miércoles, 29 de abril de 2020

CFB 1689. Tema 20: Del Arrepentimiento para vida y salvación. Cita: Marcos 1:15.


El siguiente tema que trata la CFB 1689 en su apartado acerca de la salvación es el tema del arrepentimiento para vida y salvación, como lo indicamos la clase pasada, el arrepentimiento y la fe salvífica siempre van de la mano, son dos caras de la misma moneda, es por este motivo que la confesión lo estudia inmediatamente después del tema de la fe salvadora.

Ya entendimos que la fe que salva es originada por DIOS en nuestros corazones, se va fortaleciendo conforme vamos madurando en nuestro caminar con Cristo, está fe nunca deja de ser salvífica, siempre será victoriosa en llevarnos a reflejar a Cristo y asegura nuestra permanencia en él

El arrepentimiento, es la manifestación externa de esa fe salvadora, la fe es algo íntimo, interno en nuestros corazones, paro se ha de manifestar de una forma muy específica: arrepentimiento.

El arrepentimiento es el cambio voluntario, producido en el interior del pecador, por medio del cual reconoce sus culpas y pecados, los aborrece y busca el perdón, la pureza moral y el cambio de conducta.

La CFB 1689 nos habla del arrepentimiento por medio de cinco párrafos que estudiaremos a continuación:

A. El beneficio del arrepentimiento. A aquellos de los escogidos que se convierten cuando ya son adultos, habiendo vivido por algún tiempo en el estado natural,1 y habiendo servido en el mismo a diversas concupiscencias y placeres, Dios, al llamarlos eficazmente, les da arrepentimiento para vida.2

1.    Es para los convertidos. Tit. 3:2-5.
2.    Estos reciben el perdón por sus vidas pasadas. 2 Cr. 33:10-20; Hch. 9:1-19; 16:29,30.

Pero no debemos confundirnos, hay una gran diferencia entre el arrepentimiento y la regeneración:

·         En la regeneración solo DIOS efectúa la obra mientras que el hombre permanece pasivo.
·         En el arrepentimiento DIOS cambia y mueve el corazón, pero aquí el hombre toma parte activa y voluntaria, como toma parte el bebé que respira por primera vez después de nacer. En otras palabras:

DIOS es el que regenera y el hombre es el que se arrepiente, como ahora tiene esa capacidad gracias a la regeneración, no tiene ningún mérito.

B.  La necesidad del arrepentimiento. Si bien no hay nadie que haga el bien y no peque,1 y los mejores hombres, mediante el poder y el engaño de la corrupción que habita en ellos, junto con el predominio de la tentación, pueden caer en grandes pecados y provocaciones,2 Dios, en el pacto de gracia, ha dispuesto misericordiosamente que los creyentes que pequen y caigan de esta manera sean renovados mediante el arrepentimiento para salvación.3

1.    Todos necesitamos este don. Sal. 130:3; 143:2; Pr.20:9; Ec. 7:20.
2.    También los creyentes estamos propensos a pecar. 2 S. 11:1-27; Lc. 22:54-62.
3.    El arrepentimiento nos restablece con DIOS. Jer. 32:40; Lc. 22:31,32; 1 Jn. 1:9.



C. La naturaleza del arrepentimiento. Este arrepentimiento para salvación es una gracia evangélica1 por la cual una persona a quien el Espíritu hace consciente de las múltiples maldades de su pecado,2 mediante la fe en Cristo3 se humilla por él con una tristeza que es según Dios, lo abomina y se aborrece a sí mismo, ora pidiendo el perdón y las fuerzas que proceden de la gracia,4 con el propósito y empeño, mediante la provisión del Espíritu, de andar delante de Dios para agradarle en todo.5

1.    Es un regalo ganado por Cristo. Hch. 5:31; 11:18; 2 Ti. 2:25.
2.    El Espíritu Santo convence de pecado. Sal. 51:1-6; 130:1-3; Lc. 15:17-20; Hch. 2:37,38.

