Hasta el momento, en nuestro estudio
acerca de la Persona y obra del Espíritu Santo, hemos visto temas tales como:
·
El
Sello del Espíritu.
·
El
bautismo del Espíritu.
·
La
llenura del Espíritu.
·
La
obra del Espíritu en la iglesia.
·
Las
señales de que el Espíritu está en el corazón.
Pero no es todo lo que podemos estudiar
bíblicamente acerca de la Tercera Persona de La Santísima Trinidad, aún hay
más, en específico, aún hay otros 4 ministerios que el Espíritu Santo realiza:
·
La enseñanza.
·
Guiar.
·
Asegurar.
·
La oración.
El día de hoy veremos los primeros 3 y la
próxima clase veremos a detalle el cuarto punto.
1. ENSEÑAR.
El ministerio de enseñanza del Espíritu
fue una de las últimas promesas de Cristo antes de Su crucifixión. Juan 16:12-15.
a. Tiempo.
¿Cuándo se ejerce? Este
ministerio particular del Espíritu era aún futuro cuando nuestro Señor habló
estas palabras. Comenzó el día de Pentecostés y continúa a través de esta y
todas las épocas. La comprensión clara de Pedro según se revela en su sermón en
aquel día de Pentecostés es evidencia del comienzo de este ministerio.
b. Contenido. Por lo
general el contenido del ministerio abarca toda
la verdad. Esto, por supuesto, significa la revelación concerniente a
Cristo mismo, pero sobre la base de la Palabra escrita porque no tenemos ni
necesitamos ninguna otra información acerca de El sino mediante la Biblia.
Por
lo tanto, Él le enseña al creyente el contenido de la Escritura, lo cual le
guía a un entendimiento de la profecía o las
promesas. Esta parte de la enseñanza, debe de animar a todo creyente a
estudiar la Escritura.
c. Resultado.
¿Cuál es su objetivo principal? El resultado del ministerio de enseñanza
del Espíritu es que Cristo sea siempre glorificado. Si Él no es glorificado,
entonces el Espíritu no ha estado enseñando. Es importante no perder de vista
que no es el Espíritu quien es glorificado, o quien debe ser glorificado en un
servicio religioso, sino Cristo.
Además,
si a Cristo se le conoce sólo a través de la Palabra Escrita, entonces El será
glorificado cuando la Palabra de Dios se exponga en el poder del Espíritu.
Una Predicación Poderosa En El
Espíritu, Es Una Predicación Que En Todo Glorifica A Cristo.
d. Procedimiento.
¿Cómo le enseña el Espíritu al creyente? 1ª Juan 2:27. Esto no puede significar que maestros humanos sean
innecesarios en la explicación de la Palabra de Dios. Si fuera así, entonces,
¿cuál sería el uso del don de la enseñanza de Romanos 12:7?
Juan
escribió co respecto a la presencia de anticristos en la iglesia. Habiendo
declarado su propia convicción concerniente a las herejías, él simplemente
afirmó que ningún hombre realmente tenía que comunicarles la verdad, porque el
Espíritu Santo se la confirmaría a ellos. Los maestros humanos son una conexión
necesaria en el procedimiento de instruir a los creyentes, aunque la
autenticación final de la enseñanza viene del Espíritu.
Los Maestros De La Escritura Son
Solo Instrumentos, Es El Espíritu Santo Quien Graba En Nuestros Corazones La
Verdad.
2. GUIAR.
Romanos 8:14.
Este ministerio del Espíritu es uno de los
más alentadores para el creyente. El hijo de Dios no ha de temer que haya de
caminar jamás en la oscuridad; siempre se ha de sentir libre para pedir y
recibir dirección del Espíritu mismo.
Las Escrituras del N.T. lo garantizan: Juan 16:13. Hechos 8:29. Hechos 10:19-20.
Hechos 13:2-4. Hechos 16:6-7. Hechos 20:22-23.
La forma práctica en que el Espíritu Santo
nos guía a los creyentes es triple:
a. Por
medio de la enseñanza misma. Juan 14:26.
b. Por
medio del recuerdo. Juan 14:26. Los creyentes tenemos
la inclinación a olvidar las cosas buenas, porque las consideramos normales; y por lo tanto necesitamos que
alguien despierte nuestra memoria. Eso es lo que hace el Espíritu Santo:
Recordar. Este es un verbo muy fascinante, pues significa volver a pasar las cosas por el corazón. Como lo que hiso José en Génesis 50:21.
c. Por
medio del testimonio. Juan 15:26-27. Significa que el Espíritu Santo nos estimulara para imitar a Cristo, en
otras palabras, pondrá el querer como el
hacer en nuestros corazones.
3. ASEGURAR
O DAR CERTIDUMBRE. Romanos 8:16.
El Espíritu también es el que le da la seguridad
al creyente de que es un hijo de Dios. La palabra aquí para hijos es teknon
(τέκνον, G5043), y enfatiza el hecho de que el creyente participa de la
vida del Padre.
Debido a esto, también participa, como
heredero, de las posesiones del Padre. La certidumbre de todo esto es obra del
Espíritu en el corazón de cada creyente. Indudablemente, la seguridad también
viene al corazón del creyente por un mayor entendimiento de algunas de las
cosas que el Espíritu ha hecho por él. Por ejemplo, la seguridad aumenta cuando
uno entiende lo que significa ser sellado con el Espíritu y que se le han dado
las arras del Espíritu como garantía de la consumación de la redención. Efesios 1:13–14.
En La Medida Que Renovamos Nuestra Mente Con La Verdad,
La Seguridad De Nuestra Salvación Crecerá Cada Vez Más.
La comprensión de lo que implica el hecho
de que el Espíritu una al creyente al cuerpo resucitado e inmortal de Cristo, también
sustenta la seguridad. Por supuesto, el dar entendimiento de estos grandes
acontecimientos es parte del ministerio de enseñanza del Espíritu Santo, así
que en muchas maneras el Espíritu Santo está relacionado con la certidumbre en
el hijo de Dios e interesado en que sea una realidad en nuestras vidas.
4. EL
ESPÍRITU SANTO Y LA ORACIÓN.
Este tema lo veremos en la próxima clase.
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