El libro de Hechos, escrito por Lucas, el
medico amado, nos narra los acontecimientos del ascenso a los cielos de parte
del Señor Jesucristo, es un complemente a lo que él mismo escritos relata en su
evangelio, Lucas, a pesar de no haber estado presente ese día, nos da un relato
tan vivido y real que es impresionante que lo logre en tan solo tres
versículos.
Podemos concluir de esos tres versículos que
el periodo de humillación del Señor Jesucristo ha terminado, al ser recibido en
la Santa Gloria del Padre y ejercer dominio sobre de la Creación su condición
de exaltación inició y no tendrá fin jamás, un día regresará, nadie sabe ni el
día ni la hora, viene a juzgar a vivos y muertos, a dar el justo pago por los
pecados a todos aquellos que lo rechazaron y dar la recompensa prometida a
quienes creemos en él.
·
Dijo
que vendría, y vino.
·
Dijo
que sufriría, y sufrió.
·
Dijo
que moriría a manos de pecadores, y sucedió.
·
Dijo
que resucitaría del os muertos, y en efecto, resucitó.
·
Dijo
que un día volverá, y sin lugar a duda lo hará.
Continuando con el relato de Lucas, ahora
leemos: 12. Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del
Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.
Ahora Lucas hace que dejemos de poner
atención en los ángeles que trajeron el mensaje del regreso en Gloria del Señor
Jesús, y concentra nuestras mentes en los apóstoles que van de regreso a
Jerusalén. Esta ciudad tiene gran importancia en la historia del Nuevo
Testamento, porque cerca de ella Jesús murió en la cruz y se levantó de la
muerte. De allí, en un sentido más amplio, ascendió al cielo. Y fue allí donde
el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles. Jesús ascendió al cielo desde el
Monte de los Olivos. Lucas no especifica el lugar preciso del cual Jesús partió,
pero la cima de este cerro está 60 metros más alto que la ciudad de Jerusalén
desde donde la vista de la ciudad es magnífica.
Al escribir a Teófilo, quien era gentil,
Lucas supone que aquél conoce la ley y las costumbres judías, aunque quizás no
conoce tanto la topografía palestina. Emplea la expresión popular camino de un
día de reposo para indicar distancia en lugar de tiempo, porque a un judío le
estaba permitido caminar desde Jerusalén una distancia de 1.2 kilómetros en día
de reposo.
Como dato adicional, Jesús no ascendió un
sábado sino un jueves, que es el día cuarenta después del domingo de
resurrección.
13. Y entrados, subieron
al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás,
Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de
Jacobo.
Los apóstoles vuelven a Jerusalén y se
congregan en el aposento alto donde acostumbraban reunirse. Lucas señala que es
el aposente, como dando a
entender que es el mismo lugar donde Jesús y sus discípulos celebraron la Santa
Cena.
De acuerdo con el relato de Hechos, los discípulos
vienen a su cuarto, lo hacen por la escalera que se encuentra en la parte
exterior de la casa. Al parecer, un cuarto en la parte superior protegía a los
ocupantes de interferencias externas, por lo cual era el lugar ideal para que
los discípulos oraran allí. Los apóstoles continúan reunidos allí hasta que
asumen su tarea el día de Pentecostés.
¿Quiénes son los apóstoles? Los escritores
de los Evangelios sinópticos han dado una lista. Mt. 10:2–4; Mr. 3:16–19;
Lc. 6:14–16, aunque en opinión de Lucas es necesaria otra lista sin el
nombre de Judas Iscariote. Esto implica que los apóstoles deben nombrar a
alguien en lugar de Judas para mantener el número de los doce. El nombra a los
apóstoles en una secuencia diferente a las anteriores listas: Pedro, Juan,
Jacobo y Andrés. Luego están Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo. Los últimos
tres tienen descripciones adicionales: Jacobo, hijo de Alfeo; Simón, llamado
Zelote y Judas hijo de Jacobo. La última persona también es conocida como Tadeo,
Judas Tadeo.
14. Todos éstos
perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre
de Jesús, y con sus hermanos.
