín yo creo, es el conjunto de convicciones
y principios de un individuo o una comunidad, es corto, conciso, para ser
fácilmente aprendido mediante la repetición, en cambio una confesión de fe es
mucho más extensa pues tiene la finalidad de sustentar argumentativamente a los
credos.
En resumidas cuentas,
entendimos:
I.
Legitimidad de
las confesiones. La iglesia fue diseñada por DIOS con el propósito de
guardar pura la Verdad del evangelio.
Son básicamente
dos las grandes objeciones:
a) Las
confesiones minan la autoridad de la Biblia. Cuando
la Palabra de DIOS es pervertida, solo una Confesión de Fe sirve públicamente
como el medio para separar la Verdad del error.
b) La
confesión de fe es incompatible con la libertad de consciencia delante de DIOS.
Es
el otro gran pretexto, solo dos tipos de personas piensan de esta forma:
1. Los
liberales. Los hombres no se oponen a los credos hasta que los
credos se oponen a ellos.
2. Indoctos
preocupados por la autoridad de la Biblia. Una
persona tiene la libertad en cualquier momento de renunciar a la confesión de
fe su una iglesia si DIOS por medio de su conciencia así se lo marca, así como
cambiar a una iglesia cuya confesión le de mayor libertad de conciencia.
Sí
dejamos fuera los credos y confesiones el cristianismo se llenará de herejías
indetectables y por lo tanto destructoras.
II.
Uso de las
confesiones.
a) Es
un medio para defender públicamente la verdad.
La iglesia tiene una misión bien definida en cuanto
a la doctrina:
·
Filipenses 1:27.
·
2ª Timoteo 1:13.
·
Judas 3.
Para poder cumplir
con esta tarea, una confesión de fe es una herramienta indispensable, sirve
para diferenciar la verdad del error y de la casi verdad, también es de
ayuda para presentar doctrinas fundamentales de la biblia de forma íntegra.
Una
confesión de fe es parte de la tarea de enseñanza pública de una iglesia.
Por tratarse de
tratados breves de teología, las confesiones de fe pueden utilizarse para
exponer en las congregaciones de forma más clara y amplia la Verdad, facilita
la promoción del conocimiento cristiano y, sobre todo, sirve de marco de
referencia para discernir las enseñanzas que se dan en las iglesias.
b) Es
una norma pública de comunión y disciplina. Efesios 4:3.
La Biblia nos
enseña que los cristianos no se unen a la iglesia, se sujetan a ella, a su
liderazgo, a su disciplina, con el propósito de guardar la paz, la comunión, la
unidad entre los miembros y de preservar el Nombre de Cristo sin ser
blasfemado.
Una
confesión de fe ayuda a proteger la unidad de una iglesia local y a preservar
su paz.
Una confesión de
fe sirve como base de comunión en una iglesia, entre los que están casi de acuerdo,
para que puedan trabajar juntos y en armonía, sostiene nuestra fe en común
y nos permite vivir en comunión.
Jesús mismo dijo
que toda casa dividida contra si misma no permanecerá. Mateo
12:25. ¿Podríamos trabajar juntos y en paz en la misma
iglesia calvinistas, arminianos, trinitarios, unitarios, pelagianos,
sinergistas, monergistas, continuistas, cesacionistas? ¿Cómo oraríamos? ¿Quién predicaría? ¿Quién
dirigiría el culto? ¿Cómo tomarías los sacramentos?
Si no deseamos que
la casa de DIOS se convierta en otra torre de babel llena de confusión, debemos
trazar limites bien definidos en la doctrina fundamental y aun en la secundaria
y la liturgia, y que mejor forma de hacerlo que por medio de credos y
confesiones de fe.
Como ya lo dijimos
la clase pasada, toda iglesia lo sepa o no, lo tenga por escrito o no, tiene un
credo y todo cristiano tiene derecho a saber en que cree una iglesia antes de
unirse a ella, así como la iglesia debe saber en que cree un cristiano antes de
recibirle cómo miembro.
Tener
credos no publicados trae como consecuencia el desorden.
La mayoría de las
iglesias son un caos por funcionar de esa forma, y cada asistente o miembro
debe de ir descubriendo por él mismo y poco a poco en lo que cree su
congregación, algunos movimientos a propósito ocultan sus credos por
deshonestidad, como la luz del mundo.
Y la iglesia
misma, no tiene una forma práctica de discernir quien se está tratando de unir
a su membresía, una confesión de fe pública, facilita grandemente el trabajo
para ambas partes.
La
confesión de fe también provee una norma concisa para la disciplina bíblica.
Romanos 16:17. Tito 3:10
Para guardar la
pureza doctrinal y moral de sus miembros, las iglesias deben de manejar normas
escritas y públicas, eso son también en cierto modo, confesiones de fe. Solo
una confesión de fe satisface las demandas reciprocas entre la iglesia y sus
miembros.
