domingo, 10 de noviembre de 2019

Hechos Historia Salutis 5: El Fin De La Maldición De Babel. Hechos 2:1-4.


A partir del día de hoy comenzaremos a escudriñar el segundo capítulo del libro de Hechos, el cual va ligado directamente con los acontecimientos del capítulo primero, recordemos que lo acontecido en el primer capítulo ocurrió en los diez días de transición entre la ascensión a los cielos por parte del Señor y el día de Pentecostés. En esos diez días, los once, reunidos con otros discípulos más, aproximadamente 120 en total, Pedro presidió la elección del sucesor de Judas, quien como todos sabemos no solo transgredió y cayó del apostolado, también cayo de cabeza al reventarse la cuerda con la que se ahorcó al suicidarse. Matías fue el elegido, y aunque nunca más vuelva a ser mencionado en la Biblia, no por ello podemos poner en duda que haya sido él quien suplió oficialmente el lugar vacante.

Aunque Hechos es un libro histórico, Lucas omite referencias a fechas exactas. Generalmente, los estudiosos están de acuerdo en que en la cronología de la fiesta de Pentecostés del año 30dC que es la aquí narrada, fue celebrada la última semana de mayo. La palabra Pentecostés deriva de una palabra griega que significa quincuagésimo, significa 50 días después.

Se conoce con ese nombre porque los judíos celebraban Pentecostés como la Fiesta de las Semanas el quincuagésimo día después de la Pascua. Levítico 23:15–16. Deuteronomio 16:9–12. También se le llamaba la Fiesta de la Cosecha. Éxodo 23:16. Los judíos consideraban Pentecostés el festival de la cosecha, tiempo en que presentaban los primeros frutos de la cosecha de trigo. Números 28:26.

Al igual que la fiesta anual de la Pascua, está fiesta también tiene un significado simbólico y profético, pues ese día se recogió la primera cosecha de almas añadidas a la iglesia, las cuales, eran solamente una muestra, un inicio de lo que habría de venir.

Después de la destrucción del templo en el año 70 d.C. los judíos cambiaron este festival para conmemorar el día cuando recibieron el Decálogo en el Monte Sinaí. Se basaban para ello en la referencia cronológica de Éxodo 19:1. Presumiblemente los judíos actuaron en reacción a la observancia cristiana de Pentecostés.

Hechos 2:1. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

En respuesta a la orden de Jesús, los apóstoles esperan el don del Espíritu Santo pacientemente y en oración en Jerusalén. El texto griego dice Y cuando llegó el día… esto indica que el acontecimiento de Pentecostés está estrechamente ligado con la ascensión de Jesús. Cuando se llegó al día número cincuenta del sacrificio vicario de Cristo, el período de espera se completó. Para los apóstoles, una nueva era comenzaba.

¿Cuántas personas estaban reunidas el día de Pentecostés? La mayoría suponemos que los 120 estaban incluidos todos los creyentes. Sin embargo, hay algunas objeciones a esta interpretación, pues ningún aposento alto sería sufrientemente grande para que cupieran tantas personas, lo más probable es que eran los apóstoles, dedicados a la oración ferviente en espera del cumplimiento de la promesa, los que estaban en el aposento alto, y el resto de los discípulos estaban abajo en o cerca de la casa, la cual, por cierto, tenía que estar cerca del templo o de lo contrario no podrían darse los acontecimientos como los narra Lucas.

Este tipo de detalles, aunque es bueno aclararlos, no deben de quitarnos el sueño, la razón por la cual Lucas no los incluyó es porque, en primer lugar, él desea enfatizar la armonía que reinaba en los discípulos, por ello usa la frase estaban todos unánimes juntos, no solo estaban compartiendo físicamente el mismo lugar, juntos, sino que también estaban en el mismo sentir, unánimes. En segundo Lugar, por la cercanía de los acontecimientos cuando Lucas escribió su relato, es muy probable que todos supieran por boca de los mismos allí reunidos todos estos detalles específicos.

2. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Hay tres detalles que sobresalen en el relato del medico amado:

a. El viento. En horas de la mañana del día de Pentecostés, de pronto la gente escucha el sonido de un fuerte viento que soplaba desde los cielos. Un aspecto importante en la venida del Espíritu Santo es lo repentino de su aparición. Aunque fueron instruidos y por ello los discípulos se quedan en Jerusalén precisamente esperando el derramamiento del Espíritu, su repentina manifestación sorprende a todos.

Lucas dice que hay sonido como de un viento fuerte al soplar. Leyendo otra parte de las Escrituras sabemos que tanto en el hebreo como en el griego es una y la misma palabra la que representa el doble significado de viento y espíritu. Nosotros oímos y sentimos el efecto del viento, pero no podemos verlo. Así es con el Espíritu. El Espíritu Santo viene del cielo de Dios, no del cielo atmosférico, con el sonido de un fuerte viento. Y llena la casa donde los creyentes están sentados y clamando por su venida.