En la primera parte de este versículo, Lucas
menciona dos asuntos importantes
a. Estaban en oración. Los apóstoles
están continuamente en oración. Esta es una característica fundamental de los apóstoles
y de los primitivos cristianos. Después de Pentecostés, los creyentes se unen
en oración y los apóstoles hacen saber que su tarea es dedicarse a la
oración y al ministerio de la palabra. En sus escritos animan a los
creyentes a orar sin cesar. Ellos elevan sus oraciones en forma unánime
y manifiestan una perfecta unidad, la que llega a ser una característica
distintiva de la primitiva iglesia. Es de suponer que los apóstoles oran por el
derramamiento del Espíritu Santo, cuya venida Jesús prometió repetidamente
durante su ministerio.
b. Los creyentes. Los creyentes
que permanecen juntos en Jerusalén constituyen el núcleo de la iglesia cristiana.
Este núcleo está formado por hombres y mujeres, a quienes se unen alrededor de
120 personas. Se supone que las mujeres
a las que se refiere Lucas son aquellas que acompañaban a Jesús durante su
ministerio y lo sostenían financieramente: María Magdalena, Juana, Susana y
algunas otras Lucas 8:2-3. Le habían seguido desde Galilea en su última
visita a Jerusalén; permanecían a cierta distancia de la cruz de Jesús cuando
él murió; hacían lo necesario para preparar su sepultura; y dieron la noticia
de la resurrección a los discípulos.
Lucas también se refiere a María, la madre
de Jesús. De hecho, en los primeros dos capítulos de su Evangelio, hace de María
una figura central. Indudablemente, ella es una persona de gran influencia que,
con sus hijos, creyó en Jesús. El término hermanos denota no a hijos nacidos de
José en un matrimonio anterior como algunos suponen, sino hijos nacidos a José
y María después del nacimiento de Jesús. Ellos son Jacobo, José, Simón y
Judas. Hablamos de ellos brevemente en el evangelio de Juan y dijimos que
se rehusaban a creer en Jesús, y hasta le hacían burla de que se presentase
en la fiesta si en realidad se quería dar a conocer. Juan 7. Aunque después
de la resurrección, creyeron en él.
15. En aquellos días
Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran cómo ciento
veinte en número), y dijo:16 Varones hermanos, era necesario que se cumpliese
la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de
Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, 17 y era contado con
nosotros, y tenía parte en este ministerio.
Entre la ascensión de Jesús y Pentecostés
los creyentes de Jerusalén se reúnen no sólo para orar sino para pensar en la
situación de la vacante dejada por Judas. Lucas se refiere a este período en
términos generales: en aquellos días. Dice que Pedro es el vocero de los
apóstoles en su comunicación con los creyentes y agrega que los reunidos son
como 120 en total.
En los primeros doce capítulos de Hechos,
Pedro es el líder incuestionable en la iglesia de Jerusalén. Aquí comienza su
ministerio apostólico restaurado por Jesús a las orillas del mar de Tiberias,
Pedro habla de frente con los creyentes reunidos y dirige su atención al cumplimiento
de las Escrituras. Les dice: Varones hermanos, que es una expresión bastante
familiar.
Empieza sus palabras diciendo que era
necesario que las Escrituras se cumpliesen. Pedro basa sus comentarios en la
Palabra de Dios y da a entender que las Escrituras son auténticas y que
inexorablemente deben cumplirse. Relaciona la Palabra escrita con el Espíritu
Santo, quien por boca de David expresó hace mucho tiempo acerca de Judas. La
Escritura, entonces, es el producto del Espíritu, como Pedro elocuentemente lo
deja establecido en una de sus epístolas 2ª Pedro 1:20–21.
Podemos entender que
pedro y los demás apóstoles creyeron en la inerrancia y la infalibilidad de la
Escritura, por lo tanto, nosotros no podemos creer menos que ellos.
