Esteban sigue hablando elocuentemente de la vida de Moisés, ya nos
ilustro con tres de las cuatro secciones en las cuales es dividido su discurso
en lo que a la vida del libertador de Israel se refiere, ya nos habló de su
preparación en Egipto, de su partida a la tierra de Madián como un fugitivo que
fracasó en su tarea de liberar a su pueblo y acerca de su misión encomendada
por DIOS y las señales que le siguieron.
Esteban al enseñarles acerca de la misión de Moisés, ser
gobernante y libertador del pueblo escogido por DIOS, lo hace con la intención
no solamente de presentarse como alguien que respeta la figura de Moisés, él
desea ir mucho más allá y presentarlo como un prototipo de Cristo en el AT.
·
Rechazado
por todos.
·
Comisionado
y enviado por DIOS.
·
Gobernante
y libertador.
·
Prodigios y
señales.
·
El profeta
prometido.
Esteban no solo muestra su respeto por Moisés, él en realidad está
mostrando la totalidad de Cristo en el AT. Siempre se trata de Cristo.
En el versículo 37 leímos «Éste es el Moisés que dijo a los
hijos de Israel: El Señor vuestro Dios os suscitará un profeta como yo de entre sus hermanos; a él oiréis». Así que, entre los más grandes honores que
Dios le había otorgado a Moisés, se menciona aquí el que había predicho la llegada
de Cristo, El Profeta por excelencia.
Ahora Esteban enfoca su discurso en la enseñanza de Moisés. Si
alguien entre los que lo escuchan no ha entendido todavía que hay un
paralelismo directo entre Moisés y Jesús, que oiga la profecía que Dios le dio
a Moisés. En ella se compara a Moisés con otro profeta que Dios levantaría de
entre los judíos. Al citar esta profecía, Esteban dice:
38. Este es aquel Moisés que estuvo
en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte
Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos;
a. “Este es aquel que estuvo en la
congregación”. Una vez más
Esteban insiste en que Moisés es aquel que revela la ley de Dios. ¿Qué hizo
Moisés? Sirvió como mediador entre Dios y el pueblo de Israel cuando Dios les
dio los Diez Mandamientos en el desierto, en el Monte Sinaí Ex. 20:1–17.
Moisés estaba en la congregación. Aquí, el griego usa la palabra
ekklēsia, que literalmente significa “iglesia”. Por supuesto, el término
describe al pueblo de Israel reunido en asamblea en el Monte Sinaí para
escuchar a Dios cuando daba el Decálogo o los diez mandamientos que son la
norma para conocer el carácter moral de DIOS:
1. No
tendrás dioses ajenos. Éxodo 20: 3.
2. No
te harás imágenes. Éxodo 20:4-6.
3. No
tomarás el nombre de DIOS en vano. Éxodo 20:7.
4. Santificarás
el día de reposos. Éxodo 20: 8-11.
5. Honra
a tu padre y a tu madre. Éxodo 20:12.
6. No
asesinarás. Éxodo 20:13.
7. No
cometerás adulterio. Éxodo 20:14.
8. No
robarás. Éxodo 20:15.
9. No
mentirás (hablar falso testimonio). Éxodo 20.16.
10. No
codiciar. Éxodo 20.17.
Adán
falló en permanecer FIEL al único mandamiento explícito de DIOS y con ello violó
implícitamente el llamado decálogo de Moisés, estos famosos Diez Mandamientos
son la esencia de la ley moral de DIOS, por eso no fue poca cosa lo que hizo Adán y el castigo de DIOS no fue exagerado de
ningún modo.
En la narración de Esteban encontramos otro paralelismo entre
Moisés y Jesús, F. F. Bruce dice que “así como Moisés estuvo con la ἐκκλησία
entonces, Cristo está con su ἐκκλησία ahora, y sigue siendo una ἐκκλησία
peregrina, ‘la asamblea en el desierto’.
b. “El ángel que le hablaba en el Monte
Sinaí y con nuestros padres”. Moisés no
recibió la ley en el tabernáculo cuando Dios habitó entre los israelitas, sino
que recibió el Decálogo en la cumbre del monte Sinaí.
El relato del AT revela que Dios mismo habló a los israelitas
desde el monte Sinaí Ex. 20:1; Dt. 5:4. Posteriormente, Dios mismo dio a
Moisés las tablas de piedra en las cuales había escrito los Diez Mandamientos Ex.
