miércoles, 4 de julio de 2018

Pneumatología. Tema 8: El Sellado Del Espíritu Santo. Cita: 2ª Corintios 1:22.


En la última clase hablamos acerca de los tipos, símbolos e ilustraciones del Espíritu  Santo en las Escrituras, mencionamos 8 de ellos:

·         Aceite.
·         Arras.
·         Fuego.
·         Fuente de agua viva.
·         Paloma.
·         Sello.
·         Siervo de Abraham.
·         Viento.

Si la Biblia nos muestra de esta manera el Espíritu Santo, es porque a diferencia de nuestro Señor Jesucristo que se manifestó en carne, él Espíritu solo fue visto por Juan el Bautista en forma corporal de Paloma, por lo tanto utiliza DIOS  estos tipos e ilustraciones para que sus muchas características puedan ser reveladas a los hombres y comprendidas para nuestro provecho espiritual.

Una de esas ilustraciones es Él Espíritu Santo como sello, y en este aspecto es en el cual nos vamos a adentrar en esta clase: el sellado del Espíritu Santo.

     I.        El hecho del sellado.

Hay en el N.T. 3 lugares donde se menciona el sellado del Espíritu Santo: 2ª Corintios 1:22. Efesios 1:13. Efesios 4:30.

a.   2ª Corintios 1:22. Dice que DIOS nos ha sellado y nos ha dado las arras del Espíritu.

b.   Efesios 1:13. Agrega que fuimos sellados con el Espíritu Santo cuando creímos, esto tiene más importancia de la que parece a primera vista, puesto que lo que Pablo intenta decir a sus lectores es que el oír el Evangelio y el creer se produjeron simultáneamente con el sellado.

c.    Efesios 4:30. Afirma que fuimos sellados por o con el Espíritu hasta el día de la redención (de nuestros cuerpos, conocida también como la glorificación).
El sellado del Espíritu Santo es un ministerio específico que no se menciona en ninguna parte del Antiguo Testamento, pero no por ello no se daba, el sellado está íntimamente relacionado con la seguridad del creyente y la habitación del Espíritu en él, y puesto que los santos del Antiguo Testamento estaban seguros y habitados, también tenían que haber sido sellados.

   II.        ¿Quiénes son sellados?

Lo mismo que la morada o habitación del Espíritu, el sellado del Espíritu pertenece a todos los creyentes y sólo a los creyentes. Por eso, Pablo no hace ninguna excepción en 2ª Corintios 1:22, donde escribe a un grupo en que las excepciones podrían ser justificadas fácilmente. Por otra parte, si el sellado fuese cosa de un grupo de creyentes más espirituales, el Apóstol no habría podido generalizar al decir en Efesios 4:30: … y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados.

Pablo pudo generalizar porque sabía perfectamente que no hay cristianos sellados y cristianos no sellados, lo cual es importante puntualizar, pues lamentablemente en muchas iglesias actualmente hacen separaciones sin base escritural alguna.

  III.        ¿Cuándo se produce el sellado?

Como ya lo anticipamos en el primer punto, en Efesios 1:13 indica la sincronización en el original griego entre el sellado con el oír el evangelio y creer en él, es decir somos sellados en el momento de la regeneración/conversión.

Pedro asegura en Hechos 2:38 a los judíos que le interrogan en el versículo 37 que recibirán el don del Espíritu Santo tan pronto como se arrepientan, no olvidemos que, para aquellos judíos, arrepentirse equivalía a creer en el Mesías.

También 2ª Corintios 1:22 concuerda con esto al conectar el sellado con la donación del Espíritu como arras. Esta exegesis concuerda con la interpretación general de las Escrituras, porque si el sellado fuera posterior cronológicamente al acto de la fe justificante, tendríamos creyentes sin sellar, poniendo así en peligro la seguridad de la salvación.

 IV.        ¿Quién o quienes sellan a los creyentes?

Nuestra pregunta en específico es acerca de los agentes involucrados en el sellado, si revisamos nuevamente 2ª Corintios 1:22 vemos que es DIOS quien sella, es decir DIOS el Padre.

Pero de nuestra clase anterior entendimos que el Padre es el que sella, el Hijo es la imagen que lleva el sello, el Espíritu Santo es el sello mismo, por lo tanto la Trinidad misma está involucrada en el sellado de los creyentes.

   V.        ¿Cuánto dura el sellado?

El sellamiento es hasta el día de la redención Efesios 4:30. Esto se refiere a ese día futuro cuando nuestra redención será totalmente completada, incluyendo el recibimiento de nuestros cuerpos de resurrección. Romanos 8:23. Así que el sellamiento garantiza el cumplimiento completo de las promesas de Dios a nosotros. Y ningún creyente puede resultar despojado del sello en camino al cielo.

 VI.        Ramificaciones del sellado. Hay principalmente 2 ramificaciones que se desprenden del sellado del Espíritu, las cuales son seguridad y pureza.

a.   Seguridad. Por encima de todos los aspectos incluidos en el sellado del Espíritu, está el de la seguridad de las promesas que Dios nos ha hecho, especialmente la de la seguridad de nuestra salvación final.

El concepto del sellamiento incluye las ideas de posesión, autoridad, responsabilidad y, sobre todo, seguridad. El sellamiento nos da seguridad de las promesas de Dios hacia nosotros, especialmente de nuestra salvación. Podemos estar seguros de que:

·         Él nos posee (su sello en nosotros lo confirma).
·         Tenemos una salvación segura pues esta sellada por El Espíritu (bajo Su autoridad).
·         Es Su propósito guardarnos hasta el día de nuestra completa redención (asumió por amor esa responsabilidad).

Tanto 2ª Corintios 1:22 como Efesios 1:13–14 mencionan al don del Espíritu como las arras junto con el sellamiento. La asociación es muy lógica. El sellamiento garantiza que recibiremos todo lo que Dios nos ha prometido, algo de lo cual espera a nuestra redención futura.

La presencia del Espíritu en nuestras vidas sirve como las arras o la promesa de que todo será cumplido. En los asuntos humanos, cuando ya el dinero de las arras se ha dado y se ha recibido, tanto el comprador como el vendedor están comprometidos a completar la transacción. Similarmente, el don del Espíritu sirve como el compromiso de Dios de que Él no va retractarse de ninguna de las promesas que nos ha hecho

b.   Pureza. Efesios 4:29-31. Hay otro aspecto de consecuencias prácticas para nuestra conducta cristiana. El pensar en que un día nuestra redención estará completa, cuando ya seremos perfectos, debería estimularnos a la pureza de vida y avergonzarnos de los pecados que cometamos ahora.

Deberíamos sentirnos más motivados a vivir en pureza al conocer la relación que nos une con el Espíritu Santo, quien es entristecido cuando pecamos. 
 
Es cierto que cualquier pecado le contrista, pero los dos versículos contiguos a Efesios 4:30 –los vv. 29 y 31, ponen de relieve los pecados de la lengua. No es extraño, pues lo que sale por nuestra boca es una indicación de lo que hay en nuestro corazón. Así que ser conscientes de haber sido sellados por el Espíritu Santo debería ser una buena cerradura para nuestros labios.
 
 




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