Pedro Afirma que el Espíritu se comunica con
nosotros a través de la boca de David, el escritor de numerosos salmos, él
apunta a 2 situaciones:
·
Judas
fue quien guio a los que arrestaron a Jesús. El mismo recuerda
la noche en que Jesús fue traicionado arteramente por Judas.
·
Tenía
parte legítima como apóstol del Señor, fue uno de los 12. Judas, entonces, fue
escogido divinamente para ocupar un lugar entre los apóstoles y servir a Cristo
en el ministerio.
18. Este, pues, con el
salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por
la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. 19. Y fue notorio a todos los
habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia
lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre.
Antes de continuar con el discurso de Pedro,
Lucas da una explicación relacionada con la muerte de Judas. Provee información
suplementaria más que contradictoria a lo que Mateo dice acerca del deceso de
Judas. Mateo 27:3–10. Mateo registra el hecho de que Judas, después que
hubo devuelto las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
se ahorcó. Los principales sacerdotes decidieron usar el dinero para comprar el
campo del alfarero, para usarlo como sepultura de los extranjeros.
En un breve recuento, Lucas describe a Judas
como el comprador de ese campo. Porque los principales sacerdotes consideraron
la recompensa de Judas como precio de sangre, rehusaron aceptar las treinta
monedas de plata. Pertenecían a Judas. Entonces tenemos que, indirectamente,
fue él quien compró el campo del alfarero.
Aunque Lucas no dice que se ahorcó se
infiere que la caída de cabeza fue el resultado de haber estado suspendido en
el aire. La cuerda pudo haberse roto por el peso del cuerpo, o bien pudo haber
sido cortada por alguien. No es tan remota la posibilidad de que mientras caía,
el cuerpo hubiese chocado con un objeto cortante que le reventó. También inferimos
que murió en el campo que compraron los principales sacerdotes. Lucas señala
que los habitantes de Jerusalén oyeron de su horrible muerte y llamaron al
campo aquel “en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, campo de sangre.
Mateo escribe para una audiencia judía, Lucas lo hace para gentiles cristianos.
Por lo tanto, los relatos de Mateo y de Lucas no son discrepantes. Mateo y
Lucas son como dos reporteros que describen un hecho noticioso desde diferentes
perspectivas para diferentes audiencias.
20. Porque está escrito
en el libro de los Salmos:
Sea hecha desierta su
habitación,
Y no haya quien more en
ella;
y:
Tome otro su oficio.
Lucas vuelve al discurso de Pedro y presenta
dos citas de los salmos que Pedro hace para respaldar su afirmación. La primera
es del Salmo 69:25 y la segunda es del Salmo 109:8. Pedro introduce
la cita del Antiguo Testamento con la frase tan conocida está escrito; es
decir, las Escrituras han mantenido su vigencia, son absolutamente confiables,
y deben ser cumplidas. Vemos una vez más que para los apóstoles y los
primeros creyentes, la autoridad de la Escritura es suprema e inquebrantable su
cumplimiento.
Los salmos eran bien conocidos por los
judíos y los primeros cristianos. Se cantaban en las sinagogas locales durante
los cultos de adoración y por eso eran aprendidos de memoria. Los cristianos
daban una interpretación mesiánica a muchos de los salmos, especialmente cuando
se daban cuenta que Jesús mismo había citado y aplicado alguno de ellos en
particular. En realidad, cuando Jesús purificó el Templo, citó Salmo 69: 9a
El celo de tu casa me consume.
La fraseología de estas citas es levemente
diferente al texto del Antiguo Testamento. En lugar de usar el singular “su” y
“habitación”, el salmista usa el plural “sus” y “tiendas” Salmo 69:25. Pedro
aplica la expresión a Judas, su familia y sus posesiones terrenales, todo lo
cual es maldito. Luego piensa en el lugar apostólico que Judas ocupó durante el
ministerio de Jesús y cita Salmo 109:8: “Que tome otro su oficio”.
El oficio apostólico mismo no es afectado
por la muerte de Judas ya que es dado a otra persona. Con esta cita, Pedro
indica que el círculo de los doce apóstoles debe ser restaurado. El sucesor de
Judas Iscariote debe llenar el oficio apostólico y como persona debe ser
radicalmente diferente del traidor. Debe ser capaz de reunir los requisitos
apostólicos que enumera en la última parte de su discurso.
