lunes, 22 de febrero de 2016

El Fruto Del Espíritu 4. Expresar El Amor. 1ª Juan 4:7-8.

Esta serie de enseñanzas nos habla de reflejar el carácter de Cristo por medio de los 9 elementos que conforman el fruto del Espíritu, el primero de esos elementos es EL AMOR.

Para expresar amor primeramente hay que conocer y disfrutar el amor de DIOS, el cual es el amor ágape que a diferencia del “eros” y el “filos” es INCONDICIONAL, que en pocas palabras es, pase lo que pase DIOS me sigue amando.

El amor, el verdadero amor, no solo es un sentimiento, ni mucho menos una emoción, ES UNA DECISIÓN.

Son cuatro las áreas en las cuales la decisión de amar se manifiesta:

1.      Amar a DIOS. (Adoración, la veremos más fondo al hablar del gozo).
2.   Amarme a mí mismo, no por cómo soy en mi apariencia sino porque DIOS así me hizo y porque Cristo vive en mí.
3.      Amar a mis seres queridos.
4.      Amar todos los demás, incluyendo a mis enemigos.

El día de hoy veremos la forma de expresar el amor en las últimas dos áreas, decidiendo amar a nuestros seres queridos, a los nuestra familia, natural y espiritual, y decidiendo amar a los demás, incluyendo a nuestros enemigos, todo esto según la biblia.

Recientemente, como discípulos nos dimos a la tarea de estudiar y comentar en grupo el libro “Soy Realmente cristiano” toda iba excelente, hasta que llegamos al capítulo 6: No eres cristiano sino amas la gente, repentinamente casi nadie comento o contesto nada.

La Falta De Sana Doctrina En Las Iglesias Está Generando La Falta Del Amor Genuino Que Como cristianos Debemos De Tener.

Al igual que la santidad, el reflejar el amor, es una característica que se ha perdido en muchas iglesias, en el mundo la gente está harta y huye de los chismes, los pleitos, la falta de cordialidad, el egoísmo y todas las manifestaciones posibles de la falta de amor, y al llegar a las iglesias supuestamente cristianas, SE ENCUENTRAN CON LO MISMO, no se ve nuevamente la diferencia entre el mundo y la iglesia.

Piensan que porque en su iglesia hay milagros y maravillas a diario entonces están exentos de amar a los demás, tal cual hacían los cristianos de la iglesia de corinto muchos años hacen así el día de hoy.

El amor fraternal se ha sustituido por mera convivencia, el dar la vida por lo demás ya no se hace desinteresadamente y que decir de aquellos que son difíciles de amar, mejor son relegados de las congregaciones (a menos que aporten en algún área, eso los hace más tolerables).

Una iglesia donde verdaderamente se está moviendo el Espíritu Santo es una iglesia donde el amor entre hermanos fluye libremente: 1ª Juan 4:20-21.

Toda familia, incluida la familia de DIOS necesita un combustible, un catalizador que mejore las relaciones, el cual es el AMOR. El amor es el fundamento de todos los mandamientos que nos da en su palabra, pues cuando amamos, nos volvemos semejantes a Él: Gálatas 5:14.

Aprender a amar de la forma en que DIOS lo hace, que es de manera desinteresada no es nada sencillo para nosotros los hombres, sobre todo cuando estamos sumergidos en el egoísmo y la vanidad de nuestro ser, es por eso que DIOS nos regala toda una vida para aprender, es obvio que DIOS quiere que amemos a TODOS, pero de manera específica está muy interesado en que aprendamos a amar a los miembros de nuestras familias, la espiritual y la natural: 1ª Pedro 2:17 y Gálatas 6.10.

El amor en la familia es fundamental, es una prioridad en los planes de DIOS a sus hijos, puesto que DIOS desea que su familia sea conocida por el amor que se manifiesta entre ellos. Juan 13:35. 

Cuando lleguemos al cielo con Cristo, disfrutaremos de la familia de DIOS por la eternidad, mientras tanto debemos de realizar un trabajo muy duro aquí en la tierra, algo que es realmente difícil para muchos y es practicar el amor unos con otros.

La mejor manera de amar a DIOS es amar a su familia y atender a sus necesidades. Mateo 25: 34-46. 1ª Juan 3.17.

Vez tras vez encontramos en las escrituras exhortaciones a amar a los demás, tanto en la familia de DIOS como en nuestra familia natural, esa es la marca de un verdadero cristiano nacido de nuevo: 1ª Juan 2:9-11.

Pero no se queda ahí, va más allá, Jesús mismo nos llamó a amar a NUESTROS ENEMIGOS. Lucas 6:27-36.

¿Cómo voy a amar a los que no son de mi familia y aún más, como voy a amar a mis enemigos si no puedo amar a mis seres queridos? Pero la enseñanza de Jesús es más que clara al respecto.

Durante las persecuciones cristianas, la gran mayoría de relatos narrados en el Libro de los mártires de John Foxx, leemos que los mártires lejos de odiar, desear el mal, o algo parecido BENDECÍAN a sus detractores y verdugos. Hechos 7:55-60.

