Esteban, uno de los primeros siete diáconos de la iglesia, ha sido
arrestado por la predicación del evangelio en la sinagoga de los libertos,
judíos helénicos que llenos de envidia lo han presentado a las autoridades del
sanedrín, pero no esperaban la magnifica defensa que se encontrarían, Estaban ha
utilizado el método de retrospectiva, es decir, muy al estilo de su época él
primero hace recordar a sus oyentes momentos específicos de su historia
nacional y la forma en que el Señor guía todo providencialmente para su propia
gloria.
Esteban, por así decirlo, empieza a llamar a sus propios testigos
de descargo, el primero de ellos es ni más ni menos que el padre de la Fe y
gran patriarca de la nación de Israel: Abraham, Esteban usa partes muy
especificas de su vida, desde su llamado en Ur de los caldeos hasta su
obediencia por medio de la fe en la circuncisión, para mostrar que el pacto de
DIOS es desde mucho antes de que existiera el templo, pues recordemos que una
de las acusaciones inventadas fue que Esteban menospreciaba el Templo, algo que
era solamente una tergiversación de sus palabras en realidad Esteban se dio
cuenta que todo el Antiguo Testamento con sus tipos y figuras, incluido el
templo y los sacrificios, eran una representación de lo que un día pasaría en
la cruz del calvario.
El siguiente ejemplo de la historia de Israel es José. Esteban no
menciona a Isaac y su referencia a Jacob es en relación con José en Egipto,
Esteban más que querer dar un listado detallado de la historia de su nación, lo
que desea es tomar eventos específicos para sostener su tesis, entonces por así
decirlo él llama a su segundo testigo: José el soñador.
7:9. Los patriarcas, movidos por
envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él,10 y le libró de
todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón rey de
Egipto, el cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.
Los patriarcas son los hijos de Jacob, desde Rubén el primogénito,
hasta José el menor de todos ellos, sus medios hermanos, pues eran de madres
diferentes, le tenían envidia ¿el motivo? Que era el consentido de su padre. Génesis
37:2-4. Jacob consideraba a José su primogénito porque fue el primer hijo
que tuvo con Raquel (Gn. 30:24). Jacob amaba a Raquel, no a Lea. En su
opinión, Raquel era su primera esposa. Por eso, José recibió regalos y favores de
su padre, lo que hizo que sus hermanos lo despreciaron.
El término patriarcas aplicado a los hijos de Jacob era usual en
el período intertestamentario. Pero estos hijos no demostraron ninguna dignidad
patriarcal cuando decidieron echar a su hermano a un pozo; y luego, por veinte
piezas de plata lo vendieron como esclavo a unos ismaelitas que lo llevaron a
Egipto; finalmente, tomaron su túnica de colores, la untaron de sangre de un
cabrito y se la presentaron a Jacob. Gn. 37:23–36.
El paralelo entre la venta de José y la traición de Jesús es
obvio. José tiene una semejanza maravillosa a Cristo en muchas maneras:
1.
Su padre lo
amaba (Gn 37.3; Mt 3.17).
2.
Sus hermanos
lo aborrecían (Gn 37.4–8; Jn 15.25).
3.
Sus hermanos
lo envidiaban (Gn 37.11; Mc 15.10).
4.
Lo vendieron
por el precio de un esclavo (Gn 37.28; Mt 26.15).
5.
Lo humillaron
como siervo (Gn 39.1ss; Fil 2.5ss).
6.
Lo acusaron
falsamente (Gn 39.16–18; Mt 26.59, 60).
7.
Lo exaltaron
y honraron (Gn 41.14ss; Fil 2.9–10).
8.
Sus hermanos
no lo reconocieron la primera vez (Gn 42.8; Hch 3.17).
9.
Tomó una
esposa gentil (Gn 41.45; Hch 15.6–18).
Llevaría toda una serie de enseñanzas adentrarnos a fondo, por
ahora solo nos basta con recalcar una vez más que Toda la Escritura tiene un
tema central: El Señor Jesucristo y su maravilloso plan de salvación.