¿Cuáles son los requisitos para el
apostolado? Pedro los define brevemente y espera que un candidato que los reúna
sea elegido para llenar la vacante dejada por Judas.
21. Es necesario, pues,
que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el
Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de
Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho
testigo con nosotros, de su resurrección.
Pedro está expresando el deseo de que Dios
sin duda escogerá al sucesor. Pedro y sus oyentes no actúan según su propio
parecer, sino en obediencia a la palabra y voluntad de Dios. Como Jesús escogió
a los doce discípulos, que formaron un paralelo con las doce tribus de Israel,
así los once apóstoles tuvieron que elegir mediante la suerte a una persona adicional
para restaurar el círculo apostólico. El número doce denota perfección y en el
N.T. aparece numerosas veces en relación con los discípulos, las tribus de
Israel, Jerusalén y los días finales.
Pedro da una lista básica:
1.
Que
haya estado con ellos desde el inicio, cuando Jesús entraba y salía con
ellos.
2.
Que
haya presenciado desde el bautismo de Juan, hasta hace unos días que ascendió.
3.
Que
sea testigo de la resurrección de Cristo.
Basados en más citas del N.T. podemos
agregar características a la lista:
4.
Ser
nombrado por el Señor Jesucristo. Hechos 1:2. Gálatas 1:1.
5.
Poder
confirmar su oficio mediante milagros y señales. Mateo 10.1. 2ª Corintios
12:12.
6.
Tener
la autoridad para Transmitir la Palabra de DIOS. 1ª Tesalonicenses 2:13. 2ª
Pedro 1:20-21.
A la muerte del apóstol Jacobo no se eligió
un sucesor (Hch. 12:2) porque por aquel tiempo la iglesia estaba ya bien
establecida y Pablo llegó a ser un apóstol como un abortivo. 1ª
Corintios 15:8. Dos palabras resaltan en este texto: último, del griego escatos
(ἔσχατος, G2078) que significa el que está literalmente hasta el final,
que no hay otro detrás de él. Y la palabra abortivo del griego ektroma
(ἔτρωμα, G1626) que significa alguien que nació fuera del tiempo
señalado.
Este pasaje nos enseña entonces que Pablo
haya fue elegido por el Señor Jesús fuera del tiempo normal cuando
eligió a los demás apóstoles, por eso se auto nombra ektroma o abortivo, está
consciente de su condición especial y única, pues el es el último literalmente
hablando, ya no habrá otro detrás de él.
Los apóstoles fueron el fundamento de la iglesia: Efesios 2:20. Y el fundamento o
cimiento se echa una sola vez y a partir de ahí se edifica el edificio. Además,
el oficio apostólico fue necesario solo en la etapa fundacional de la iglesia
pues el canon de la Escritura aún no estaba cerrado, es decir no teníamos
todavía la Biblia en nuestras manos tal como lo está hoy en día, una vez
cerrado el canon fueron innecesarios estos dos oficios, de lo contrario, aún
podríamos añadir a la Escritura, y eso es algo que hacen en la actualidad los
mal nombrados apóstoles, hacen valer más su “revelación fresca” que la Verdad
de la Escritura.
Además, ningún sucesor de los apóstoles recibió más
este título, la historia les ha llamado padres apostólicos por ser los
dirigentes que recibieron enseñanzas directamente de los apóstoles, pero en
realidad, en su época fueron conocidos como obispos a lo mucho, Ignacio de
Antioquia, Policarpo de Esmirna, Clemente de Alejandría, Ireneo, etc. ninguno
fue llamado apóstol, ni nadie más en la historia de la iglesia durante 1900
años aproximadamente.
