domingo, 24 de mayo de 2020

Hechos Historia Salutis 32: La iglesia en Samaria. Hechos 8:9-17.


Este octavo capitulo del libro de Hechos comienza con la primera gran persecución de la iglesia cristiana, persecución que continua hasta nuestros días, pero que nunca para nada se sale del control soberano de DIOS, por el contrario, como entendimos la semana pasada, cuando el Señor en su providencia determina que la iglesia sufra esta dispersión a causa del martirio de Esteban, es con el propósito de sacarlos de la comodidad en la que habían caído y de ese modo llevaran el evangelio, no solo a Jerusalén, sino por toda judea, samaria y hasta lo ultimo de la tierra, tal y como el Señor Jesús se los ordenó antes de elevarse a los cielos.

Es entonces que Lucas ahora se enfoca por unos momentos en Felipe el evangelista, quien fuera compañero de profesión junto a Esteban, pues fue uno de los siete diáconos originales, Felipe llega a una de las ciudades de samaria a predicar el evangelio, como respaldo de su ministerio se encuentran los muchos oprimidos por el diablo que son liberados, señales y prodigios milagrosos, al grado de levantar a paralíticos.

Los samaritanos recibieron calurosamente a Felipe, Lucas nos dice que estaban gozosos. El poder del evangelio de Cristo y la divina autoridad de Felipe para realizar milagros son grandes y más poderosos que las artes engañosas de Simón el mago, que es el personaje en el cual se centra la historia de Hechos en los siguientes versículos: 8:9. Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande.

La preposición “pero” nos indica que en medio del gozo con el cual los samaritanos recibieron el evangelio, se suscitó oposición nuevamente de parte de satanás. En Jerusalén, la oposición de Satanás a la iglesia vino en la forma del engaño de Ananías y Safira, el encarcelamiento de los apóstoles, la muerte de Esteban, y la gran persecución que se desató.

En Samaria, Satanás emplea diferentes métodos para frustrar el crecimiento de la iglesia, primeramente, ya lo vimos la semana pasada, por medio de sus espíritus inmundos poseyendo a las personas, ahora usa a un hombre llamado Simón, conocido en Samaria como el mago. Lucas lo presenta como un hombre que practica las artes mágicas en esa ciudad samaritana.

Las “artes mágicas” de Simón no eran, simplemente, algún truco, que es una forma de engañar la mente debido a que los ojos fallan en observar correctamente lo que está ocurriendo delante de ellos, no era un simple ilusionista, sino que más bien eran un atentado serio contra la fe cristiana, porque representaban la brujería y hechicería es todo su esplendor. Una de las obras de la carne que el apóstol Pablo enlista es la hechicería. Gálatas 5:20.

Si no lo sabíamos, el día de hoy nos tiene que quedar claro que todos aquellos que practican las artes ocultas de la brujería, hechicería, amarres, limpias, magia blanca, negra, culto a la muerte, invocación a los muertos por cualquier vía, ya sea médiums o la ouija, o cualquier otro tipo de ocultismo y esoterismo, están bajo el juicio de DIOS y a menos que se arrepientan no entraran en el reino de los cielos, para ser más claros es imposible ser cristiano y esotérico al mismo tiempo.

El esoterismo se refiere a las filosofías o tradiciones ocultas o secretas que se practican desde hace mucho tiempo, muchos prefieren llamar esotérico a la brujería pues les da mejor imagen. Dentro del esoterismo encontramos las siguientes prácticas y creencias:

·         Lectura de tarot, mano, café, etc.
·         Horóscopos.
·         Reencarnación.
·         Limpias.
·         Amarres.
·         Fetichismo, amuletos, mal de ojo, etc.
·         Cábala.
·         Yoga.
·         Rastafari
·         Adivinación.
·         Consultar muertos.
·         Ouija.
·         Sociedades secretas.
·         Nueva era.
·         Ocultismo.
·         Tantra.
·         Ying –yang (Taoísmo).
·         Magia (no ilusionista).
·         Teosofía.
·         Gnosticismo.
·         Thelema.
·         Películas de terror (cierto tipo muy específico donde el ocultismo tiende a abrir puertas).
·         Etc.

