La clase anterior estudiamos acerca del
libre albedrío, o la capacidad de tomar decisiones de parte de nosotros los
seres humanos, acordamos, basados en la Escritura, que de ninguna manera el
libre albedrío importa o influye en lo más mínima para nuestra salvación,
simple y sencillamente nosotros no decidimos aceptar a Cristo, no decidimos
seguirlo, no le abrimos nuestro corazón ni lo invitamos a entrar en él, la cita
que los evangélicos modernos sacan de contexto para sustentar su tesis Apocalipsis
3:20 habla de una iglesia apostata que ha dejado fuera a Cristo de sus
vidas, no tiene nada que ver con invitar a Cristo a ser parte de tu vida.
Surge entonces para la pregunta ¿Entonces
como somos salvos?
Si nosotros nos elegimos a Cristo con
nuestro libre albedrío ¿Cómo nos salva DIOS? Ese es el tema del día de hoy, de hecho,
en la CFB 1689 este capítulo está titulado: acerca de la salvación, e incluye
el tema del libre albedrío, seguido del tema del llamamiento eficaz.
A. Visión
general. A aquellos a quienes Dios1 ha predestinado para
vida,2 tiene a bien en su tiempo señalado y aceptable,3
llamar eficazmente4 por su Palabra5 y
Espíritu,6 sacándolos del estado de pecado y muerte en que
están por naturaleza y llevándolos a la gracia y la salvación por Jesucristo;7
iluminando de modo espiritual y salvador sus mentes, a fin de que comprendan
las cosas de Dios;8 quitándoles el corazón de piedra y
dándoles un corazón de carne,9 renovando sus voluntades y,
por su poder omnipotente, induciéndoles a querer hacer lo bueno, y llevándoles
eficazmente a Jesucristo;10 pero de modo que acuden a él con
total libertad, habiendo recibido por la gracia de Dios la disposición para
hacerlo.11
1.
El
autor: DIOS. Ro.
8:28,29.
2.
Los
beneficiarios: Los elegidos para salvación. Ro. 8:29,30, 1 Co.
1:26-28; 2 Ts. 2:13,14; 2 Ti. 1:9.
3.
La
ocasión en que ocurre: en el nuevo nacimiento. Jn. 3:8.
4.
La
eficacia del llamado de DIOS para salvación: Mt. 22:14; 1 Co. 1:23,24;
Ro. 1:6; Jud. 1; Jn. 5:25; Ro. 4:17.
DIOS llama a sus elegidos por medio del evangelio, y lo hace de tal
modo, que no es necesario hacer nuestra
parte para encontrar a Cristo en el pasaje de Hechos 17:30-34 encontramos además del mensaje del evangelio como
instrumento para llamar a los elegidos, también el llamado externo y el llamado
interno.
Los elegidos pueden resistir, incluso
largamente, el llamado de Dios, pero siempre terminarán convirtiéndose antes de
morir. Si Dios los eligió, es seguro que se salvarán, debido a la soberanía de
Dios, el mejor ejemplo es la vida de Saulo de Tarso.
Si
un elegido pudiera resistir al llamado de DIOS toda la vida, querría decir que
Dios habría fracasado respecto a él y que en ese caso esa persona o el diablo
que lo aparta del evangelio, serían más poderosos que Dios, lo cual es
IMPOSIBLE.
Esto
no significa que Dios obliga a convertirse a los elegidos, sino que los regenera, es decir, les imparte
nueva vida, por el Espíritu Santo y les da el don de la fe, de modo que más
pronto o más tarde, al recibir el llamado de Dios para arrepentirse y creer,
deciden voluntariamente hacerlo. El llamamiento eficaz significa que esto
ocurre con todos los elegidos. Este es un asunto que tiene dos caras. Desde el
punto de vista de Dios, se salvan todos los elegidos. Desde el punto de vista
del hombre, se salvan todos lo que creen en Cristo como único y suficiente
salvador.
5.
Primer
medio: Su Palabra, también conocido como llamamiento externo. 2 Ts. 2:14; 1 P.
1:23-25; Stg. 1:17-18; 1 Jn. 5:1-5; Ro. 1:16,17; 10:14; He. 4:12.
6.
Segundo
medio: Su Espíritu, también conocido como llamamiento interno. Jn. 3:3-8; 2 Co.
3:3,6. Gálatas 1.15, 2 Tim 2:24-25.
Para poder entender a fondo esta doctrina es importante en primer lugar
diferenciar entre los dos tipos de llamado que vemos delineados en la
Escritura: el externo e interno.
