lunes, 4 de noviembre de 2019

Hechos Historia Salutis 4: Requisitos Para El Oficio Apostólico. Hechos 1:12-26.


 
El libro de Hechos, escrito por Lucas, el medico amado, nos narra los acontecimientos del ascenso a los cielos de parte del Señor Jesucristo, es un complemente a lo que él mismo escritos relata en su evangelio, Lucas, a pesar de no haber estado presente ese día, nos da un relato tan vivido y real que es impresionante que lo logre en tan solo tres versículos.

Podemos concluir de esos tres versículos que el periodo de humillación del Señor Jesucristo ha terminado, al ser recibido en la Santa Gloria del Padre y ejercer dominio sobre de la Creación su condición de exaltación inició y no tendrá fin jamás, un día regresará, nadie sabe ni el día ni la hora, viene a juzgar a vivos y muertos, a dar el justo pago por los pecados a todos aquellos que lo rechazaron y dar la recompensa prometida a quienes creemos en él.

·         Dijo que vendría, y vino.
·         Dijo que sufriría, y sufrió.
·         Dijo que moriría a manos de pecadores, y sucedió.
·         Dijo que resucitaría del os muertos, y en efecto, resucitó.
·         Dijo que un día volverá, y sin lugar a duda lo hará.

Continuando con el relato de Lucas, ahora leemos: 12. Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.

Ahora Lucas hace que dejemos de poner atención en los ángeles que trajeron el mensaje del regreso en Gloria del Señor Jesús, y concentra nuestras mentes en los apóstoles que van de regreso a Jerusalén. Esta ciudad tiene gran importancia en la historia del Nuevo Testamento, porque cerca de ella Jesús murió en la cruz y se levantó de la muerte. De allí, en un sentido más amplio, ascendió al cielo. Y fue allí donde el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles. Jesús ascendió al cielo desde el Monte de los Olivos. Lucas no especifica el lugar preciso del cual Jesús partió, pero la cima de este cerro está 60 metros más alto que la ciudad de Jerusalén desde donde la vista de la ciudad es magnífica.

Al escribir a Teófilo, quien era gentil, Lucas supone que aquél conoce la ley y las costumbres judías, aunque quizás no conoce tanto la topografía palestina. Emplea la expresión popular camino de un día de reposo para indicar distancia en lugar de tiempo, porque a un judío le estaba permitido caminar desde Jerusalén una distancia de 1.2 kilómetros en día de reposo.

Como dato adicional, Jesús no ascendió un sábado sino un jueves, que es el día cuarenta después del domingo de resurrección.

13. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.

Los apóstoles vuelven a Jerusalén y se congregan en el aposento alto donde acostumbraban reunirse. Lucas señala que es el aposente,  como dando a entender que es el mismo lugar donde Jesús y sus discípulos celebraron la Santa Cena.

De acuerdo con el relato de Hechos, los discípulos vienen a su cuarto, lo hacen por la escalera que se encuentra en la parte exterior de la casa. Al parecer, un cuarto en la parte superior protegía a los ocupantes de interferencias externas, por lo cual era el lugar ideal para que los discípulos oraran allí. Los apóstoles continúan reunidos allí hasta que asumen su tarea el día de Pentecostés.

¿Quiénes son los apóstoles? Los escritores de los Evangelios sinópticos han dado una lista. Mt. 10:2–4; Mr. 3:16–19; Lc. 6:14–16, aunque en opinión de Lucas es necesaria otra lista sin el nombre de Judas Iscariote. Esto implica que los apóstoles deben nombrar a alguien en lugar de Judas para mantener el número de los doce. El nombra a los apóstoles en una secuencia diferente a las anteriores listas: Pedro, Juan, Jacobo y Andrés. Luego están Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo. Los últimos tres tienen descripciones adicionales: Jacobo, hijo de Alfeo; Simón, llamado Zelote y Judas hijo de Jacobo. La última persona también es conocida como Tadeo, Judas Tadeo.

14. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

En la primera parte de este versículo, Lucas menciona dos asuntos importantes

a. Estaban en oración. Los apóstoles están continuamente en oración. Esta es una característica fundamental de los apóstoles y de los primitivos cristianos. Después de Pentecostés, los creyentes se unen en oración y los apóstoles hacen saber que su tarea es dedicarse a la oración y al ministerio de la palabra. En sus escritos animan a los creyentes a orar sin cesar. Ellos elevan sus oraciones en forma unánime y manifiestan una perfecta unidad, la que llega a ser una característica distintiva de la primitiva iglesia. Es de suponer que los apóstoles oran por el derramamiento del Espíritu Santo, cuya venida Jesús prometió repetidamente durante su ministerio.

b. Los creyentes. Los creyentes que permanecen juntos en Jerusalén constituyen el núcleo de la iglesia cristiana. Este núcleo está formado por hombres y mujeres, a quienes se unen alrededor de 120 personas.  Se supone que las mujeres a las que se refiere Lucas son aquellas que acompañaban a Jesús durante su ministerio y lo sostenían financieramente: María Magdalena, Juana, Susana y algunas otras Lucas 8:2-3. Le habían seguido desde Galilea en su última visita a Jerusalén; permanecían a cierta distancia de la cruz de Jesús cuando él murió; hacían lo necesario para preparar su sepultura; y dieron la noticia de la resurrección a los discípulos.

Lucas también se refiere a María, la madre de Jesús. De hecho, en los primeros dos capítulos de su Evangelio, hace de María una figura central. Indudablemente, ella es una persona de gran influencia que, con sus hijos, creyó en Jesús. El término hermanos denota no a hijos nacidos de José en un matrimonio anterior como algunos suponen, sino hijos nacidos a José y María después del nacimiento de Jesús. Ellos son Jacobo, José, Simón y Judas. Hablamos de ellos brevemente en el evangelio de Juan y dijimos que se rehusaban a creer en Jesús, y hasta le hacían burla de que se presentase en la fiesta si en realidad se quería dar a conocer. Juan 7. Aunque después de la resurrección, creyeron en él.

15. En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran cómo ciento veinte en número), y dijo:16 Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, 17 y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio.

Entre la ascensión de Jesús y Pentecostés los creyentes de Jerusalén se reúnen no sólo para orar sino para pensar en la situación de la vacante dejada por Judas. Lucas se refiere a este período en términos generales: en aquellos días. Dice que Pedro es el vocero de los apóstoles en su comunicación con los creyentes y agrega que los reunidos son como 120 en total.

En los primeros doce capítulos de Hechos, Pedro es el líder incuestionable en la iglesia de Jerusalén. Aquí comienza su ministerio apostólico restaurado por Jesús a las orillas del mar de Tiberias, Pedro habla de frente con los creyentes reunidos y dirige su atención al cumplimiento de las Escrituras. Les dice: Varones hermanos, que es una expresión bastante familiar.

Empieza sus palabras diciendo que era necesario que las Escrituras se cumpliesen. Pedro basa sus comentarios en la Palabra de Dios y da a entender que las Escrituras son auténticas y que inexorablemente deben cumplirse. Relaciona la Palabra escrita con el Espíritu Santo, quien por boca de David expresó hace mucho tiempo acerca de Judas. La Escritura, entonces, es el producto del Espíritu, como Pedro elocuentemente lo deja establecido en una de sus epístolas 2ª Pedro 1:20–21.

Podemos entender que pedro y los demás apóstoles creyeron en la inerrancia y la infalibilidad de la Escritura, por lo tanto, nosotros no podemos creer menos que ellos.

Pedro Afirma que el Espíritu se comunica con nosotros a través de la boca de David, el escritor de numerosos salmos, él apunta a 2 situaciones:

·         Judas fue quien guio a los que arrestaron a Jesús. El mismo recuerda la noche en que Jesús fue traicionado arteramente por Judas.
·         Tenía parte legítima como apóstol del Señor, fue uno de los 12. Judas, entonces, fue escogido divinamente para ocupar un lugar entre los apóstoles y servir a Cristo en el ministerio.

18. Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. 19. Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre.

Antes de continuar con el discurso de Pedro, Lucas da una explicación relacionada con la muerte de Judas. Provee información suplementaria más que contradictoria a lo que Mateo dice acerca del deceso de Judas. Mateo 27:3–10. Mateo registra el hecho de que Judas, después que hubo devuelto las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, se ahorcó. Los principales sacerdotes decidieron usar el dinero para comprar el campo del alfarero, para usarlo como sepultura de los extranjeros.

En un breve recuento, Lucas describe a Judas como el comprador de ese campo. Porque los principales sacerdotes consideraron la recompensa de Judas como precio de sangre, rehusaron aceptar las treinta monedas de plata. Pertenecían a Judas. Entonces tenemos que, indirectamente, fue él quien compró el campo del alfarero.