31:18; Dt. 9:10. Pero la tradición judía, la que Esteban transmite al
Sanedrín, enseñó que un ángel sirvió como mediador entre Dios y el hombre y así
transmitió su ley al pueblo.
c. “Recibió palabras de vida que
darnos”. Tenemos que
aclarar que Moisés recibió numerosos mandamientos en no solo el
Decálogo, en total son 613 mitzvots o mandamientos, los cuales enseñó al
pueblo. Esteban los llama “palabras de vida”. Cuando Esteban los llama
así, demuestra a su audiencia que tiene el mayor respeto por la ley de Moisés,
que no la ha menospreciado como falsamente lo acusaron.
Pero tengamos cuidado de pensar que al referirse a la ley como
palabras de vida se refiere a que Dios dio estas leyes en voz audible o que
las leyes mismas son un ente viviente. Es evidente que las cosas no ocurrieron
así. Al contrario, lo que Moisés dijo a los israelitas es que la ley de Dios es
su vida, por lo cual ellos están en condiciones de vivir plenamente su vida
terrenal.
Una y otra vez las Escrituras afirman que la Palabra de Dios es
una Palabra viva o que da vida, cuando estudiamos acerca de cosmovisión
bíblica, vimos varios ejemplos de cómo la Palabra de DIOS transformó, vidas,
comunidades y naciones completas, el ejemplo de Alemania, los Países Bajos y
Suiza son impactantes. Hebreos 4:12. Porque la palabra de Dios es
viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.
En los Diez Mandamientos, Dios anuncio que Él había intervenido
decisiva y milagrosamente en la vida de los hebreos. Esta intervención fue
radicalmente personal. Los eventos del éxodo no se pueden explicar
convincentemente como una serie de eventos naturales e impersonales. No pudo
caber ninguna duda en la mente de los hebreos mosaicos que Dios había sido la
fuente de su liberación de Egipto. Ciertamente no había ninguna duda en la
mente de la gente de la ciudad cananea de Jericó, como Rahab se lo informó a
los espías una generación más tarde Josué 2:10-11.
Al identificarse como la fuente de su liberación, Dios declara Su
total soberanía sobre ellos. Un Dios que interviene en la historia, no es un
Dios distante. Él es un Dios de poder. El posee el poder de cambiar a las
naciones, los mares, y la historia, de manera directa o por medio de agentes
humanos como con Moisés. Ningún otro Dios tiene tal poder; por ello es que lo
adoramos solamente a Él.
39. al cual (A Moisés) nuestros
padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se
volvieron a Egipto,
Esteban presenta a DIOS como un DIOS personal, que se relaciona y
se involucra íntimamente con los suyos al decirle al sanedrín que Dios se manifestó
en el Monte Sinaí. Era Él quien había irrumpido en la historia para liberar a
Su pueblo de la esclavitud. Este Dios es el amo de la historia, lo mencionamos
la semana pasada, como con mano de poder humilló a los dioses egipcios por
medio de las 10 plagas.
Hubo una confrontación directa entre DIOS y el Estado representado
por el faraón de Egipto, Faraón, el dios falso de Egipto no sobrevivió su confrontación
con el Dios de la Biblia. Así como no bubo ningún dios en Egipto capaz de
detener Su liberación, esto nos enseña dos grandes verdades, primero que el
pueblo de Dios debe recordar no invocar jamás a ningún otro dios en su adoración
porque nadie se comprara al DIOS de las Escrituras, y la segunda, que nuestro
DIOS nos ha dado como regalo el derecho a la libertad.
Son tres los derechos que DIOS le ha regalado a todos los seres
humanos del planeta, no solo a sus hijos, a todos aquellos que estamos hechos a
su imagen y que llevamos su semejanza, DIOS nos ha dado el derecho a la vida,
el derecho a la propiedad y el derecho a la libertad y cualquiera que quiera quitárnoslos
por el medio que sea, es un tirano que se levanta en contra de lo establecido
por DIOS.
En Latinoamérica el Estado, la cultura y la sociedad son
mayormente influenciados por el marxismo, y el marxista no cree en Dios. Marx
sostuvo que la idea de Dios proviene de la mente humana, que la religión es
el opio de todos lo pueblos. Así
que, según Marx, un Dios que interviene activamente en la historia para liberar
a Su pueblo es un mito. Ese también fue el punto de vista de Faraón. ¿Quién
es Jehova, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehova,
ni tampoco dejare ir a Israel. Éxodo 5:2.
