El Evangelio De Juan 82: Si Crees Verás La Gloria De DIOS. Juan 11:36-44.

En el capítulo once del evangelio de Juan encontramos el relato que narra la enfermedad, muerte y posterior resurrección milagrosa d Lázaro de Betania, amigo de Jesús y hermano de Marta y de María, este relato comienza con Jesús lejos de la aldea donde Lázaro convalecía enfermo, al pasar los días muere, lo cual deja desconsoladas a sus hermanas.

Pero Jesús ya les había mandado un mensaje claro: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la Gloria de DIOS, por este motivo es que ambas, Marta y María permanecían firmes, como viendo invisible, seguras de que las palabras de Jesús se cumplirían a la letra.

Es en este capítulo que Jesús dicta uno de sus mashales más citados: Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque este muerto vivirá, pero no son solo palabras de aliento para decir en los funerales, el Señor nos confronta de forma directa con la pregunta ¿Crees esto?

Juan continúa con el relato, nos dice que después de hablar con Marta, el Señor mandó a llamar a María, quien de inmediato, al verlo, se tendió a sus pies en actitud sumisa y de adoración, y chace la misma confesión que su hermana: Señor si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto, como lo hemos entendido es una confesión con la cual confirman su fe en Jesús de una forma maravillosa.

Juan después nos dice que la reacción de Jesús al ver a los judíos, a María y Marta llorando desconsolados fue primero, de profunda indignación por los estragos del pecado en su bella creación y después de estremecimiento y llanto por compartir el dolor de todos ellos.

De aquí se desprendió la enseñanza central de nuestro sermón de la semana pasada: Al Señor le importa y mucho nuestra situación espiritual y emocional. Lo cual no significa que tenemos permiso para vivir una vida hedonista, buscando solo el placer carnal, el bien propio, la felicidad como un propósito de vida, ciertamente DIOS desea que seamos felices y disfrutemos de la vida, pero desea que lo hagamos en Cristo y solamente en él.

Es así porque únicamente Jesucristo hace al ser humano sentirse pleno y completamente realizado, sin embargo, el cristianismo actual está saturado de hedonismo, miles de iglesias que predican prosperidad, placeres, satisfacción y no hablan nunca de negarse a sí mismos, de tomar la cruz, de morir si es necesario por la causa de Cristo y de su evangelio.

Ejemplos de hedonismo hay muchos: Noviazgos sin intención de matrimonio, Adulterio, Fornicación, Unión libre, promiscuidad, son claros ejemplos de hedonismo, y estas cosas suceden aun entre los que se dicen cristianos.

Cristo no murió en una cruz para que nosotros la pasemos de lujo en esta vida, él murió para resolver nuestro real y grave problema: el pecado, y mientras más rápido lo entendamos y lo agradezcamos más rápido dejaremos de vivir creyendo que somos el centro del universo y cederemos ese lugar a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Me atrevo a decir que si tu propósito en la vida no es Ser como Cristo, entonces de una u otra manera eres un hedonista que solo ve a cristo como el medio para satisfacer sus placeres sensuales, pero recordemos que los sensuales no tienen el Espíritu, no son salvos, y esa es la peor de las tragedias en la cual podemos caer, ganar el mundo pero perder el alma. Mateo 16:26.

Antes de continuar con nuestra exposición, es importante hacer 2 aclaraciones a pésimas interpretaciones que se han dado en este relato, la primera de esas malas exégesis la encontramos en el verso 36, por eso lo retomamos: 36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.  

Por sorprendente que parezca, hay algunos grupos pseudo cristianos que en su afán por defender lo indefendible y para promover un estilo de vida contrario a la Voluntad de DIOS han tomado este versículo totalmente aislado para decir que nuestro Señor Jesús era homosexual o de una fuerte tendencia a ello.

Esto es una blasfemia total y una aberración indignante a la persona y obra del Señor Jesús, no hay más bases, no hay nada que respalde su tesis, simplemente se aprovechan de la ignorancia de las personas que los siguen y hacen de un texto una herejía, afirman que el amor de Jesús por Lázaro era del tipo sexual.