Las personas desde siempre han buscado creer en algo más grande que ellos mismos, la Biblia lo dice en Eclesiastés 3.11 que DIOS puso eternidad en nuestros corazones, sin embargo, la búsqueda no siempre ha sido en los lugares correctos, y por el contrario ha llevado a alejarse más y más del Creador todopoderoso.

En la actualidad nada ha cambiado, mucha gente busca respuestas o ayuda en las cosas que no pueden controlar o entender por completo, tal es así que se da una inmensa demanda por leer el horóscopo a diario, hacerse una limpia si las finanzas  no van bien, se recurre a los famosos amarres cuando en el amor salen mal los planes, al extrañar a un ser amado que ya falleció se busca el modo de ponerse en comunicación con él  o simplemente se necesita creer en la vida más allá de la muerte y por eso se cree en la reencarnación. Se cumple lo dicho por el apóstol pablo en Romanos 3:11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.

¿Por qué no son agradables estas prácticas y creencias ante DIOS? Como vemos en Deuteronomio 18:9-14 para nuestro Dios son abominaciones este tipo de cosas, sin embargo, como todo lo que Dios hace es con un motivo bien establecido.

·         En primer lugar, es porque despersonaliza a DIOS, rebajándolo al nivel de una fuerza, de vida, amor, energía etc.
·         Diviniza la creación. Se usan a menudo términos como DIOS está en todo o es todo o la madre naturaleza: Romanos 1:21-25.
·         Se da una fusión de creencias, filosofías y religiones que solo nos alejan del DIOS verdadero revelado en su Hijo Jesucristo: Hebreos 13:9.
·         Todo esto es un tipo de idolatría, no necesariamente porque se hagan imágenes, sino por el hecho de ocupan el lugar de DIOS en nuestros corazones. Hechos 16:16.
·         Conocer el futuro es algo que SOLAMENTE DIOS puede hacer.
·         Es para nuestra protección, pues es como jugar con fuego, tarde o temprano alguien resulta herido.

La cita de Deuteronomio 18 no es la única que encontramos que nos habla de este tema:

·         Necromancia: 1ª Samuel 28.7-20.
·         Tarot: 1ª Reyes 11.33.
·         Hechicería: Apocalipsis 21:8 y 22:15.
·         Reencarnación: Hebreos 9:26.
·         Zodiaco-horóscopos: Isaías 47.13-15.

Todos los que practican este tipo de artes mágicas están excluidos de la Ciudad Santa y son echados en el lago de fuego y azufre Ap. 21:8; 22:15. Las artes mágicas tienen su origen en Satanás y son diametralmente opuestas a Dios. Por lo tanto, Dios ordena a su pueblo no involucrarse en forma alguna de magia.

Con su magia, Simón el mago había cautivado a la gente por largo tiempo. Cuando Felipe llegó a Samaria y proclamó las Buenas Nuevas, Simón creyó y fue bautizado. Antes de su conversión, él alardeaba de ser alguien grande. Además, la gente le respetaba porque creía que había recibido poderes divinos para hacer lo que hacía.

10. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. 11. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.

Para poder entender bien, tenemos que recordar que las Escrituras de los samaritanos consistían en los cinco libros de Moisés que, a la luz de todo el AT, les daban sólo un segmento de la verdad de DIOS. Los judíos prohibían a los samaritanos adorar en Jerusalén; por lo tanto, lo hacían en su templo, en lo alto del Monte Gerizím. También esperaban la venida del Mesías, a quien llamaban Ta’eb. Debido a su mezcla racial y trasfondo religioso, eran receptivos a la brujería. 2ª Reyes 17:24–41.

En el siglo II, Justino Mártir uno de los llamados padres apostólicos o padres de la iglesia, que son los títulos para referirse a los dirigentes que sucedieron a los apóstoles, afirmó que Simón el mago se había ido de Samaria a Roma, donde, gracias a sus artes mágicas, fue honrado como un dios.
Probablemente Justino se equivocó cuando afirmó que una estatua en Roma estaba dedicada a Simón: “A Simón el Santo Dios”; porque probablemente tenía las palabras Al Dios Semo Sancus. Esta estatua, por lo tanto, no honraba a Simón sino a un dios Sabino (con forma de árbol). En los siglos II y III, se mencionó con mucha frecuencia el nombre de Simón. Incluso se le consideró el padre del Gnosticismo.