El arrepentimiento por ser un cambio radical en el interior del hombre, única y exclusivamente puede ser efectuado por obra e iniciativa del Espíritu Santo, es el Él quien lo hace posible por medio de la regeneración que produce el nuevo nacimiento, la conciencia humana puede estar convencida de pecado, pero no puede producir arrepentimiento por sí misma.

Por eso es que encontramos a muchas personas que saben que están mal, que pecan, que están en rebelión contra lo establecido por DIOS, pero aun así continúan haciéndolo, pues no basta con saber que estamos mal, ese solo es el elemento mental, y no basta con sentirse mal, ese solo es el elemento emocional, pero si el Espíritu Santo no causa el elemento volitivo por medio de la regeneración, únicamente tenemos remordimiento.

3.    Es paralelo a la Fe para salvación. Sal. 130:4; Mt. 27:3-5; Mr. 1:15.

No se pueden separar jamás de lo contrario se pierde la esencia del arrepentimiento bíblico, son un solo evento espiritual contenido en la conversión y dados en la regeneración: salvarse del pecado por creer en Jesucristo.

La fe que es para salvación, es una fe arrepentida, y el arrepentimiento que es para vida es un arrepentimiento que cree en Jesucristo.

Es necesario que sea de esta forma porque la fe es la que nos convence de que nuestro arrepentimiento lleva consigo el perdón, la esperanza de salvación y el amor de DIOS, el arrepentimiento nos convence de que nuestra fe no es solo algo intelectual o emocional, sino también algo en nuestra voluntad para abandonar los caminos del mundo y seguir El Camino. La falta de uno de los dos, convierte al otro en una burla o en hipocresía.

4.    Proceder del arrepentimiento en el corazón. Ez. 16:60-63; 36:31,32; Zc. 12:10; Hch. 20:21; 26:20; 2 Co. 7:10,11; 1 Ts. 1:9.

Cuando el Espíritu obra en el corazón para producir arrepentimiento, este corazón se humilla por el reconocimiento del pecado, con una tristeza que es según Dios, lo abomina y se aborrece a sí mismo, ora pidiendo el perdón y las fuerzas que proceden de la gracia, para no seguir cometiendo los mismos pecados, para poder cambiar su propósito de vida con tal de agradar solamente a Cristo.

5.    Solo los contritos pueden agradar a DIOS. Pr. 28:13; Ez. 36:25; 18:30,31; Sal. 119:59,104,128; Mt. 3:8; Lc. 3:8; Hch. 26:20; 1 Ts. 1:9.

D. La continuidad del arrepentimiento. Puesto que el arrepentimiento ha de continuar a lo largo de toda nuestra vida, debido al cuerpo de muerte y sus inclinaciones,1 es, por lo tanto, el deber de cada hombre arrepentirse específicamente de los pecados concretos que conozca.2

1.    Aun siendo creyentes genuinos llegamos a pecar. Ez. 16:60; Mt. 5:4; 1 Jn. 1:8-10.
2.    Es necesario hacer del arrepentimiento nuestro estilo de vida. Lc. 19:8; 1 Ti. 1:13,15.

El arrepentimiento No es un acto pasajero o de una ocasión.

Tanto el arrepentimiento como la fe, no son actos de una decisión aislada tomada bajo cualquier circunstancia externa como el miedo, euforia, interés, etc. Debe de ser una actitud que ha de perdurar hasta la muerte.

Así como la fe no es un acto momentáneo, sino una constante actitud de entrega y confianza en Jesucristo como Señor y Salvador, así también el arrepentimiento es una constante contrición. No puede ser de otra forma pues la carne aún recuerda el pecado vívidamente y necesita ser confesado con pesar y alejarse de él. 1ª Juan 1:8-10. Es junto a la cruz de Cristo donde el arrepentimiento tiene su comienzo, y es junto a esa preciosa Cruz, donde debe continuar derramando su corazón en confesión y contrición.