El argumento de Esteban aquí es que los judíos habían tratado a
Cristo de la manera que los patriarcas trataron a José, pero no enfocó esta
acusación sino hasta el final de todo su discurso. Así como José sufrió para
salvar a su pueblo, Cristo sufrió para salvar a Israel y a toda la humanidad;
sin embargo, los judíos no lo recibieron.
Esteban no da todos los detalles específicos del relato original,
como dijimos él esta mas interesado en probar su premisa que en dar una catedra
exhaustiva de historia, así que solo nos dice que “Dios estaba con él (con
José), y le libró de todas sus tribulaciones”.
Por la historia recopilada por Moisés en el libre de Génesis
sabemos que, en efecto, Dios cuidó de José, quien estaba solo en tierra extraña,
de hecho, en los versículos 9 a 15, el nombre Egipto ahora si aparece y seis
veces, esto no es ninguna casualidad, por el contrario, Esteban quiere resaltar
que la presencia soberana de DIOS estuvo realmente en aquel país y que José es
testigo de ello:
·
Ganó el
favor de su amo Potifar por la gracia de DIOS en él. Génesis 39:1-6.
·
DIOS lo
libró de pecar con la esposa misma de Potifar. Génesis 39:7-19.
·
En la
cárcel halló gracia delante del carcelero. Génesis 39:20-23.
·
Puso en su
camino al copero y al panadero del faraón. Génesis 40.
·
Dios le
hizo ganar el favor del faraón y le dio sabiduría divina para interpretar los
sueños y sugerirle soluciones para la hambruna que se avecinaba. Gn.
41:25–36.
·
Dios puso a
José como gobernador sobre Egipto y el palacio del Faraón. Gn. 41:37–43.
Sal. 105:20–22.
Esteban reitera que fue Dios quien hizo de José el segundo en
poder en Egipto, después de Faraón, el oficial más alto de palacio, y su
consejero en jefe Gn. 45:8. Todo esto indica, en consecuencia, que Dios
estaba en control del gobierno en la tierra de Faraón. Es un ejemplo bíblico de
que DIOS por su providencia controla todo en el cosmos, y eso incluye aun las
naciones pagas como Egipto, si bien los egipcios se entregaron a idolatría y
costumbres que van en contra de la ley de DIOS, eso no significa que no
estuviera determinado por el anticipado consejo del Señor.
Como entendimos en la mañana en nuestro tiempo de discipulado: Es
imposible entender la historia de la humanidad sin entender la Divina
Providencia.
7:11. Vino entonces hambre en toda
la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros padres no hallaban
alimentos.12. Cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros
padres la primera vez.
La hambruna predicha por José cuando interpretó los sueños de
Faraón llegó a ser una realidad afectando no sólo a Egipto sino a su vecina
Canaán. En su providencia, Dios envió a José a Egipto para que salvara las
vidas de su padre, sus hermanos y sus familias. Gn. 45:5-7. La expresión
grande tribulación describe los sufrimientos y la muerte de multitud de
personas y animales cuando por un período de siete años no hubo cosecha alguna.
Esteban simplemente afirma que los parientes de José en Canaán no
pudieron encontrar comida ni para ellos ni para sus animales. El tiempo en el
verbo griego indica que ellos seguían buscando comida, pero sin ningún resultado.
Egipto depende mucho más de las aguas del Nilo y no tanto de la precipitación
pluvial para el crecimiento de sus siembras.
Palestina, por el contrario, recibe sus lluvias que le traen las
nubes procedentes del mar Mediterráneo. Una sequía como aquella raramente
ocurre en ambos países al mismo tiempo, pero en los días de José, los habitantes
de Egipto, Canaán y todas otras tierras sufrieron la hambruna. Gn. 41:54.
Fuentes egipcias se refieren a numerosas ocasiones en que habitantes de otras
naciones, o hasta toda una nación, buscaron ayuda en Egipto durante períodos de
hambruna. Pensando en esto como antecedente, la hambruna de siete años en los días
de José tiene un respaldo histórico evidente.
Gracias a la sabiduría que Dios había dado a José, el trigo fue
almacenado en Egipto durante siete años anticipando al comienzo de la hambruna.
