El día de hoy terminaremos de
exponer el quinto capítulo de este maravilloso relato de la vida de la primera
iglesia, recordemos que este capítulo inició con la triste historia de Ananías
y su esposa Safira y el castigo de DIOS
a sus vidas por poner en riesgo la unidad de la Su iglesia, esto
conmocionó a propios y extraños, y los apóstoles aprovecharon la reacción para
predicar y proclamar el evangelio del reino de Cristo con gran poder y señales
milagrosas, al grado de que la gente tenía tanta fe en Cristo, que sacaban a
sus enfermos para que la sombra de Pedro los sanara al tocarlos.
Esto se volvió viral, todos
en el templo y en Jerusalén hablaban de los seguidores del Señor Jesucristo, lo
cual de inmediato causó gran envidia y celos de parte de los principales
sacerdotes que eran miembros de la secta de los saduceos, por este motivo es
que mandan a arrestar a los doce, ya no solo a Pedro y a Juan, sino que todos
los apóstoles fueron llevados a la prisión pública.
Esa misma noche un ángel
enviado por el Señor los libero de la cárcel, Lucas no nos da los detalles de
como sucedió dicha liberación, así que entendemos que no son relevantes, lo que
si es importante es el mensaje que el ángel les da a los apóstoles al
liberarlos: vayan al templo y prediquen las palabras de esta Vida, los doce
tuvieron unas horas para prepararse en oración y descanso y al amanecer ya
estaban predicando nuevamente en los atrios del templo.
Mientras tanto en el concilio,
que había sido convocado de urgencia para juzgarlos, los mandaron llamar con el
capitán de la guardia, pero para su sorpresa ya ni estaban en la cárcel y no
había forma razonable de explicar como es que esto sucedió, pero pronto les
llegaron noticias de que los que habían sido apresados estaban en ese momento
predicando afuera del templo, así que de inmediato los mandan a traer, pero con
mucha cautela, pues tenían temor de que el pueblo se alborotase y los
apedrearan, pues los apóstoles se habían ganado su simpatía.
Una vez frente al concilio del
sanedrín, Pedro, Juan, Jacobo, Andrés, Tomás, Felipe, Mateo, Bartolomé, Jacobo
el menor, Simón, Judas y Matías fueron increpados por el concilio por la
desobediencia a su orden de no proclamar más el nombre de Jesús. Pedro como
portavoz de los doce, les dice una vez más que es necesario obedecer a DIOS
antes que al os hombres, y además, por si fuera poco, les recuerda una vez más
que si fueron ellos los culpables de la muerte del Señor, pero les aclara que
ha resucitado.
Lo siguiente que nos narra
Lucas es la reacción de los miembros del concilio: 5:33.
Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos. 34. Entonces levantándose
en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo
el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles,
El valor y la osadía con la que
Pedro respondió a los miembros del concilio hizo que de inmediato se les
subiera la sangre a la cabeza del coraje, era tal su rabia que querían hallar
la manera no solo de callarlos o castigarles, sino de hasta de matarlos, años
después el apóstol Pablo escribe acerca de este tipo de situaciones en 2ª Corintios 2:16, para
unos son aroma de vida, pero para otros son aroma de muerte.
Cuando los judíos en
Pentecostés vienen a Pedro después de su sermón, lo hacen compungidos y
arrepentidos (2:37). Cuando los saduceos en el Sanedrín oyen las
palabras de Pedro, se desconsuelan, pero no de arrepentimiento, sino de rabia.
Están tan furiosos que de buena gana matarían a los apóstoles. Rehúsan aceptar
el evangelio que los llama a obedecer a Dios y en cambio quieren barrer de la
faz de la tierra a los seguidores de Jesús. Aun cuando saben que no tienen poder para
llevar a cabo una condena a muerte, buscarán la manera de matarlos. A Jesús lo ejecutaron
con la ayuda del gobernador romano; ahora quieren eliminar a sus discípulos.
Durante el ministerio de Jesús,
sus oponentes fueron los fariseos y los intérpretes de la ley. Los saduceos
casi nunca venían a él con sus preguntas. En el tiempo posterior a Pentecostés, sin
embargo, se sienten amenazados por la creciente influencia de los apóstoles. En
cambio, la oposición de los fariseos es atenuada. En realidad, algunos de éstos
ven en los cristianos a un aliado, porque predican la doctrina de la resurrección.