E. La provisión del arrepentimiento: Cristo nos lo da por el pacto de Gracia. Tal es la provisión que Dios ha hecho a través de Cristo en el pacto de gracia para la preservación de los creyentes para salvación que, si bien no hay pecado tan pequeño que no merezca la condenación, 1 no hay, sin embargo, pecado tan grande que acarree condenación a aquellos que se arrepienten, lo cual hace necesaria la predicación constante del arrepentimiento.2

1.    Todos los pecados merecen condenación. Sal. 130:3; 143:2; Ro. 6:23.
2.    No hay condenación si hay arrepentimiento. Is. 1:16-18; 55:7; Hch. 2:36-38.

El verdadero arrepentimiento se manifiesta en una ruptura del pecado muy a fondo.

La vida de una persona arrepentida es alterada. El curso de su conducta diaria es cambiado por completo. No solo es una nueva apariencia, es una nueva criatura. 2ª Corintios 5.17.

Un nuevo Rey reina en su corazón. Habiendo despojado al viejo hombre. Lo que Dios manda es lo que ahora desea practicar, y lo que Dios prohíbe es lo que ahora desea evitar. Romanos 6.11-14. Se esfuerza en todas las formas de mantenerse alejado del pecado, de luchar contra el pecado, de hacer guerra contra el pecado, para obtener la victoria sobre el pecado. Hebreos 12:4.

Deja de hacer el mal y busca aprender a hacer el bien. Se desprende bruscamente de sus malas costumbres y de las malas compañías. trabaja, aunque sea paso a paso, en vivir una nueva vida.

El verdadero arrepentimiento se manifiesta al producir en el corazón un profundo aborrecimiento hacia el pecado.

La mente de una persona arrepentida se vuelve en una mente habitualmente santa. Aborrecen lo que es malo, y se adhieren a lo que es bueno. Se deleitan en la ley de Dios. Romanos 8:8-13. No significa que no pequemos nunca más, significa que cada vez que pecamos hay un dolor profundo, un aborrecimiento arraigado contra el pecado. Romanos 7:10-25. Cuando una persona está en esta condición entonces, es porque el Señor Jesucristo lo ha provisto del verdadero arrepentimiento.


Conclusiones.

El verdadero arrepentimiento nunca llega solo en el corazón de la persona. Siempre viene con un compañero, siempre viene acompañado de una fe viva en nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  

Dondequiera que hay fe salvadora, hay arrepentimiento para vida, dondequiera que hay arrepentimiento para salvación siempre hay fe salvífica.

Las dos gracias nunca se encuentran separadas, una de la otra. Así como no se puede tener el sol sin luz, o hielo sin frío, o fuego sin calor, o agua y sin humedad, nunca encontraremos la verdadera fe sin verdadero arrepentimiento, y nunca encontramos el verdadero arrepentimiento y sin una fe viva. Las dos cosas siempre van lado a lado.


domingo, 26 de abril de 2020

Hechos Historia Salutis 28. La Libertad Es Un Derecho De Origen Divino. Hechos 7.37-43.


Esteban sigue hablando elocuentemente de la vida de Moisés, ya nos ilustro con tres de las cuatro secciones en las cuales es dividido su discurso en lo que a la vida del libertador de Israel se refiere, ya nos habló de su preparación en Egipto, de su partida a la tierra de Madián como un fugitivo que fracasó en su tarea de liberar a su pueblo y acerca de su misión encomendada por DIOS y las señales que le siguieron.

Esteban al enseñarles acerca de la misión de Moisés, ser gobernante y libertador del pueblo escogido por DIOS, lo hace con la intención no solamente de presentarse como alguien que respeta la figura de Moisés, él desea ir mucho más allá y presentarlo como un prototipo de Cristo en el AT.

·         Rechazado por todos.
·         Comisionado y enviado por DIOS.
·         Gobernante y libertador.
·         Prodigios y señales.
·         El profeta prometido.

Esteban no solo muestra su respeto por Moisés, él en realidad está mostrando la totalidad de Cristo en el AT. Siempre se trata de Cristo.