Cuando Jacob se enteró que los graneros en Egipto estaban llenos y que los
egipcios proveían de grano a su pueblo y a todas las naciones circunvecinas,
envió a sus hijos a comprar el grano. Génesis 41:56–57; 42:1–3.
No está claro por qué Esteban consideró necesario referirse a las
dos visitas de los hermanos de José, pero esta referencia pareciera carecer de
sentido tipológico alguno. En realidad, no hay la suficiente información en esta
parte del discurso de Esteban para establecer un paralelo entre las dos visitas
de los hermanos de José y la primera y segunda venida de Cristo como algunos
han querido mostrar.
Prefiero poner más énfasis en el mensaje central de este pasaje: DIOS
nunca desampara a los suyos. En este caso en concreto vemos como Dios salva
a su pueblo de una muerte segura en Canaán mediante el recurso de proveerle
alimento desde Egipto, pero es de llamar nuestra atención las palabras de Jacob
a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? Génesis 42:1.
¿Cómo debemos actuar los cristianos
en tiempos de crisis? Definitivamente
por la pregunta sarcástica de Jacob, podemos entender que no hacer nada, no
es una opción viable, aunque lamentablemente muchos corren al otro extremo: caer
en pánico y dejarse llevar por cualquier corriente de pensamiento que les
llega. Debemos de recordar que el mandamiento más repetido en las Escrituras
es, "No temas". ¿Por qué? Porque en cualquier crisis, somos más
propensos a ser arropados con el temor; y cuando tenemos miedo, perdemos de
vista las promesas y los mandamientos de DIOS. Comenzamos a operar en la carne
y en el ingenio del hombre, y no en la gracia y el poder de DIOS.
En tiempos de crisis, lo primero que un hijo de DIOS debe de hacer
es confiar en las promesas de DIOS. Lucas 12:7. El temor siempre saca lo
peor que hay en las personas; por eso el justo vive por, y para fe. Si bien es
cierto que estamos en medio de una pandemia, no deberías entrar en histeria
colectiva. El pánico tiene varias consecuencias gravísimas, algunas de ellas
son:
1.
Crea más tensión
mental y emocional.
2.
Debilita el
sistema inmune para pelear infecciones.
3.
Nubla la
mente, lo que lleva a una disminución en el juicio lógico.
4.
Nos hace
más dóciles para aceptar como verdad el pensamiento predominante de los medios
de comunicación, que puede o no ser cierto.
5.
Para
nosotros como cristianos, nos lleva a la ansiedad, lo que nos puede llevar a
todo tipo de pecados graves.
Amado hermano no cedas al pánico que mueve a las masas. El miedo
es la herramienta del enemigo para engañarnos y destruirnos. Nosotros caminos
por fe y para fe. ¿Cómo se fortalece la fe? Simple: por la palabra de DIOS. Romanos
10:17. Lee, ora, reflexiona sobre las promesas de DIOS. No temas lo que
teme el mundo; teme a DIOS, témele a ÉL solamente, recuerde, la sangre de CRISTO
no es un amuleto que te protege de enfermedad o aflicción; es el precio de
nuestra salvación.
Las crisis revelan las convicciones que hay en los corazones de
los hombres. ¿Qué ha revelado esta crisis pandémica? Todavía es muy prematuro
para decir a plenitud, pero de una cosa sí estoy seguro: se esta dando una
confianza casi ciega de las masas en el Estado, hay una plena confianza, casi total,
en los gobiernos ineptos de los hombres, que por siglos ya, han pervertido la
ley de DIOS y en su lugar han impuesto sus ideales, como el marxismo cultural y
todas sus ideologías hijas.
Tengamos cuidado de que manipulen
nuestras emociones y nuestras convicciones con el pánico, seamos prudentes y
sobre todo centrados en la Palabra de DIOS.
Por favor hermano entiéndalo, el Estado no es la solución a esta
pandemia, por lo contrario, hasta ahora, ha sido el principal mal administrador
de esta crisis, no solo en nuestro país, sino en los de la mayoría del mundo. ¿Qué
hacer entonces? Como los hijos de Jacob, salir a buscar alimento, confiados en
que DIOS proveerá, en nuestro caso especial por la pandemia:
·
Cuidar de
los grupos vulnerables: ancianos, enfermos crónicos, etc.
