domingo, 31 de marzo de 2019

El Evangelio De Juan 118: Una Iglesia Sana Es Una Iglesia Unida. Juan 17:20-26.


Jesús levanta sus ojos al cielo para elevar una oración conocida como la oración sumo sacerdotal, con ella da inicio a su oficio como nuestro representante ante DIOS, él es nuestro mediador y son sus méritos redentores, es decir su obediencia perfecta, su sacrificio vicario y su sangre derramada las que nos hacen aceptables a DIOS.

La primera parte de su oración es una introducción, y en ella destaca la importancia de conocer a DIOS, es a tal grado la trascendencia de ello, que el Señor Jesús afirma que esa es en realidad la vida eterna que te conozcan a ti el único DIOS verdadero y a Jesucristo a quien has enviado.

Después dirige su oración a las labores netamente intercesoras, presentando a los débiles en fe y azotados en emociones de sus discípulos delante del Padre como si la obra en ellos ya hubiera sido terminada, Jesús sabe perfectamente que así será, lo que él empieza siempre lo termina, es otra garantía más de nuestra seguridad eterna en él.

Pero no ha terminado so plegaria todavía, ahora el Señor clama porque la Verdad de su Palabra se vuelva una realidad latente en los suyos, santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad fueron las palabras exactas del Señor, quien sabe perfectamente que no sólo hace falta información teológica en las mentes, sino que ese conocimiento debe de bajar al corazón del hombre y producir fruto que es el carácter de Cristo.

En los últimos versículos de este capítulo, aún a pesar de estar ya a instantes de ser aprendido a causa de la traición de Judas Iscariote, el Señor no ora por él mismo pidiendo fuerzas, sino que va más allá de lo imaginable, sus últimas palabras en esta gloriosa oración son por su Iglesia, la Iglesia Universal que está a punto de ser una realidad patente y no una figura latente.

Jesús clama en el verso 20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.

Es una clara referencia a todo el cúmulo de creyentes a través de todas las épocas de la historia, incluyendo todas las razas, lenguas, tribus o naciones del mundo, es bien sabido que, con este puñado de hombres, más otro hombre más que ha de llamar en unos años, el apóstol Pablo, él Señor trastornará el mundo de una forma tal que el imperio romano caerá desde sus cimientos.

Eso ha sucedido durante más de 2000 años, y nunca se detendrá hasta que Cristo regrese a establecer su juicio a las naciones y a reinar por la eternidad, él mismo lo dijo ni las puertas del hades prevalecerán ante su iglesia, además, es la Predicación de La Palabra la que hace todo, el Señor Jesús lo acaba de dejar en claro.

Vemos con toda claridad que es por esa Iglesia universal que el Señor ahora levanta una plegaria, pero no cualquier plegaria, en definitiva, no tiene que ver con su prosperidad, ni sus dones o manifestaciones extraordinarias, la plegaria del Señor es mucho más profunda que esas basuras doctrinales actuales saturadas de humanismo y hedonismo.

Esa profunda plegaria es la unidad de su iglesia y la vemos en los siguientes cuatro versículos: 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

En estos versículos el Señor Jesús repite sí, pero de una forma mucho más intensa en alcance y profundidad las palabras dichas en el versículo once, el cual escudriñamos la semana pasada y el cual le dije que íbamos tocar brevemente a forma de recordatorio: Y ya no estoy en el mundo; más éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.

La semana pasada vislumbramos acerca de que DIOS nos guarda con un propósito bien definido: para que seamos uno, así como Jesús y el Padre son uno, ¿De qué forma nos guarda el Señor? ¿Magia? ¿Misticismo? ¿Manifestaciones gloriosas? De ninguna manera, lo dijimos y en estos versículos respaldan ampliamente lo dicho: por medio de la permanencia en una iglesia local sana doctrinal y espiritualmente hablando.

¿Por qué una iglesia local? ¿Qué no todos los cristianos del mundo son parte del cuerpo de Cristo? Claro que sí, pero DIOS te ha llamado a estar en un lugar en específico, a ser un órgano en particular no a ser todo el cuerpo. Las Demás Iglesias Locales Al Igual Que Nosotros, Pertenecemos A La Iglesia Universal Del Señor Jesucristo, Pero Cada Uno Estamos En El Lugar Específico Al Que Fuimos Llamados. 1ª Corintios 12:27.

Esto es más fácil de entender si recordamos siempre que las iglesias locales son parte de la iglesia universal, la iglesia local es la manifestación presente, la iglesia universal será la manifestación consumada en el futuro, cuando todos los redimidos estemos con nuestro amado Señor Jesucristo. Apocalipsis 7.9-10.

