lunes, 9 de febrero de 2015

Edificados en la sana doctrina 1: ¿Por qué insistir en la sana doctrina? Tito 2:1.

Hace apenas poco tiempo entendimos que la obra del Espíritu Santo entre otras características se destaca por que crea una fuerte preocupación y un gran compromiso con la sana doctrina, y por ese motivo es que a partir de hoy veremos una nueva serie de predicaciones titulada EDIFICADOS EN LA SANA DOCTRINA.

Durante esta serie de predicaciones entenderemos a la luz de las escrituras  conceptos claves en nuestro caminar en la sana doctrina, tales como precisamente ¿Qué es la sana doctrina? ¿Por qué se le llama así? ¿Por qué es tan importante para la vida diaria de un hijo de DIOS? ¿Cómo repercute en otras áreas de nuestra vida cristiana? ¿Qué alcance tiene en nuestra espiritualidad y madurez como cristianos? Y muchos otros más.

Lo primero que debemos de saber es ¿Qué es la sana doctrina?

Doctrina del griego Didaque,  la enseñanza conforme a la biblia de verdades teológicas, el añadir el término sana a doctrina nos agudiza la definición con la idea de saludable o correcto y adecuado. 

La sana doctrina es la enseñanza  bíblica correcta de las verdades teológicas que nos llevan a tener una buena salud espiritual y que transforman nuestra vida tanto en lo individual como en lo colectivo (iglesia).

¿Por qué seguir hablando de la sana doctrina? La iglesia necesita sana doctrina para poder enfrentar las complejidades de la vida y de la fe. La sana doctrina debe ser el contenido de cada sermón, de cada estudio bíblico, de cada canción y de cada libro que leamos en la iglesia, de cada oración, Y debemos amarla.

¿Por qué debemos de amar y procurar fuertemente la sana doctrina?  Porque DIOS AMA LA SANA DOCTRINA. La sana doctrina fluye de las palabras de Dios y de su voluntad revelada en las Escrituras. Dios nos dio Su Palabra y la sana doctrina para que podamos conocerle, amarle, obedecerle, y enseñar a otros acerca de Él y de lo que Él ha hecho por nosotros en Cristo. Amémosla porque le amamos a Él.

Además debemos de amar la sana doctrina por ella misma fluye del Evangelio, no podemos separar la de él, cuando lo hacemos quedan solo falacias del cristianismo, el evangelio es el mensaje que se debe de proclamar y enseñar y la sana doctrina es la esencia del evangelio, si amamos el hecho de que Cristo murió por nuestros pecados (el evangelio) debemos amar entonces la sana doctrina.

Y por si nos faltaran más motivos, debemos de amar la sana doctrina por que por medio de ella podemos guardarnos  y defendernos de las falsas doctrinas, la biblia nos enseña que hay 3 tipos de doctrinas:

·         Las de los hombres: Mateo 15:9.
·         Las de los demonios: 1ª Timoteo 4.1.
·         La de DIOS: Tito 2:10.

La sana doctrina  fluye de DIOS mismo, y es un ancla que nos arraiga en la verdad pura de DIOS para no ser llevados de un lado a otro: Efesios 4:14. Al amar la sana doctrina automáticamente estamos levantando un escudo que nos protege en contra de las falsedades doctrinales que en estos tiempos abundan lamentablemente.

El pensar que no se necesita de la sana doctrina, que solo basta con “amar a Jesús” es  ignorar ampliamente que la doctrina misma es quien nos habla mejor que nadie de Jesús. Amar la sana doctrina es amar a Cristo mismo, porque Cristo Jesús es la Verdad hecha carne: Juan 14:6.

Muchos dicen que la doctrina no importa, que es secundaria o que solo ha causado divisiones al cuerpo de Cristo y que la verdadera tarea es evangelizar no adoctrinar al mundo y que eso es cosa de pastores y maestros de la biblia y nada más.

Por el otro lado hay quienes se interesan tanto por ella que le dan un auge  desmedido pues crece más rápido su cabeza que su corazón. En todo esto debemos de encontrar el punto medio, el equilibrio, es bueno buscar y amar la sana doctrina  pero es excelente una vez hallada expresarla en todas las áreas de nuestra vida.

La sana doctrina se lleva a la práctica, no solo son ideas, conceptos, teología sin fin, sino que nos muestra quienes somos, en donde estamos y hacia donde nos dirigimos.

La doctrina no solo sirve para una confesión de fe que queda escondida en el último lugar de la página web de una iglesia; sirve para los sermones, los pequeños grupos de estudio, las conversaciones personales, las oraciones, las canciones y mucho más. La sana doctrina debería correr por las venas de nuestras iglesias y nutrir cada aspecto de nuestra vida en común. Salmo 119:105.

Todos los seres humanos tomamos decisiones a diario, y muchas veces unas muy difíciles, la sana doctrina sirve para la vida diaria como lo iremos descubriendo a lo largo de esta serie.

Las instrucciones sirven para la acción. (Ponerse de pie, sentarse, etc.) Escuchamos la enseñanza de la Palabra de Dios con el propósito de aplicarla a nuestras vidas. La sana doctrina no es información que archivamos y  tenemos guardada para presumir, la sana doctrina debe de guiar nuestras vidas siempre.

Por eso el cristianismo contemporáneo esta tan mal ubicado en la sociedad, porque las iglesias han menospreciado la doctrina pura Oseas 4.6, y por consecuencia las vidas de los cristianos se vuelven todo un caos, cristianos tibios (no hay cristianos carnales)  que en todos lados son criticados por su mala reputación, el dicho para ser como el, mejor me quedo así como estoy  es muy aplicado a muchos cristianos hoy en día lamentablemente, TODO POR LA FALTA DE UNA SANA DOCTRINA.

Se les quiere enseñar en las iglesias el evangelio de la prosperidad, la guerra espiritual, el arte profético, la unción de liberación, los tres niveles de la profecía, el caminar apostólico, la nueva estructura divina, y tantas cosas de las cuales dudo por completo estén basadas en la biblia y por consecuencia se dan cristianos sin armas para enfrentarse al mundo real con sus exigencias. (Pastor de la prosperidad que mueren sus dos hijos).



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