Pero queda la pregunta si el Simón que escuchó a Felipe y a Pedro es el mismo Simón que dio origen al movimiento gnóstico. Estudiosos que opinan sobre este punto han refutado aquellos escritos que ligan a Simón el mago con el gnosticismo pre-cristiano. A pesar de la fuerte evidencia provista por los escritores de los primeros siglos, eruditos afirman que el curso del desarrollo del movimiento conocido como simonianismo sigue tan oscuro como siempre.

“A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande”. Antes de que Felipe viniera a los samaritanos, ellos tenían a Simón en muy alta estima. La expresión traducida como “desde el más pequeño hasta el más grande” es bastante común en las Escrituras e indica que Simón tenía numerosos admiradores y adeptos o seguidores.

Los samaritanos confesaban su fe en él y decían, “Este hombre es el gran poder de Dios”. Los samaritanos si creían en un Dios, pero en su ignorancia no sabían diferenciar la verdad de la mentira, es por ese motivo que estimaban que Simón era representante de DIOS mismo, dotado de divino poder, como dice el refrán en nuestro país: “el que no conoce a DIOS, a cualquier barbón se le hinca”, por la ignorancia que provocó su mezcla con elementos paganos, ahora los samaritanos llegaron a creer que un hombre que se dedicaba a la hechicería era portador del poder de DIOS, su representante por así decirlo.

La influencia de Simón era enorme y el número de sus seguidores no era pequeño. Por un largo tiempo había mantenido cautiva a las gentes gracias a las artes que practicaba. Pero cuando Felipe aparece predicando las Buenas Nuevas y realizando milagros de sanidad, el pueblo atiende con mucho interés a lo que dice y a las maravillas que realiza. Para ellos, el mensaje y las obras de Felipe sobrepasan mucho las imitaciones de Simón.

12. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. 13. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.

a. “Pero cuando comenzaron a creer a Felipe”. Los samaritanos aceptan el evangelio predicado por Felipe y empiezan a creer el mensaje que les trae. Una mejor traducción del verbo “creyeron” es “comenzaron a creer” para indicar una acción que tiene un punto de partida y que continúa progresando constantemente. Los samaritanos primero dan su aprobación intelectual al mensaje de Felipe; luego, se entregan a Jesús y piden ser bautizados.

Sabemos que su entrega fue genuina, lo que quedó en evidencia cuando Pedro y Juan llegan y el Espíritu Santo desciende sobre ellos. Cuando el Espíritu Santo decide habitar en ellos, les da evidencia de que su fe es genuina. Por lo tanto, llegamos a la conclusión que los samaritanos creyeron a Felipe y el mensaje de salvación que proclamaba.

b. “que anunciaba el evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo”. Lucas revela el contenido total del mensaje de Felipe; esto es, primero menciona la expresión reino de Dios y luego habla de “el nombre de Jesucristo”.

En los evangelios sinópticos, especialmente en Mateo, el concepto del reino es prominente. Pero en Hechos, se menciona únicamente cuatro veces. Aquí, reino de Dios no debe ser interpretado meramente como un sinónimo para “el evangelio”. En lugar de ello, Lucas usa este término para ilustrar que Felipe hace hincapié en el reinado y la soberanía de Dios en este mundo, en oposición con los poderes de Satanás desplegados por Simón a través de su magia.

