En nuestra clase anterior comenzamos con el estudio de
la santificación, previamente ya
habíamos entendido que la justificación es la que abre el camino y desemboca en
la santificación, La santificación se da inmediatamente después de que nacemos
de nuevo, al igual que la justificación, es decir cuando somos llamados por
DIOS a los pies de Cristo somos en ese instante justificados y santificados.
Hay muchos grupos cristianos que piensan que la
santificación es una obra del creyente, que ahora que tenemos al Espíritu Santo
en nosotros por medio de la regeneración, entonces podemos obtener de Él nuevos
recursos o nuevas fuerzas para vivir mejor moralmente, esta no representa la
idea bíblica de la santificación.
La biblia nos presenta la santificación como una obra
enteramente de DIOS, en específico, del Espíritu Santo:
·
1ª
Tesalonicenses 5:23.
·
Romanos
8.14.
·
Hebreos
13:20-21.
En la santificación el Espíritu Santo nos va moldeando
no a una mejor vida moralmente, esa es una meta pobre para alguien que ha
nacido de nuevo, sino que nos moldea a la imagen misma de nuestro Señor
Jesucristo. Romanos 8:29.
Y aunque es cierto que en esta obra el crédito es 100%
del Señor, también es cierto que se nos llama a ser cooperativos, coparticipes.
1ª Corintios 15:10.
La Cooperación Del
Creyente No Es Con Su Esfuerzo, Es Con Su Docilidad Al Espíritu Santo.
Por lo tanto, podemos definir bíblicamente a la santificación
como sigue:
Es El Progreso De La
Vida Divina En El Creyente, El Proceso De Reflejar A Cristo Que Está En Su
Interior.
Por ello es que la santificación comienza en el
interior, en el corazón del creyente, es paulatina, a veces sin que nos demos
cuenta como la semilla plantada, va creciendo poco a poco desde dentro, por
medio de la acción del Espíritu Santo, pero esa acción no es mística o mágica,
como ya lo mencionamos requiere docilidad de nuestra parte.
La Escritura nos muestra a la santificación en dos
aspectos complementarios y simultáneos que son la mortificación del cuerpo del
pecado y el avivamiento de la nueva vida implantada en la regeneración
espiritual.
Algunos les nombran a estos aspectos: crucifixión de la carne y vivificación del
espíritu.
·
Crucifixión
de la carne.
Es el comportamiento llamado purificación y es la consecuencia de nuestro nuevo nacimiento. 1ª Juan 3:1-3. La palabra puro del
griego jagnos (ἁγνός, G53) significa ser libre de contaminación, y eso
es lo que va pasando en la purificación de nuestra carne, los contaminantes
llamados pecados, se van eliminando de a poco en poco en el proceso diario de
la crucifixión personal de la carne misma.
o
Romanos
6:6.
o
Gálatas
2:20.
o
Gálatas
5:24.
o
Gálatas
6.14.
·
Vivificación
del espíritu.
Es el dirigir nuestra nueva vida en la dirección
correcta, es cuando el Espíritu Santo le da fuerza a nuestro espíritu para
conducirlo en el camino correcto al reflejar a Cristo, el Espíritu santo toma
el control de nuestras facultades espirituales, emocionales e intelectuales. Romanos 8:4 y 14.
La santificación podríamos compararla con hacerle
entrega de las llaves de nuestro corazón al Espíritu santo como nuestro nuevo
dueño, y Él va tomando posesión cada vez más y más de cada lugar, cada rincón,
cada parte de nuestro ser, para consagrarlo y controlarlo.
Este aspecto de la santificación consiste en el
fortalecimiento de que nuestra alma ahora tiene deseos santos y ejercitar continuamente
esos nuevos deseos, esto es lo que algunos llaman vivir para DIOS.
o
Romanos
6:4 y 11.
o
Gálatas
2:19.
o
Colosenses
2:12.
o
Colosenses
3:1-3.
Es aquí donde vemos las buenas obras, porque ellas no son la base de nuestra salvación, son
el fruto de que somos salvos. Efesios
2:10.
Como ya lo mencionamos, ambos aspectos, la crucifixión
de la carne y la vivificación del espíritu, son simultáneos y complementarios,
una purificación que no vaya acompañada de un crecimiento en la nueva vida sería
simple moralismo en el mejor de los casos, al igual que una santificación que
olvidase la lucha constante contra los pecados de la carne sería una peligrosa
religiosidad.
Es en la medida en que los vestigios de los pecados
carnales van desapareciendo que vemos los contornos de la nueva creación hecha
por DIOS al hacernos nacer de nuevo.
Pero nunca debemos olvidar que el agente principal en
el proceso de reflejar a Cristo llamado santificación
es El Espíritu Santo, no dejaremos de insistir en esta verdad,
principalmente porque en esta época el activismo religiosos para ser quien
llena todo en la vida de los creyentes, se ha planteado que el ser humano es
quien hace las cosas y que el Espíritu Santo es solo un ayudador, cuando en
realidad es todo lo contrario, es El Espíritu santo quien hace todo y nosotros
solo estamos a su disposición.