Las Iglesias Locales Son La Personificación De La Iglesia Universal, si somos miembros de la iglesia universal (redimidos por Cristo) seremos entonces miembros de una iglesia local, nuestra membresía aquí es una representación de nuestra membresía al final de los tiempos.

Si a nosotros nos parecía que la iglesia local y su membresía solo eran conceptos eclesiales o teológicos, para DIOS no es así en lo absoluto, él tiene planeado que vivamos en la iglesia local como miembros de forma diaria y cotidiana, la vida en comunidad es igual de importante para DIOS que nuestra relación diaria y personal con Él, no podemos separar la una de la otra.

¿Por qué es así? Porque No Podemos Cumplir Con Nuestras Responsabilidades Con Otros cristianos Y Con Nuestros Pastores Sin Una Iglesia Local. Al menos no se puede hacer de la manera que la Escritura nos marca, podremos hacer malabares para cumplirlos medianamente, eso sin sujetarnos no rendir cuentas a nadie en específico, pero obediencia a medias es desobediencia total.

Es lo mismo con los líderes y pastores, no podemos cumplir con nuestras responsabilidades para con el rebaño sin un rebaño local, actualmente hay muchos pastores ambulantes que se dicen así mismos evangelistas, que DIOS los envía de un lado a otro a predicar (previa ofrenda generosa) pero que no tienen una iglesia local que los envíe, respalde y discipline, también son una contradicción a la Escritura.

¿Cómo podemos Amarnos unos a otros Juan 13:34 Sobrellevar las cargas juntos Gálatas 6:2 Servir a otros 1ª Pedro 4:10 sin una iglesia local? La unica forma de cumplir estos y muchos otros mandatos bíblicos más es siendo miembros en una iglesia local.

Es una ironía cuando escuchas a una persona decir que es cristiana pero que vive en adulterio ¿No es bíblico verdad? Pues es lo mismo escuchar a alguien decir que oveja del Señor y no tener rebaño, ser hijo de DIOS y no convivir con su familia, decir que es parte del cuerpo universal de Cristo, pero nunca se une al cuerpo de Cristo en la tierra.

Se engañan así mismos solamente, los que piensan que se pude ser cristiano y pecar deliberadamente, al igual que los que piensan que se puede ser cristiano sin pertenecer a una iglesia local, es aquí donde podemos reflejar la unidad como la de Cristo con el Padre: para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros.

La iglesia de Cristo tendrá su expresión perfecta en la eternidad, mientras tanto, DIOS sabiamente nos hace parte de las iglesias locales como expresión imperfecta, pues nos vamos moldeando unos a otros en amor y ese es el testimonio al mundo: para que el mundo crea que tú me enviaste, cuando el mundo se da cuenta de que a pesar de tantas situaciones seguimos unidos por amor a nuestro salvador, el impacto es tremendo a sus vidas, sobre todo en una sociedad que promueve el individualismo al extremo, cuando observan una vida en comunidad que refleja la unidad divina, entonces estamos yendo por buen camino.

Lamentablemente eso no siempre sucede, el problema es que muchas veces no somos de expectativas realistas, y al llegar a la congregación, pensamos que todos son amorosos, que todos son buenos cristianos, que todos son espirituales, que todos son discípulos fieles y maduros que reflejan a Cristo todo el tiempo, pensamos que todos los asistentes son gente perfecta, sin malas mañas, con excelente carácter, y siempre dispuestos a sufrir por los demás, pero la realidad es otra y cuando abrimos los ojos a ella, es cuando muchos se desaniman y ya no quieren seguir asistiendo a la iglesia, olvidamos que el trigo y la cizaña crecen juntos, que las ovejas y los cabritos viven dentro del mismo corral.

En las iglesias locales acude gente real, no ideal, y sean como sean en su carácter, son nuestra familia, de hecho, el que sean algunos difíciles de amar nos ayuda a templar nuestro temperamento. Efesios 4:2.

Cuando nos llevamos desilusiones en la iglesia debemos de aprovecharlas para madurar, pues el darnos cuenta quiere decir que ya va cayendo la venda de la inmadurez de nuestros ojos, y así tendremos la oportunidad de amar como lo hace DIOS: SIN CONDICIÓN, así es como el mundo creerá que Cristo es el Señor de nuestras vidas.

Pero también hay quienes decepcionan de la iglesia local por causa del liderazgo, no necesariamente porque estemos en pecado o enseñando herejías, sino, que igualmente no cumplimos con sus expectativas románticas. Nosotros (los pastores) NO somos perfectos, y aun así DIOS nos ha dado la responsabilidad y la autoridad para mantener unida y sana la iglesia. Hebreos 13.17.