Vemos entonces que el significado del viento en el relato de Lucas, simboliza al Espíritu Santo, quien llena la casa donde están sentados los creyentes. El sonido del viento señala poder celestial, y su repentina aparición nos habla del comienzo de un acontecimiento maravilloso.

b. El fuego. Y se les aparecieron lenguas como de fuego que se dividieron y reposaron sobre cada uno de ellos. Este es el cumplimiento de la descripción que Juan el Bautista hace del poder de Jesús: Él os bautizará en el Espíritu Santo y fuego. Mateo 3:11.

A menudo en el AT el fuego es simbólico de la presencia de Dios, especialmente en relación con la santidad, el juicio y la gracia. Por ejemplo, Moisés oyó la voz de Dios en la zarza ardiendo diciéndole que se quitara sus sandalias, el fuego consumió el sacrificio de Elías en el Monte Carmelo; y un carro de fuego llevó a Elías al cielo. Los creyentes reunidos en Jerusalén no sólo oyen la venida del Espíritu Santo, sino que también lo ven tomar forma de lo que pareciera ser lenguas de fuego.

El fuego, símbolo de la divina presencia, toma la forma de lenguas que no salen de la boca de los creyentes, sino que reposan sobre sus cabezas. El Espíritu Santo se hace visible con esta manifestación externa y reposa sobre cada uno de los creyentes.

No se trata de una ilusión óptica, porque Lucas claramente señala que vieron lenguas de fuego. La venida del Espíritu da cumplimiento a la profecía de Juan el Bautista de que los discípulos serían bautizados con el Espíritu Santo y con fuego. Así, la venida del Espíritu Santo anuncia una nueva era, porque viene a habitar con los hombres no temporalmente sino para siempre.

c. Las lenguas. Fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba capacidad. El texto griego indica que la llenura con el Espíritu ocurrió de una vez por todas; es decir, el Espíritu no vino y se fue, sino que permaneció, como es evidente en el relato de Lucas.

El derramamiento del Espíritu no es repetitivo porque el Espíritu Santo permanece con la persona que ha sido llenada. Además, va alcanzando en círculos concéntricos a los samaritanos, a los gentiles, y a los discípulos de Juan el Bautista. Esto ocurre en perfecta armonía y en cumplimiento del mandamiento de Jesús dado a los apóstoles de ser testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

¿Qué pasó ese día? ¿Todos hablaron como locos en una experiencia de éxtasis como muchos promotores de los movimientos carismáticos nos quieren hacer creer? Por su puesto que no, tenemos un estudio mucho más profundo y especifico en la serie de Pneumatología, específicamente el Tema 23 es donde hablamos de los dones de lenguas e interpretación de lenguas.

En ese estudio aprendimos que el don de lenguas en realidad es el don de idiomas: la capacidad dada por el Espíritu Santo de hablar en otro idioma que no hemos estudiado. La palabra usada por Lucas para lenguas es glosa (γλω̂σσα, G1100) la cual se pude traducir como lengua hablando del órgano vocal y como lenguaje o idioma.

La única descripción real del verdadero don de lenguas en la Biblia se encuentra aquí en Hechos 2 durante el día de Pentecostés, un texto que identifica claramente este regalo como la habilidad sobrenatural de hablar idiomas genuinos, traducibles con significado. Debido a la celebración de Pentecostés, judíos de todo el mundo habían viajado a Jerusalén para la fiesta, incluyendo a muchos peregrinos que habían crecido hablando idiomas distintos del arameo.

Que un grupo de galileos incultos de repente pudiera hablar con fluidez en varios idiomas fue un milagro innegable, por lo que los peregrinos que los escuchaban estaban completamente maravillados. Sin embargo, ya no es necesario el don de idiomas en la actualidad, los dones extraordinarios, tales como el hablar en otros idiomas sin haberlos estudiado son obsoletos o innecesarios ya, basta y sobra con la Escritura Solamente.

El don genuino dotaba a una persona con la capacidad milagrosa de hablar en idiomas extranjeros desconocidos en aras de la proclamación de la Palabra de Dios y la autenticación del mensaje del evangelio. Cuando se utilizaba en la iglesia, el mensaje tenía que ser traducido para que otros creyentes pudieran ser edificados.

Por el contrario, la versión carismática moderna consiste no en un milagro, sino en galimatías sin sentido que no se pueden traducir. Se trata de un comportamiento aprendido que no corresponde a ninguna forma de lenguaje humano auténtico.

En lugar de ser una herramienta para la edificación de la iglesia, los carismáticos contemporáneos utilizan tal fabricación como un lenguaje de oración privado con el propósito de la gratificación personal.