Por este motivo podemos decir que cuando el Estado no le da
prioridad a DIOS y a sus mandamientos, y derechos otorgados a los seres humanos,
es un auto proclamado estado mesiánico es decir ha tomado el lugar que
solamente a DIOS le corresponde, por eso no es de sorprendernos que en medio de
esta crisis por el COVID -19 las reuniones religiosas no hayan sido considerado
como actividades esenciales, para el Estado DIOS esta relegado no solo al
segundo lugar sino hasta el último plano.
Como gente de mentalidad esclavista, los israelitas preferían
permanecer en la esclavitud de Egipto en vez de ejercer el dominio bajo Dios. Es
por eso que repetidamente le dijeron a Moisés que querían volver a Egipto Números
11:5, 18, 20.
A estos rebeldes israelitas en el desierto Esteban llama “nuestros
padres” de quienes él y todos los presentes son los descendientes físicos. Nuestros
padres, dice, no quisieron obedecer a Moisés y a la enseñanza de la ley. No
es que Esteban quiera recitar la historia del peregrinar de Israel por el
desierto, sino que quiere dejar claro que el pueblo rechazó el no solo liderazgo
de Moisés, sino que, al considerar seriamente regresar a Egipto, estaban
rechazando la gracia libertadora del Señor sobre de su nación y sus vidas.
Esteban se refiere exactamente al momento cuando los doce espías
volvieron de explorar a Canaán. Aunque dos de ellos, Caleb y Josué, exhortaron
al pueblo a que entrara y tomara posesión de la tierra, los otros diez dieron
las noticias alarmantes diciendo que Canaán estaba habitada por gigantes. Era
tanto su temor que dijeron que era mejor volverse a Egipto, designando para
ello un nuevo capitán. Nm. 14:4.
El rechazo de Israel hacia Moisés es un tema principal en el
discurso de Esteban como lo hemos recalcado las últimas dos semanas. Por
supuesto, que no regresaron los israelitas a Egipto, pero salvo Josué y Caleb,
todos los que tenían más de veinte años murieron en el desierto.
De nuevo encontramos aquí el sorprendente paralelo entre Moisés
rechazado por Israel en el desierto, y Jesús rechazado por los judíos. Los
miembros del Sanedrín eran físicamente descendientes de los israelitas que
repudiaron a Moisés y manifestaron su deseo de volver a Egipto.
40 cuando dijeron a Aarón: Haznos
dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la
tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 41. Entonces hicieron un
becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se
regocijaron.
A. dijeron a Aarón: Haznos dioses
que vayan delante de nosotros. A pesar
de todo lo que Dios hizo por su pueblo, de todos los milagros realizados en
Egipto, el cruce del Mar Rojo, el maná de cada día y el agua para beber, los
protegió del sol durante el día con una nube y con una columna de fuego
protegiéndolos del frío de noche, sin embargo, los israelitas pidieron a Aarón
que les hiciera ídolos que los guiaran. Ex. 32:1-23.
Con ello dejan de manifiesto que no han puesto su fe en el Dios de
Israel, sino que quieren adorar a los ídolos de Egipto. Rechazan al único y
verdadero Dios, prefiriendo imágenes hechas por mano de hombre y consienten en
que estos objetos sin vida les guíen, ellos salieron de Egipto, pero Egipto no
salió de sus corazones, no habían cambiado su cosmovisión, para que lo
entendamos mejor, no habían renovado sus mentes.
B. Además, los israelitas renuncian a
Moisés como su líder con las despreciativas palabras: “a este Moisés, el
varón que nos sacó de la tierra de Egipto”. Ellos saben que Moisés ha
ascendido al monte Sinaí para recibir la ley de manos de Dios, pero exclaman
con impaciencia: “No sabemos qué le haya acontecido”.
Setenta ancianos de Israel, Aarón, y sus hijos Nadab y Abiú
ascendieron con Moisés al monte Sinaí. Allí vieron a Dios y comieron una comida
de pacto en su presencia Ex. 24:9–11. Todas estas personas eran testigos
que podían hablar de la gloria de Dios y de la misión de Moisés, pero el pueblo
rehusó aceptar su testimonio.
En este estado de ánimo, los israelitas deliberadamente
quebrantaron el pacto que Dios había hecho con ellos y con Abraham, su padre
espiritual. Despreciaron las maravillosas promesas que Dios les había hecho y
rechazaron aceptar y guardar su ley. No podía ser más patético el contraste
entre Moisés recibiendo los Diez Mandamientos en lo alto del monte Sinaí e
Israel adorando un becerro de oro a los pies de la montaña.
