domingo, 12 de abril de 2020

Hechos Historia Salutis 26: Moisés El Tercer Testigo De Esteban. Hechos 7:17-29.



Esteban esta frente al mismo sanedrín que condenó a nuestro Señor Jesucristo y esta dando una cátedra del AT para refutar los cargos en su contra, cargos que a todas luces fueron una tergiversación de sus palabras, primero llamó de testigo al gran patriarca Abraham para mostrar que él jamás ha blasfemado en contra del Templo del Señor, Esteban recalca el hecho de que Abraham y su descendencia deben servir y adorar a Dios sin la ayuda de un tabernáculo o un templo. El pacto, por lo tanto, reemplaza al templo y sus servicios.

Tanto Esteban como sus oyentes están en una relación de pacto con Dios. Para ellos el pacto eterno que les llegó a través de Abraham y los patriarcas es básico. El cargo de blasfemia contra Esteban no tiene sentido, porque Esteban demuestra que él ha guardado el pacto a través de amar y servir a Dios, ha guardado el pacto de DIOS.

Su segundo testigo es José, bisnieto de Abraham apodado “el soñador”, Esteban le demuestra al Sanedrín que Dios cuidó de los patriarcas en tierra extraña por medio de la vida de José, recordemos que una de las acusaciones era que Estaban blasfemaba contra DIOS, con este relato, esteban demuestra que no es cierto, que él considera la providencia divina como algo digno de agradecer.

Hasta aquí, Esteban ha demostrado elocuentemente que él no ha blasfemado contra Dios ni ha deshonrado su nombre ni contra el templo. Ahora se apresta a responder a los cargos de que ha blasfemado en contra de Moisés, de hecho, él dedica gran parte de su discurso a hablar de la vida, misión y enseñanza de Moisés.

7:17. Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, 18 hasta que se levantó en Egipto otro rey que no conocía a José. 19. Este rey, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusiesen a la muerte a sus niños, para que no se propagasen.

La nueva fase en la historia del pueblo de Dios es el cumplimiento de la promesa que Dios había hecho cuatrocientos años antes a Abraham. Esta promesa, por supuesto, está relacionada con la numerosa descendencia de Abraham y la herencia de Canaán. Gn. 15:5-7.

Dios determina que transcurran cuatro siglos durante los cuales la familia de Jacob creció y llegó a formar una nación. Ex. 1:7. Moisés revela que en los días del éxodo había seiscientos mil hombres a pie, sin contar a las mujeres y a los niños en Ex. 12:37; Nm. 1:46. Estudiosos estiman que el total haya sido de aproximadamente un millón y medio o hasta dos millones de personas las que salieron de la esclavitud.  

Dios había determinado de antemano el tiempo, primero para el crecimiento de la nación y segundo para su eventual éxodo de Egipto. El tiempo entre la muerte de José y la aparición de aquel faraón que no conocía a José se calcula en unos doscientos años. José alcanzó la edad de 110 años (Gn. 50:26). El faraón que ya no tuvo consideración por José ni se preocupó por sus descendientes perteneció a la dinastía decimoctava. Se llamaba Tutmosis I.

Fue extremadamente cruel y dictó el decreto para destruir a todos los niños varones nacidos en las familias hebreas. Ex. 1:16-22. Satanás odia a la raza humana y en específico se ensaña con los niños: Mateo 2:13-15. 2ª Reyes 17:17. 2ª Reyes 23:10. Jeremías 7:31-32.

Una práctica detestable de los pueblos paganos que conquistó la nación de Israel era el ofrecer niños en honor a su dios Moloc, literalmente quemaban vivos a los niños bajo el altar de su dios. Es este uno de los varios motivos por los cuales el Señor le ordenó a su pueblo acabar con las naciones a su alrededor, era un juicio sobre sus prácticas inmundas y una forma de prevenir que cayeran en ellas, sin embargo, como sabemos Israel falló estrepitosamente, pues ellos también cayeron en esta horrible tradición.

Los alteres modernos son las clínicas pro aborto y el Moloc actual es la detestable organización Planned Parenthood que irónicamente en español significa planificación familiar, no es la única, pero si es la más fuerte en cuanto a presencia e infraestructura se refiere a nivel mundial. En nuestro país (México) su representante es la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar, A.C. MEXFAM.