·
Salir lo
menos posible, pero por cuidado no por miedo.
·
Lavarnos
las manos continuamente.
·
Evitar
estresarnos de más, recordemos que DIOS controla desde el primero hasta el
último átomo en el universo.
¿Seguirnos congregando? Si no pertenecemos a ningún grupo
vulnerable, y de ningún modo se nos dificulta entonces, por supuesto que sí, no
es recomendable regalar nuestra conciencia al Estado, pocos lo alcanzan a ver,
pero si logran manipularnos en esto, lograran después todo lo que deseen hacer
de nosotros.
Solamente le doy un par de consejos en el área espiritual:
1.
Si usted
decide congregarse NO se sienta superior a nadie más, es por la gracia de DIOS
que ha tomado esta decisión.
2.
Si alguien
decide no seguirse congregando y seguir en línea los servicios, no juzgue de
exceso de confianza o presunción a quienes sí seguiremos adelante.
Personalmente tengo solamente una razón para seguirme congregando:
el domingo es el día del Señor, y es Él quien me dice que hacer, no el
Estado. (Nerón quema Roma).
Pero no todo en esta pandemia ha sido malo, hay algo bueno que
rescatar, por ejemplo, las Ideologías que probaron ser inútiles:
·
El
feminismo: ahora sí
no salen de casa, obedecen al Estado opresor, además hay casos de
embarazadas infectas cuyos bebés no lo están porque son una persona aparte.
·
La
ideología de género: solamente
hay hombres y mujeres infectados, los demás géneros o son inmunes o no existen.
·
El falso
evangelio de prosperidad: todos sus
exponentes calladitos y guardados en casita, eso sí, pidiendo dinero en línea y
hablando del fin del mundo.
Además, ha probado que lo que en realidad es útil y necesario es:
·
La familia unida.
(hijos que cuidan a sus padres, y padres que atienden a sus hijos)
·
El patriarcado
(la tasa de mortalidad es casi 60% más alto para los hombres que para las
mujeres, ya que los hombres están más expuestos en trabajos necesarios y, en
promedio, salen más a menudo para traer alimentos y suministros a sus hogares).
·
Mujeres
femeninas, higiénicas y maternas (es decir, conservadoras).
·
Educación
en casa es posible.
·
La fe cristiana
en el hogar que levanta el ánimo y nos hace más inmunes ante las infecciones.
(una forma más en que el Señor nos guarda).
·
La
oportunidad de ser sal y luz del mundo, sirviendo de ejemplo al no caer en
pánico. (si se presenta la oportunidad prediquemos el evangelio)
7:13. Y en la segunda, José se dio
a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a Faraón el linaje de José.14. Y
enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de
setenta y cinco personas.
Esteban omite detalles en su relato, en específico la situación con
Benjamín, el hermano de José y dice sólo que José se dio a conocer a sus
hermanos. Cuando fue vendido como esclavo a Egipto, José tenía diecisiete años
de edad. Veinte años más tarde, Génesis 41:46, 53, sus hermanos no le
reconocieron. José vestía de ropa egipcia, hablaba a través de un intérprete, y
estaba rapado y rasurado como los egipcios.
Después de haber transcurrido dos años de la hambruna José reveló
su identidad a los hijos de Jacob, tenía treinta y nueve años ya. Génesis
45:6. Debido a la autoridad e influencia que tenía, los miembros de su
familia fueron presentados a Faraón, quien los invitó a que junto con su padre
se establecieran en Egipto.
Aunque la hambruna duraría todavía otros cinco años más, Jacob y
su familia pudieron instalarse en el fértil delta del Nilo, en la tierra de Gosén;
Génesis 46:28. Aquí sus rebaños tendrían suficiente alimento para
sobrevivir en tanto José proveyó alimento para todos los miembros de toda la
familia de su padre. Como se lo dijo a sus hermanos, “Dios me envió delante
de vosotros, para preservaros prosperidad sobre la tierra, y para daros vida
por medio de gran liberación” Génesis 45:7.
¿Hay alguna discrepancia entre el relato del AT, que dice que eran
setenta las personas que formaban la familia de Jacob, y el NT, que habla de
setenta y cinco?