Ellos, que sostienen esa doctrina, se oponen a los saduceos, que no la aceptan;
por lo tanto, se sienten felices con el respaldo que reciben en este sentido de
parte de la comunidad cristiana.
En el Sanedrín, los fariseos
mantienen el balance del poder e incluso uno de ellos, Gamaliel, da un consejo
que favorece a los apóstoles. “Un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la
ley”.
Gamaliel había nacido en una
familia de maestros de la ley mosaica. Era hijo del rabí Simeón y nieto del influyente
rabí Hillel, quien había fundado una escuela para fariseos. Gamaliel llegó a
ser un dirigente de esa escuela, que era conocida por su tendencia más liberal
que su rival, la escuela del rabí Shammai. Gamaliel era un hombre tolerante y
cauteloso y también servía en el Sanedrín como uno de los sabios. Pablo fue uno
de sus discípulos, porque cuando se identifica, dice ser educado y entrenado en
la ley por Gamaliel (22:3). Pablo, no obstante, al contrario de Gamaliel, adoptó
una actitud intolerante hacia los primeros cristianos y trató de destruir a la
iglesia de Cristo. Se sabe que a veces los discípulos no están completamente de
acuerdo con sus maestros y siguen un curso contrario al que les fue enseñado.
“Gamaliel era venerado de todo
el pueblo”. En la literatura judaica,
Gamaliel es mencionado repetidamente como Rabban Gamaliel el Anciano, para
distinguirlo de su nieto Gamaliel II, por haber dado sabios consejos respecto a
asuntos relacionados con el relajamiento de la observancia del día de reposo y
la protección de la mujer en caso de divorcio.
Los judíos acudían a él para
ser guiados, especialmente en el Sanedrín. Su período de influencia fue
aproximadamente entre los años 25 y 50 d.C. Lucas, quien posiblemente obtuvo la
esencia del discurso de Pedro a través de un miembro del concilio simpatizante
con los apóstoles, presenta a Gamaliel como un eminente líder en el juicio de
los apóstoles.
Gamaliel pidió que la asamblea
sesionara privadamente, por lo tanto, ordenó que los apóstoles salieran de la sala
por un momento, tal y como sucedió en la ocasión anterior. En seguida, él se
dirige al concilio para exponer su punto de vista.
5:35 y
luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto
a estos hombres. 36. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que
era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él
fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada.
5:37. Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y
llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le
obedecían fueron dispersados.
Lo primero que notamos es que
Gamaliel, sabiamente separa sus intenciones de las de los saduceos, se nota
porque no usa la primera persona del plural nosotros para incluirse a sí mismo
en sus decisiones. En lugar de eso, se dirige a ellos en la segunda persona del
plural ustedes, dejando en evidencia que él no es parte de las acciones de la
asamblea, sino que cumple de asesor. Él ve cómo algunos están furiosos hasta el
punto que cometerían hasta homicidio, lo cual él, un hombre de moderación, no
puede aceptar. Por lo tanto, con palabras tranquilas y dos ejemplos tomados de
la historia reciente, intenta contener los excesos del Sanedrín.
a.
Teudas. Gamaliel menciona a Teudas,
un líder político que atrajo a su lado a cuatrocientos hombres que se
transformaron en sus seguidores. Pero él fue muerto y aquel grupo se dispersó.
Lucas no da fechas relacionadas con los ejemplos. Se supone que haya presentado
los casos en su secuencia histórica y que esto ocurriera antes del
levantamiento encabezado por Judas el galileo el cual fue en el año 6 d.C.
Josefo incluye en su obra un relato
acerca de un tal Teudas, quien se autoproclamó profeta o falso mesías, a esto
se refiere cuando menciona diciendo que era alguien, este Teudas que
persuadió a una gran masa de gente a juntar sus posesiones y seguirle al
Jordán; les prometió guiarles a través del río como por tierra seca. Allí
Cuspio Fado, procurador de Judea (44–46 d.C.) y sus soldados lo mataron y con
él a un grupo de sus seguidores. Teudas fue decapitado y su
cabeza enviada a Jerusalén.
Con este ejemplo Gamaliel da a
entender que, así como Teudas tuvo unos cuatrocientos seguidores quienes, a su
muerte, se dispersaron, así Jesús tiene también los suyos. Jesús, sin embargo,
ya ha sido crucificado por lo que, está implícito en las palabras de Gamaliel,
que es cuestión de tiempo para que sus seguidores se dispersen.
b.