Una iglesia sin
confesión de fe, no pude aplicar correctamente disciplina porque no tiene un
patrón fijo con el cual medir las ofensas, es el equivalente teológico a una
persona con VIH no tiene defensas contra las falsas doctrinas.
además, lo que
aplicamos dentro de la iglesia local, es también aplicable en la comunión entre
iglesias locales, si en verdad amamos la verdad, la defendemos y la procuramos
sin alteración, no podríamos tener comunión con otra iglesia local que no haga
lo mismo, y si una iglesia no tiene confesión de fe bien definida, en definitiva,
sus miembros pueden ser una fuente de contaminación a las demás iglesias. Personalmente
como pastor de una congregación de sana doctrina, no podría prestarle el
púlpito o fomentar la comunión entre congregaciones con la conciencia
tranquila, sabiendo que hay peligro al hacerlo.
¿Significa que si
alguien no cree de igual manera que nosotros y exhaustivamente todos los puntos
de nuestras confesiones y declaraciones de fe no es nuestro hermano en Cristo?
No, no estamos diciendo eso, hay personas que comprenden mejor la verdad que
otros o que van en un grado de madurez distinto al de otros, y eso se verá
reflejado en su entendimiento y asimilación de las confesiones de Fe.
El
objetivo de una confesión de fe es distanciar a los enemigos declarados de la
sana doctrina, no a los débiles o neófitos en la fe.
c) Es
una norma concisa para evaluar a los ministros de la Palabra.
·
2ª Timoteo 2:2.
·
Tito 1:9.
·
1ª Juan 4.1.
·
2ª Juan 10.
Estas
exhortaciones bíblicas para los ministros encargados de predicar la palabra no
se pueden aplicar simplemente aceptando que digan que creen en la Biblia, hace
falta algo más específico, debemos de saber lo que creen que la Biblia enseña
en los temas fundamentales de la doctrina cristiana, y nuevamente, una
confesión de fe hace está tarea relativamente fácil.
Sin
una confesión de fe, la evaluación que una iglesia haga de sus ministros será
superficial y quedará en peligro de caer en manos de neófitos y herejes.
El daño que ha
recibido la iglesia en su imagen pública, sobre todo en los últimos 100 años, provocado
por ministerios aconfesionales es inmenso, y disminuiría drásticamente si todas
las congregaciones nos apegáramos a una confesión de fe, ortodoxa e histórica.
d) Dan
sentido de continuidad histórica a la iglesia. 2ª Timoteo 2:2.
¿Cómo podemos
saber que nuestra congregación no es una anomalía en la historia de la iglesia
cristiana? ¿Cómo podemos saber que estamos en la línea de la sana doctrina?
¿Cómo podemos afirmar que estamos parados sobre hombros de gigantes? La respuesta a todas estas preguntas es: porque
nos apegamos a una confesión de fe histórica.
Las confesiones de
fe nos unen a un patrimonio doctrinal que se ha recibido en el pasado y que se
ha transferido de generación en generación, como lo hizo Pablo con Timoteo y él
con los hombres fieles e idóneos para que lo replicaran una y otra vez hasta
llegar a nuestros días.
El
sentido de continuidad histórica contribuye grandemente a la estabilidad y
bienestar espiritual de los miembros de una iglesia.
III.
Conclusiones.
a) No
seamos ambiguos. La inestabilidad doctrinal que reina en el mundo cristiano
hoy en día es por la falta de la definición clara y concisa de la doctrina
fundamental y secundaria, así como la liturgia, todo esto se logra fácilmente
por medio del apego a una confesión de fe. Charles Spurgeon dijo al respecto: las
armas que son para nuestra defensa no deberíamos dejar que se oxidaran.
Una
iglesia que permite el latitudinarismo no es columna y baluarte de la verdad.
b) Revisemos
continuamente las confesiones de fe. Pero no para
cambiarlas a capricho y menos para ser pragmáticos con cada cambio de la moda
teológica, estos documentos no se redactaron precipitadamente y no deberíamos
alterarlos precipitadamente, pero al mismo tiempo NO están libres de errores
humanos porque no están a la altura de la autoridad de la Biblia. La mejor
manera de revisarlas es estudiarlas periódicamente, en la iglesia o de forma
personal.
La
revisión de las CDF es para excluir los errores doctrinales que surjan con el
tiempo, no para amoldarlas a nuevos pensamientos.
c) Las
confesiones de Fe no son el fundamente de nuestra fe, solo la Biblia lo es. No debemos de olvidarlo, nuestro deber es hacer seguidores de Cristo no
de una confesión, nuestra lealtad, por lo tanto, está con Cristo por medio de
la Biblia no con una confesión de Fe. Personalmente es en parte por este motivo
que no me gusta la identificación denominacional (bautista, presbiteriano,
calvinista, etc.).
d) Seamos
confesionales. Solo así podremos ser columna y baluarte de la
Verdad de manera eficaz, si a nuestros miembros y ministros los medimos con la regla
de la confesión de fe y tienen serias objeciones en puntos
trascendentes, nos ahorraremos muchos dolores de cabeza descartándolos de
antemano.