A pesar de que justifican su práctica alegando que los hace sentir más cerca de Dios, no hay ninguna justificación bíblica para tal balbuceo ininteligible. Se trata de un éxtasis espiritual sin ningún valor santificador muchos más parecido al éxtasis religioso de los hindúes llamado kundalini que al modelo bíblico. El hecho de que la moderna glosolalia tiene similitudes con los ritos religiosos paganos debe servir como una seria advertencia de que los peligros espirituales pueden ser introducidos por medio de esta práctica no bíblica.

¿Y si ocurrió otro pentecostés y por eso hablan y actúan así? Es una excusa que he escuchado algunas veces que, si DIOS quiere, puede repetir el día de pentecostés y hasta hacerlo de la forma que él desee, cuando el desee y con quien él desee. Lo cual es cierto, DIOS sí puede hacerlo, pero no lo hará por los siguientes motivos:

·         No podemos hacer doctrina de un libro histórico. Así que no podemos creer que un acontecimiento histórico se repetirá porque entonces también podría abrir de nuevo el mar frente a millones personas, o lanzar fuego del cielo a un altar, o derribar los muros de una ciudad, o hacer que una asna hable, etc. por eso es que no se hace doctrina de un libro histórico, porque es el camino seguro a la herejía.  

·         Hay una gran diferencia entre ordo salutis e historu salutis.

Ordo salutis conocido también como el Orden de la Salvación, es la aplicación del Pacto de salvación, es decir la obra de Cristo Jesús, en la vida del creyente. El Ordo Salutis se refiere a la sucesión de los eventos salvíficos en la vida del creyente. Aunque existen diferencias entre Teólogos sobre el orden exacto en que estos eventos tienen lugar, es básicamente la misma cadena nombrada de forma diferente. La obra de Cristo es lo que se conoce como Redención Consumada, y la aplicación de la misma en el Ordo Salutis es lo que se conoce como Redención Aplicada. El ordo salutis es para todos los creyentes de todas las épocas y partes del mundo.

Historia Salutis, conocido también como Historia de la Redención o Historia de la Salvación. La Historia Salutis es la ejecución del Pacto de la Redención en tiempo. Si bien es cierto el Pacto de Salvación tiene lugar antes de la Creación del mundo, y por lo cual es atemporal, el mismo es ejecutado dentro de tiempo, después de la Creación del Mundo, y registrado en las Escrituras.

La Historia de la Redención es un sinónimo para referirse a los eventos históricos narrados en todas las Escrituras, teniendo como punto cúspide la vida, muerte, y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Los eventos antes, durante y después de la muerte y resurrección de nuestro Señor también se les conoce como La Redención Consumada. El libro de Hechos es un relato histórico no doctrinal, de la Salvación consumada y aplicada en los primeros cristianos. Por eso es que esta serie de enseñanzas se titula así: Hechos Historia Salutis.

·         La biblia dice que antes de que Cristo regrese habrá apostasía no avivamiento de ningún tipo, incluyendo otro pentecostés. 2ª Tesalonicenses 2:1-4.

Por último, no se repetirá ni se ha repetido otro Pentecostés porque:

·         En Génesis 11:1-8, en la torre de Babel, el Señor confundió las lenguas del mundo como un juicio sobre la humanidad. En un lugar alto, la torre de Babel, la rebeldía del corazón humano alcanzó su máximo punto, cuando pensaron que ellos, por sus propios medios podían consolidarse una vida en paz, prosperidad y bendición, dejando fuera a DIOS de sus vidas. 

Por este motivo es que el Señor decreta juicio sobre de la humanidad representada en Babel, al confundirlos, impidió que el trabajo que intentaban hacer, no solo de construir una torre, sino de ser autosuficientes por completo, se viera truncado.

Miles de años después, el juicio llega su fin, por medio del sacrificio de Cristo ahora podemos congregarnos como uno solo, no siendo autosuficiente, sino Cristo dependientes. Los idiomas se volvieron a unir, por así decirlo, nuevamente en un lugar alto. Juan 11:52.

El don de idiomas iniciado en el aposento alto marcó el final de la maldición de babel y dio el inicio a la predicación del evangelio a todas las naciones y en todas las lenguas del mundo. Apocalipsis 7:9. Así es precisamente como los primeros cristianos, en los siglos posteriores a los apóstoles, entendieron el milagro de las lenguas.

Ya fue remitida la maldición, ya no hace falta otro pentecostés por lo tanto, lo que si hace falta es entenderlo cabalmente, pues simboliza el nacimiento de la iglesia cristiana de forma visible y patente, estuvo latente durante siglos y edades, desde el primer creyente en la promesa redentora, Adán, hasta los que en estos momentos creemos en Cristo para perdón de pecados y para poder llevar una vida nueva, todos somos parte de esa gloriosa Iglesia que se manifestó 50 días después de la muerte del Señor Jesucristo.

La maldición de la dispersión terminó, pero muchos se aferran a seguir como si todavía siguiera vigente, al adoptar otros dioses y otras formas de obtener la paz que sobre pasa todo entendimiento fuera de la suficiencia de Cristo.



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