En el versículo 37 leímos «Éste es el Moisés que dijo a los hijos de Israel: El Señor vuestro Dios os suscitará un profeta como yo de entre sus hermanos; a él oiréis». Así que, entre los más grandes honores que Dios le había otorgado a Moisés, se menciona aquí el que había predicho la llegada de Cristo, El Profeta por excelencia.

Ahora Esteban enfoca su discurso en la enseñanza de Moisés. Si alguien entre los que lo escuchan no ha entendido todavía que hay un paralelismo directo entre Moisés y Jesús, que oiga la profecía que Dios le dio a Moisés. En ella se compara a Moisés con otro profeta que Dios levantaría de entre los judíos. Al citar esta profecía, Esteban dice:

38. Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos;

a. “Este es aquel que estuvo en la congregación”. Una vez más Esteban insiste en que Moisés es aquel que revela la ley de Dios. ¿Qué hizo Moisés? Sirvió como mediador entre Dios y el pueblo de Israel cuando Dios les dio los Diez Mandamientos en el desierto, en el Monte Sinaí Ex. 20:1–17.

Moisés estaba en la congregación. Aquí, el griego usa la palabra ekklēsia, que literalmente significa “iglesia”. Por supuesto, el término describe al pueblo de Israel reunido en asamblea en el Monte Sinaí para escuchar a Dios cuando daba el Decálogo o los diez mandamientos que son la norma para conocer el carácter moral de DIOS:

1.    No tendrás dioses ajenos. Éxodo 20: 3.
2.    No te harás imágenes. Éxodo 20:4-6.
3.    No tomarás el nombre de DIOS en vano. Éxodo 20:7.
4.    Santificarás el día de reposos. Éxodo 20: 8-11.
5.    Honra a tu padre y a tu madre. Éxodo 20:12.
6.    No asesinarás. Éxodo 20:13.
7.    No cometerás adulterio. Éxodo 20:14.
8.    No robarás. Éxodo 20:15.
9.    No mentirás (hablar falso testimonio). Éxodo 20.16.
10. No codiciar. Éxodo 20.17.

Adán falló en permanecer FIEL al único mandamiento explícito de DIOS y con ello violó implícitamente el llamado decálogo de Moisés, estos famosos Diez Mandamientos son la esencia de la ley moral de DIOS, por eso no fue poca cosa lo que hizo Adán y el castigo de DIOS no fue exagerado de ningún modo.

En la narración de Esteban encontramos otro paralelismo entre Moisés y Jesús, F. F. Bruce dice que “así como Moisés estuvo con la ἐκκλησία entonces, Cristo está con su ἐκκλησία ahora, y sigue siendo una ἐκκλησία peregrina, ‘la asamblea en el desierto’.

b. “El ángel que le hablaba en el Monte Sinaí y con nuestros padres”. Moisés no recibió la ley en el tabernáculo cuando Dios habitó entre los israelitas, sino que recibió el Decálogo en la cumbre del monte Sinaí.

El relato del AT revela que Dios mismo habló a los israelitas desde el monte Sinaí Ex. 20:1; Dt. 5:4. Posteriormente, Dios mismo dio a Moisés las tablas de piedra en las cuales había escrito los Diez Mandamientos Ex. 31:18; Dt. 9:10. Pero la tradición judía, la que Esteban transmite al Sanedrín, enseñó que un ángel sirvió como mediador entre Dios y el hombre y así transmitió su ley al pueblo.

c. “Recibió palabras de vida que darnos”. Tenemos que aclarar que Moisés recibió numerosos mandamientos en no solo el Decálogo, en total son 613 mitzvots o mandamientos, los cuales enseñó al pueblo. Esteban los llama “palabras de vida”. Cuando Esteban los llama así, demuestra a su audiencia que tiene el mayor respeto por la ley de Moisés, que no la ha menospreciado como falsamente lo acusaron. 

Pero tengamos cuidado de pensar que al referirse a la ley como palabras de vida se refiere a que Dios dio estas leyes en voz audible o que las leyes mismas son un ente viviente. Es evidente que las cosas no ocurrieron así. Al contrario, lo que Moisés dijo a los israelitas es que la ley de Dios es su vida, por lo cual ellos están en condiciones de vivir plenamente su vida terrenal.

