miércoles, 19 de diciembre de 2018

Pneumatología. Tema 28: Los Dones Parte VII. Procurar Los Mejores Dones. Cita: 1ª Corintios 12:31.


Durante las últimas 6 clases hemos estado escudriñando acerca de los dones que en específico reparte el Espíritu Santo para el provecho y beneficio de la iglesia. Algunos de estos dones, pese a la opinión del mundo carismático actual, han dejado de ser funcionales pues fueron exclusivamente para la etapa fundacional de la iglesia, dichos dones que creemos por la evidencia Escritural e histórica que han dejado de operare son:

·         Milagros.
·         Sanidades.
·         Idiomas.
·         Interpretación de idiomas.
·         Profecía.

Aclaramos nuevamente que esto no significa que si DIOS en su infinita sabiduría y soberanía, desea realizar alguna obra extraordinaria, ya no puede hacerlo, solo que ya no opera por medio de agentes humanos como medio constante para hacerlo.

Pero, como cesacionistas abiertos, creemos que algunos dones siguen vigentes o en operación, solo que no de la manera estrafalaria y anti bíblica que muchos lo manejan, los dones que creemos siguen vigentes para edificación de la iglesia son:

·         Palabra de sabiduría y palabra de ciencia: siendo principalmente los pastores y maestros quienes son los responsables de administrarlos para que la iglesia sea bendecida por medio de predicaciones, enseñanzas, consejos, etc.

·         Discernimiento de espíritus: al igual que los anteriores, son mayormente los pastores, ancianos, etc. quienes son los poseedores de dicho don, pues se trata de la capacidad para discernir entre la verdad de la casi verdad y hacerlo saber a la iglesia para cuidarse de caer en herejías destructoras.

·         Don de fe: el cual, cualquier creyente que posea una firme convicción en medio de las más grandes tribulaciones y siga adelante en su caminar como cristiano, siendo con ello una inspiración para los demás creyentes, es porque es poseedor del dicho don. No por nada Tertuliano decía que la sangre del os mártires hace fecunda la semilla del evangelio.

Aún hay un tema más que es muy importante abordar en el estudio de los dones, antes de seguir adelante con otros temas de la Pneumatologia bíblica, ese tema es, como le dice Pablo a los corintios: el procurar los dones.
Es importante tener 3 situaciones en mente para adentrarnos correctamente a este tema:

1.   Evitar el afán desmedido al buscar los dones espirituales.
2.   No olvidar que al fin de cuentas quien los da como Él lo desea es el Espíritu Santo.
3.   Descubrimiento y desarrollo de los dones.

1.   La primera situación es en lo que el mundo carismático-pentecostal ha caído en los últimos 100 años, un desmedido afán por tener los dones más grandes y vistosos con el propósito de sentirse superior a los demás creyentes.

En su afán han dejado todo lo demás de lado:

·         Su relación con DIOS.
·         Usarlos para provecho de la iglesia.
·         Investigar si siguen vigentes.
·         Su autenticidad.
·         Predicar todo el consejo de DIOS.
·         Etc.

Es tal la euforia por poseer los dones, que muchas iglesias caen en la desesperación por tenerlos al grado de falsificarlos vilmente, es algo muy parecido a la fiebre del oro, los bienintencionados creen que serán mejores cristianos si los tienen, los malintencionados creen que serán ricos y famosos si los poseen.

El Anhelar Un Don Espiritual Nunca Debe Opacar La Persona De Cristo Ni El Mensaje Del Evangelio.

2.   La segunda situación, que es el Espíritu Santo quien los da como a él solo le place debe entenderse correctamente, de lo contrario caeremos en la desidia de no procurarlos, bajo el pretexto de ¿Para que los busco si Él decide?

En primer lugar, El Espíritu Santo es quien da sus dones Porque Él es quien mejor sabe lo que la iglesia necesita y lo que le conviene a cada creyente para servicio. 1ª Corintios 12:11 y 18.

En segundo lugar Ningún creyente está, sin por lo menos un don espiritual (hablando también de los dones de gracia de Romanos 12). Pedro afirma claramente que todos tienen por lo menos uno. 1ª Pedro 4:10. Al igual que el mismo Pablo. 1ª Corintios 7:7.

Pero Ningún Creyente Tiene Todos Los Dones. 1ª Corintios 12:12-27.

Los creyentes necesitamos de otros creyentes simplemente porque ninguno posee todos los dones, los charlatanes modernos que ostentan títulos enormes y alardean de tener todos los dones por consecuencia, son solo eso: charlatanes.

Debemos entender también ¿Cuándo dota el Espíritu Santo con Sus dones? En la conversión y en el tiempo posterior. Si son dones del Espíritu, y no tenemos el Espíritu hasta la conversión, entonces es de suponer que  Sus dones se den en ese tiempo o después.

Puede que no descubramos inmediatamente todos los dones que nos fueron dados. A medida que crecemos y maduramos, otros dones pueden salir a la luz para ser usados en diferentes tiempos de nuestra vida.

Por último, el Espíritu Santo da los dones al Cuerpo de Cristo como un todo.

Con esto quiero enfatizar que una congregación no debe esperar que todos los dones estén presentes en ella. Su estado de crecimiento y madurez puede que no lo requiera. El Espíritu Santo conoce perfectamente lo que cada grupo necesita, y se ocupará de suplir adecuadamente.