Además, Felipe proclama el nombre de Jesucristo a los samaritanos, el término nombre destaca la revelación total del Hijo de Dios y que el nombre doble Jesús Cristo revela tanto su ministerio terrenal como su oficio divino. Jesús, por lo tanto, es rey en el reino de Dios. Los samaritanos oyen todo el evangelio de salvación, algo que Simón no puede darles. Y responden pidiendo ser bautizados.

c. “Se bautizaban tanto hombres como mujeres”. Lucas ya no menciona números específicos de creyentes, sino que simplemente dice que hombres y mujeres profesan su fe en Jesucristo y son bautizados. Con el verbo bautizar en el pretérito imperfecto, Lucas está indicando acción continuada. Presumimos que la ceremonia del bautismo se repitió vez tras vez. Debemos resaltar también que las murallas de prejuicios que separaban a los judíos de los samaritanos han sido derribadas. Los samaritanos están siendo bautizados por un judío. Más adelante profundizaremos en el tema del bautismo a los recién convertidos, cuando escudriñemos el caso del eunuco etíope, en este mismo capítulo.

d. “Aun creyó Simón mismo y se bautizó”. Simón reconoce que uno más grande y poderoso que él ha llegado a Samaria. Cuando la gente lo deja a él para ir tras Felipe, se une a la multitud y acepta la presencia de un poder superior. Observa los milagros que hace Felipe, pero la predicación del evangelio parece no cambiar en nada su corazón. El cree que Felipe está “asociado con algún espíritu poderoso”.

Ve el bautismo no como un signo de que se está entrando en una relación con el Trino Dios sino como la iniciación de una relación con ese espíritu poderoso. Espera que a través del bautismo recibiese el mismo poder que Felipe tiene de realizar milagros.

e. “Y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito”. Después de su bautismo, Simón se mantiene siempre muy cerca de Felipe, siguiéndole dondequiera que éste va. Y Lucas nos dice la razón de tal actitud: su interés como mago en las grandes señales y maravillas que seguían ocurriendo. Simón está interesado en los poderosos milagros que Felipe realiza. Nunca antes ha visto cosa comparable a las obras de Felipe. Lucas dice que Simón estaba atónito con lo que veía. Así, Simón da a conocer que su interés no es el conocimiento de Jesús, sino los divinos poderes que Felipe usa.

De este relato podemos llegar a tres conclusiones doctrinales practicas:

·         Primero, Felipe es incapaz de juzgar el corazón de Simón, por lo que acepta como bueno su testimonio de fe en Cristo y procede a bautizarlo.
·         Segundo, el relato del bautismo de Simón es buena prueba de que el bautismo no es un acto que efectúa la salvación.
·         Tercero, Simón fue bautizado con los samaritanos para no ofender al pueblo entre los cuales él vivía y trabajaba.

Lo siguiente que nos narra Lucas es la llegada de los apóstoles a samaria, algunos se han preguntado si Fueron los apóstoles a Samaria para aprobar el trabajo que ha hecho Felipe o si había problemas para establecer la iglesia cristiana en Samaria por las diferencias que había entre estos y los judíos, poco a poco se van disipando las dudas conforma avanza el relato:

14. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;

Los apóstoles en Jerusalén son informados de la obra que está llevando a cabo Felipe en Samaria y ahora hablan entre sí lo que van a hacer. En armonía con la orden de Jesús de ser testigos en Samaria, comisionan a Pedro y a Juan para que viajen a la ciudad donde Felipe se halla predicando el evangelio de Cristo. Los instruyen que sean los representantes oficiales para dar la bienvenida a los hermanos samaritanos en la iglesia cristiana.

A propósito, esta es la última vez que Lucas menciona en Hechos el nombre de Juan. Es irónica la visita en específico de Juan, pues en cierta ocasión, él y su hermano Jacobo pidieron permiso a Jesús de invocar fuego del cielo para destruir a los samaritanos. Lucas 9:54.

También nos damos cuanta que a pesar de estar en una obra evangelistica, Felipe no fue ningún llanero solitario, él no actuaba independiente, no estaba por su cuenta, se sujetaba a la autoridad establecida por DIOS en la iglesia de Jerusalén por medio de los apóstoles y como lo veremos más adelante los ancianos que se fueron levantando en el Señor para guiar, cuidar, proveer alimento y disciplinar a la iglesia.

15 los cuales (los apóstoles), habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.