En sus aberraciones, que rayan en la insanidad mental, el Dr. Benny Liew en la crucifixión hubo un tipo de relación incestuosa, pues Jesús fue penetrado metafóricamente por el Padre cuando estuvo en la cruz, se cumplen las palabras del apóstol Pablo en Romanos 1:22 profesando ser sabios se hicieron necios.

No hay tal concepto como el mal llamado cristianismo homosexual, es un oxímoron, una total contradicción de términos, en la serie de predicaciones ¿Qué dice la Biblia acerca de? Abordamos el tema un poco más a fondo, si desea saber más al respecto le aconsejo que la escuche y/o lea en internet, no es el tema del día de hoy para detenernos mucho en él.

Me limitare a decir que todo pecado le causa ofensa a la Santidad de DIOS y la homosexualidad es justamente uno de los muchos pecados que abundan hoy en día,  de acuerdo con la biblia el perdón de DIOS está disponible tanto para un homosexual como para un adúltero, un ladrón, un asesino y un pecado no difiere del otro en la gravedad con que atentan contra DIOS.

Un verdadero hijo de DIOS debe promover el RESPETO hacia las personas homosexuales sin denigrarlos u ofenderlos de ninguna forma, esto debe de ser sin  comprometerse a promover o aprobar de ningún modo su comportamiento. DIOS ABORERRECE EL PECADO Y AL PECADOR es por eso que debemos predicarles no solo a los homosexuales sino a todos los perdidos el Glorioso Evangelio de Cristo.

La segunda aclaración, por sorprendente que parezca, casi supera en insanidad a la primera, hay algunos grupos, sobre todo en los Gran Bretaña, Estados Unidos y algunos países europeos más (con muy poca presencia en México) donde la Wicca, que es otro nombre para designar a la brujería, y son los herederos directos de los druidas, sacerdotes ocultistas de los Celtas, que consideran a Jesús y a Lázaro como los primeros nosferatus o mejor conocidos como vampiros.  

No es el vampirismo que las películas nos presentan, es una forma sofisticada de brujería, en la cual, dicen Jesús estableció el dominio de la vida eterna por medio de beber sangre de forma ritual y Lázaro al regresar de la muerte fue el primero en disfrutar de lo que Jesús obtuvo. Tal vez en nuestro país y cultura sea difícil que alguna vez nos encontremos con este tipo de corrientes de pensamiento pues se es más dado a otro tipo de brujería como La santería y el palo mayombe, pero no está demás establecer claramente que, en efecto nuestro Señor Jesús es el dueño de la vida eterna, pero la manera en que la otorga no es por medio de beber sangre en un ritual, sino simplemente creyendo en él: el que cree en mí, aunque este muerto vivirá.

Aclarado lo anterior, prosigamos en nuestro relato expositivo del evangelio de Juan, quien después de escuchar las quejas dolosas de los judíos, que lo criticaban por abrir los ojos al ciego de nacimiento pero no poder salvar a su amigo. 38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.

Nuevamente Juan usa la palabra embrimaomai (ἐμβριμάομαι, G1690) que es una fuerte indignación, bufar de ira, en esta ocasión, comprensiblemente por la malsana actitud de los judíos para con él. La tumba como ya lo habías explicado era una caverna pequeña escavada en una roca, con una gran piedra para cubrir la entrada, y como no llegó hasta la aldea es comprensible que haya llegado rápido al sepulcro.

Jesús no malgastaba el tiempo, de inmediato dio instrucciones. 39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

Jesús está a punto de realizar el más grande de sus milagros, el cual firmó su sentencia de muerte por parte del sanedrín judío, no sin antes encontrarse con un lapsus de incredulidad de la misma mujer que momentos antes se había aferrado a su palabra con todo el corazón.

Si bien es cierto que al menos, la respuesta de Marta puso de relieve todavía más la magnitud del milagro que se estaba por concretar, pues como ya lo dijimos también anteriormente, los 3 primeros días de la muerte para los judíos eran cruciales porque el alma del fallecido rondaba su cuerpo inerte, pero terminado esos 3 días no había ya nada que hacer, por lo tanto, recalcar que hedía o desprendía seguramente ya un olor a putrefacción pues han pasada 4 días, solo resaltó más el poderío de Cristo.