¿Por qué el cristianismo conservador se opone a la práctica del aborto? La respuesta a estas alturas para nosotros debe ser más que obvia Génesis 1:26-27 dice que: Todos los seres humanos, sin distinción y sin excepción somos creados a la imagen y semejanza de DIOS. Además, La dignidad humana se basa en la suprema enseñanza bíblica de la Encarnación de Cristo. Juan 1:14. Somos criaturas con tal valor para DIOS, que el Verbo decidió tomar nuestra forma para salvarnos.

Esta es la base de los derechos humanos, es motivo por el cual los cristianos nos oponemos enfáticamente al asesinato en todas sus vertientes: venganza, genocidio, por poder, eutanasia y por su puesto el más cruel de todos, el aborto.

El aborto es asesinar a un ser humano hecho a la imagen de DIOS, tan valiosa es esa imagen en nosotros, que Jesucristo tomó forma humana, si fue una condición humillante, desde el pesebre hasta la cruz, pero el que lo haya soportado nos da una muestra del amor incondicional de DIOS por la corona de su creación: el ser humano. Salmo 8:4-6.

Providencialmente Aarón, el hermano mayor de Moisés, nació antes de que se publicara tal decreto. Tutmosis I ascendió al trono, aparentemente, antes del nacimiento de Moisés (aproximadamente en el 1530 a.C.).

Moisés revela que este faraón puso a los israelitas bajo el régimen de trabajos forzados en la construcción de las ciudades de Pitón y Ramesés. Ex. 1:11. Esteban dice que Faraón se aprovechó del pueblo judío, porque los trabajos forzados causaron la muerte de incontables esclavos hebreos. Faraón quería controlar el crecimiento de la población, pero Dios frustró sus propósitos al dar a los israelitas un fenomenal crecimiento numérico.

Los egipcios fueron crueles con los esclavos no sólo por obligarles a hacer cualquier tipo de trabajo, sino por ordenar a las parteras que mataran a todos los niños hombres que nacieran dentro del pueblo de Israel. Ex. 1:15–16. Pero a pesar de todo eso, los hebreos continuaron aumentando en número. Como una última medida, Faraón ordenó que todos los niños israelitas varones fueran ahogados en el Nilo Ex. 1:22.

Podemos hacer aquí dos observaciones. Primero, la destrucción de los niños varones en Egipto tiene su paralelo con la muerte de los niños en Belén cuando nació Jesús. Mt. 2:16. Las vidas de Moisés y de Jesús fueron salvadas, y Moisés sirve como un tipo de Cristo. Segundo, a través de la continua crueldad de Faraón contra los israelitas, Dios los preparó para su libertad y el éxodo y les dio el deseo de viajar hasta la Tierra Prometida.

20. En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre. 21. Pero siendo expuesto a la muerte, la hija de Faraón le recogió y le crio como a hijo suyo. 22. Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras.

En aquellos días tan críticos nació Moisés, en la tribu de Leví. Ex. 2:1–2. La familia incluía a dos hermanos mayores: María y Aarón. El AT tanto como el escritor de los Hebreos afirman que Moisés era hermoso Ex. 2:2; Heb. 11:23. Otras versiones dicen que “no era un niño ordinario”.

Los padres de Moisés aceptaron a este hermoso niño como un regalo de Dios y, por lo tanto, no pensaron en abandonarlo. Durante tres meses lo protegieron y ocultaron de la vista y oídos de los soldados de Faraón. Pero llegó el tiempo en que había que tomar una decisión. Sus padres, entonces, confeccionaron un canasto hecho de papiro y lo calafatearon con brea; pusieron al niño adentro y lo escondieron entre los juncos del río Nilo. Luego instruyeron a Miriam a que se quedara cuidando a Moisés.

La hija de Faraón vino al río a darse un baño. Cuando sus asistentes vieron al niño, lo sacaron del agua y lo trajeron a la princesa. Ella lo adoptó como su hijo y lo llevó al palacio real. Ex. 2:10. Vemos la providencia de Dios protegiendo a Moisés en días cuando otros niños israelitas morían por la crueldad de Faraón.

Medite un momento, era un bebé de tres meses, puesto en una canasta en el río, de padres judíos, es decir que estaba en la lista del Estado para ser asesinado, cualquier egipcio, fuera guardia o no, ponía en riesgo su vida, si lo queremos ver así estaba totalmente desprotegido en el aspecto natural, sin embargo, sobrevivió porque estuvo completamente al cuidado de la providencia de DIOS. Ya lo entendimos la semana pasada: DIOS siempre cuida de sus hijos, no importa que no podamos ver su mano sobre nuestras vidas y, al contrario, no importa que veamos a nuestro alrededor circunstancias adversas que amenazan nuestras vidas, eso no significa que DIOS no tenga el control. Salmo 11.