Aunque Lucas no dice que se ahorcó se infiere que la caída de cabeza fue el resultado de haber estado suspendido en el aire. La cuerda pudo haberse roto por el peso del cuerpo, o bien pudo haber sido cortada por alguien. No es tan remota la posibilidad de que mientras caía, el cuerpo hubiese chocado con un objeto cortante que le reventó. También inferimos que murió en el campo que compraron los principales sacerdotes. Lucas señala que los habitantes de Jerusalén oyeron de su horrible muerte y llamaron al campo aquel “en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, campo de sangre. Mateo escribe para una audiencia judía, Lucas lo hace para gentiles cristianos. Por lo tanto, los relatos de Mateo y de Lucas no son discrepantes. Mateo y Lucas son como dos reporteros que describen un hecho noticioso desde diferentes perspectivas para diferentes audiencias.

20. Porque está escrito en el libro de los Salmos:
Sea hecha desierta su habitación,
Y no haya quien more en ella;
y:
Tome otro su oficio.

Lucas vuelve al discurso de Pedro y presenta dos citas de los salmos que Pedro hace para respaldar su afirmación. La primera es del Salmo 69:25 y la segunda es del Salmo 109:8. Pedro introduce la cita del Antiguo Testamento con la frase tan conocida está escrito; es decir, las Escrituras han mantenido su vigencia, son absolutamente confiables, y deben ser cumplidas. Vemos una vez más que para los apóstoles y los primeros creyentes, la autoridad de la Escritura es suprema e inquebrantable su cumplimiento.

Los salmos eran bien conocidos por los judíos y los primeros cristianos. Se cantaban en las sinagogas locales durante los cultos de adoración y por eso eran aprendidos de memoria. Los cristianos daban una interpretación mesiánica a muchos de los salmos, especialmente cuando se daban cuenta que Jesús mismo había citado y aplicado alguno de ellos en particular. En realidad, cuando Jesús purificó el Templo, citó Salmo 69: 9a El celo de tu casa me consume.

La fraseología de estas citas es levemente diferente al texto del Antiguo Testamento. En lugar de usar el singular “su” y “habitación”, el salmista usa el plural “sus” y “tiendas” Salmo 69:25. Pedro aplica la expresión a Judas, su familia y sus posesiones terrenales, todo lo cual es maldito. Luego piensa en el lugar apostólico que Judas ocupó durante el ministerio de Jesús y cita Salmo 109:8: “Que tome otro su oficio”.

El oficio apostólico mismo no es afectado por la muerte de Judas ya que es dado a otra persona. Con esta cita, Pedro indica que el círculo de los doce apóstoles debe ser restaurado. El sucesor de Judas Iscariote debe llenar el oficio apostólico y como persona debe ser radicalmente diferente del traidor. Debe ser capaz de reunir los requisitos apostólicos que enumera en la última parte de su discurso.

¿Cuáles son los requisitos para el apostolado? Pedro los define brevemente y espera que un candidato que los reúna sea elegido para llenar la vacante dejada por Judas.

21. Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.

Pedro está expresando el deseo de que Dios sin duda escogerá al sucesor. Pedro y sus oyentes no actúan según su propio parecer, sino en obediencia a la palabra y voluntad de Dios. Como Jesús escogió a los doce discípulos, que formaron un paralelo con las doce tribus de Israel, así los once apóstoles tuvieron que elegir mediante la suerte a una persona adicional para restaurar el círculo apostólico. El número doce denota perfección y en el N.T. aparece numerosas veces en relación con los discípulos, las tribus de Israel, Jerusalén y los días finales.

Pedro da una lista básica:

1.    Que haya estado con ellos desde el inicio, cuando Jesús entraba y salía con ellos.
2.    Que haya presenciado desde el bautismo de Juan, hasta hace unos días que ascendió.
3.    Que sea testigo de la resurrección de Cristo.

Basados en más citas del N.T. podemos agregar características a la lista:

4.    Ser nombrado por el Señor Jesucristo. Hechos 1:2. Gálatas 1:1.
5.    Poder confirmar su oficio mediante milagros y señales. Mateo 10.1. 2ª Corintios 12:12.
6.    Tener la autoridad para Transmitir la Palabra de DIOS. 1ª Tesalonicenses 2:13. 2ª Pedro 1:20-21.

A la muerte del apóstol Jacobo no se eligió un sucesor (Hch. 12:2) porque por aquel tiempo la iglesia estaba ya bien establecida y Pablo llegó a ser un apóstol como un abortivo. 1ª Corintios 15:8. Dos palabras resaltan en este texto: último, del griego escatos (ἔσχατος, G2078) que significa el que está literalmente hasta el final, que no hay otro detrás de él. Y la palabra abortivo del griego ektroma (ἔτρωμα, G1626) que significa alguien que nació fuera del tiempo señalado.