Estos dos llamamientos se aprecian claramente en las Escrituras, el
primero, es el que se hace al público o los oyentes, todos sin distinción ni
excepción y es realizados por nosotros los seres humanos, como lo hizo el
apóstol pedro en Hechos 2, al exponer el evangelio por medio de la
Palabra de DIOS estamos haciendo el llamado externo.
El segundo, es el llamado que realiza de forma interna, en el corazón de
los elegidos, para que se arrepientan y crean en el evangelio, este llamado
especial lo hace únicamente el Espíritu Santo, Martín Lutero decía: nuestro
deber es llevar el evangelio a los oídos de las personas, el Espíritu Santo se
encarga de hacer que el mensaje baje al corazón.
No debemos olvidar que el llamado es un llamado al arrepentimiento de los pecados y a creer en el evangelio, no es un
llamado a una vida mejor, ni a recibir dones, sanidades, milagros o ninguna
otra cosa.
7.
La
transición: de pecado y muerte a gracia y vida. Ro. 8:2; Ef. 2:1-6; 2 Ti.
1:9,10.
8.
Forma
de operar 1: iluminando espiritualmente nuestro ser. Hch. 26:18; 1 Co.
2:10,12; Ef. 1:17,18.
9.
Forma
de operar 2:
cambiando el corazón. Ez. 36:26.
10. Forma de operar 3: renovando la
voluntad. Ez. 36:27; Jn. 6:44,45; Fil. 2:13.
11. El resultado: la
gracia de DIOS nos lleva a los pies de Cristo. Sal. 110:3; Jn. 6:37; Ro.
6:16-18.
B. Conceptos
específicos. Este llamamiento eficaz proviene exclusivamente de la gracia
libre y especial de Dios, no de ninguna cosa prevista en el hombre, ni por ningún
poder o instrumentalidad en la criatura,1 siendo en esto enteramente
pasivo, al estar muerto en delitos y pecados, hasta que es vivificado y
renovado por el Espíritu Santo;2 es capacitado de este modo
para responder a este llamamiento y para recibir la gracia que éste ofrece y
transmite, y esto por un poder no menor que el que resucitó a Cristo de los
muertos.3
1.
Su
fuente: el amor incondicional de DIOS. 2 Ti. 1:9; Tit. 3:4,5;
Ef. 2:4-9; Ro. 9:11.
2.
Aportación
de los elegidos: ninguna. 1
Co. 2:14; Ro. 8:7; Ef. 2:5.
3.
Su
proceso: su Gracia vence la rebelión del corazón humano y lo lleva a creer en
Cristo. Ef.
1:19,20; Jn. 6:37; Ez. 36:27; Jn. 5:25.
Este punto es fácil de entender si comprendimos bien el tema de la caída
del hombre, su pecado y su castigo, donde aclaramos que todos, sin excepción
todos los seres humanos somos totalmente incapaces por nuestra propia cuenta de
agradar a DIOS por nuestros propios medios.
Pero eso no es todo, la humanidad no solamente no puede, no quiere la
reconciliación con DIOS, puesto que su propio pecado ha hecho que 'ame más lo
malo que lo bueno' y Dios siendo fuente de toda bondad, jamás se encuentra en
sus planes cercanos ni futuros.
Si
la doctrina del pecado original es verdadera (lo es, ya lo estudiamos) entonces
no hay salvación sin un llamamiento eficaz.
Si el Espíritu Santo no interviene en nuestras vidas siempre vamos a
escoger lo malo, nunca vamos a elegir a Cristo, eso es un hecho, si alguien es
tan humilde de someterse a DIOS es porque DIOS ha dado a ese alguien una nueva
naturaleza, un nuevo corazón: Ezequiel
11:19-20 y 36:26-28.
Podemos concluir entonces que el hombre necesita, no solo ser salvado
sino también el ser llamado a esa salvación por DIOS, porque en nuestra lista
de prioridades no está el agradar a DIOS ni mucho menos reconciliarnos con ÉL.
C. Los casos especiales. Los niños que
mueren en la infancia son regenerados y salvados por Cristo por medio del Espíritu,
quien obra cuándo, dónde y cómo quiere;1 así lo son también
todas las personas escogidas que sean incapaces de ser llamadas externamente
por el ministerio de la Palabra.
1.
DIOS
dota de una gracia especial a ciertos grupos de personas para su salvación: Jn. 3:8.
o
Los
niños pequeños al morir. Mateo
19:14. 2ª Samuel 12:23.
o
Los
discapacitados mentalmente (aquellos cuyas facultades no les permitan entender
el evangelio más de lo que lo entendería un niño pequeño).