Es Cierto Que Los
Hombres Cooperamos En La Santificación, Pero Aun Esa Cooperación Es Obra Del
Espíritu Santo. Filipenses 2:13.
Pero el Espíritu Santo no actúa aparte de la Palabra,
sino con la Palabra de DIOS, los teólogos escolásticos planteaban que El
Espíritu poco a poco iba haciendo crecer en el creyente la gracia santificadora de forma incomprensible, lo que el Espíritu
Santo hace es tomar la Palabra de DIOS que mora en nosotros, que hemos aprendido
por medio de la renovación de nuestras mentes y poco a poco va transformando
nuestros criterios y moldeando nuestro carácter y sentir de acuerdo al de
Jesucristo. Filipenses 2:5.
Para lograrlo se dice que el Espíritu Santo utiliza
dos medios:
·
El medio subjetivo:
o
La fe.
·
Los medios objetivos:
o
La Palabra.
o
Las ordenanzas.
o
La Providencia.
o
La comunión con los hermanos.
o
La oración.
·
El
medio subjetivo: La Fe.
Dado que la santificación es un progreso en el
reflejar la regeneración y es al mismo tiempo la consecuencia de la
justificación, es entonces también una acción que se efectúa por medio de la
fe. Hechos 15:9. Romanos 1:17.
Hay creyentes que lamentablemente creen que la
justificación es por fe pero que la santificación es por obras, los conocemos
como legalistas, creen que su modo de vida los acerca más a DIOS, la
santificación es un regalo al igual que la justificación y ambos han de
recibirse SOLO POR LA FE. Colosenses
2:6-7.
La Santidad No Es El
Camino A Cristo, Cristo Es El Camino A La Santidad.
Así que la Fe de la que estamos hablando no solo se
trata de un asentimiento intelectual de las doctrinas del evangelio, la fe que
se requiere para la santificación (al igual que para la regeneración y la
justificación) es recibir a Cristo en nuestras vidas entregándonos por completo
a Él. 2ª Corintios 3:18. Efesios 4:13.
1ª Juan 3:3.
·
Los
medios objetivos.
Si el medio subjetivo de la santificación es la Fe,
por medio de la cual podemos poner nuestra mirada en Jesucristo autor y
consumador de ella, los medios objetivos son los que producen, purifican y
aumentan la Fe. Dichos medios son los siguientes:
o
La
Palabra de DIOS.
EL Espíritu Santo y la Palabra SIEMPRE van de la mano,
los vemos operando juntos en la regeneración y en la santificación no es la
excepción, El Espíritu Santo vivifica en
el creyente la Palabra que Él mismo inspiró, el Poder de la Palabra radica en
el Espíritu santo, no es algo místico, o mágico, no es algo separado de Él. Salmo 119:105. 2ª Timoteo 3:16. 1ª Pedro
1:22. 2:2. 2ª Pedro 1:4 y 19.
o
Las
ordenanzas.
O también conocidas como sacramentos: Bautismo y Santa Cena.
Los Sacramentos Son
Medios Especiales De Gracia Más No Medios De Una Gracia Especial.
Son ritos ordenados por Cristo mismo que contienen las
verdades centrales del cristianismo en ellas, por eso es que el Espíritu Santo
las utiliza en acatamiento a la Escritura para estimular la fe de los
creyentes. Romanos 6:3. 1ª Corintios
12:13. Tito 3:5. 1ª Pedro 3:21.
o
La
providencia divina.
La providencia que DIOS tiene para con sus elegidos,
tanto como para prosperar como para poner adversidades es un gran medio para la
santificación. Romanos 8:28.
o
La
comunión con nuestros hermanos de la Fe.
Este también es un muy poderosos medio que el Espíritu
Santo utiliza para santificarnos, tanto en el testimonio que recibimos de
hermanos maduros, como el trato a nuestro carácter de hermanos inmaduros, además
del consuelo, el apoyo, el aliento y la edificación mutua, todos, extensión de
nuestra comunión con Cristo. Hechos 2:42-47.
o
La
oración.
Consiste no solo en platicar con DIOS, sino más bien en ponernos en sintonía,
alinearnos a Su Perfecta Voluntad, asociarnos al Espíritu Santo mediante la
docilidad, rindiendo nuestro ser en comunión intima, expresando con palabras el
sentir que él ha puesto en nuestro corazón. Romanos 8:26-27.
Cuando Abandonamos O
Descuidamos Los Medios Objetivos De Gracia, Es Que Vemos Nuestro Proceso De
Santificación Detenido O Hasta Revertido En Cierto Grado.
Por ello es que la vida cristiana consiste en
permanecer siempre en Jesucristo, siempre pegados a la vid Verdadera por los
medios de gracia que el Espíritu Santo ha puesto a nuestra disposición.