Hay circunstancias de tiempo y lugar que Él Espíritu toma en cuenta:

a)   De tiempo, porque no todos los tiempos y sazones de la Iglesia son propicios para algunos dones. Hay épocas y generaciones en las que no puede esperarse un despliegue general y espectacular de los dones del Espíritu.

Los apóstoles y los profetas pusieron los fundamentos Efesios 2:20, ejercitando unos dones de los que carecieron muchos de los que les sucedieron; y viceversa, al desaparecer los apóstoles y profetas, nuevos dones se necesitaron.

b)   De lugar, pues hay congregaciones tan pequeñas que no se puede pedir que tengan tantos, y tan variados dones, como otras congregaciones más numerosas.

El Espíritu Le Da A La Iglesia Como El Desea, Y Conoce Exactamente Lo Que Cada Creyente, Cada Congregación, Y Cada Generación Necesita.

3.   Descubrimiento Y Desarrollo De Los Dones Espirituales.

Ya entendimos que no es una sana actitud el buscar desmedidamente los dones espirituales, sin caer en dicho afán entendemos como buscar y desarrollar los dones. Para que funcione bien el ejercicio de los dones en la iglesia es necesario

A) Hallarlos. En esta tarea están involucrados:

(a) Los líderes de la congregación. Quienes deben estar atentos a la voz del Espíritu y prestos a encontrar y discernir los dones que haya en la iglesia.

(b) Los miembros. En general, de la congregación, quienes, a veces (por diversos motivos), tienen mayores oportunidades de hallar y discernir dichos dones.

(c) Los creyentes mismos. A quienes el Espíritu Santo ha dotado. Por parte del creyente mismo se requiere:

(1) Sincera humildad. Para hacer un correcto auto análisis. Romanos 12:3.

(2) Total entrega al Señor. 2ª Pedro 1:5-8. En la casa de Dios, no caben siervos holgazanes.

(d) Esto significa que hay un doble peligro en la detección de los dones:

(1’) Falsa humildad. Hacer las cosas solo para ser vistos y reconocidos, nunca por verdadera humildad de amar y servir a los demás.

(2’) Manipulación de las personas alrededor. En el afán de ser reconocidos se llega a dar la manipulación y puede tener éxito cuando si es apoyado por los miembros del mismo partido.

B) Discernirlos. No es lo mismo que hallarlos, la diferencia está entre saber diferenciar cuales son verdaderamente dones y cuáles no. Para poder discernir los dones, es preciso percatarse de que existen tres clases de dadivas en la vida de cada creyente:

(1”) Habilidades naturales. Dadas por Dios al nacer, tales como un elevado coeficiente intelectual, fuerza física, talento musical, facilidad para los idiomas, aptitudes mecánicas o artísticas, etc.

(2”) Habilidades adquiridas. Como guisar, coser, conducir un vehículo, aprender un idioma, aprender a tocar un instrumento musical, etc.

(3”) Dones espirituales. Para poder identificarlos es necesario conocerlos y su forma de operar bíblicamente, de lo contrario caeremos en el error de llamar don a todo talento o habilidad de un creyente, o peor aún de llamar don a una clara falsificación.

C) Desarrollarlos.

Cada creyente tiene el deber y la posibilidad privilegiada de desarrollar, para bien de la comunidad y suyo propio, el don o los dones, que Dios le haya otorgado, incluyendo las habilidades naturales y adquiridas. 

Para actuar con efectividad en este punto, conviene observar las siguientes normas:

(a) Procura estar dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad que se presente. Si crees tener el don de enseñanza, ponte a estudiar de incansablemente. Si tienes el don de ofrendar generosamente, procura ser un buen administrador en las demás áreas de tu vida. Si piensas poseer el don de exhortar, haz que esté basado en un buen conocimiento de las Escrituras.

(b) Procura desarrollar alguna actividad en la obra de Dios. Porque los dones se descubren y desarrollan por medio de la actividad, en especial en el servicio en la congregación, pues los dones son para provecho de ella.

¿Cómo procuramos los dones? Primero que nada, pidiéndole a DIOS en oración que nos lo conceda. Santiago 1:5.

Si Anhelamos Que El Espíritu Santo Nos Concedan Un Don, Debe De Ser Con El Motivo Correcto: Glorificar A DIOS Por Medio De Su Uso Para Provecho De La Congregación.

Cualquier otra motivación es puramente egoísta y malvada, si se anhelan para sobresalir delos demás o para obtener privilegios, ciertamente la inmadurez aún está presente en nuestro corazón, como simón el mago. Hechos 8.19.





De hecho, el administrador del don, ha de usarlo no solo para provecho de la iglesia, sino aun y cuando su uso implique menospreciar su propia vida, tiempo, deseos, planes, etc.

¿Cuáles son los mejores dones que se han de anhelar? Muchos creerán que son los más vistosos, como hacer milagros o  sanar enfermos, ahora que sabemos que el uso del don es para otros y no para uno mismo, podemos deducir fácilmente que los mejores dones son aquellos que mejor edifican a la iglesia local en donde nos encontramos, si la amamos nos daremos cuenta de sus carencias y con base en ello es que oraremos por que El Espíritu Santo nos provea de los dones necesarios para suplir esas carencias.


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