Una y otra vez las Escrituras afirman que la Palabra de Dios es una Palabra viva o que da vida, cuando estudiamos acerca de cosmovisión bíblica, vimos varios ejemplos de cómo la Palabra de DIOS transformó, vidas, comunidades y naciones completas, el ejemplo de Alemania, los Países Bajos y Suiza son impactantes. Hebreos 4:12. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

En los Diez Mandamientos, Dios anuncio que Él había intervenido decisiva y milagrosamente en la vida de los hebreos. Esta intervención fue radicalmente personal. Los eventos del éxodo no se pueden explicar convincentemente como una serie de eventos naturales e impersonales. No pudo caber ninguna duda en la mente de los hebreos mosaicos que Dios había sido la fuente de su liberación de Egipto. Ciertamente no había ninguna duda en la mente de la gente de la ciudad cananea de Jericó, como Rahab se lo informó a los espías una generación más tarde Josué 2:10-11.

Al identificarse como la fuente de su liberación, Dios declara Su total soberanía sobre ellos. Un Dios que interviene en la historia, no es un Dios distante. Él es un Dios de poder. El posee el poder de cambiar a las naciones, los mares, y la historia, de manera directa o por medio de agentes humanos como con Moisés. Ningún otro Dios tiene tal poder; por ello es que lo adoramos solamente a Él.

39. al cual (A Moisés) nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto,

Esteban presenta a DIOS como un DIOS personal, que se relaciona y se involucra íntimamente con los suyos al decirle al sanedrín que Dios se manifestó en el Monte Sinaí. Era Él quien había irrumpido en la historia para liberar a Su pueblo de la esclavitud. Este Dios es el amo de la historia, lo mencionamos la semana pasada, como con mano de poder humilló a los dioses egipcios por medio de las 10 plagas.

Hubo una confrontación directa entre DIOS y el Estado representado por el faraón de Egipto, Faraón, el dios falso de Egipto no sobrevivió su confrontación con el Dios de la Biblia. Así como no bubo ningún dios en Egipto capaz de detener Su liberación, esto nos enseña dos grandes verdades, primero que el pueblo de Dios debe recordar no invocar jamás a ningún otro dios en su adoración porque nadie se comprara al DIOS de las Escrituras, y la segunda, que nuestro DIOS nos ha dado como regalo el derecho a la libertad.

Son tres los derechos que DIOS le ha regalado a todos los seres humanos del planeta, no solo a sus hijos, a todos aquellos que estamos hechos a su imagen y que llevamos su semejanza, DIOS nos ha dado el derecho a la vida, el derecho a la propiedad y el derecho a la libertad y cualquiera que quiera quitárnoslos por el medio que sea, es un tirano que se levanta en contra de lo establecido por DIOS.

En Latinoamérica el Estado, la cultura y la sociedad son mayormente influenciados por el marxismo, y el marxista no cree en Dios. Marx sostuvo que la idea de Dios proviene de la mente humana, que la religión es el opio de todos lo pueblos.  Así que, según Marx, un Dios que interviene activamente en la historia para liberar a Su pueblo es un mito. Ese también fue el punto de vista de Faraón. ¿Quién es Jehova, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehova, ni tampoco dejare ir a Israel. Éxodo 5:2.

Por este motivo podemos decir que cuando el Estado no le da prioridad a DIOS y a sus mandamientos, y derechos otorgados a los seres humanos, es un auto proclamado estado mesiánico es decir ha tomado el lugar que solamente a DIOS le corresponde, por eso no es de sorprendernos que en medio de esta crisis por el COVID -19 las reuniones religiosas no hayan sido considerado como actividades esenciales, para el Estado DIOS esta relegado no solo al segundo lugar sino hasta el último plano.

Como gente de mentalidad esclavista, los israelitas preferían permanecer en la esclavitud de Egipto en vez de ejercer el dominio bajo Dios. Es por eso que repetidamente le dijeron a Moisés que querían volver a Egipto Números 11:5, 18, 20.