Este pasaje nos enseña entonces que Pablo haya fue elegido por el Señor Jesús fuera del tiempo normal cuando eligió a los demás apóstoles, por eso se auto nombra ektroma o abortivo, está consciente de su condición especial y única, pues el es el último literalmente hablando, ya no habrá otro detrás de él. 


Los apóstoles fueron el fundamento de la iglesia: Efesios 2:20. Y el fundamento o cimiento se echa una sola vez y a partir de ahí se edifica el edificio. Además, el oficio apostólico fue necesario solo en la etapa fundacional de la iglesia pues el canon de la Escritura aún no estaba cerrado, es decir no teníamos todavía la Biblia en nuestras manos tal como lo está hoy en día, una vez cerrado el canon fueron innecesarios estos dos oficios, de lo contrario, aún podríamos añadir a la Escritura, y eso es algo que hacen en la actualidad los mal nombrados apóstoles, hacen valer más su “revelación fresca” que la Verdad de la Escritura.

Además, ningún sucesor de los apóstoles recibió más este título, la historia les ha llamado padres apostólicos por ser los dirigentes que recibieron enseñanzas directamente de los apóstoles, pero en realidad, en su época fueron conocidos como obispos a lo mucho, Ignacio de Antioquia, Policarpo de Esmirna, Clemente de Alejandría, Ireneo, etc. ninguno fue llamado apóstol, ni nadie más en la historia de la iglesia durante 1900 años aproximadamente.

Hasta la llegada de la llamada reforma apostólica que nació en el año 2000, como dijimos, casi 1900 años después de la muerte del apóstol Juan, el último de los 12 apóstoles del Señor Jesucristo en morir, por espacio de 1900 años DIOS no habló nada acerca de apóstoles, hasta que un hombre llamado Peter Wagner dijo que DIOS le reveló que para los últimos tiempos restauraría los oficios del apóstol y el profeta, a partir de entonces son un gran número de charlatanes e ignorantes que han tomado el título de apóstol.

Es posible que nos admiremos del catolicismo al pensar que un ser humano ocupe el lugar que solo a Cristo le corresponde, pero en el medio cristiano tenemos el paralelo al papado en roma: La reforma apostólica.

Ya no es un papa, ahora son varios, muchos, auto nombrados apóstoles que ejercen las mismas prerrogativas que el papa de roma ejerce:

·         Son la cabeza de sus iglesias o movimientos.
·         Son irrefutables y su autoridad es absoluta.
·         Cometen todo tipo de abusos, tanto doctrinales como en contra de las personas.
·         Ejercen un estilo de simonía moderna: cobran por ir a predicar.
·         Así como el papa dice ser sucesor de Pedro ellos dicen son herederos de los dones y autoridades de los apóstoles bíblicos.
·         Viven vidas de doble moral, algunas veces hasta abiertamente.
·         No se sujetan realmente a nadie, ni rinden cuentas de sus vidas.
·         Se creen ungidos y especiales, como el papa de roma.
·         No puedes ir en contra de su autoridad o serás un rebelde.
·         Exigen que estés bajo su cobertura de lo contrario estás en maldición, como lo afirma el papado de la ICAR.
·         Son autonombrados pues no cumplen, porque nadie puede hacerlo ya con los requisitos que acabamos de entender son necesarios para ejercer el apostolado.

Si nos decimos cristianos, entonces es muy importante que entendamos cabalmente la Verdad de la supremacía de la Escritura, el Señorío que Jesucristo ejerce sobre su iglesia lo hace por medio de la Biblia, es imposible que seamos cristianos y no aceptemos la autoridad absoluta de la Palabra de DIOS. O estamos bajo el Señorío de Cristo por medio de la Biblia o estamos bajo el señorío de un apostolobo moderno, pero no se pude ambos.

La biblia es la Voz de DIOS, la Biblia es el Pensamiento de DIOS, la biblia es la voluntad revelada de DIOS, por lo tanto, es para los cristianos, la única y exclusiva Voz que escuchan, si decimos que le rendimos lealtad, fidelidad, sumisión, devoción y obediencia a Cristo como nuestro Señor, pero despreciamos su Escritura al creer en apóstoles caemos en una grave contradicción.

Jesucristo es el Señor de la iglesia, Jesucristo es la Cabeza de su iglesia y solo Jesucristo es la cobertura de su iglesia si tenemos a Jesucristo por medio de su Palabra expuesta fielmente no necesitamos de hombres que se enseñoreen de nosotros, no necesitamos de coberturas para estar bien, no necesitamos de apóstoles que nos desvíen del Camino de la Verdad, como dijo Lutero acerca del papa lo decimos hoy acerca de los falsos apóstoles: Le debo la misma obediencia al anticristo de la que le debo a los apóstoles modernos. Salmo 118:8.

