miércoles, 27 de noviembre de 2019

Apologética 16: Los Desafíos Actuales. 1ª Corintios 2:14.




El día de hoy llegamos al final de esta serie de enseñanzas acerca de la defensa sistemática de la fe cristiana, mejor conocido como apologética, a lo largo de estas clases hemos aprendido a quitar los estorbos para poder presentar efectivamente el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, sabiendo que el resultado, está siempre en las manos de DIOS.
 
Deseo cerrar con un tema que considero de mucha importancia para las exigencias que este siglo nos presenta, no podemos darnos el lujo de volvernos a aislar y dejar que la sociedad vaya sin el rumbo bien marcado por el cristianismo bíblico como sucedió al final de la segunda guerra mundial, pues el panorama es de por si desolador.

Son tres los grandes retos, que a mi parecer enfrentamos como iglesia cristiana, y son los que abordaremos en la clase del día de hoy.

1.    El cientifismo.
2.    El socialismo-marxismo.
3.    La psicología.

A.   El cientifismo.

El cientifismo o cientificismo, es la postura que afirma la aplicabilidad universal del método y el enfoque científico, y la idea de que la ciencia empírica constituye la cosmovisión más acreditada o la parte más valiosa del conocimiento humano, con la exclusión de otros puntos de vista.​ Se ha definido como la postura de que los métodos inductivos característicos de las ciencias naturales son la única fuente de conocimiento genuina y factual y que, en concreto, solo ellos pueden producir conocimiento auténtico sobre el hombre y la sociedad.

Desde la perspectiva bíblica se pude decir que han reemplazado a DIOS por la ciencia, la cual no s mala en sí misma, pero no es digan de una ciega devoción. Vamos por partes:

1. El enorme valor de la ciencia. No cabe duda alguna de que vivimos en la edad dorada de la ciencia. De la medicina moderna y la tecnología hemos recibido innumerables beneficios, desde el control de enfermedades hasta el alivio del duro trabajo. La ciencia ha hecho posible los trasplantes de riñón y corazón y la erradicación de la viruela y plagas que azotaron a la humanidad por siglos; ha provisto la abundancia de bienes que hacen cómodo el diario vivir. En breve, ha transformado el mundo y promete transformar al hombre.

Son obvias también la validez y la eficacia del método científico; ha surtido efecto de manera impresionante. Primero el científico hace. observaciones estudiando una cosa o un fenómeno. Luego formula una hipótesis o teoría para explicar el asunto. Entonces pone a prueba su hipótesis efectuando un experimento. Si el resultado no coincide con su hipótesis, formula otra teoría y la prueba con otro experimento. Así se repite el proceso hasta llegar a una hipótesis que sea correcta. La ciencia moderna puede ser descrita como la aplicación de medios para comprender las fuerzas materiales y así controlarlas para realizar nuestros propósitos.

El cristianismo bíblico no está en contra ni se opone a los avances científicos, simplemente no nos rendimos a los pies de la ciencia, sino a los pies de Cristo.

2. El surgimiento del cientificismo. El problema con la ciencia es que la explosión del conocimiento, en cuanto a la naturaleza y la tecnología, amenaza con desplazar el lugar de Dios en los pensamientos del hombre moderno.

Muchas personas actualmente piensan que la ciencia todo lo puede y que no necesita de Dios. Se supone que los avances tecnológicos implican que Dios, si no es real, por lo menos es irrelevante; la ciencia puede resolver todos los problemas y proporcionar las condiciones necesarias para la más perfecta felicidad a la humanidad. Julian Huxley ha aseverado: "Dios ha dejado de ser una hipótesis útil. Algunos todavía se imaginan que la religión puede ser un obstáculo al progreso científico.

Además, la excesiva confianza en la omnipotencia de la ciencia moderna es responsable, en parte, del surgimiento de dos seudociencias: el darwinismo y el freudianismo. Estos han llegado a ser los más acérrimos enemigos de la fe en el área espiritual del cristianismo.

3. Las limitaciones de la ciencia. La admiración hacia la ciencia puede convertirse en culto a ella cuando se cree que por medio de la ciencia el hombre puede descubrir todos los secretos del universo y resolver todos sus problemas y cuando todas las teorías de los científicos son aceptadas incondicionalmente (por ejemplo, las ideas de Darwin y Freud) como si fuesen hechos comprobados.

Nos encontramos ahora con un nuevo caso Galileo, sólo que al revés. Los teólogos se equivocaron en el caso de Galileo al meterse donde nadie les llamaba, queriendo solucionar problemas que eran de competencia de la ciencia. Ahora sucede algo semejante en el sentido contrario. Algunos científicos invaden tranquilamente el terreno de la teología sobre temas que la ciencia no puede resolver. Por ejemplo, tratan de hacer un dogma de sus especulaciones sobre el origen de la vida. La ciencia nunca nos permite, por sí sola, afirmar que existe un plan divino, como tampoco nos permite negarlo. La ciencia sólo puede confirmar lo que es material y lo demás es desconocido.

La ciencia insiste en medir toda la realidad con la vara del método científico. Pero lo espiritual no se puede descubrir con herramientas materiales.


