A. La Norma de las buenas
obras.
1. Expresadas
positivamente.
2. Expresadas
negativamente.
B. La
importancia de las buenas obras.
1. Son la
evidencia de nuestra fe y arrepentimiento.
2. Muestran
gratitud.
3. Fortalecen la
seguridad de nuestra salvación.
4. Son de
testimonio.
5. Son un adorno
de gracia del evangelio.
6. Callan a los
enemigos del evangelio.
7. Glorifican a
DIOS.
8. Muestran el
llamado irrevocable.
C. La causa de
las buenas obras.
1. DIOS nos
capacita a realizarlas.
2. No debemos ser negligentes a realizarlas.
D. Las
limitaciones de las buenas obras. Quienes alcancen la máxima obediencia
posible en esta vida quedan tan lejos de llegar a un grado supererogatorio (por
encima del deber), y de hacer más de lo que Dios requiere, que les falta mucho
de lo que por deber están obligados a hacer.1
1.
Las
obras de supererogación (por encima del deber) son imposibles. 1 R. 8:46; Sal.
130:3; 143:2; Pr. 20:9; Ec. 7:20; Ro. 3:9,23; 7:14.; Gá. 5:17; 1
Jn. 1:6-10; Lc. 17:10.
Nuestras buenas obras por muy dedicadas que sean, nunca
estarán a la altura de la perfección de DIOS.
Si tomamos como ejemplo el Sermón del Monte y
comparamos nuestras vidas, sabremos que estamos muy por debajo de las
expectativas que la perfección de DIOS marca.
Debido a la debilidad de nuestra carne al caminar por
esta vida, nuestras buenas obras se ven solamente como una obediencia parcial a
la santidad, la justicia y la voluntad de DIOS. Santiago 3:2. 1ª Juan 1:8 y 10. Pero esto lejos de ser algo negativo para los creyentes, es al
contrario pues:
Que Nuestras Buenas Obras Imperfectas Sean Aceptadas
Por DIOS Es Una Prueba Más De Su Gran Misericordia.
E. Las obras
meritorias son imposibles. Nosotros no podemos, aun por nuestras mejores
obras, merecer el perdón del pecado o la vida eterna de la mano de Dios, a
causa de la gran desproporción que existe entre nuestras obras y la gloria que ha
de venir,1 y por la distancia infinita que hay entre nosotros
y Dios, a quien no podemos beneficiar por dichas obras, ni satisfacer la deuda
de nuestros pecados anteriores; hasta cuando hemos hecho todo lo que podemos,
no hemos sino cumplido con nuestro deber y somos siervos inútiles;2
y tanto en cuanto son buenas proceden de su Espíritu;3 y en
cuanto son hechas por nosotros, son impuras y están mezcladas con tanta
debilidad e imperfección que no pueden soportar la severidad del castigo de
Dios.4
1.
Las
buenas obras no ameritan la salvación. Ro. 8:18.
La salvación es por gracia
siempre, las buenas obras no son para ser merecedores de ella.
2.
Realizar
buenas obras son nuestro deber no un favor realizado a DIOS. Job 22:3; 35:7;
Lc. 17:10; Ro. 4:3; 11:3.
Nuestras buenas obras no
benefician en nada al Señor, es lo menos que podemos hacer si entendemos
nuestra redención.
3.
No
merecemos nada por las buenas obras pues vienen de parte de DIOS. Gá. 5:22,23.
4.
Si
DIOS basara su Justicia en nuestras buenas obras seriamos merecedores de
condenación eterna. 1
R. 8:46; 2 Cr. 6:36; Sal. 130:3; 143:2; Pr. 20:9; Ec. 7:20; Ro.
3:9,23; 7:14ss.; Gá. 5:17; 1 Jn. 1:6-10.
Si DIOS nos diera el pago de
acuerdo a las buenas obras que realizamos, todos estaríamos eternamente
condenados.
F. La aceptación de las
buenas obras de los creyentes. No obstante, por ser aceptados los creyentes
por medio de Cristo, sus buenas obras también son aceptadas en él;1
no como si fueran en esta vida enteramente irreprochables e irreprensibles a
los ojos de Dios;2 sino que, a él, mirándolas en su Hijo, le
place aceptar y recompensar aquello que es sincero aun cuando esté acompañado de
muchas debilidades e imperfecciones.3
1.
Nuestras
buenas obras son aceptadas porque son En Cristo. Ex. 28:38; Ef.
1:6,7; 1 P. 2:5.
Las buenas obras no pueden ser perfectas o
inmaculadas, nadie puede hacer más allá de lo que Él Señor exige en Su Palabra,
es imposible para todos los seres humanos, pues ni siquiera los nacidos de nuevo podemos
acercarnos a cumplir con todos los requisitos que demanda la perfecta ley de
DIOS.
Se les conoce como buenas obras
porque DIOS que es bueno es quien motiva en nosotros el realizarlas
Pero el hecho de que nuestras buenas obras no sean
perfectas, no significa que a DIOS no le agraden o no las apruebe, si lo hace
es por son En Cristo y por Cristo, por
eso es que solo los regenerados podemos realizar dichas buenas obras.
2.