Pero no por eso podemos ignorar el hecho de que Marta en definitiva por un instante dudo de la palabra de Jesús, lejos este de nosotros el criticar tal acción de parte de Marta, al contrario, es mucho lo que podemos aprender de esta situación, que en alguna ocasión anterior se dio pero en un escenario diferente y con un discípulo diferente: Pedro. Mateo 14:22-31.

Hace unos meses estudiamos su relato paralelo que se encuentra en Juan 6, pero omitimos esta parte, en nuestro relato entendimos que a pesar de ser hombres de mar, acostumbrados a las tempestades, cuando la situación los sobrepaso pues creyeron ver un fantasma, entonces sí se rindieron por completo a Jesús, clamando por su intervención.

Lo que Juan omitió en su evangelio y que Mateo si registró, es la caminata milagrosa sobre el mar del apóstol Pedro, Marta cometió el mismo error que Pedro: quitó por un momento su mirada de Jesús. Hebreos 12:2.

El peor error que podemos cometer en nuestro diario caminar como cristianos es quitar la mirada de Cristo, el escritor de Hebreos nos insiste en que no lo hagamos, las experiencias vividas por pedro que comenzó a ver que el viento iba en aumento y por lo tanto a quitar la mirada del Señor y la de Marta, que quitó su corazón de la Verdad recibida para ponerlo en la realidad que estaba viviendo.

Cuando nosotros mantenemos nuestra mirada espiritual, es decir nuestra fe en la certeza de la palabra de DIOS, nuestros ojos fijos en Jesús, es entonces que al igual que Pedro nuestro caminar va a ser milagroso y no me refiero a las arengas de los carismáticos que creen que estamos aquí para hacer truquitos para que las personas se conviertan a Cristo.

Me refiero a una nueva forma de ser, un comportamiento diferente, evidencia de que Cristo está viviendo su vida por medio de la nuestra, daremos fruto en realidad, no es le mucho esforzarnos los que cambia nuestras vidas, de hecho, alguna vez escuche decir a alguien que las personas nunca cambian y que razón tenía, no podemos hacerlo, no estamos capacitados para dejar de pecar en nuestras propias fuerzas, no podemos por más que lo intentemos cambiar nuestro carácter, pero lo que si podemos es ser transformados milagrosamente por Jesucristo.

Los grandes problemas que llegamos a atravesar para moldear nuestras vidas a la semejanza de Cristo, no son tanto producto de falta de amor, de no vivir en santidad, de no obedecer a DIOS, etc. Todos los problemas en nuestro caminar bien los podemos reducir a que fácilmente quitamos la mirada de Cristo.

Donde nosotros fallamos, Cristo no lo hace, donde nosotros no podemos dejar un hábito pecaminoso, Cristo lo vence sin problemas, donde nosotros fracasamos para controlar nuestro maldito carácter el Señor Jesucristo simplemente lo desplaza por su amoroso y humilde corazón, pero hay un solo requisito: poner nuestros ojos espirituales en él.

Por ello es que la oración del apóstol por la iglesia de Éfeso fue que DIOS Alumbrara sus ojos espirituales. Efesios 1:16-18.

Poner la mirada en Cristo no significa que ignoramos por completo los acontecimientos a nuestro alrededor, sino que nuestra atención la enfocamos en él, en sus promesas, en su Palabra, en su persona y no en las circunstancias que nos rodean,  Pedro sabía desde un principio que estaba por caminar sobre el mar, Marta desde hacía 4 días sabía que su hermano estaba sepultado, pero cuando su atención la dirigieron a Cristo, eso pasó a segundo plano, no fue lo que captó su atención ni cautivó sus corazones.

Poner la mira en Cristo no es un concepto abstracto, todo lo contrario, de una manera práctica lo hacemos cuando en lugar de dejar que la duda por las circunstancias que nos rodean nos ahoguen, nosotros preferimos:

·         Rendirnos a sus pies en sumisión.