Hasta la llegada de la llamada reforma apostólica que nació
en el año 2000, como dijimos, casi 1900 años después de la muerte del apóstol
Juan, el último de los 12 apóstoles del Señor Jesucristo en morir, por espacio
de 1900 años DIOS no habló nada acerca de apóstoles, hasta que un hombre
llamado Peter Wagner dijo que DIOS le reveló que para los últimos
tiempos restauraría los oficios del apóstol y el profeta, a partir de entonces
son un gran número de charlatanes e ignorantes que han tomado el título de
apóstol.
Es posible que nos admiremos del catolicismo al pensar
que un ser humano ocupe el lugar que solo a Cristo le corresponde, pero en el
medio cristiano tenemos el paralelo al papado en roma: La reforma apostólica.
Ya no es un papa, ahora son varios, muchos, auto
nombrados apóstoles que ejercen las mismas prerrogativas que el papa de roma
ejerce:
·
Son la cabeza de sus iglesias o movimientos.
·
Son irrefutables y su autoridad es absoluta.
·
Cometen todo tipo de abusos, tanto doctrinales como en
contra de las personas.
·
Ejercen un estilo de simonía moderna: cobran por ir a
predicar.
·
Así como el papa dice ser sucesor de Pedro ellos dicen
son herederos de los dones y autoridades de los apóstoles bíblicos.
·
Viven vidas de doble moral, algunas veces hasta
abiertamente.
·
No se sujetan realmente a nadie, ni rinden cuentas de
sus vidas.
·
Se creen ungidos y especiales, como el papa de roma.
·
No puedes ir en contra de su autoridad o serás un
rebelde.
·
Exigen que estés bajo su cobertura de lo contrario estás en maldición, como lo afirma el
papado de la ICAR.
·
Son autonombrados pues no cumplen, porque nadie puede
hacerlo ya con los requisitos que acabamos de entender son necesarios para
ejercer el apostolado.
Si nos decimos cristianos, entonces es muy importante
que entendamos cabalmente la Verdad de la supremacía de la Escritura, el
Señorío que Jesucristo ejerce sobre su iglesia lo hace por medio de la Biblia,
es imposible que seamos cristianos y no aceptemos la autoridad absoluta de la
Palabra de DIOS. O estamos bajo el Señorío de Cristo por medio de la Biblia
o estamos bajo el señorío de un apostolobo moderno, pero no se pude ambos.
La biblia es la Voz de DIOS, la Biblia es el
Pensamiento de DIOS, la biblia es la voluntad revelada de DIOS, por lo tanto,
es para los cristianos, la única y exclusiva Voz que escuchan, si decimos que
le rendimos lealtad, fidelidad, sumisión, devoción y obediencia a Cristo como
nuestro Señor, pero despreciamos su Escritura al creer en apóstoles caemos en
una grave contradicción.
Jesucristo es el Señor de la iglesia, Jesucristo es la
Cabeza de su iglesia y solo Jesucristo es la cobertura de su iglesia si tenemos
a Jesucristo por medio de su Palabra
expuesta fielmente no necesitamos de hombres que se enseñoreen de nosotros,
no necesitamos de coberturas para estar bien, no necesitamos de apóstoles que
nos desvíen del Camino de la Verdad, como dijo Lutero acerca del papa lo
decimos hoy acerca de los falsos apóstoles: Le debo la misma obediencia al anticristo de la que le debo a los
apóstoles modernos. Salmo 118:8.
Alguien que en la actualidad
se llame así mismo apóstol o es un ignorante o rebelde a la Escritura, hay
quienes dicen que no es un título sino un oficio, pues hacen la misma tarea que
hizo Pablo y tienen el mismo tipo de llamado, pero hay hombres haciendo ese
trabajo desde hace siglos, llevan el mensaje del evangelio a aquellos que no lo
han escuchado y la iglesia les ha nombrado misioneros
no apóstoles.
¿Por qué arremeter
en contra de la reforma apostólica del siglo XX y los lobos disfrazados de
apóstoles?
Porque lo que está en juego no es el título que ellos
ostentan sino la autoridad usurpada al Señorío de Jesucristo como única Cabeza
de su iglesia, pues a diferencia de los apóstoles del Cordero que aceptaban la
corrección con humildad y consideraban a los demás como superiores a ellos
mismos Gálatas 2:11-15. 2ª Pedro
3:15-16.