Negarle al creyente el derecho de emplear su fe para conocer las cosas divinas es como si el biólogo le prohibiera al astrónomo usar su telescopio para estudiar los astros, e insistiera en que lo hiciera con el microscopio. Muchos científicos destacados reconocen que es imposible explicar adecuadamente muchos fenómenos naturales sin atribuirlos a Dios. Se dan cuenta de que la ciencia no es la puerta para conocer todas las realidades de la naturaleza; mucho menos para demostrar la inexistencia de Dios.

La ciencia es amoral en sí misma, somos los seres humanos los que determinamos si la usamos para bien o para mal.

La ciencia y la tecnología no han resuelto los problemas de la corrupción moral e intelectual, los crímenes de la guerra o del padecimiento humano. Los hombres han alcanzado la luna, pero también han desarrollado armas nucleares que pueden destruir el mundo. El hombre sin religión no puede distinguir entre el bien y el mal. La ciencia nunca puede reemplazar al Dios de la Biblia como Legislador ni a su Hijo, Jesucristo, como Salvador y Mediador entre Dios y el hombre pecaminoso.

Tampoco la ciencia puede contestar las preguntas más profundas sobre la naturaleza y destino de la humanidad: ¿Qué es el hombre? ¿Por qué existe? Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? ¿Existe Dios? ¿Cómo se puede conocer? ¿Qué es el amor?

Los científicos buscan la verdad en el mundo material; los cristianos la buscan en la autorrevelación de Dios mismo. 1ª Corintios 2:14.

Ciencia y cristianismo no son enemigos irreconciliables, son distintas disciplinas que van por distintos caminos.

B.   El socialismo-marxismo.

El socialismo sostenía que el problema de la humanidad era principalmente económico, pero el mundo occidental no lo creyó. El marxismo económico nunca iba a tener éxito en el occidente porque el proletariado, para usar el término de Marx, estaba contento con su trabajo y condiciones de vida. La probabilidad de una revolución de abajo arriba no existía, y esto significaba que el marxismo tenía que ser descartado o reorganizado para atraer las mentes occidentales.

Más que cualquier otra ideología, el marxismo es responsable de un asalto total contra la fe cristiana. Según Marx, la religión debe ser extirpada a fin de que los hombres vean de una vez sus cadenas de esclavitud y se levanten contra sus verdugos. Esta característica de hostilidad religiosa ha sido un factor muy importante en el desenvolvimiento del marxismo.

Para neutralizar y capturar la mente moderna los marxistas dependen mucho del cientificismo. El comunismo es una cosmovisión basada sobre un bien articulado cuerpo de doctrina filosófica, económica, política y social, que pretende proveer la única viable explicación científica del mundo, descartando por completo obviamente, la cosmovisión cristiana.
Sin un genuino temor a Dios, los marxistas han llenado de violencia la tierra con sus guerras de liberación. Joseph Stalin hizo morir de hambre a más de 7 millones de ucranianos, Abimael Guzmán dirigió el sanguinario Sendero Luminoso del Perú y Pot PoI de Camboya asesinó a medio millón de sus compatriotas. Estos líderes marxistas figuran entre los monstruos más despiadados de toda la historia.

El marxismo cultural es la ideología madre, que está tratando de generar cambios en la moral pública denigrando el cristianismo por medio de sus ideologías hijas:

·         Progresismo.
·         Izquierda política extrema.
·         Feminismo.
·         Lobby LGTBXYZ.
·         Igualitarismo.
·         Negacionismo de la raza.
·         Antiblanquismo.
·         Macrofeminismo.
·         Microfeminismo.
·         Inmigracionismo.
·         Comunismo.
·         Matriarcado.
·         Animalismo.
·         Ambientalismo.
·         De género.
·         Pro aborto.
·         Relativismo moral.
·         Teología de la liberación.

Si deseamos estar verdaderamente preparados, es muy importante discipularnos al respecto, en nuestro discipulado de cosmovisión estamos tratando mucho más a fondo esta ideología contraria al cristianismo y que amenaza a la sociedad latinoamericana.

C.   La psicología.

Es indiscutible el hecho de que Sigmund Freud (1856-1939) es una de las figuras más influyentes del siglo XX. Toda la esfera de psicología está influenciada por sus conceptos, aunque pocos psicólogos modernos se identifican como freudianos. También sería difícil exagerar la influencia de sus ideas sobre las nociones populares de la religión.

1. Las ideas freudianas. Freud era ateo y creía que sería imposible que el hombre pudiera recibir una revelación de Dios, pues, para él, todo conocimiento viene por las ciencias. En sus libros, El porvenir de una ilusión y La civilización y sus descontentos, Freud describe la religión como una "ilusión" y una "neurosis obsesional universal". Para él, una ilusión se refiere a cualquier sistema de fe que está basado sobre los deseos humanos; la neurosis es un conflicto entre las diferentes partes de la mente y resulta en ansiedad o estrés. 