Con esta ilustración de la historia judía, Esteban reconstruye un
capítulo que sus contemporáneos querrían olvidar. Pone delante de ellos el
relato de un incidente en el cual se muestra el pecado más descarado de Israel:
el rechazo del Señor Dios, y su reemplazo por un becerro de oro.
C. “E hicieron un becerro”. No fue directamente Aarón, a quien
ellos escogieron como líder para reemplazar a Moisés, sino el mismo pueblo se
hizo un ídolo en la forma de un becerro. De hecho, el becerro como macho fue
símbolo de fertilidad. Los estudiosos asumen que los israelitas lo hicieron de
madera y lo recubrieron de oro, porque Moisés quemó el ídolo en el fuego y
luego lo molió hasta reducirlo a polvo Ex. 32:20.
D. “Ofrecieron sacrificio al ídolo
y en las obras de sus manos se regocijaron”. Los israelitas deliberadamente
transgredieron la ley de Dios que dice que no tengan otros dioses delante de
él, que no se hagan imagen de cosa alguna, y que no se inclinen a ella y la
adoren Ex. 20:1–4. Ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz
a este ídolo y pasaron un tiempo comiendo, bebiendo, y regocijándose Ex.
32:6.
En el griego, el verbo regocijarse indica que la celebración se
prolongó por algún tiempo y por el contexto en el relato de Éxodo muchos
estudiosos creen que se trató de una celebración con tintes sexuales, no por
nada hicieron una representación de la fertilidad en el becerro de oro.
42. Y Dios se apartó, y los entregó
a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de
los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por
cuarenta años, casa de Israel? 43. Antes bien llevasteis el tabernáculo de
Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para
adorarlas. Os transportaré, pues, más
allá de Babilonia.
a. El juicio de Dios. En este punto, Esteban deja de
seguir la secuencia histórica del pecado de Israel para hacer algunas
observaciones apropiadas. “Dios se apartó”, les dice. Esta cláusula, sin
embargo, no debe entenderse como que simplemente Dios se fue disgustado. Aunque
sí lo estaba, él se los lleva a disciplina trayendo desastre sobre aquellos que
han pecado contra él. Porque, aunque él ha sido bueno con su pueblo, ahora les
niega sus bendiciones y les da la espalda. “los entregó a que rindiesen
culto al ejército del cielo”.
Tenemos aquí un paralelismo con la descripción de Pablo acerca de
la gente que persiste en el pecado. Dios los deja en su pecado hasta que
destruyan sus vidas, como justo juicio por su desobediencia. Romanos 1:24-28.
Los ejércitos del cielo representan los cuerpos celestes, el sol,
la luna, las estrellas, que Israel adoró en secreto primeramente y abiertamente
más tarde. En lugar de adorar al Creador, los israelitas pusieron sus ojos en
aquellas esferas creadas y se inclinaron ante ellas en adoración.
b. Registro histórico. Esteban va ahora a los escritos de
los doce profetas menores, que en el canon del AT los judíos los tenían como un
solo libro. Esteban cita casi palabra por palabra de la traducción griega de Amós
5:25–27.
En este pasaje, el profeta revela el disgusto de Dios con Israel,
primero durante la travesía del desierto y luego durante el período de los
reyes de Israel y Judá hasta el exilio a Babilonia, una vez más vemos que si
bien todo está predestinado por DIOS, no podemos caer en el reduccionismo de
negar la responsabilidad humana, pues si esta no existiese, DIOS nos los
hubiera llevado a juicio.
An la profecía de Amós Dios hace una pregunta retórica a la
cual los israelitas habrán de contestar negativamente. “¿Acaso me ofrecieron
ofrendas y sacrificios por cuarenta años en el desierto, oh casa de Israel?”
Por supuesto, el pueblo ofreció
sacrificios en el desierto, como es evidente a partir de la institución del
sacerdocio aarónico. Sin embargo, durante la travesía por el desierto la
adoración fue muy deficiente que no hubo verdadera adoración, solo fue una
pantomima, solo fue algo externo, nunca una devoción interna hacia Aquel que
les había dado la libertad como regalo de gracia.
Los israelitas que tenían veinte años o más no sirvieron a Dios
con dedicación y amor debido a que sus corazones no estaban en conformidad con
Dios. Adoraron a los ídolos en lugar de adorar a Dios. Amós da a entender a sus
contemporáneos que Dios podría estar sin sacrificios, como ocurrió en el tiempo
del éxodo.