Alguien que en la actualidad se llame así mismo apóstol o es un ignorante o rebelde a la Escritura, hay quienes dicen que no es un título sino un oficio, pues hacen la misma tarea que hizo Pablo y tienen el mismo tipo de llamado, pero hay hombres haciendo ese trabajo desde hace siglos, llevan el mensaje del evangelio a aquellos que no lo han escuchado y la iglesia les ha nombrado misioneros no apóstoles.

¿Por qué arremeter en contra de la reforma apostólica del siglo XX y los lobos disfrazados de apóstoles?

Porque lo que está en juego no es el título que ellos ostentan sino la autoridad usurpada al Señorío de Jesucristo como única Cabeza de su iglesia, pues a diferencia de los apóstoles del Cordero que aceptaban la corrección con humildad y consideraban a los demás como superiores a ellos mismos Gálatas 2:11-15. 2ª Pedro 3:15-16.

Los apóstoles de la actualidad, aunque no lo digan verbalmente, en la práctica ellos hacen valer más su autoridad que la de Cristo que está representada en su Palabra.

Cada vez que ellos (apóstoles y profetas modernos) dicen:

·         El Espíritu me lo revelo.
·         Es una unción fresca.
·         Es vino nuevo.
·         DIOS me hablo.
·         Es un nuevo mover del Señor.
·         Etc.

Para justificar algo que no encontramos en la biblia, se están haciendo automáticamente cabeza de su iglesia, y es de esa forma que justifican cosas cualquier tipo de práctica en sus iglesias.

Sino estamos basados en el Señorío de Cristo por medio de la Sola Scriptura, corremos peligro de caer en las garras del error doctrinal y la herejía de tener una Cabeza que no sea Cristo. Que Jesucristo es la única Cabeza de la iglesia, es una doctrina fundamental y ha sido predicada en la ortodoxia cristiana desde el inicio del movimiento cristiano, en las primeras persecuciones, los creyentes se limitaban a contestar soy cristiano en alusión a que eran esclavos de Cristo y Cristo por consecuencia es su Señor, es ese Señorío el que le da el papel de Cabeza.

23. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, 25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. 26. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.

Después que Pedro formula las condiciones para el apostolado, los demás responden y proponen los nombres de dos: José y Matías.  Los creyentes no están en condiciones de hacer una decisión por su cuenta. Saben que se requiere no dos sino una persona para llenar el vacío dejado por Judas y completar así el número de doce miembros del apostolado. Originalmente, Jesús había nombrado a doce; ahora es necesario elegir a uno de los dos candidatos. Por lo tanto, oran: Señor, tú conoces el corazón de cada uno Muéstranos a cuál de estos dos has elegido para asumir este ministerio apostólico.

Los apóstoles formulan y aplican las exigencias a los dos candidatos, pero el Señor conoce sus corazones y elige al sucesor para hacerse cargo del ministerio apostólico de Judas Iscariote. Los creyentes concluyen su oración con las palabras: del que apartó Judas para irse a donde merece. Estas palabras dan a entender que Judas ha dejado su oficio apostólico para siempre y que ahora el justo pago por su mal le es dado.

Los apóstoles recurren a la costumbre del A.T. de echar suertes para conocer la voluntad de Dios. La suerte se echa en el regazo; más de Jehová es la decisión de ella. Provervios16:33.

La práctica de echar suertes era común en los tiempos del A.T. Después del derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés, aquella práctica cesó. En el período entre la ascensión de Jesús y Pentecostés los apóstoles fijan las condiciones para el apostolado, oran pidiendo dirección divina y echan suertes para averiguar la elección de Dios. La suerte es decir la decisión del Señor cayó sobre Matías.

Lucas no nos dice en qué forma los discípulos echaron suertes, sólo dice que Matías fue el elegido del Señor. El Señor lo eligió a él como antes había elegido a los doce. Por tal razón no se efectuó la ceremonia de imponer las manos sobre él. Aunque Matías llenó la vacante en el círculo de los doce apóstoles, no volvemos a oír de él en el resto del N.T.

Pablo llega a ser apóstol a los gentiles. Seguido por Pedro, Pablo es el apóstol más prominente en la primitiva iglesia. Sin embargo, Pablo no puede ocupar el lugar dejado por Judas porque su apostolado es completamente diferente. La diferencia entre Pablo y los Doce es obvia: Pablo no solo es el apóstol a los gentiles, él también somete su trabajo al escrutinio de los apóstoles. No obstante, él y los apóstoles comparten una tarea común, pues Jesucristo mismo los ha comisionado.





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