Pedro y Juan salen de Jerusalén y viajan a la ciudad donde Felipe se encuentra predicando y bautizando a los samaritanos. Cuando llegan a destino, oran por aquellos creyentes y piden a Dios que derrame el Espíritu Santo a estos recién convertidos. Lucas dice que los samaritanos no han tenido la experiencia del Espíritu Santo descendiendo sobre ellos y que son bautizados no en el nombre del Trino Dios, sino sólo en el nombre de Jesús.

Muchos se han preguntado ¿Qué pasa aquí? Acaso:

·         ¿ Felipe, por ser un evangelista y no un apóstol, no pudo orar pidiendo que el don del Espíritu Santo fuera derramado sobre los samaritanos?
·         ¿No estaba obrando el Espíritu Santo cuando los samaritanos fueron llevados con fe a los pies de Cristo?
·         ¿Y por qué Felipe bautiza sólo en el nombre de Jesús?

Trataremos de responder a estas preguntas una por una.

·         Primero, ¿Tenía Felipe la habilidad de orar pidiendo el don del Espíritu Santo? Por supuesto que sí tenía esta capacidad, porque él mismo estaba lleno del Espíritu ya que era un requisito para ser elegido como diacono. Sin embargo, Dios envió a los apóstoles Pedro y Juan a Samaria para dejar claro que a era través de los apóstoles que él estaba aprobando oficialmente un nuevo nivel de desarrollo en la iglesia: añadiendo a los creyentes samaritanos.

Dios confirmó esta nueva fase a través de enviar a Su Espíritu Santo como una señal visible de su presencia divina. Así como él hizo sentir su presencia entre los judíos cristianos en Jerusalén, así él afirmó su cercanía con los creyentes samaritanos.

Podemos Concluir, entonces, que a medida que los apóstoles cumplieron el mandato de ser testigos en Jerusalén, Samaria y el resto de la tierra, Dios dio su aprobación a cada etapa iniciada derramando de su Espíritu Santo. Su aprobación a este trabajo en Samaria lo dio a través de los apóstoles y no a través de Felipe, porque fue a los apóstoles a quienes les dio la encomienda.

·         Segundo, ¿No estaba el Espíritu Santo trabajando entre los samaritanos cuando ellos aceptaron a Cristo por fe? Por supuesto que sí. Fueron bautizados externamente con agua, pero su experiencia interna del nuevo nacimiento y renovación fue a través del Espíritu Santo. Ro. 8:9; 1 Co. 12:3; 2 Ts. 2:13; Tit. 3:5; 1 P. 1:2. Sabemos perfectamente que nadie puede ir a los pies de Cristo si el Espíritu Santo no actúa antes en el corazón regenerándole.

Por lo tanto, el Espíritu Santo ya estaba obrando, pero internamente en los creyentes de samaria, si fue necesaria una manifestación externa es decir el derramamiento del Espíritu en los samaritanos fue como una prueba de su grado de igualdad con los creyentes de Jerusalén.

·         Tercero, ¿Por qué Felipe bautizó a los samaritanos sólo en el nombre de Jesús? Vemos una inconsistencia con la fórmula de la Gran Comisión que prescribe el bautismo en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo en Mt. 28:19. Pero nótese que el énfasis en esta fórmula está puesto en la palabra nombre, que se refiere a toda la revelación de Dios hecha en palabra y obra. Felipe bautizaba en esta revelación plena y específica, Felipe entendía lo que significa y encierra el Nombre de Jesús.

Al igual que Pedro en el día de pentecostés, solamente está declarando que, al ser bautizados, debemos reconocer que solamente en el Nombre de Jesús hay perdón de pecados, esta forma fue común en el libro de hechos, ya lo volveremos a encontrar en más ocasiones, por lo tanto, su bautismo en ese nombre significa que dicho bautismo es el mismo de los judíos cristianos.

17. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

Pedro y Juan, representando a los doce apóstoles, imponen sus manos sobre los creyentes samaritanos, quienes entonces reciben el Espíritu Santo. Este acontecimiento marca la participación plena de los samaritanos en la iglesia.
El hecho en sí es espléndido y simple. Interpretar su significado, sin embargo, ha sido siempre problemático por los diferentes puntos de vista teológicos. Hay dos puntos de vista que podemos debatir aquí:

·         Primero, en ciertos sectores de la iglesia, los teólogos sacan de este pasaje el sacramento o rito de la confirmación, dicen que, así como los apóstoles en la iglesia primitiva confirmaron a los samaritanos a través de imponerles las manos, así la iglesia hoy día, como sucesora de los apóstoles, debe de confirmar a los fieles.