A estos rebeldes israelitas en el desierto Esteban llama “nuestros padres” de quienes él y todos los presentes son los descendientes físicos. Nuestros padres, dice, no quisieron obedecer a Moisés y a la enseñanza de la ley. No es que Esteban quiera recitar la historia del peregrinar de Israel por el desierto, sino que quiere dejar claro que el pueblo rechazó el no solo liderazgo de Moisés, sino que, al considerar seriamente regresar a Egipto, estaban rechazando la gracia libertadora del Señor sobre de su nación y sus vidas.

Esteban se refiere exactamente al momento cuando los doce espías volvieron de explorar a Canaán. Aunque dos de ellos, Caleb y Josué, exhortaron al pueblo a que entrara y tomara posesión de la tierra, los otros diez dieron las noticias alarmantes diciendo que Canaán estaba habitada por gigantes. Era tanto su temor que dijeron que era mejor volverse a Egipto, designando para ello un nuevo capitán. Nm. 14:4.

El rechazo de Israel hacia Moisés es un tema principal en el discurso de Esteban como lo hemos recalcado las últimas dos semanas. Por supuesto, que no regresaron los israelitas a Egipto, pero salvo Josué y Caleb, todos los que tenían más de veinte años murieron en el desierto.

De nuevo encontramos aquí el sorprendente paralelo entre Moisés rechazado por Israel en el desierto, y Jesús rechazado por los judíos. Los miembros del Sanedrín eran físicamente descendientes de los israelitas que repudiaron a Moisés y manifestaron su deseo de volver a Egipto.

40 cuando dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 41. Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se regocijaron.

A. dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros. A pesar de todo lo que Dios hizo por su pueblo, de todos los milagros realizados en Egipto, el cruce del Mar Rojo, el maná de cada día y el agua para beber, los protegió del sol durante el día con una nube y con una columna de fuego protegiéndolos del frío de noche, sin embargo, los israelitas pidieron a Aarón que les hiciera ídolos que los guiaran. Ex. 32:1-23.

Con ello dejan de manifiesto que no han puesto su fe en el Dios de Israel, sino que quieren adorar a los ídolos de Egipto. Rechazan al único y verdadero Dios, prefiriendo imágenes hechas por mano de hombre y consienten en que estos objetos sin vida les guíen, ellos salieron de Egipto, pero Egipto no salió de sus corazones, no habían cambiado su cosmovisión, para que lo entendamos mejor, no habían renovado sus mentes.

B. Además, los israelitas renuncian a Moisés como su líder con las despreciativas palabras: “a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto”. Ellos saben que Moisés ha ascendido al monte Sinaí para recibir la ley de manos de Dios, pero exclaman con impaciencia: “No sabemos qué le haya acontecido”.

Setenta ancianos de Israel, Aarón, y sus hijos Nadab y Abiú ascendieron con Moisés al monte Sinaí. Allí vieron a Dios y comieron una comida de pacto en su presencia Ex. 24:9–11. Todas estas personas eran testigos que podían hablar de la gloria de Dios y de la misión de Moisés, pero el pueblo rehusó aceptar su testimonio.

En este estado de ánimo, los israelitas deliberadamente quebrantaron el pacto que Dios había hecho con ellos y con Abraham, su padre espiritual. Despreciaron las maravillosas promesas que Dios les había hecho y rechazaron aceptar y guardar su ley. No podía ser más patético el contraste entre Moisés recibiendo los Diez Mandamientos en lo alto del monte Sinaí e Israel adorando un becerro de oro a los pies de la montaña.

Con esta ilustración de la historia judía, Esteban reconstruye un capítulo que sus contemporáneos querrían olvidar. Pone delante de ellos el relato de un incidente en el cual se muestra el pecado más descarado de Israel: el rechazo del Señor Dios, y su reemplazo por un becerro de oro.