Los eruditos bíblicos han ofrecido varias soluciones a este
problema, pero la mejor ha venido de la traducción griega del AT, la
Septuaginta, que dice que los que entraron a Egipto con Jacob sumaban sesenta y
seis. El texto excluye a Jacob y a José y agrega a nueve hijos de José, lo que
hace un total de setenta y cinco. El registro dado en la Biblia hebrea y sus
traducciones es de sesenta y seis personas, más Jacob, José, y dos hijos de
José, todo lo cual suma setenta
7:15. Así descendió Jacob a Egipto,
donde murió él, y también nuestros padres; 16 los cuales fueron trasladados a
Siquem, y puestos en el sepulcro que a precio de dinero compró Abraham de los
hijos de Hamor en Siquem.
Los judíos daban gran importancia al hecho de que Jacob y sus
hijos fueron sepultados en Canaán. Jacob dio instrucciones a José para que lo
sepultara en la tumba de Macpela, cerca de Mamre, en Canaán. Génesis 50:5-13.
A su vez, José dijo a los descendientes de Jacob que sacaran sus
huesos de Egipto. Gn. 50:25; Ex. 13:19. Siglos más tarde, los israelitas
lo enterraron en la tierra que Jacob había comprado a los hijos de Hamor. Josué
24:32. La Biblia no provee información acerca de la muerte y sepultura de
los hermanos de José.
Asumimos que la razón para que José fuera sepultado en Siquem es
que esta tierra fue heredada por sus descendientes (Jos. 24:32). Por lo tanto,
José fue sepultado en su propia herencia. “[Sus cuerpos] fueron trasladados a
Siquem y puestos en el sepulcro que a precio de dinero compró Abraham de los
hijos de Hamor en Siquem”.
Encontramos aquí una inconsistencia: Abraham compró la cueva de
Macpela a Efrón el hitita por cuatrocientos siclos de plata (Gn. 23:15). Y
Jacob compró un pedazo de tierra a los hijos de Hamor en Siquem por cien piezas
de plata (Gn. 33:19). Antes de seguir más adelante, sin embargo, veamos de nuevo
los versículos precedentes (vv. 14–15).
Esteban y su audiencia conocían las Escrituras lo suficientemente
bien como para que una simple referencia les permitiera recordar todo el
relato. Cuando Esteban dice, “sus cuerpos”, los miembros del Sanedrín sabían
que él tenía en mente a Jacob y a José y que estos dos fueron sepultados en
lugares diferentes: Jacob en la cueva de Macpela que había comprado y José en
el pedazo de tierra que había comprado en Siquem. El nombre Abraham en el
versículo 16b trae a la mente la cueva de Macpela en Hebrón, donde Jacob fue sepultado.
Y Siquem es el lugar donde los israelitas enterraron los huesos de José. Los
dos relatos han sido incluidos en una breve frase.
Conclusiones:
Las inclusiones y omisiones que hace Esteban en su recuento
histórico, entonces, reflejan su deseo de mostrar a los miembros del Sanedrín
que Dios cuidó de los patriarcas en tierra extraña, recordemos que una de las
acusaciones era que Estaban blasfemaba contra DIOS, con este relato, esteban
demuestra que no es cierto, que él considera la providencia divina como algo
digno de agradecer.
A los diecisiete años de edad, José fue vendido como esclavo,
llevado a Egipto, tentado por una seductora mujer, encarcelado, y abandonado.
Pero Dios estaba con él. Y esa seguridad fue suficiente para que el joven
huyera de la tentación, gracias a lo cual fue lleno de sabiduría divina para
aconsejar a Faraón, para que su fe fuera firme en medio de la idolatría egipcia
y finalmente poder perdonar a sus hermanos. José, por lo tanto, entendió que
Dios lo había enviado a Egipto para salvar a sus familiares de la inanición y
que las adversidades que tuvo que confrontar habían sido divinamente diseñadas
para hacer cumplir los propósitos de Dios: la salvación de su pueblo (Gn.
50:20).
Las pruebas que proceden de la mano de Dios, entonces, son una
fuente de inenarrables bendiciones.
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