Judas. Durante el reinado del
emperador Augusto, se levantó un censo a lo menos en dos ocasiones: uno fue en
el año 6 a.C. (Lc.
2:2) y el otro fue en el año 6
d.C. tenemos que saber que llevar a cabo un censo no sólo incluía contar a la
población sino pagar los impuestos al gobierno de Roma, los judíos se sintieron
resentidos con quienes llevaban a cabo aquella tarea.
En el segundo censo tuvieron
lugar revueltas en contra del pago de impuestos a Roma. Judas, nativo de Gamala
en Gaulaniti (en las Alturas de Golán) se rebeló, hizo que el pueblo también se
rebelara, y consiguió el respaldo de algunos de los judíos. Pero Judas fue
muerto cuando las fuerzas romanas aplastaron su revuelta y dispersaron a sus
seguidores. Un resultado de la rebelión de Judas fue el nacimiento del partido
de los zelotes, al cual al menos Simon el Zelote, apóstol del Señor Jesús,
pertenecía.
El segundo ejemplo de Gamaliel,
entonces, no es tan sorprendente como su primera ilustración; mientras los seguidores
de Teudas fueron dispersos, algunos de aquellos que siguieron a Judas llegaron
a ser los zelotes, que formaron parte del espectro político de Judea en el
siglo I. En un sentido similar, Jesús murió, pero sus discípulos llegaron a
alterar la configuración religiosa de Israel.
Con el primer ejemplo, espera
que recapaciten y dejen que con el tiempo los discípulos se dispersen. Con este
segundo ejemplo, Gamaliel advierte a sus colegas que, en todo caso, toleren a
los cristianos, así como toleran a los zelotes. Pero él continua con su
consejo.
5:38.
Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo
o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; 39. más si es de Dios, no la
podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.
Gamaliel aplica sus ejemplos a
este caso y sugiere a los miembros del Sanedrín que dejen a los apóstoles tranquilos
y les den la libertad. Les aconseja que no se metan con ellos y que suelten a
los apóstoles, tal como lo hicieron con Pedro y Juan poco antes. Usando dos
frases condicionales, convence a sus oyentes que, si este nuevo movimiento es
humano, caerá. Pero si su origen es divino, no podrán luchar contra Dios.
En el griego, estas dos frases
revelan un énfasis diferente. La primera expresa cierta inseguridad en
Gamaliel: “Si este consejo o esta obra es de origen humano, se desvanecerá”.
Los ejemplos provistos por la propia historia de su pueblo demuestran que los
movimientos originados en el hombre tarde o temprano caerán, y causan más daño
que bien.
De todo lo que Gamaliel ha oído
en Jerusalén, él no está en ninguna manera convencido que esta nueva religión
sea de origen humano tanto en propósito como en actividad. Sabe que los
apóstoles mismos repetidamente enseñan primero, que su religión es el
cumplimiento de las Escrituras y segundo, que ellos deben obedecer a Dios antes
que a los hombres. Por lo tanto, en la segunda frase condicional, Gamaliel expresa
una realidad o hecho simple: “Mas si es de Dios, no la podrán destruir; aún
se hallarán luchando contra Dios”.
La implicación que Gamaliel
hace aquí es que el cristianismo se origina con Dios. Por lo tanto, persuade a los
miembros de la corte a que dejen libres a los apóstoles. El Texto occidental del manuscrito griego
expande los versículos 38 y 39 a través de agregarles palabras y frases y un
interesante comentario al consejo de Gamaliel. He aquí esta traducción:
Por eso en el presente caso,
hermanos, les digo: aléjense de estos hombres y déjenlos ir, y no se ensucien
las manos; porque si este es un plan o empresa de hombres, caerá, pero si es de
Dios, no podrán destruirlos: ni ustedes, ni reyes, ni tiranos. Por lo tanto,
aléjense de estos hombres, no sea que se hallen oponiéndose a Dios.
La última cláusula, “aún se
hallarán luchando contra Dios”, es una oración que está separada de la
anterior. Gamaliel recurre al expediente de proferir una advertencia cuando
pide a sus hermanos judíos reconocer una verdad que, como judíos estudiosos, conocen
de las Escrituras. 2ª Crónicas
13:12. Proverbios 21:30.