C. “E hicieron un becerro”. No fue directamente Aarón, a quien ellos escogieron como líder para reemplazar a Moisés, sino el mismo pueblo se hizo un ídolo en la forma de un becerro. De hecho, el becerro como macho fue símbolo de fertilidad. Los estudiosos asumen que los israelitas lo hicieron de madera y lo recubrieron de oro, porque Moisés quemó el ídolo en el fuego y luego lo molió hasta reducirlo a polvo Ex. 32:20



D. “Ofrecieron sacrificio al ídolo y en las obras de sus manos se regocijaron”. Los israelitas deliberadamente transgredieron la ley de Dios que dice que no tengan otros dioses delante de él, que no se hagan imagen de cosa alguna, y que no se inclinen a ella y la adoren Ex. 20:1–4. Ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz a este ídolo y pasaron un tiempo comiendo, bebiendo, y regocijándose Ex. 32:6.

En el griego, el verbo regocijarse indica que la celebración se prolongó por algún tiempo y por el contexto en el relato de Éxodo muchos estudiosos creen que se trató de una celebración con tintes sexuales, no por nada hicieron una representación de la fertilidad en el becerro de oro.

42. Y Dios se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, casa de Israel? 43. Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas.  Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.


a. El juicio de Dios. En este punto, Esteban deja de seguir la secuencia histórica del pecado de Israel para hacer algunas observaciones apropiadas. “Dios se apartó”, les dice. Esta cláusula, sin embargo, no debe entenderse como que simplemente Dios se fue disgustado. Aunque sí lo estaba, él se los lleva a disciplina trayendo desastre sobre aquellos que han pecado contra él. Porque, aunque él ha sido bueno con su pueblo, ahora les niega sus bendiciones y les da la espalda. “los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo”.

Tenemos aquí un paralelismo con la descripción de Pablo acerca de la gente que persiste en el pecado. Dios los deja en su pecado hasta que destruyan sus vidas, como justo juicio por su desobediencia. Romanos 1:24-28.

Los ejércitos del cielo representan los cuerpos celestes, el sol, la luna, las estrellas, que Israel adoró en secreto primeramente y abiertamente más tarde. En lugar de adorar al Creador, los israelitas pusieron sus ojos en aquellas esferas creadas y se inclinaron ante ellas en adoración.

b. Registro histórico. Esteban va ahora a los escritos de los doce profetas menores, que en el canon del AT los judíos los tenían como un solo libro. Esteban cita casi palabra por palabra de la traducción griega de Amós 5:25–27.

En este pasaje, el profeta revela el disgusto de Dios con Israel, primero durante la travesía del desierto y luego durante el período de los reyes de Israel y Judá hasta el exilio a Babilonia, una vez más vemos que si bien todo está predestinado por DIOS, no podemos caer en el reduccionismo de negar la responsabilidad humana, pues si esta no existiese, DIOS nos los hubiera llevado a juicio.

An la profecía de Amós Dios hace una pregunta retórica a la cual los israelitas habrán de contestar negativamente. “¿Acaso me ofrecieron ofrendas y sacrificios por cuarenta años en el desierto, oh casa de Israel?”  Por supuesto, el pueblo ofreció sacrificios en el desierto, como es evidente a partir de la institución del sacerdocio aarónico. Sin embargo, durante la travesía por el desierto la adoración fue muy deficiente que no hubo verdadera adoración, solo fue una pantomima, solo fue algo externo, nunca una devoción interna hacia Aquel que les había dado la libertad como regalo de gracia.

Los israelitas que tenían veinte años o más no sirvieron a Dios con dedicación y amor debido a que sus corazones no estaban en conformidad con Dios. Adoraron a los ídolos en lugar de adorar a Dios. Amós da a entender a sus contemporáneos que Dios podría estar sin sacrificios, como ocurrió en el tiempo del éxodo.