Moisés llegó a ser parte de la familia de Faraón cuando la princesa lo adoptó. Aunque el AT no dice nada sobre la preparación que Moisés recibió en la corte real, Esteban sigue la tradición y dice que Moisés recibió una educación “en toda la sabiduría de los egipcios”.

En los antiguos tiempos, Egipto fue un gran centro de estudio, conocimiento y sabiduría, por lo tanto, Moisés probablemente estudió filosofía, matemáticas, literatura y retórica. Estas disciplinas lo hacían apto para desempeñar un papel de liderazgo.

Esteban es breve y va al grano. Sólo dice que Moisés, “era poderoso en palabras y hechos”. Por supuesto, como líder de los israelitas, Moisés repetidamente demuestra su habilidad para hablar bien en la presencia de Faraón o de dirigirse al pueblo de Israel. Su autoevaluación de que era tardo para hablar Ex. 4:10, debe ser entendida como una excusa para ser destituido de la tarea que Dios estaba poniendo encima. El AT muestra que no fue Aarón sino Moisés quien habló elocuentemente y realizó numerosos milagros. Sin duda que Moisés fue poderoso en palabras y obras.

El siguiente párrafo en el discurso de Esteban muestra la edad de Moisés y su incapacidad para ser un líder. Aunque tiene cuarenta años, todavía no está listo para asumir un papel de dirigente. Necesita más tiempo para prepararse para la misión que Dios le ha dado.

23. Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. 24. Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. 25. Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; más ellos no lo habían entendido así.

a. “Cuando hubo cumplido Moisés la edad de cuarenta años”. Aunque el AT no nos dice qué edad tenía Moisés exactamente cuándo huyó a Madián, el NT si lo hace, también sabemos que tenía 80 años cuando se presentó ante el faraón con su hermano Aarón Ex. 7:7, y que tenía 120 años cuando murió Dt. 34:7.

La tradición judía dice que a los 40 años huyó de Egipto, que vivió en Madián otros 40, y que guio al pueblo israelita otros 40. Según esto, su vida se divide en tres períodos iguales de 40 años cada uno.

·         40 creyendo que era alguien importante.
·         40 años creyendo que no era nadie.
·         40 años viendo como DIOS obra con un don nadie.

b. “Decidió visitar a sus hermanos, los hijos de Israel”. El escritor de Hebreos explica que Moisés no quiso ser conocido como hijo de la hija de Faraón, prefirió ser parte del pueblo de Dios, que era brutalmente maltratado por el faraón. Heb. 11:24–25. Moisés se identificó con los descendientes de Abraham, el pueblo del pacto con Dios. A pesar de su educación en el palacio de Faraón, él era un israelita de corazón.

Por eso, a los cuarenta años, decidió visitar a sus hermanos. Cuando decidió identificarse con sus esclavizados y oprimidos compatriotas, no sólo declaró ser descendiente físico de Abraham, sino que también declaró ser su descendiente espiritual por su fe en Dios. Heb. 11:26. El texto griego dice literalmente, “subió en su corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel”. Esto significa que era Dios quien estaba actuando en su corazón, poniendo el querer como el hacer. Entonces, la palabra visitar en este versículo significa más que una reunión social; implica ayudar a alguien en necesidad.

c. “Y al ver a uno que era maltratado por un egipcio”. Cuando dejó el palacio real para unirse a los suyos, estaba exponiéndose a la furia de Faraón por romper los vínculos con la familia egipcia en favor de identificarse con los hebreos. Además, también corrió el riesgo de ser mal interpretado por los israelitas, que lo veían como a un miembro de la familia real.

Cuando vio a un egipcio maltratando a un israelita, acudió en ayuda de éste, golpeando al egipcio opresor hasta causarle la muerte. El Texto Occidental de los manuscritos griegos, siguiendo el relato del AT, agrega que Moisés lo enterró en la arena Ex. 2:12. Aparte de la cuestión de si Moisés tuvo alguna justificación para tomar la ley en sus propias manos, el hecho probó que se autodescalificó para asumir la posición de líder. Era necesario todavía que aprendiera Moisés la lección de mansedumbre antes de llegar a ser un líder efectivo.

d. “Pero él pensaba que sus hermanos comprenderían que Dios les daría libertad por mano suya”. Moisés era de la opinión de que Dios lo había escogido a él para liberar a los israelitas y que éstos lo reconocerían como su líder. Él era una persona madura que había recibido una excelente educación en la cultura egipcia. Tenía una genuina fe en el Dios de Israel, quien había prometido liberar a su pueblo de la esclavitud cuatrocientos años después de haber dado a Abraham la promesa que heredaría la Tierra Prometida Gn. 15:13.