Sin embargo, en los días apostólicos Felipe bautizó al eunuco etíope, quien no recibió confirmación apostólica (8:36–39). Por el contrario, Ananías impuso sus manos sobre Saulo, quien entonces recibió el Espíritu Santo (9:17). Y Ananías no era apóstol. Pedro no impuso sus manos sobre aquellos que fueron bautizados en la casa de Cornelio (10:44–48). Y Pablo tampoco lo hizo con el carcelero de Filipos y los miembros de su familia, aunque todos ellos fueron bautizados (16:30–34).

El contexto histórico de Hechos falla en cuanto a dar respaldo a la enseñanza de que la iglesia debe tener un sacramento de confirmación que sea administrado a través de imponer las manos sobre cada creyente, para que él o ella reciba el Espíritu Santo. En realidad, el Nuevo Testamento no ordena a la iglesia seguir la práctica de Pedro y Juan en Samaria.

·         Segundo, ¿Cuál es la enseñanza que el Nuevo Testamento nos da en cuanto a recibir el Espíritu Santo? El derramamiento del Espíritu ocurrió en Jerusalén y se repitió cuando la iglesia agregó a nuevos grupos: los samaritanos, los gentiles, y hasta con los discípulos de Juan el Bautista. ¿Tenemos que anhelar o tener esa llenura del Poder del Espíritu Santo los creyentes hoy en día?

Pero aparte de estas manifestaciones especiales, el NT está carente de referencias a la recepción del Espíritu Santo por judíos o gentiles a través de la imposición de las manos de los apóstoles. Lo que sí sabemos es que, debido a Pentecostés, el Espíritu Santo permanece con la iglesia y vive en los corazones de los verdaderos creyentes. Ro. 5:5; 8:9–11; Ef. 1:13; 4:30.

Debemos saber diferenciar que cuando DIOS llenó a los primeros discípulos, fue con propósitos bien establecidos: predicar con denuedo la Palabra del evangelio y respaldar esa predicación con señales y prodigios, sin embargo, una vez que esa época pasó, una vez que los libros del Nuevo Testamento se terminaron de Escribir, ya no fue necesario este tipo de llenura, la Llenura del Espíritu de Poder.

De ese momento en adelante, todos los demás creyentes somos llenos del Espíritu de Gracia, y es solamente ese tipo de llenura de la cual nosotros anhelamos ser saciados, y La Llenura Del Espíritu (De Gracia) Es La Clave Para La Sana vida Espiritual Cristiana.

Para poder entender bien este tema, es necesario diferenciar entre los dos tipos de llenuras del Espíritu Santo:

·         Llenos del Espíritu de Poder.
·         Llenos del Espíritu de Gracia.


Son los dos tipos de llenura del Espíritu que encontramos en la Escritura y los definimos por su contexto, aunque, al igual que el bautismo con El Espíritu, la llenura del Espíritu de Poder fue exclusiva de un grupo y época, es decir fue únicamente para los primeros discípulos con el propósito de respaldar el inicio de la iglesia cristiana, nos podemos dar cuenta de esto en los relatos bíblicos encontrados precisamente en el libro de Hechos.

Para nosotros en la actualidad es ser llenos del Espíritu , no con poder sino con gracia divina, y se refiere a la madurez de carácter, que es el aspecto fundamental en la vida espiritual, por lo tanto, el Espíritu Santo asume el papel primordial en dicha madurez, el discernimiento, que es un rasgo distintivo de la madurez, implica el conocimiento de la Voluntad y la perspectiva de DIOS de las cosas, y esto lo realiza el Espíritu Santo. Juan 16:12-15.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un Dios Santo 11: Contender con Dios Parte 1. Habacuc 1:2-4.

La máxima expresión de la ira y la justicia de Dios se pueden ver en la cruz del calvario, es ahí donde la justicia santa de Dios se hace ...