¿Qué pasa entonces con el caso
de Jacob y su lucha en Peniel? Génesis
32:24-30. En este relato pareciera que
nos dice que Jacob luchó con DIOS y lo venció, sin embargo, para comprender
mejor es necesario leer el pasaje de Oseas
12:2-5 y así abrir nuestro panorama,
pues en este ultimo pasaje nos dice le profeta en primer lugar que la lucha fue
por medio de la oración, no fue literalmente, además nos dice que el Señor es
el DIOS de los ejércitos, haciendo mención a su soberanía y que obviamente DIOS
prevaleció sobre Jacob.
Por lo tanto, Jacob no venció
a DIOS, él salió vencedor de está situación, pues fue en ese episodio donde
se rindió por completo al Señor, su lucha fue por medio de oración y llanto de
quebrantamiento, después de años de ser un estafador, ahora clamaba a DIOS
porque sus consecuencias lo estaban alcanzado, en ese momento el Señor
descoyunta el musculo de su pierna, lo deja lisiado a propósito para que no
pueda salir corriendo nunca más, ahora si va a confiar en alguien, no será en
él mismo, en su auto suficiencia, será en el DIOS de los ejércitos solamente, y
Jacob reconoce que solo el Señor en su gracia da la victoria, pues en el verso
30 llama aquel lugar Peniel
o rostro de DIOS, pues fue solo
él quien lo libraría de lo porvenir.
No podemos oponernos a los
planes de DIOS, nadie puede, ni los seres humanos, ni los ángeles del cielo, ni
mucho menos satanás y sus demonios, nadie puede ir en contra de lo que DIOS ha
decretado, si DIOS ha dicho que algo pasará, no hay fuerza alguna en el
universo que pueda evitarlo y si DIOS ha dicho que no sucederá, no hay nadie
que pueda provocarlo, Gamaliel y los miembros del consejo lo sabían
perfectamente, ellos conocían los pasajes del Rey Abías en Crónicas, de
proverbios y de Jacob en Génesis, sabían perfectamente que nadie puede luchar
en contra de lo que DIOS ha dispuesto que suceda.
5:40.
Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les
intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad.
El prudente consejo de Gamaliel
calmó a sus colegas. Les persuade que dejen en libertad a los apóstoles. Gamaliel,
un fariseo, es capaz de ejercer un efectivo liderazgo en el Sanedrín dominado
por los saduceos. Su sabiduría, conocimiento de la ley de Moisés y el respeto
de la población judía le hacen un vocero formidable cuyo consejo es prontamente
aceptado.
El sumo sacerdote y sus colegas
llaman a los apóstoles. En lugar de presionarles con amenazas como lo habían
hecho anteriormente, los azotan. De acuerdo con la ley de Moisés, un hombre que
es hallado culpable de un crimen debe recibir azotes. El juez ordena al reo que
se tire en el piso boca abajo y así, ante su presencia, es azotado. Los azotes
que recibe el culpable son determinados por el juez, pero en ningún caso deben
exceder los cuarenta Dt.
25:2–3.
Pablo dice que él fue azotado
cinco veces y que recibió de parte de los judíos los estipulados cuarenta
azotes menos uno 2ª Co.
11:24. Otros concilios menores
castigaban a los infractores de la ley con los azotes aplicados en la sinagoga. Mt. 10:17.
Los azotes eran administrados
en la parte superior del cuerpo del reo con un látigo hecho de piel de becerro.
Un tercio de los latigazos eran dados en el pecho y los otros dos tercios en la
espalda. El reo permanecía de pie, pero en una posición doblada y el que
administraba el castigo se paraba en una piedra más arriba que él. Los golpes
eran acompañados con la recitación de versículos de amonestación y consolación
de las Escrituras.
Suponemos que fueron los 39
latigazos a cada uno de los apóstoles por la rabia que tenían en su contra.
Después el tribunal deja en libertad a los apóstoles, con la recomendación de
que “no hablaran más en el nombre de Jesús”. Los miembros del Sanedrín
reconocen su incapacidad para detener el crecimiento de la iglesia, y demuestran
su impotencia sometiendo a los apóstoles al castigo de los azotes.
Las reacciones de los apóstoles
parecen contrarias a las emociones humanas comunes y corrientes. Cuando en el
momento de la ascensión Jesús dejó a sus discípulos, ellos volvieron a
Jerusalén “con gran gozo” Lc.
