miércoles, 25 de septiembre de 2019

Apologética 7: Jesucristo ¿Mito, simple hombre o DIOS Encarnado? Juan 10:30.


En el año 1863, el historiador humanista francés, Joseph Emest Renán, publicó el libro, La vida de Cristo, en el cual pintó en colores vívidos un retrato de Jesús como un extraordinario predicador itinerante, pero sólo un mero hombre. Renán no fue la primera ni la última persona en poner en tela de juicio el cuadro del Nuevo Testamento que describe al Señor Jesucristo como la encarnación de Dios mismo. Los ebionitas, una secta judía que se juntó con los cristianos después de la caída de Jerusalén, también negaron la naturaleza divina de Jesucristo. Decían que el Nazareno era el último y más grande de los profetas, pero nada más que el hijo natural de José y María. Después de su bautismo, el Cristo descendió sobre él, pero se apartó de él antes de la crucifixión.

Hay muchos hombres y grupos a través de los siglos, que han rechazado la deidad de Jesús. Los gnósticos del siglo II enseñaron que el Cristo celestial se posesionó del hombre Jesús, y actuó en él, pero nunca se encarnó. En el siglo IV, los arrianos consideraban a Jesucristo como un ser de gran dignidad, el primogénito entre los seres creados, pero inferior a Dios.

Los racionalistas del siglo XVIII tomaron un paso más radical negando llanamente la divinidad de Jesús de Nazaret. En manera semejante, teólogos unitarios y liberales afirman que Jesús fue un hombre como los demás, aunque con una progresiva consciencia de que Dios estaba con él, llevando a cabo su obra. Esta posición es común actualmente en círculos universitarios agnósticos. En la nueva era lo relegan al papel de un gran maestro; quizás incluso un yogui, o un hombre igual a Buda.

Hay otros grupos, sobre todo ateos o anticristianos, que afirman que la figura histórica de Jesús es debatible, que en realidad él nunca existió, Bertrand Russell en su famoso ensayo porque no soy cristiano escribió: históricamente es muy dudoso que cristo haya existido y si en verdad existió nada sabemos de Él. El cristianismo bíblico depende de la verdad y veracidad de la persona de Jesucristo, si él no existió entonces no hay esencia en nuestra fe.



¿Quién es Jesús de Nazaret? ¿En realidad existió? ¿Es DIOS encamado o solamente un hombre? ¿Tienen razón todos estos grupos al negar su deidad? O ¿Hay evidencias contundentes para sostener esta doctrina primordial del cristianismo?  

Las respuestas a estas preguntas son de suma Importancia, ya que, si Jesucristo es DIOS, entonces el cristianismo es único y autoritativo. Por el contrario, si no lo es, el cristianismo es simplemente una religión más, en nada diferente de las otras creencias mundiales.

Si Jesús no es verdaderamente DIOS, el cristianismo estaría fundado sobre una gigantesca mentira.

Lo primero que haremos es probar que Jesucristo es una persona que realmente existió en la historia, por principio de cuentas, el solo hecho de que la forma moderna de fechar se parte en antes y después de su nacimiento, debería ser suficiente para demostrarlo, sin embargo, para los mas férreos detractores, tenemos más pruebas contundentes.

                                                  I.        Jesucristo, el hombre de la historia.

A.   Historicidad.

Hoy en día no solamente historiadores, hasta algunos economistas se han dado a la tarea de propagar una teoría Cristomítica de la persona de Jesús. Lo hacen con mucho convencimiento, pero están sinceramente equivocados, pues históricamente no tienen bases suficientes para sustentar sus ridículas tesis. La historicidad de Jesucristo es tan axiomática como la historicidad de Julio Cesar para cualquier historiador que no esté sesgado por el prejucio.  Ningún erudito serio se ha atrevido a postular la no historicidad de Jesucristo.

B.   Fuentes cristianas de la historicidad de Jesús.

a.    Los 27 libros del N.T.
b.    Los escritos de los Padres de la iglesia.

C.   Fuentes no bíblicas de la historicidad de Cristo.

a.    Cornelio Tácito. Historiador romano y emperador de Bretaña del 80-84 dC.
b.    Luciano de Samósata. Escritor satírico sirio.
c.    Flavio Josefo. Historiador y fariseo judío.
d.    Suetonio. Historiador romano en la corte del emperador Adriano.
e.    Plinio segundo o el menor. Gobernador de bitinia, en Asia en el 112 dC.
f.     Tertuliano. Jurista y teólogo de Cartago.
g.    Talo. Historiador samaritano.
h.    Carta de Mara Bar-Serapio.
i.      Justino Mártir. Filosofo y apologista del año 150 dC.
j.      Los Talmudes Judíos. Aunque lo desprestigian llamándole Jesús Ben pantera o Jesús el hijo de la violada.
k.    La enciclopedia británica. Que utiliza cerca de 20,000 palabras para describir a la persona de Jesús. (Más que a Aristóteles, Julio Cesar, Napoleón, Mahoma, Buda, cicerón, Confucio, Alejandro Magno).