Freud no niega el valor de la religión. Reconoce que proporciona al hombre un sentido de seguridad en medio de las tensiones y peligros. También forma la base de la ética para regular la conducta. Sin embargo, considera que la religión es una neurosis provisional que no necesitará el hombre cuando éste esté educado. Para ese entonces podrá enfrentar tranquilamente la realidad. No tendrá que recurrir a la religión como un mecanismo de escape de la realidad.

Este padre del sicoanálisis cree que el instinto sexual es la rueda maestra que mantiene de por vida en movimiento toda la máquina humana. Incluso es el origen de la religión. Como Edipo, el legendario rey de Tebas, mató sin saberlo a su padre y se casó con su madre, así de los cinco a los ocho años, todo niño quiere eliminar a su padre y casarse con su madre. El amor sexual a la madre y el odio al padre crean el "complejo de Edipo", de ahí nacen la moral y la religión. La moral tiene que tapar nuestro amor incestuoso a la madre y nuestro profundo odio al padre, y hacernos así personas decentes.

La religión, por su parte, es la expiación de la acción criminal de una pasada comunidad primitiva en que los hijos -para lograr acceso a las mujeres- mataron al primer padre y se comieron su carne. La muerte de Cristo en la cruz es sólo una expresión del arrepentimiento por aquel crimen, y la comunión quiere reparar en el espíritu de amor aquella horrorosa comida. Freud atribuye la neurosis principalmente al instinto sexual. Enseña que los hombres y mujeres, y particularmente los jóvenes, sólo permanecerán sanos si el instinto sexual se satisface directamente.

Las ideas freudianas son a todas luces anti bíblicas, y Freud es la mayor influencia en la psicología moderna.

Según investigaciones, la psicología es comúnmente la disciplina de estudio con más profesores ateos. A menudo en círculos cristianos encontramos comentarios que promueven al rechazo abierto y completo de la psicología. ¿Qué postura debemos tomar? O más aun ¿Cómo responder ante alguien que prefiere la psicología al evangelio?

2. Diferencias fundamentales entre la psicología y la Escritura:

DIFERENCIA DE ENFOQUE: La Escritura está centrada en Dios, la psicología está centrada en el hombre. La Biblia enseña que nuestro propósito en la vida es glorificar a Dios. Por tanto, todo lo demás esta subyugado a ese propósito. La psicología siendo centrada en el hombre, tiene como su máximo objetivo la felicidad del individuo.

DIFERENCIA EN LA PERSPECTIVA DE LA NATURALEZA HUMANA: Uno de los graves defectos de la psicología es su antropología. La psicología enseña que la naturaleza humana es básicamente buena, o al menos neutral. La única razón que las personas se comportan mal es debido a fuerzas externas (tales como la sociedad o los padres) que les causan daño. Siendo este el caso, cuando un psicólogo está aconsejando a una persona se comporta de forma inapropiada, debe encontrar la fuente del dolor y eliminarlo. La Escritura enseña, sin embargo, que las personas se portan mal debido a que son pecadores con una naturaleza defectuosa y depravada.

·         DIFERENCIA EN LA PERSPECTIVA DE VALORES: La Biblia enseña absolutos. Existe lo malo y lo bueno en este mundo. La psicología enseña el relativismo. Yo puedo tener, mis propios puntos de vista y usted puede tener los suyos; pero por todos los medios, no debo imponer mis valores sobre los suyos. Las implicaciones para la consejería son obvias.

·         DIFERENCIA EN NUESTRA FUENTE PARA LAS RESPUESTAS: La Psicología enseña que el individuo tiene las respuestas dentro de sí mismos. El trabajo del consejero es ayudar al aconsejado a descubrir estas respuestas. La Biblia dice que las respuestas son encontradas dentro de la Escritura según las ha revelado Dios.

·         DIFERENCIA EN LA METODOLOGIA: La mayoría de las formas de la psicología enseñan que la clave para los problemas personales yace en algún momento en nuestro pasado. En cambio, Dios puede llevarnos a que dejemos de estar enojados o ansiosos inmediatamente, sin buscar causas de raíz basadas en el pasado.

3. ¿Funciona la psicología? Podemos decir que, si tiene cierto éxito parcial, al hacer de esta vida un poco más llevadera, aunque el verdadero problema de los seres humanos nunca sea tratado, sin embargo:

El verdadero problema nunca es si algo funciona, sino si es bíblico.


D.   Conclusión.

La multiplicación sin precedentes del conocimiento científico durante los últimos 150 años ha sido interpretada por muchos pensadores como evidencia de la inevitabilidad del progreso del hombre. Se cree que el hombre, por su propia ingeniosidad, puede formar su mundo el cual será libre de las guerras, el dolor y la escasez.

Pero los grandes avances en conquistar el universo no están acompañados por un correspondiente avance moral. Ahora la ciencia misma amenaza destruir al hombre porque la ciencia es amoral y no puede tener un criterio moral. El marxismo y el freudianismo tampoco pueden proporcionar una respuesta al problema central del hombre: la enfermedad moral y espiritual la cual el mundo no quiere reconocer que es pecado. También el capitalismo ha fracasado en esta área. La única respuesta adecuada y disponible se encuentra en aquel que dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6).









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