Vea el ejemplo del apóstol Pablo con Demas. Colosenses 4:14. Filemón 24. 2ª Timoteo 4:10. Pablo el apóstol elegido por Cristo resucitado, fundador de iglesias en dos continentes, escritor de la mitad del N.T. cometió el error de nombrar a Demas como parte de su equipo pastoral íntimo, y ¿Qué hizo Demas? ¿Cómo correspondió?

Abandonando a Pablo en su segundo periodo en la cárcel, yendo en pos de sus propios intereses mundanos. ¿Acaso el Espíritu Santo no pudo advertirle a Pablo acerca de este Demas? Claro que pudo hacerlo, pero no quiso hacerlo con el fin de mostrar que el liderazgo en las congregaciones no es ni nunca será perfecto, que cometemos equivocaciones al nombrar la membresía, al elegir nuestro equipo de trabajo, al nombrar a los servidores, etc.

Pero eso no significó que Pablo perdió su autoridad apostólica o pastoral, no significa que las decisiones de Pablo todas fueron mal hechas o que sus cartas ya no tienen validez canónica, solo significa una cosa: que El Espíritu Santo a propósito dejó que esto pasara y hasta inspiró al apóstol Pablo a registrarlo en sus epístolas con el fin de mostrar que los líderes en las iglesias locales no somos perfectos pero que seguimos siendo la autoridad constituida por DIOS. Efesios 4:11.

También hay quienes argumentan que en los pastores y por extensión en toda la congregación no hay amor, que no amamos las ovejas, que no reflejamos el amor ágape de DIOS: Cuando Una Congregación No Manifiesta Amor, DIOS Nos Lo Muestra Para Que Seamos NOSOTROS Los Que Comencemos Esa Tarea.

Un cristiano maduro, que se da cuenta que no se demuestra el amor incondicional de DIOS, lejos de querer alejarse de su iglesia local, lo que va a hacer es darse a la tarea de comenzar él mismo a reflejar ese inmenso amor, pues de lo contrario demuestra que está en ese lugar por egoísmo, pensando solo en él, en sus necesidades en su persona, cuando el amor incondicional piensa primero en los demás y al último en uno mismo.

Dejemos de poner excusas, no estamos diseñados para vivir en soledad, y aunque nuestra relación con Cristo es personal no significa que es privada, todo lo contrario, lo que recibimos de DIOS al descansar en Cristo hemos de comunicarlo a nuestros hermanos en la Fe para edificarlos y ser edificados.

Fuera del cuerpo los órganos se secan y se mueren, así también nosotros, si no formamos parte del cuerpo, es por eso que muchas veces nos sentimos mal, andamos tristes, sin sentido, etc. pues no estamos ligados al cuerpo como deberíamos.

Si un órgano de su cuerpo fuera cortado de alguna manera, se desangraría y moriría. No podría existir por su cuenta, ni usted tampoco. Si está desconectado y cortado de la esencia de vida de un cuerpo local, su vida espiritual se marchitará y eventualmente dejará de existir. El Primer Síntoma De Enfriamiento Espiritual Es La Asistencia Irregular A Los Servicios.

La iglesia es parte del plan de DIOS en el mundo, Jesús mismo dijo que ni las puertas del Hades prevalecerían contra ella (Mateo 16:18), en otras palabras, la verdadera iglesia de Jesucristo es indestructible, prevalecerá por la eternidad, y nosotros juntamente, sólo si somos parte de ella, por eso aquellos que dicen “yo no necesito la iglesia para madurar, crecer, sostenerme, etc.” Solo demuestran o su enorme arrogancia o su gran ignorancia, pues la iglesia es tan importante que Cristo murió por ella.

La biblia llama a la iglesia la esposa de Cristo, imagina que le dices a Cristo te amo, pero no me agrada tu esposa o te acepto, pero rechazo a tu cuerpo, eso hacemos cuando menospreciamos su iglesia, tristemente: Muchos Usan La Iglesia, Pero No La Aman.

Esto es porque vienen a sentirse bien, a ser bendecidos, a ser llenos de DIOS, a que les sirvan los demás, pero no a servir ellos, no a dar, no a procurar y mucho que la iglesia este bien, y no solo en el aspecto material, es sobre todo en el aspecto relacional, no les interesa como van las cosas ni cómo se sienten o que problemas tienen los hermanos, ellos se sienten bien y con eso les basta, esto solo habla de una niñez espiritual tremenda.