Por lo tanto, el solo hecho de dar sus ofrendas no impediría que
se exiliaran a Babilonia. Lo anterior implica que los sacrificios de los
oyentes de Esteban no librarían al templo de Jerusalén de una eventual
destrucción. La adoración a Dios no depende de sacrificios, DIOS no es como los
dioses griegos que tienen que ser venerados para sobrevivir y crecer en poder,
en DIOS de la Escritura sigue siendo el rey soberano del universo le
adoremos o no le adoremos, y aun si le adoramos solo de labios para afuera, por
eso es que es un privilegio adorar siempre a nuestro DIOS libertador.
c. Adoración a las estrellas. “Llevaron el tabernáculo de
Moloc, y la estrella de su dios Renfán, y figuras que hicieron para adorarlas”.
El texto griego difiere en su redacción del hebreo original de Amós
5:26 el cual dice “… llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún,
ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis”
Sólo nos interesa señalar la diferencia en la redacción de este
pasaje y no entrar en la discusión de las diferencias. El texto griego menciona
dos nombres, Moloc y Renfán. Estos dos nombres aparecen sólo una vez cada uno
en el NT. Moloc era el “dios canaanita-fenicio del cielo y del sol”, o el
planeta Venus. Renfán, con muchas variaciones en la forma de escribirse, es
otro nombre para Saturno. En resumen, ambos nombres hablan de la adoración a
los cuerpos celestes y que siguen vigentes en la actualidad, pero más sofisticados,
saturno es el dios detrás de Alá para los musulmanes y Moloc es el dios del
aborto.
La adoración de los israelitas había degenerado al punto de
inclinarse ante las estrellas del cielo. Quizás esa práctica la mantuvieron ya
durante los cuarenta años que pasaron en el desierto, porque el texto dice que
levantaron santuario a Moloc. Hay un paralelo entre los adoradores de ídolos
llevando el tabernáculo de dioses paganos y los levitas llevando el tabernáculo
del Señor en el desierto.
d. Sentencia divina. En la última frase de la cita de
Amós, “Los transportaré más allá de Damasco”, según la Biblia Hebrea y la
Septuaginta, Esteban se acerca al texto desde un punto de vista histórico.
Cambia la palabra Damasco por “Babilonia” con lo que demuestra obviamente que
tiene en mente el exilio del reino de Judá a Babilonia. 2 Cr. 36:15–21.
Conclusiones:
Casi desde los inicios de la iglesia han existido misioneros que
han trabajado y trabajan en algunos países del mundo sin resultados percibidos.
Tienen que enfrentarse al rechazo por personas que pertenecen a otras
religiones que gozan de la protección y respaldo de los gobernantes de esas
naciones. Han experimentado la oposición de Satanás que tiene la meta de
erradicar la influencia del evangelio. Esto lo aclaramos cuando entendimos que
uno de los pilares de una cosmovisión bíblica es entender que Hay
un conflicto entre DIOS y satanás. (No es una lucha mano a mano).
Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Biblia
describe el perpetuo conflicto entre las fuerzas del mal encabezadas por el
diablo, y las fuerzas del bien dirigidas por Dios. La Biblia nunca le resta importancia a la
existencia de Satanás y a su siniestro papel en la historia de la humanidad.
Por el contrario, describe el origen de su rebelión contra. Dios en el cielo. Isaías 14. Ezequiel 28. Su derrota y
expulsión. Lucas 10:18. Y su eventual
final. Apocalipsis 20:10.
A partir de aquella rebelión inicial, la historia ha
sido dominada por el conflicto de dos reinos: el de Cristo y el del Enemigo, y
así como debemos de aprender a ver la historia mundial desde la óptica de la
providencia de DIOS, también debemos aprender que satanás está en su contra, y
también actúa e influencia la historia universal.
Si logramos entender este conflicto, como cristianos podremos
comprender mejor las complejas cuestiones de la vida. Juan 15:18-27. 1ª Juan 5:19.
Observados desde este punto de vista, los variados y
confusos sucesos de la historia universal y de nuestras vidas en particular,
con el malo que prospera y el justo que sufre, cobran un significado más claro.
Pero no nos confundamos, es un conflicto, cuyo final está escrito desde antes
de la fundación del mundo: La victoria
de nuestro DIOS y de Cristo.