24:52. Cuando los apóstoles son
azotados, abandonan el Sanedrín gozosos. Los seguidores de Jesús miran a la vida
desde una perspectiva divina y dicen que sufrir por Cristo es un honor, como
nos dice Lucas en el siguiente versículo.
5:41.
Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos
por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.
Al ordenar el Sanedrín que los
apóstoles fueran azotados, la gente tendría que verlos como criminales que habían
quebrantado la orden de no hablar ni enseñar en el nombre de Jesús. Los azotes marcaban
a los apóstoles como infractores de la ley y aquello era signo de deshonra. Pero
ellos no se sintieron avergonzados por aquel castigo. Recordaron las
bienaventuranzas de Jesús de regocijarse y alegrarse cuando la gente
los insultara e instigara la persecución contra ellos. Dijo Jesús: “Vuestro
galardón es grande en los cielos” Mt.
5:12.
·
El gozo de un cristiano, es saber que puede
descansar en Cristo en cualquier situación, es saber que puede tener una
relación directa con el creador y sustentador del universo y que nada ni nadie
puede quitarle eso, por eso es que a los mártires cristiano siempre se les
encontraba gozosos de morir por el Señor.
·
El gozo de un cristiano no se basa en las
cosas terrenales sino en su relación de intimidad con DIOS, el gozo de un
cristiano se ve reflejado en alegría constante, pero eso solo en la punta del
iceberg, pues va mucho más allá de la simple felicidad pasajera que el mundo
ofrece.
·
El gozo de un cristiano es deleite y
contentamiento, bajo cualquier situación. Filipenses
4:10-13.
La epístola de los filipenses fue escrita
mientras el apóstol Pablo estaba en la prisión esperando ser llevado ante el
Cesar para su audiencia, sin embargo, es por muchos eruditos llamada la carta
del regocijo, pues en cada uno de sus cuatro capítulos encontramos la palabra
gozo o regocijo. ¿Por qué es esto así? ¿Qué motivaba a Pablo a gozarse? Estaba
a poco tiempo de tal vez ser entregado al verdugo a ser decapitado (la muerte
más común para un ciudadano romano condenado a pena capital), estaba en
angustia, en escases, estaba metido en un problemón como decimos en México.
Sin embargo, y en contra de todo, Pablo
exhorta a los cristianos de Filipos a tener gozo igual que Él, su carta
desborda en alegría, ánimo y confianza en DIOS por sobre todas las cosas. Filipenses 2:17-18.
De hecho, cuando Pablo escribió la 2da. Carta
a Timoteo lo hizo desde la cárcel en Roma, poco antes de ser sacrificado por
causa de su fe en Cristo. También en esa carta, Pablo muestra gozo, confianza y
seguridad en Dios. 2ª Timoteo 1:7.
·
¿Cómo enfrentas los problemas?
·
¿Con incertidumbre?
·
¿Con enojo?
·
¿Con incredulidad?
·
¿Estás seguro de que Dios está en control,
que nada se escapa de sus manos, y de que todo lo que Él está permitiendo es
para tu propio bien?
La manera en que enfrentamos los problemas de
la vida dice mucho de nuestra relación con DIOS, si nos desplomamos y tiramos
la toalla, si constantemente estamos abatidos y desanimados, si somos de los
que ya no vamos a ir a la iglesia porque
solo tenemos problemas, algo anda mal en nuestra relación con Cristo. Santiago 1:2. 1ª Tesalonicenses 1:6.
Si bien es cierto que DIOS creó un mundo de
gozo y contentamiento, sin la presencia del pecado, el dolor y las penas esto
ya no es así, hoy en día después de la transgresión de adán en el edén el mudo
es de naturaleza caída, por lo tanto, los creyentes NO estamos exentos de
problemas, enfermedades y sinsabores que nos llevan a la tristeza. Hay quienes
dicen lo contrario, que la enfermedad es una maldición, que la pobreza es un
demonio, que los problemas son para otros no para los hijos de DIOS, quienes
dicen estás insanidades mentales son los charlatanes del evangelio de la
prosperidad: 1ª Pedro 4.12-13.
¿Significa que un cristiano jamás puede estar
triste, desanimado, hasta deprimido?
Para nada, al contrario, en la
biblia encontramos los ejemplos de:
·
Job (maldijo el día en que nació).
