En esta sección de la CFB 1689 se habla del libre
albedrío, sin embargo, no saquemos conclusiones adelantadas, pensando que apoya
algún tipo de sinergismo, es decir que nosotros aportamos algo por este medio
para ser salvos, en realidad lo que la CFB 1689 nos detalla son los 4 estados
del ser humano en cuanto al uso de la voluntad que DIOS nos ha delegado.
Comenzamos estudiando la definición de libertad de los seres humanos:
A. Libertad natural del
ser humano. Dios ha dotado la
voluntad del hombre de una libertad natural y de poder para actuar por elección
propia, que no es forzada ni determinada a hacer bien o mal por ninguna
necesidad de la naturaleza.1
1. Mt. 17:12; Stg.
1:14; Dt. 30:19.
Albedrío viene del latín arbitrium y significa
capacidad de tomar decisiones, la voluntad natural del ser humano. La CFB no describe en
ningún momento la supuesta habilidad que tiene cada individuo de tomar la
decisión de creer o no creer en Jesucristo como su salvador personal:
·
¿Tenemos
los seres humanos la capacidad de elegir nosotros a Cristo?
·
¿Podemos
hacer cosas buenas espiritual y moralmente hablando sin la ayuda e intervención
de DIOS?
·
¿La gracia
de DIOS no es necesario pues nosotros tomamos la libre decisión de creer y
hacer cosas buenas?
Si el libre albedrío en ese sentido existe como muchos filósofos en las
iglesias cristianas lo aseguran, surge una gran incógnita ¿Para que mandó DIOS
a su hijo a morir en la Cruz del calvario si nosotros podíamos acercarnos a él
y ser buenos por nuestras libres decisiones?
El concepto del libre albedrío que muchos manejan en la actualidad nos
dice que DIOS no puede o no quiere obligarnos nunca a hacer nada que nosotros
no deseemos, como creer en él, por ejemplo, que DIOS es todo un caballero que
respetará siempre nuestras decisiones, que, si nosotros decimos con nuestro
libre albedrío que NO a la voluntad de DIOS entonces DIOS no puede hacer ya
nada al respecto, DIOS tiene las manos atadas a nuestro libre albedrío piensan
muchos.
Lo cierto es que nunca en la biblia encontramos el atributo de caballerosidad
divina, vemos claramente la
Supremacía de DIOS y el ejercicio de su Supremacía es lo que se conoce como Soberanía
divina, pero jamás encontramos algo así como caballerosidad divina:
·
Daniel
4.35.
·
Jonás
1:1-3, 17.
·
Hechos
9:1-6.
No hay tal cosa como un libre albedrío filosófico, de
ser posible que los hombres pudieran hacer lo bueno a los ojos de Dios entonces
por demás estuvo que Cristo muriera en la cruz, eso significaría que no
estábamos tan perdidos y por consecuencia Dios se habría equivocado, y eso no
sucede nunca.
Lo que si nos dice la biblia es que tenemos voluntad, no tanto así
libertad (en el sentido moral y espiritual para ser salvos, no lo olvidemos), y
somos responsables moralmente del ejercicio de nuestra voluntad, DIOS es
soberano y nosotros somos responsables. ¿Qué es la voluntad humana? La capacidad de elegir entre dos o más
opciones, y esa voluntad con que DIOS nos dotó tiene cuatro estados:
B. Su inestabilidad
original: el estado de inocencia. El hombre, en su estado de inocencia,
tenía libertad y poder para querer y hacer lo que era bueno y agradable a Dios,1
pero era inestable y podía caer de dicho estado.2
1. DIOS creó al
hombre con una voluntad inocente. Ec. 7:29.
2. La inocencia
era influenciable por factores externos. Gn. 3:6.
En su primer estado, la voluntad
humana, en su inocencia era inestable y fácilmente manipulable.
C. Su capacidad
caída: el estado de pecado. El hombre, por su Caída en un estado de pecado,
ha perdido completamente toda capacidad para querer cualquier bien espiritual que
acompañe a la salvación; por consiguiente, como hombre natural que está
enteramente opuesto a ese bien y muerto en el pecado, no puede por sus propias
fuerzas convertirse a sí mismo o prepararse para ello.1
1. La depravación total de los seres humanos. Ro.
6:20; Jn. 8:34; Ef. 2:1; 1 Co. 2:14; Mt. 7:17,18; Jn. 6:44; Jer. 13:23; Hch.
7:51; Ro. 3:10-12.
A esta doctrina se le conoce en el cristianismo reformado como Total depravacy o Depravación Total, y
no significa que los seres humanos somos lo
más malos posible, significa que el pecado original que heredamos de Adán
nos ha afectado lo suficiente como para no poder elegir nosotros mismos a
Cristo, pues estamos espiritualmente
muertos sin Él. Efesios 2:1.
En su segundo estado, la voluntad
humana está inclinada de continuo solamente hacia el mal, está muerta en
delitos y pecados.
D. Su capacidad
renovada: el estado de gracia. Cuando Dios convierte a un pecador y lo
traslada al estado de gracia, lo libra de su esclavitud natural bajo el pecado
y, por su sola gracia, lo capacita para querer y obrar libremente lo que es espiritualmente
bueno;1 sin embargo, por razón de la corrupción que todavía
le queda, no quiere, ni perfecta ni únicamente, lo que es bueno, sino que
también quiere lo que es malo.2
1. El nuevo nacimiento
regenera nuestra voluntad.
Col. 1:13; Jn. 8:36; Fil. 2:13. Juan 3:1-5.
Por su estado de muerte espiritual el hombre no podrá
nunca por sí mismo (libre albedrio) decidir seguir a Cristo; de ahí que Dios
tenga que dotar de la fe salvadora a sus elegidos, de otra manera éstos se
perderían irremediablemente. La Gracia siempre es primero. El venir del pecador
a los pies de Cristo es fruto de ser traído por Dios. Gálatas 1:15.
2. A causa de
los restos del pecado, aún seguimos habituados a hacer algún mal. Ro. 7:14-25; Gá. 5:17.
En su tercer estado, la voluntad
humana regenerada, pero aún matizada de pecado, ya puede inclinarse por la
gracia de DIOS obrar lo bueno y agradable a Sus Ojos.
E. Su
inmutabilidad final: el estado de gloria. Esta voluntad del hombre es hecha
perfecta e inmutablemente libre para querer sólo el bien, únicamente en el
estado de gloria.1
1. llegará el
día que nuestra voluntad será hecha perfecta. Ef. 4:13; He. 12:23.
En su cuarto y ultimo estado, la
voluntad de los redimidos será hecha perfecta para siempre, cuando seamos
glorificados no volveremos a pecar jamás.
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