·         Orar con gratitud.

·         Aferrarnos a su Palabra.

·         Descansamos en él: orando, leyendo, caminando en fe.

·         Seguimos nuestra relación con él sin vacilar.

Jesús está vez no se indignó pues comprendía perfectamente la lucha interna de Marta, por eso solo le contesta: 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? 

Lamentablemente el sacar las citas de su contexto es algo que se da con mucha regularidad, en estas fechas en que el mundial de Rusia 2018 está en su apogeo, el futbolista colombiano Radamel Falcao publicó en sus redes sociales este versículo, para agradecer la victoria obtenida por su selección.

No puedo asegurar que lo hagan con mala intención, se puede notar ciertamente que su intención es agradecer a DIOS por un triunfo deportivo, pero eso no es pretexto para hacer violencia a la Palabra de DIOS. ¿No habría personas cristianas en los equipos contrarios? Si las hay, entonces ¿Ellos no creyeron o no tuvieron fe en la Palabra?

La página Textos Fuera De Contexto escribe el siguiente artículo:

Esto es parecido a esa patética publicación que decía Dios existe, auto explota y Biblia que iba dentro de la guantera no se quemó, y pregunto ¿Y todos los manuscritos quemados en el siglo III? ¿Y todas las Biblias que son quemadas hoy en día? O como esas publicaciones que dicen "Milagro, Dios existe, sufre accidente y no se le cae ni un pelo", hace una semana un hermano en Cristo sufrió un brutal accidente y murió. ¿Dios no existe entonces? ¿No era un hijo de Dios? ¿Estaba en pecado?

También esto me trae a la memoria a Cindy Jacobs quien en su libro “La voz de Dios” dice que en el Mundial de 1994 los brasileños le ganaron a los italianos porque hubo más cristianos brasileños orando que italianos creyendo en ídolos. Jacobs, al estilo de una ferviente vocera del neo pentecostalismo, dice:

"La muestra más grande de aplausos desde los lugares celestiales llegó por medio de otro comentarista deportivo brasileño que declaró al aire: «Esta es una guerra espiritual, ¡Buda contra Jesús!» Al final Brasil ganó 3-2, después de nueve disparos de sobretiempo. ¡Este fue un increíble encuentro de poderes! Baggio, el budista, hizo un disparo (penales) tan defectuoso, ¡que Tafarel ni siquiera tuvo que detenerlo! Al día siguiente el periódico de más circulación en el Brasil anunció la victoria celestial: «Buda pierde ante Jesús». Ese día, en un estadio de fútbol en California, el ejército de Satanás recibió una paliza a través del poder de la guerra espiritual."

Pregunto ¿Qué dijeron entonces cuando Brasil fue goleado por Alemania 7-1 en el 2014?

Hermano, si su equipo ganó o perdió, usted debe «Dad gracias a Dios siempre», y no saque a los textos fuera de su contexto, eso es puro pretexto. Disfrute del mundial de fútbol, de las jugadas, de las cosas graciosas, de la tecnología, del deporte y del juego. Qué bueno que Cuadrado y Falcao den gracias a Dios por sus triunfos personales, pero en lo que concierne a nosotros: No usemos el nombre de Dios en vano.  

¿Qué fue entonces lo que Jesús quiso decir con su pregunta? ¿No te he dicho que si crees verás, la Gloria de DIOS?

Desde luego, Jesús no puede haber querido decir que la realización del milagro dependía del ejercicio de fe por parte de Marta, eso es fideísmo, que es fe en la fe, y por definición el fideísmo se centra en el hombre y no en DIOS, los actos soberanos de DIOS no están de ningún modo sometidos a la fe de los seres humanos.

Lo que quería comunicar era que si Marta dejaba de pensar en el cadáver y concentraba su atención en Jesús, confiando completamente en él, en su poder y amor, vería este milagro como verdadera señal, como ilustración y prueba de la gloria de Dios reflejada en el Hijo de Dios, como lo explicamos hace un par de semanas, la gloria de DIOS  es la suma de todos su atributos, y eso es precisamente lo que estaban a punto de ver Marta, María y los judíos que las acompañaban.