Si
fueran solamente hechas por nosotros seguirían siendo hechas totalmente
de pecado. 1
R. 8:46; 2 Cr. 6:36; Sal. 130:3; 143:2; Pr. 20:9; Ec. 7:20; Ro. 3:9,23;
7;14ss.; Gá. 5:17; 1 Jn. 1:6-10.
3.
A
pesar de ser imperfectas, DIOS ha prometido recompensar nuestras buenas obras. He. 6:10; Mt.
25:21,23. 10:41-42. 1 Cor 3:8,14. 2 Tim 4:8. Ap. 22:12.
Sin embargo, debemos dejar bien en claro la gran
diferencia que hay entre una recompensa
prometido y una recompensa merecida. No merecemos la recompensa por
nuestras buenas obras, pero DIOS que es bueno sobremanera ha prometido darnos
una recompensa con todo y que Él mismo preparó esas buenas obras para que
anduviéramos en ellas. Efesios 2:10.
¿Por
qué no se merecen una recompensa nuestras buenas obras?
1. Porque
solo le estamos dando a DIOS lo que él nos dio que le diéramos. Lucas 17:9-10.
2. Si
somos capaces de hacer buenas obras solo porque DIOS nos da la gracia para
realizarlo, no tenemos ningún crédito. 1ª
Corintios 15:10. Filipenses 2:13.
3. Aun
nuestras mejores obras a los ojos de DIOS son imperfectas, solo le agradan
porque estamos en Cristo, por nosotros mismos nada son.
4. Nuestras
buenas obras no son nada en comparación con la recompensa eterna, así que no
son merecimiento sino misericordia.
G. Las buenas
obras de los hombres no regenerados. Las obras hechas por hombres no
regenerados, aunque en sí mismas sean cosas que Dios ordena, y de utilidad
tanto para ellos como para otros,1 sin embargo, por no
proceder de un corazón purificado por la fe2 y no ser hechas
de una manera correcta de acuerdo con la Palabra,3 ni para un
fin correcto (la gloria de Dios4), son, por tanto,
pecaminosas, y no pueden agradar a Dios ni hacer que alguien sea digno de
recibir gracia por parte de Dios.5 Y a pesar de esto, el
descuido de las buenas obras es más pecaminoso y desagradable a Dios.6
1.
Las
buenas obras de los inconversos provienen de la gracia común del Señor. 1 R. 21:27-29; 2
R. 10:30,31; Ro. 2:14; Fil. 1:15-18.
Hasta las buenas obras realizadas por
los inconversos son producidas por la gracia de DIOS.
2.
Pero
siguen siendo hechas por corazones no regenerados. Gn. 4:5 con He. 11:4-6; 1
Ti. 1:5; Ro. 14:23; Gá. 5:6.
A pesar de ser moralmente
aceptables, las buenas obras de los inconversos no provienen de la fe salvífica
que solo el Señor da.
3.
No
pueden ser realizadas correctamente. 1 Co. 13:3; Is. 1:12.
Por no provenir de una fe
salvífica, las buenas obras de los inconversos siempre serán mal realizadas
delante de DIOS.
4.
Tampoco
son hechas para glorificar a DIOS bíblicamente. Mt. 6:2,5,6; 1 Co. 10:31.
Como no provienen de un corazón
regenerado, estás buenas obras no glorifican realmente a DIOS.
¿Por qué estas buenas obras no pueden agradar al
Señor? Dice un dicho: un hombre con las piernas sanas puede
llegar a dar un mal paso, pero un hombre lisiado de los pies no puede dar nunca
buenos pasos. De la misma forma, un
creyente puede ocasionalmente por ser imperfecto hasta su glorificación,
cometer pecados en su carne, mientras que un inconverso puede ser desde el
punto de vista humano, honesto moralmente, pero no por eso sus actos merecen el
nombre de buenas obras.
Es cierto que pareciera que algunos no creyentes
llevan una vida mejor moralmente, pero eso no alcanza para ser salvos, Spurgeon
dijo que la moral nos mantiene fuera de la cárcel, pero solo Cristo nos
mantendrá fuera del infierno. Estas obras aceptables al ser humano, no
alcanzan la categoría de buenas obras delante de DIOS por no ser el Espíritu
Santo quien les da La fuerza para hacerlas, La dirección correcta para
realizarlas, El amor para ejecutarlas y El propósito de glorificar a DIOS.
Quienes citan a Cornelio como ejemplo de que las
buenas obras salen de un inconverso y que pueden salvar a alguien, olvidan que
en primer lugar un libro histórico no es buen lugar para deducir doctrina y en
segundo lugar que Cornelio era un creyente en DIOS. Hechos 10:1-2, 22.
5.
No
pueden agradar a DIOS, ni mucho menos hacer méritos para alcanzar la gracia de
la salvación. Ro.
9:16; Tit. 1:15; 3:5.
Si estas buenas obras no agradan a
DIOS, mucho menos pueden mover su mano a favor de la salvación.
6.
Es
más desagradable al Señor un inconverso que no realiza buenas obras, que uno
que si las lleva a cabo. 1
R. 21:27-29; 2 R. 10:30,31; Sal. 14:4; 36:3.
Acarrea mayor convención el incrédulo que no es
moralmente bueno, que aquel que su moral lo lleva a realizar obras piadosas.
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