Ambos grupos son salvos por gracia
solamente, debido al Amor incondicional del Señor.
D. Otros casos.
Otros, que no son escogidos, aunque sean llamados por el ministerio de la
Palabra y tengan algunas de las operaciones comunes del Espíritu,1
como no son eficazmente traídos por el Padre, no quieren ni pueden acudir
verdaderamente a Cristo y, por lo tanto, no pueden ser salvos;2
mucho menos pueden ser salvos los que no reciben la religión cristiana, por muy
diligentes que sean en conformar sus vidas a la luz de la naturaleza y a la ley
de la religión que profesen.3
1.
Los
apostatas. Mt.
22:14; Mt. 13:20,21; He. 6:4,5; Mt. 7:22.
Aquellas
personas que un día gustaron el don celestial y que terminaron por apostatar
rotundamente de la fe, no son evidencia de que la salvación se pierde ni son la
excepción a la regla del llamamiento
eficaz, únicamente son casi cristianos que
un día estuvieron con nosotros pero que no permanecieron. 1ª Juan 2:19.
La
biblia es numerosa en ejemplos acerca de estos casi cristianos, ellos son:
ü La semilla al lado del Camino.
ü Los cabritos en el rebaño.
ü La cizaña en el campo.
ü Las 5 vírgenes imprudentes.
ü El pámpano que no dio fruto.
ü Etc.
Fueron
simpatizantes, algunos hasta pudieron hacer milagros y predicar como Judas,
pero en realidad nunca fueron hijos de DIOS, porque Él nunca los conoció. Mateo 7:20-23.
2.
Los
que escuchan, pero no obedecen a la Palabra. Jn. 6:44,45,64-66; 8:24.
Aquellos,
que, como Himeneo, Alejandro, Fileto, Ananías, Safira, Etc. Que naufragaron de
la fe, es porque en realidad no eran hijos legítimos, de haberlo sido, DIOS los
hubiese disciplinado para salvación. Hebreos
12:5-8. Por este motivo, alegrémonos cada vez que somos disciplinados por
DIOS, pues es una de las maneras en que él nos preserva para salvación eterna.
No
es lo mismo caer y que DIOS te levante, a seguir tirado toda la vida en el
pecado, una oveja puede caer en el lodo, pero un cerdo vive en la suciedad como
algo natural.
3.
Los
paganos. Hch.
4:12; Jn. 4:22; 17:3.
¿Entonces no es posible que los paganos que no tienen
la luz del evangelio sean salvos obedeciendo a la luz de su conciencia? No, eso
es totalmente imposible. ¿Qué pasa
entonces cuando El apóstol Pablo habla de "la ley escrita" en los
corazones de los gentiles Romanos
2:14-15? Un estudio del contexto de los versículos citados nos enseña que
Pablo no contradice la salvación por gracia, solo pone las bases para el justo
juicio de DIOS
Teóricamente puede salvarse viviendo según la luz que
uno tiene, pero en la práctica nadie ha
llevado esta vida perfecta. Pablo termina su
exposición de la culpabilidad del hombre. Romanos
3:10, 23.
Lo que Pablo trata en Romanos
2:1-16 son los principios del juicio de Dios y no el camino de la salvación.
El Señor juzga a los hombres según la ley que tiene y
según sus obras. Por la revelación general los paganos tienen suficiente luz
para no tener excusas de su ignorancia respecto a la existencia de Dios, pero
insuficiente luz para ser salvos. Solo Cristo es el Camino para llegar al
Padre. Juan 14.6.
Conclusiones:
La condición caída y
pecaminosa del ser humano no le permite a nadie creer, ni venir por sí mismo al
Señor, no es hasta que el Espíritu de Dios le convence de pecado que recibe
facultad de creer. El llamamiento eficaz se basa en la total inhabilidad del
hombre para creer, corresponde a la doctrina de la elección soberana de los
predestinados y descansa sobre la expiación limitada pues la muerte de Cristo
se hace eficaz en sus elegidos.
Así como un bebé en el vientre de su madre es incapaz de elegir
si nace o no, o cuando hacerlo, así nadie puede elegir nacer de nuevo, ese es
un regalo que solo DIOS nos da por medio de su gracia irresistible.
Si alguna
vez te has preguntado ¿Por qué tuviste que pasar por tantas situaciones tan
difíciles antes de conocer a Cristo? La respuesta es sencilla, porque es una de
las maneras en que la gracia de DIOS trabaja en nosotros, ablandándonos y moldeándonos.
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