·
David (escribió salmos de aflicción).
·
Jonás (llego a decir mejor me es la muerte que la vida).
·
Jeremías (el profeta chillón).
·
Y de Elías (deprimido, se refugió en una cueva deseando la
muerte)
Ningún ser humano, cristiano o no, está libre de padecer depresión al
menos una vez en su vida, indudablemente muchos de los que estamos aquí hemos
pasado por esa fuerte etapa en nuestra vida. Lo importante no es el hecho de no
caer nunca en depresión, pues como seres humanos estamos todos expuestos a caer
en ella, sin embargo, los hijos de DIOS no debemos de amoldarnos y acomodarnos
a la depresión. Se vale sentirse mal, se
vale caerse, se vale dolerse, pero no se vale quedarse así siempre, hay que
salir adelante en el Nombre Jesús.
DIOS usa cada una de las situaciones que pasamos en la vida para formar
nuestro carácter, la lectura de la biblia se complementa con lo que vivimos en
la vida diaria, pues de nada serviría saber la palabra de memoria de tapa a
tapa y no vivirla, seriamos oidores (o leedores) pero no hacedores de la
Palabra.
Jesús nos advirtió que en el mundo tendríamos problemas: Juan 16:33. Es durante el sufrimiento
que aprendemos a orar con más intensidad, cuando nos sentimos solos,
abandonados, cuando nuestro corazón está más que quebrantado, dejamos de lado
las oraciones superficiales y nos vaciamos por completo a DIOS.
Cuando la vida es color de rosa es
fácil seguir a Cristo, pero cuando viene el sufrimiento es cuando comenzamos a
conocer a Cristo.
Dios por supuesto que pudo haber evitado que José cayera en la cárcel
acusado de intento de violación, también que Daniel fuera injustamente enviado
al foso de los leones, que Jeremías fuera tirado dentro de una cisterna vacía,
que el apóstol Pablo naufragara 3 veces, que los 3 jóvenes fueran arrojados al
horno de fuego en Babilonia, y obviamente que los apóstoles fueran arrestados y
azotados, pero NO lo hizo porque su propósito no es que no sufrieran, sino que
le conocieran más íntimamente.
No importa cuál sea la causa, ninguno de los problemas que atravesamos
ocurren fuera de la perfecta voluntad de DIOS, él siempre tiene el control, lo
que nosotros consideramos accidentes son solo incidentes en el perfecto plan de
DIOS para nuestras vidas. Romanos
8:28-29. Cada problema en nuestras vidas, es una oportunidad perfecta para
desarrollar el gozo en nuestro carácter como cristianos, descansando en la
soberanía de Cristo. 2ª Corintios 7.4.
El Gozo, Es Un Distintivo Que Separa A Los Cristianos
De Las Demás Personas, un cristiano sin gozo es una contradicción en sí misma porque Cristo es la fuente inagotable de gozo y nosotros como ramas
estamos conectados a esa fuente, por lo tanto, el gozo fluye en nosotros
inevitablemente. Juan 15:1-5.
5:42.
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y
predicar a Jesucristo.
Los apóstoles no prestaron
mayor atención que la primera vez a la repetida prohibición de hablar en el nombre
de Jesús. Tanto en el atrio del templo como en diversas casas, siguieron dando
testimonio de Jesús, el Mesías de Israel. En cuanto a los azotes que habían
recibido, esto no los desanimó; por el contrario, encontraron causa de gozo en
el pensamiento de que Dios los había considerado dignos de padecer esta humillación
por causa del nombre de Jesús.
Además, resultaba
insignificante cuando se la comparaba con la vergüenza y la angustia que había
padecido Jesús; pero, en cierta medida, constituía una participación en su sufrimiento,
tal como él les había advertido que podían esperar
Cuando Dios pone a un cristiano
en momentos en que el sufrimiento es inevitable, el creyente debe regocijarse y
estar gozoso, porque su recompensa será grande en los cielos. La adversidad es,
muchas veces, la herramienta de Dios para fortalecer la fe y confianza del
creyente. Las pruebas del cristiano hoy en día son momentáneas y no pueden ser
comparadas con la gloria eterna que le espera en el cielo. 2ª Corintios 4:17.
Así finaliza el quinto capítulo
del formidable escrito del médico amado, la próxima semana, DIOS mediante, comenzaremos
a escudriñar el sexto apartado.
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