Marta quedó callada, y Entonces quitaron la piedra. 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.

Antes de realizar el milagro, el Señor realizó una peque oración, nada ostentoso, nada espectacular, sin gritos, ni euforia, sin juego de luces y sonidos estridentes, sin paleros cayéndose, saltando y revolcándose en el suelo, sino una simple oración en la que expresaba su confianza, sencillez y dependencia total de DIOS.

Oró como el Enviado del Padre o sea, oró como el Mediador, ya que era el Hijo de Dios. Alzó los ojos, porque el trono de Dios está en lo alto, y dijo: PADRE, en esta ocasión no lo hizo compartido, no dijo nuestro, pues en este   momento lo hace en sentido único, como parte de la divinidad.

Te doy gracias por haberme oído. Jesús podía decir esto, hablando como si el milagro ya se hubiera realizado, porque tenía la certeza en el corazón de que iba a realizarse. Por el bien del auditorio Jesús pronunció estas palabras en voz alta, y por el bien de ellos agrego, yo sabía que siempre me oyes.

Que el Padre siempre oye al Hijo se desprende naturalmente de 5:30 y 10:30 donde afirma que él y El Padre UNO SON. El propósito de esta oración, en la que aparece podemos ver la íntima relación entre el Padre y el Hijo, fue que la multitud que los rodeaba creyera que Jesús es el Enviado, el verdadero Mesías, con la comisión divina de llevar a cabo su tarea mediadora entre DIOS y los hombres.

La oración de Jesús fue para impactar el corazón de los oyentes no para mover la mano de DIOS, al igual nosotros no oramos para que DIOS se mueva a nuestro antojo, sino para descansar en su perfecta voluntad, nunca lo olvidemos.

Los siguientes dos versículos nos narran lo que sucedió: 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

Y habiendo dicho esto, habiendo colocado el marco adecuado para el gran milagro, que iba a realizarse, clamó a gran voz. No era para nada necesaria la gran voz como el grito penetrante para despertar al muerto. Jesús gritó para que todos los de la multitud estuvieran conscientes del hecho de que el muerto iba a responder a su llamamiento.

Lo que Jesús gritó fue, Lázaro, ven fuera, literalmente la traducción es: Lázaro, acá, afuera. Fue esta voz de Jesús, la expresión de su voluntad omnipotente la que hizo que el muerto volviera a la vida y obedeciera el mandato. Su Palabra, una vez más es más que suficiente. Génesis 1:3, 6, 9, 11, 14, etc.

No sabemos cómo sucedió, porque fue un milagro, y el milagro trasciende la comprensión humana. Con sencillez majestuosa se relata la maravillosa obra: El que había muerto salió.  

Después Juan presenta un cuadro vívido de Lázaro saliendo del sepulcro. Tenía atadas las manos y los pies con vendas, fajas de lino que envolvían sus extremidades. No se dice nada de la sábana blanca que envolvía el cuerpo. Parece que, aunque atado de manos y pies, Lázaro pudo caminar, aunque quizá con dificultad. Y el rostro envuelto en un sudario o pañuelo.

La gloria de Dios, la revelación de sus maravillosos atributos:

·         Omnipotencia.

·         Omnisciencia.

·         Omnipresencia.

·         Santidad.

·         Amor.

·         Fidelidad.

·         Bondad.

·         Aseidad.

·         Soberanía.

·         Justicia.

·         Ira.

·         Etc.

Se manifestó para que todos la vieran. Y esto es lo que el evangelista quiere enfatizar, Por ello, el Señor desalentó toda vana curiosidad.

No quiso que Lázaro permaneciera ahí para dejar boquiabiertos a los curiosos o para contestar preguntas en ese momento superfluas como por ejemplo: ¿Dónde estaba tu alma? ¿Cómo se siente uno al volver a la tierra? ¿Qué se siente estar muerto? Etc.

Para impedir todo esto y para ayudar a Lázaro, que todavía estaba impedido por las vendas y el sudario es que Jesús emitió un breve mandato probablemente a los que estaban más cerca: desatadle, y dejadle ir.