Los apóstoles de
la actualidad, aunque no lo digan verbalmente, en la práctica ellos hacen valer
más su autoridad que la de Cristo que está representada en su Palabra.
Cada vez que ellos (apóstoles y profetas modernos)
dicen:
·
El Espíritu me lo revelo.
·
Es una unción fresca.
·
Es vino nuevo.
·
DIOS me hablo.
·
Es un nuevo mover del Señor.
·
Etc.
Para justificar algo que no encontramos en la biblia,
se están haciendo automáticamente cabeza de su iglesia, y es de esa forma que
justifican cosas cualquier tipo de práctica en sus iglesias.
Sino estamos basados en el Señorío de Cristo
por medio de la Sola Scriptura, corremos peligro de caer en las garras del
error doctrinal y la herejía de tener una Cabeza que no sea Cristo. Que
Jesucristo es la única Cabeza de la iglesia, es una doctrina fundamental y ha
sido predicada en la ortodoxia cristiana desde el inicio del movimiento
cristiano, en las primeras persecuciones, los creyentes se limitaban a
contestar soy cristiano en alusión a que eran esclavos de Cristo y Cristo
por consecuencia es su Señor, es ese Señorío el que le da el papel de Cabeza.
23. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que
tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que
conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, 25 para
que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por
transgresión, para irse a su propio lugar. 26. Y les echaron suertes, y la
suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.
Después que Pedro formula las condiciones
para el apostolado, los demás responden y proponen los nombres de dos: José y
Matías. Los creyentes no están en
condiciones de hacer una decisión por su cuenta. Saben que se requiere no dos
sino una persona para llenar el vacío dejado por Judas y completar así el
número de doce miembros del apostolado. Originalmente, Jesús había nombrado a
doce; ahora es necesario elegir a uno de los dos candidatos. Por lo tanto, oran:
Señor, tú conoces el corazón de cada uno Muéstranos a cuál de estos dos has
elegido para asumir este ministerio apostólico.
Los apóstoles formulan y aplican las
exigencias a los dos candidatos, pero el Señor conoce sus corazones y elige al
sucesor para hacerse cargo del ministerio apostólico de Judas Iscariote. Los
creyentes concluyen su oración con las palabras: del que apartó Judas para
irse a donde merece. Estas palabras dan a entender que Judas ha dejado su
oficio apostólico para siempre y que ahora el justo pago por su mal le es dado.
Los apóstoles recurren a la costumbre del A.T.
de echar suertes para conocer la voluntad de Dios. La suerte se echa en el
regazo; más de Jehová es la decisión de ella. Provervios16:33.
La práctica de echar suertes era común en
los tiempos del A.T. Después del derramamiento del Espíritu Santo en
Pentecostés, aquella práctica cesó. En el período entre la ascensión de Jesús y
Pentecostés los apóstoles fijan las condiciones para el apostolado, oran
pidiendo dirección divina y echan suertes para averiguar la elección de Dios. La
suerte es decir la decisión del Señor cayó sobre Matías.
Lucas no nos dice en qué forma los
discípulos echaron suertes, sólo dice que Matías fue el elegido del Señor. El
Señor lo eligió a él como antes había elegido a los doce. Por tal razón no se
efectuó la ceremonia de imponer las manos sobre él. Aunque Matías llenó la
vacante en el círculo de los doce apóstoles, no volvemos a oír de él en el
resto del N.T.
Pablo llega a ser apóstol a los gentiles.
Seguido por Pedro, Pablo es el apóstol más prominente en la primitiva iglesia.
Sin embargo, Pablo no puede ocupar el lugar dejado por Judas porque su
apostolado es completamente diferente. La diferencia entre Pablo y los Doce es
obvia: Pablo no solo es el apóstol a los gentiles, él también somete su
trabajo al escrutinio de los apóstoles. No obstante, él y los apóstoles
comparten una tarea común, pues Jesucristo mismo los ha comisionado.
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