Los israelitas guardaban este conocimiento, quizás a través de la tradición oral, y esperaban pacientemente por la libertad. Sin embargo, aun cuando Moisés haya estado al tanto de esta profecía divina, sus compatriotas no lo aceptaban como su libertador. Esteban dice, más ellos no lo habían entendido así”.

Podemos entender entonces que Moisés desde que supo que era de la nación de los esclavos e investigó su genealogía y se entero del pacto del Señor con su padre Abraham, decidió pertenecer mejor a su pueblo natal que a la nación egipcia, y él mismo se auto percibía como el hombre que los librería de la esclavitud, después de todo, tenía una amplia y excelente preparación en todas las áreas necesarias, también conocía la burocracia egipcia, sabía lo que se necesitaba para poder liberar a sus compatriotas, al menos los sabía humanamente hablando, por eso es que bajó a visitarlos con el propósito de darse a conocer y comenzar la revolución, lo que no contaba era que, aunque también eran los planes de DIOS que él fuera el libertador de su pueblo, no era la manera en que DIOS lo tenia diseñado.

26. Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? 27. Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio? 29. Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos.

a. “Y al día siguiente”. El día siguiente probó ser un día decisivo para Moisés. Al regresar donde los israelitas, estaba indicando que su rompimiento con la familia real era permanente. Esperaba que sus compatriotas le aceptaran como el líder provisto por Dios para liberarles de la cruel esclavitud. Sin embargo, estaba muy equivocado. Cuando volvió con sus hermanos, vio a dos de ellos peleando y con ganas de herirse el uno al otro. Trató de intervenir como un pacificador, diciéndoles, “Varones, son hermanos. ¿Por qué se maltratan el uno al otro?”

En este punto, Esteban no sigue el texto del AT, sino que está dando el significado de la pregunta original de Moisés, “¿Por qué golpeas a tu prójimo?” Ex. 2:13.

Moisés enfatiza el concepto hermanos no en el sentido de que estos dos hombres pertenecieran a una misma familia, sino que eran miembros de la misma raza, la hebrea. Moisés, por tanto, llamó su atención a su nacionalidad. Cuando les preguntó por qué estaban golpeándose el uno al otro, indirectamente estaba refiriéndose a las heridas que habían recibido los israelitas de mano de los capataces egipcios, pero sin querer llamó la atención a su propio ataque fuerte y fatal contra un egipcio.

b. “¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?” En lugar de alcanzar la armonía con los hombres a quienes estaba tratando de ayudar, encontró el repudio y el desaire. El israelita que estaba golpeando a su compatriota trató de poner a Moisés a un lado, no física sino verbalmente, con un ataque que le hizo sentir miedo.

Con atrevimiento desafió a la autoridad de Moisés de venir a los israelitas como un gobernante o un juez. Con esta pregunta, el hebreo aquel, rechazó a Moisés como el hombre llamado por Dios para liberar a su pueblo. El rechazo fue tanto físico como espiritual. El israelita, reconociendo en Moisés evidencias de la cultura egipcia, no quiso reconocer en él a un israelita. Y en su ceguera espiritual, cerró sus ojos al plan de Dios para su salvación.

c. “¿Quieres tú matarme como mataste ayer al egipcio?” Esteban está citando exactamente la Septuaginta. Moisés se desesperó. Sabía que no podía regresar a la corte del faraón después de haber roto con la familia real. Sabía que cuando el faraón oyera de la muerte del egipcio, trataría de matarle a él también Ex. 2:15. Por el otro lado, no encontraría refugio entre sus propios hermanos. El rechazo rudo de aquel israelita se lo sugería así. No le quedaba otra alternativa que huir y buscar refugio en tierras extrañas.