Esto es así porque el amor que un cristiano expresa no es el amor al que el mundo está acostumbrado, es un amor muy superior que fluye directamente del corazón de DIOS, en ese mismo libro de Foxx también leemos en más de una ocasión que al ver a los mártires expresar el amor, hasta los mismos verdugos eran llevados a los pies de Cristo.

Pero si seguimos creyendo que ese amor va a surgir de la nada estamos totalmente equivocados, no es ósmosis espiritual o si creemos que lo vamos a sentir intensamente y a partir de ese momento vamos a expresarlo como si fuéramos los seres más tiernos del universo entonces estamos interpretando mal el asunto.

Ya lo dije y lo repito, es más que una emoción y mucho más que un sentimiento es una decisión basada en una convicción, el amor que reflejamos lo hacemos PORQUE CONOCEMOS A DIOS 1ª Juan 4:8 lo dice claramente: el que no ama NO conoce a DIOS.

A DIOS lo llegamos a conocer POR MEDIO DE SU PALABRA no por emociones, no por sentimientos, no por imaginación, no por meditación ni ningún otro medio, SOLO SU PALABRA, y la falta de palabra sana es lo que provoca la falta de amor genuino, Jesús demostró su gran amor aún para con los que le azotaron, escarnecieron y crucificaron: Lucas 23:34.

¿Crees que tu podrías hacer lo mismo? ¿No?

Pues tienes razón NO PODEMOS, no por nosotros mismos, por eso es que el cristianismo se trata de Cristo y solo de Cristo, ese mismo Cristo que colgado de la cruz exclamó Padre, perdónalos… es el mismo Cristo que cuando nacimos de nuevo vino a vivir en nuestros corazones.

·         El mismo Cristo que miro con amor a la mujer adúltera…
·         El mismo Cristo que lloró por la muerte de Lázaro su amigo…
·     El mismo Cristo que sintió compasión por los hambrientos y multiplico los panes y los peces para que comieran...
·         El mismo Cristo que sanó a los enfermos aún en día de reposo...
·         El mismo Cristo que perdonó a los más viles pecadores…
·         El mismo Cristo que comía con publicanos...
·         El mismo Cristo que llamó a Zaqueo para entrar a su casa…
·         El mismo Cristo que trató como si nada a Pedro después de que este lo negó…
·     El mismo Cristo que apareció a Pablo camino a Damasco aún a pesar de que Pablo perseguía la iglesia, Su iglesia…
·         El mismo Cristo que decía que dejaran acercarse los niños a Él….
·  El mismo Cristo que colgado en la cruz tuvo cuidado de que María no quedará desamparada y la puso al cuidado de Juan…

Cristo Es el mismo ayer hoy y por los siglos y en la medida que lo conocemos, conocemos su amor y lo disfrutamos lo veremos expresarse a través de nuestras vidas.

A partir de ese momento cada problema, cada dificultad, cada situación en la que un hermano o hermana, en la que un vecino, en la que un compañero o el jefe de trabajo, en cada ocasión en que los hijos o los padres se vuelvan difíciles o hasta imposibles de amar será la ocasión perfecta para EXPRESAR EL AMOR DE DIOS QUE ES CRISTO EN NOSOTROS.

Por eso es que leemos en Hebreos 12.2 PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS, si miramos a las personas, sus fallas, sus errores, sus maneras y modos, su carácter muchas veces como el nuestro egoísta y desagradable, estamos en un camino seguro a la decepción.

Entendamos que DIOS diseñó la iglesia Para que sus hijos aprendan a amarse los unos a los otros a pesar de las imperfecciones. Colosenses 3.13-14.

Algo que debemos tener siempre bien claro en nuestros corazones es que a las iglesias asiste todo tipo de gente y algunas veces esa variedad de personas causa conflictos, problemas, diferencias o más, pues como seres humanos imperfectos no estamos exentos a ello, muchos se desilusionan cuando esto pasa, creen que en la congregación todo debería ser santo, reverente y perfecto, pero la realidad es que no hay iglesia perfecta en cambio sí hay iglesias SANAS, ¿Recuerdan la parábola de las ovejas y los cabritos? Mateo 25:31-33.

SEPARARSE DE LA IGLESIA AL SENTIRSE DECEPCIONADOS O DESILUSIONADOS CON ALGUIEN EN ELLA ES SEÑAL DE INMADUREZ.

Lo comentamos la semana pasada, Cristo sabía perfectamente como era su esposa y aun así DECIDIÓ amarla, cuanto y más nosotros y encima de todo es una gran forma de llevarnos a madurar, pues si amas a los que te agradan ¿Qué haces de más?

Ya desde el comienzo de la iglesia cristiana había abusos en las celebraciones, lo vimos la semana pasada, por eso se dejaron de celebrar las fiestas ágapes con la cena del Señor, sin embargo, en medio de los abusos y las divisiones hay algo bueno que rescatar: 1ª Corintios 11:19.

Descansa en Cristo, déjalo que exprese su vida y SU AMOR por medio de ti, cuando comiences a hacerlo, veras todo como una oportunidad más que como un contratiempo.

¿Oportunidad de qué? Una oportunidad de Cristo exprese su amor por medio de tu vida.





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