La cultura actual ha promovido hasta el cansancio el individualismo y la independencia total de los hombres, y en la iglesia ha repercutido en muchos huérfanos espirituales, estos cristianoides saltan de iglesia en iglesia, bajo el falso argumento que todas son del Señor, cuando lo cierto es que mayormente en estos tiempos son más escasas las iglesias verdaderamente bíblicas, pero la falta de raíces en un solo lugar evita que aprenden a discernir entre falsas doctrinas y la sana doctrina.

Además, este tipo de vida evita que se rindan cuentas, se vive muchas veces en pecados y si se confrontan se van a otra iglesia más amorosa, Pablo mismo rendía cuentas a la iglesia local. Hechos 15:2-4. Hechos 21:19.

El congregarse en varias iglesias al mismo tiempo provoca también que no se comprometan realmente con nadie, y lo peor es que piensan que se puede ser un buen cristiano viviendo de esa manera, o definitivamente sin asistir a ninguna iglesia y solo oyendo a los grandes ungidos de DIOS en tv, radio o internet, su mayor pretexto es que buscan la iglesia perfecta pero nunca la encuentran ellos solo son, en el mejor de los casos niños sin familia, órganos sin cuerpo, ovejas sin rebaño, o posiblemente, ni siquiera son discípulos, al menos no lo reflejan.

Nunca llegaras a ser un CRISTIANO MADURO sino perteneces a una Iglesia local con pastores/ancianos, predicación, comunión, ordenanzas y disciplina Bíblica, no importa cuántos videos veas en Internet o cuantos "posts" leas o escribas en Facebook y/o Twitter.

Por eso es que el Señor Jesús, solo momentos antes de ser entregado a su muerte de Cruz, elevó su oración por Su iglesia, y el termina en los siguientes dos versículos: 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.  

Han concluido los ruegos. Lo que sigue en los versículos 25 y 26 puede considerarse como el fundamento o argumento sobre el que se basa toda la oración, y hasta un poco más, pues en estas últimas palabras se respira la fuerte confianza de Jesús en su Padre.

Por ello es que le llama Padre Justo, porque sabe que lo es, que su justicia permanece para siempre, que lo que prometió en el pacto intertrinitario en la eternidad pasada: glorificar la obra de la cruz y aplicar los méritos redentores a los elegidos, el Padre fiel y justo lo va a cumplir.

Aunque el mundo no te ha reconocido, sin embargo, yo sí te he reconocido, y éstos han conocido que tú me enviaste, es el clamor del Señor, sabe que ha llegado el momento en que sus discípulos lo reconocerán como el Hijo de Dios, el enviado por El Padre para redención.

El Señor termina su oración ligando la Verdad: les he dado a conocer Tu Nombre y lo daré a conocer aún más, con la vida y sentimientos correctos: para que el amor que me has dado este en ellos y yo esté en ellos.

El cenit de nuestra enseñanza del día de hoy, y de toda la oración sumo sacerdotal del Señor Jesucristo es la vida en comunidad, pero no cualquier estilo de vida, sino el ser una iglesia sana, doctrinalmente se logra apegándonos a las enseñanzas ortodoxas que se han aceptado por siglos enteros, pero espiritual o emocionalmente, solo se logra siendo una iglesia unida.

No es casualidad que esta enseñanza haya llegado justo en estos tiempos que nuestra congregación más la necesitaba, por el contrario, es el complemento perfecto a lo que el Señor está llevando a cabo dentro de su Iglesia Remanente Escogido, el Señor quiere que seamos una iglesia unida, lo quiere para todas sus iglesias, pero este el tiempo específico para nosotros.

Dejemos de pensar solo de forma individual, pensemos de manera colectiva, pensemos en la iglesia del Señor, en la cual Él nos permite congregarnos, alimentarnos, adorar juntos, crecer y madurar, servirle y amarle en comunidad, y empecemos a verla como él la ve: con imperfecciones, pero con un inmenso amor. Efesios 5:25.

Es tiempo de velar por la unidad en nuestra iglesia, de ponernos la camiseta, de ver por los demás antes que, por nuestros propios intereses, de defenderla, de cuidarla, de amarla, de proveer para que se sostenga, DIOS nos ha bendecido con una iglesia local sana doctrinalmente, procuremos que sea así también en lo espiritual, fomentemos la unidad:

·         No aceptes argumentos en su contra.
·         No des coba a que la menosprecien.
·         Adáptate a su liturgia.
·         Cuida las espaldas de los demás.
·         Cuida mis espaldas.
·         Aléjate de los chismes.
·         Acepta a todos por igual.
·         Procura la reconciliación con todos.
·         Confía en que DIOS ha capacitado al liderazgo para pastorearnos.

No lo olvides, una iglesia sana espiritualmente, es una iglesia unida en la práctica.









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