También Moisés en cierto modo es un tipo de Cristo, rechazado por los hombres y rechazado por DIOS, por eso colgó en el madreo, suspendido en el aire, ni del cielo ni de la tierra, todo por amor a nosotros, todo por poner su vida en nuestro lugar.

d. “Moisés huyó, y vivió como refugiado en tierra de Madián”. Debido a que los madianitas eran nómadas, gente que andaba por doquiera en busca de buenos pastos para su ganado, no es posible definir con exactitud las fronteras de Madián. La mayoría de los estudiosos lo ubica en el lado este del golfo de Akaba, en la actual Arabia Saudita. Quizás se extendía hasta o incluía la península de Sinaí, porque Moisés pastoreó los rebaños de Jetro hasta el lado más lejano del desierto, cerca de Horeb (Sinaí). Las Escrituras llaman a Jetro, el suegro de Moisés, sacerdote de Madián Ex. 3:1. Este fue el lugar al cual Moisés huyó y en el cual vivió como extranjero por cuarenta años.

e. “Donde tuvo dos hijos”. Intencionalmente Esteban agrega que Moisés tuvo dos hijos. En el contexto histórico al cual Esteban se refiere, Moisés huyó a Madián, fue recibido en el hogar de Jetro, se casó con Séfora, una de las siete hijas de Jetro, pero tuvo un solo hijo Ex. 2:16–22.


Por un escrito posterior que describe el éxodo, sabemos que Moisés tuvo dos hijos: Gersón y Eliezer. Esteban trae a la memoria este último pasaje porque da una explicación de los nombres de los hijos de Moisés: Gersón significa “forastero”, y Eliezer, “mi Dios es mi ayuda” Ex. 18:3–4.

Durante los cuarenta años que vivió en Madián, Moisés nunca llegó a considerarse madianita. Como lo demuestran los nombres de sus hijos, se mantuvo como extranjero que puso su confianza en el Dios de Israel.

Conclusiones:

Esta parte del discurso de Esteban, donde trata sobre la vida de Moisés, generalmente se divide en cuatro secciones, su preparación y su partida, que son las que vimos hoy, su misión y su enseñanza, que veremos más adelante.

En esta parte de su preparación y su partida, Esteban muestra claramente que los israelitas rechazaron a Moisés como su libertador, y así él destaca un tema que es relevante a Israel: el rechazo. El tema del rechazo aparece no sólo en el discurso de Esteban, sino que también existe a lo largo de toda la historia de Israel. El pueblo judío se destaca por continuamente rechazar la gracia de Dios.

En sus palabras, Esteban busca recordar a su audiencia de esta característica negativa que ha obstruido las relaciones de Israel con Dios. En esta parte de su discurso, Esteban no deja dudas de que siente un gran respeto por Moisés. Por lo tanto, las acusaciones de sus oponentes, que dicen que él ha blasfemado el nombre de Moisés, son absolutamente sin fundamento.

Aplicación:

Como ya dijimos Moisés pasó 40 años creyendo ser alguien cuando vivía en el palacio de Faraón, otros 40 años creyendo ser nadie cuando huyó al desierto para ser pastor de ovejas y los últimos 40 años viendo lo que DIOS hace con un don nadie que se rinde por completo al propósito divino

El catalizador para que Moisés comenzara su viaje hacia la Gracia de DIOS fue su rotundo fracaso al intentar por sus medios libertar al pueblo de Israel. Los Fracasos En Nuestra Vida, Muchas Veces Son La Antesala A Vivir Exclusivamente Dependientes De La Gracia De DIOS.

Moisés tuvo que aprender que él era demasiado fuerte y arrogante como para ser usado por DIOS, aún quedaba mucho de Egipto en Moisés, sobre todo el orgullo, motivo por el cual DIOS se las arregló para volverlo débil, vulnerable y sobre todo humilde.

Qué cambio de vida tan drástico, un día era príncipe en Egipto y al siguiente era un fugitivo, un día durmiendo en las comodidades del palacio, al siguiente a dormir a la intemperie, cambiaron las ropas reales por túnicas andrajosas de pastor, el olor a perfumes caros por el olor a excrementos de ovejas, de príncipe de Egipto a pastor de ovejas y para los egipcios bajo cuya mentalidad creció, los pastores eran de lo más bajo, eran abominables. Génesis 46:34. Éxodo 3:1. DIOS Nos Ama Tanto Que Usará Si Es Necesario El Dolor Para Llevarnos Al Punto De Dependencia Total De Él, Tal Como Lo Hizo Con Moisés.

DIOS tenía planes para Moisés en el desierto, sus primeros 40 años de vida habían sido de majestuosidad, los últimos 40 años serian de milagros, pero los 40 años de en medio serian de miseria, pues debía aprender a descansar en DIOS y depender solo de Él.

El día de hoy vamos a permanecer en Cristo por medio de uno de los sacramentos que él instituyo: la santa cena. Sobre todo, a la luz de que el día de hoy se celebra un año más de su gloriosa resurrección de entre los muertos. 1ª Corintios 11:17-29.

La cena es para celebrarse en la comunidad de los santos única y exclusivamente, ni en línea ni en casa con mi familia es correcto celebrarla.



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