Por lo tanto, el solo hecho de dar sus ofrendas no impediría que se exiliaran a Babilonia. Lo anterior implica que los sacrificios de los oyentes de Esteban no librarían al templo de Jerusalén de una eventual destrucción. La adoración a Dios no depende de sacrificios, DIOS no es como los dioses griegos que tienen que ser venerados para sobrevivir y crecer en poder, en DIOS de la Escritura sigue siendo el rey soberano del universo le adoremos o no le adoremos, y aun si le adoramos solo de labios para afuera, por eso es que es un privilegio adorar siempre a nuestro DIOS libertador.

c. Adoración a las estrellas.Llevaron el tabernáculo de Moloc, y la estrella de su dios Renfán, y figuras que hicieron para adorarlas”. El texto griego difiere en su redacción del hebreo original de Amós 5:26 el cual dice “… llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis”

Sólo nos interesa señalar la diferencia en la redacción de este pasaje y no entrar en la discusión de las diferencias. El texto griego menciona dos nombres, Moloc y Renfán. Estos dos nombres aparecen sólo una vez cada uno en el NT. Moloc era el “dios canaanita-fenicio del cielo y del sol”, o el planeta Venus. Renfán, con muchas variaciones en la forma de escribirse, es otro nombre para Saturno. En resumen, ambos nombres hablan de la adoración a los cuerpos celestes y que siguen vigentes en la actualidad, pero más sofisticados, saturno es el dios detrás de Alá para los musulmanes y Moloc es el dios del aborto.

La adoración de los israelitas había degenerado al punto de inclinarse ante las estrellas del cielo. Quizás esa práctica la mantuvieron ya durante los cuarenta años que pasaron en el desierto, porque el texto dice que levantaron santuario a Moloc. Hay un paralelo entre los adoradores de ídolos llevando el tabernáculo de dioses paganos y los levitas llevando el tabernáculo del Señor en el desierto.

d. Sentencia divina. En la última frase de la cita de Amós, “Los transportaré más allá de Damasco”, según la Biblia Hebrea y la Septuaginta, Esteban se acerca al texto desde un punto de vista histórico. Cambia la palabra Damasco por “Babilonia” con lo que demuestra obviamente que tiene en mente el exilio del reino de Judá a Babilonia. 2 Cr. 36:15–21.

Conclusiones:

Casi desde los inicios de la iglesia han existido misioneros que han trabajado y trabajan en algunos países del mundo sin resultados percibidos. Tienen que enfrentarse al rechazo por personas que pertenecen a otras religiones que gozan de la protección y respaldo de los gobernantes de esas naciones. Han experimentado la oposición de Satanás que tiene la meta de erradicar la influencia del evangelio. Esto lo aclaramos cuando entendimos que uno de los pilares de una cosmovisión bíblica es entender que Hay un conflicto entre DIOS y satanás. (No es una lucha mano a mano).

Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Biblia describe el perpetuo conflicto entre las fuerzas del mal encabezadas por el diablo, y las fuerzas del bien dirigidas por Dios.  La Biblia nunca le resta importancia a la existencia de Satanás y a su siniestro papel en la historia de la humanidad. Por el contrario, describe el origen de su rebelión contra. Dios en el cielo. Isaías 14. Ezequiel 28. Su derrota y expulsión. Lucas 10:18. Y su eventual final. Apocalipsis 20:10.

A partir de aquella rebelión inicial, la historia ha sido dominada por el conflicto de dos reinos: el de Cristo y el del Enemigo, y así como debemos de aprender a ver la historia mundial desde la óptica de la providencia de DIOS, también debemos aprender que satanás está en su contra, y también actúa e influencia la historia universal.


Si logramos entender este conflicto, como cristianos podremos comprender mejor las complejas cuestiones de la vida. Juan 15:18-27. 1ª Juan 5:19.

Observados desde este punto de vista, los variados y confusos sucesos de la historia universal y de nuestras vidas en particular, con el malo que prospera y el justo que sufre, cobran un significado más claro. Pero no nos confundamos, es un conflicto, cuyo final está escrito desde antes de la fundación del mundo: La victoria de nuestro DIOS y de Cristo.



Un Dios Santo 11: Contender con Dios Parte 1. Habacuc 1:2-4.

La máxima expresión de la ira y la justicia de Dios se pueden ver en la cruz del calvario, es ahí donde la justicia santa de Dios se hace ...