Estas son más evidencias que las que las que la mayoría de los personajes de la historia antigua poseen, si ponemos en duda la existencia histórica de Jesús, entonces, también podemos dudar que haya existido Julio Cesar, Platón, Alejandro Magno, etc.

                                                                II.        Jesucristo el hijo de DIOS.

Obviamente lo que Cristo existió históricamente, es tan importante como lo que Cristo hizo, así que tenemos que responder a las preguntas ¿Quién es Cristo? ¿Qué tipo de persona es? 

Ningún otro líder religioso reconocido, ni Moisés, Pablo, Buda, Mahoma, Confucio, etc. han proclamado ser DIOS, con la excepción de Jesucristo. Y no solo eso, sino que ha convencido a la gran mayoría de los seres humanos de tal afirmación. ¿Cómo lo logró?

·         Sus enseñanzas.
·         Su vida sin pecado.
·         Sus prodigios y milagros.
·         Su resurrección.

A.   Sus aseveraciones directas de divinidad.

a.    Durante su juicio. Marcos 14:61-64.

Aunque el sanedrín buscaba algo con lo cual condenar a Jesús desde antes de su declaración, una vez que el Señor afirma ser igual a DIOS, su juicio toma el rumbo de la blasfemia. Tal vez esto no confirma su deidad, pero si nos confirma que Jesús se tomó muy en serio su identidad, si hubiese sido un loco o un impostor, al saber que sería muerto por la declaración hecha, de inmediato se habría retractado.

De esta manera sabemos que Jesús fue crucificado por ser lo que en verdad era:

·         El Hijo del Bendito.
·         El que se sentaría a la diestra del padre.
·         El Hijo del Hombre que regresaría en las nubes del cielo.

b.    De sus propios labios.

                                                  i.    Juan 5:17-18.
                                                ii.    Juan 5:23-24.
                                               iii.    Juan 8:58.
                                               iv.    Juan 10:33.

c.    Aceptó adoración en calidad de DIOS.

                                                  i.    Mateo 8.2.
                                                ii.    Mateo 14:33.
                                               iii.    Juan 9:35-39.
                                               iv.    Juan 20:27-29.

d.    Confirmación por otros.

                                                  i.    Juan el bautista. Lucas 3:22.
                                                ii.    Pablo. Filipenses 2:9-11. Tito 2:13.
                                               iii.    Pedro. Mateo 16:15-16. Hechos 2.36.
                                               iv.    Tomás. Juan 20:28.
                                                v.    El escritor de Hebreos. Hebreos 1:8.
                                               vi.    Esteban. Hechos 7:59.

Estas tres formas de confirmar su deidad toman relevancia si tomamos en cuenta el contexto altamente religioso y sobre todo monoteísta de la religión judía, que como ya lo entendimos por este motivo fue que condenaron a muerte al Señor, así que no era una afirmación que nadie de los que mencionamos se atrevería a realizar sin tener la total certeza de que es verdadera.

B.   Aseveraciones indirectas de su deidad.

a.    Perdón de pecados. Marcos 2:5-7. Lucas 7:48. Según la ley judía está acción le corresponde única y exclusivamente a DIOS.
b.    Inmutable. Hebreos 13:8.
c.    Omnisciente. Juan 21:17.
d.    Omnipotente. Juan 11 en la resurrección de Lázaro.
e.    Omnipresente. Mateo 28:20.
f.     Eterno. Juan 8:58.

Todos estos son atributos incomunicables de DIOS, si Cristo los tiene, Cristo es DIOS.

C.   Cumplimiento de las profecías mesiánicas.

Tenemos toda una clase al respecto en nuestro estudio de bibliología, en la cual no solo vemos que las muchas profecías mesiánicas se cumplieron en la persona única de Jesucristo, sino que vemos también la asombrosa probabilidad matemática de que sucedieran al menos 8 de esas profecías que estaban totalmente fuera de su alcance.

D.   Sus milagros.
E.   Su resurrección.

Estos últimos dos los veremos en las próximas clases.

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