lunes, 7 de mayo de 2018

El Evangelio De Juan 74: Yo Soy La Puerta. Juan 10:7-10.



En el décimo capítulo del evangelio de Juan, nos encontramos con la continuación del discurso dado por Jesús a los fariseos, después de que estos, en su ceguera espiritual lo rechazaran, aun después de corroborar el milagro extraordinario de dar la vista a un hombre que nació siendo ciego.

Jesús fue a buscar al hombre, que por creer en Él fue expulsado de la sinagoga, aunque como lo vimos hace un par de semanas, lo encontró, por una búsqueda previa, muy previa, pues en su gracia irresistible, el Espíritu Santo había estado obrando en la vida de este hombre durante largo tiempo, por ello es que Jesús lleva la conversación al tema del pastor, las ovejas, los ladrones, los salteadores, el redil, etc.

Lo primero que les dice, es que ellos fueron los ladrones y asaltantes espirituales originales, ellos que, con manipulación, coerción y amenazas, querían manejar vil y despreciablemente las vidas espirituales de sus compatriotas.

Nosotros hicimos un recorrido breve en la historia, y nos dimos cuanta, que siempre ha habido ladrones y asaltantes espirituales, los más recientes utilizan indiscriminadamente la persona y obra del Espíritu Santo para promover sus herejías destructoras, sin embargo, las ovejas es decir los cristianos genuinos, no escucharemos nunca su voz de mentira, no importa cuántas veces digan es:

·         Un nuevo mover.
·         Un segundo pentecostés.
·         Un avivamiento del espíritu.
·         Que nosotros no creemos en lo sobrenatural.
·         Que no tenemos al espíritu.
·         Etc.

Simplemente, porque las ovejas conocemos una sola voz: la del pastor que es nuestro Señor Jesucristo, y, de hecho, esa es la clave para poder discernir entre la verdad y la casi verdad: Cristo, si no apunta hacia Cristo, sino habla de Cristo, si no da gloria a Cristo, si no es Cristocéntrica en pocas palabras, entonces no proviene del Espíritu Santo.

Al igual que muchos en la actualidad los fariseos simplemente estaban cegados a la verdad, por eso Juan nos dice en el versículo 6 que Jesús les dijo la alegoría pero que ellos no la entendieron.

Lo siguiente que les dice nuestro Señor es uno de los 7 mashales basados en el Gran yo Soy que encontramos en el libro de Juan: 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

Ya lo hemos enseñando antes en este mismo evangelio, Jesús no dijo ninguna palabra que no tuviera un profundo significado o implicación, y estas en particular, tenían una muy profunda: mostrar su divinidad.

Cada uno de los evangelios nos muestra una faceta de Cristo:

·         Mateo: Rey
·         Marcos: Siervo.
·         Lucas Hombre.
·         Juan: DIOS.

Cuando DIOS Todopoderoso se manifestó a Moisés en medio de la zarza ardiente, se presentó como YO SOY hablando acerca del tetragrama YHWH que apunta a su auto-existencia y su total aseidad.

Jesús en el evangelio de Juan hace 7 señales, da 7 discursos y dicta 7 mashales que apuntan a la divinidad: Yo Soy, en este caso: La puerta de las ovejas. No es de extrañarnos el motivo por el cual comenzó esta frase nuevamente con el doble amén, lo que estaba a punto de decirle a los fariseos es una verdad fundamental para sus vidas espirituales.

Jesús eligió la frase Yo Soy, no solo porque apunta a su divinidad, sino también por lo enfática que es, pues deja completamente excluidas otras opciones, estaba dando a entender: Yo y solo Yo soy la puerta, Yo y solo Yo soy el único medio de acceso legitimo al redil, simplemente no hay otra entrada. Juan 14:6.

Una y otra vez lo diremos, no nos cansaremos de hacerlo pues para eso fuimos creados, para anunciar el evangelio, y parte fundamental del evangelio es proclamar que no hay otros medios, no hay manera, no hay forma alguna fuera de Cristo, teniendo Fe en su obra de redención para ser salvos de la ira venidera de DIOS.

Aquellos que aún creen que hay muchas religiones porque hay muchas formas de ir a DIOS, que todos los caminos llevan a roma, o peor aún, que creen que basta con ser buenas personas y que DIOS al final pondrá en una balanza sus obras buenas y malas, o que creen que pueden pactar por su salvación con dinero, están igual de ciegos espiritualmente que los fariseos.

No estoy sugiriendo que nosotros somos la unica iglesia con el boleto de entrada, lo que quiero que entendamos es que fuera de Cristo, de creer en él, en su muerte y resurrección y por lo tanto vivir en arrepentimiento todo el resto de nuestras vidas, no hay manera de ser salvos, solo así lo marca la Escritura. Hechos 4:12.

Pero a estas palabras se une una doble implicación:

·         Jesús es la puerta de las ovejas
·         Y la puerta para las ovejas.

¿Cuál es la diferencia? ¿Será sólo cuestión de semántica? No, en lo absoluto, si hay diferencia y mucha, decir que es la puerta de las ovejas, es como lo acabamos de entender, que Cristo es el único medio, la una manera de llegar al redil y ser parte del rebaño, creer en Cristo como la unica manera de ser salvos.



Para entender que Cristo es la puerta para las ovejas leamos los siguientes tres versículos: 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.  

La metáfora es muy adecuada: la puerta lleva tanto al exterior como hacia el interior: da al pastor acceso a sus ovejas que están adentro. Da a las ovejas acceso al redil, y al forraje que se encuentra afuera.

Jesús como el legítimo pastor se compara para que podamos notar el gran contraste con los ladrones y asaltantes, cuando les dice todos los que vinieron antes de mí, ellos si son ladrones y asaltantes, claramente no se refiere a los profetas del A.T. o Juan el Bautista, sino a los líderes religiosos impíos que a la fuerza querían llevarse a las ovejas del rebaño, se refería más específicamente al sanedrín, no por nada tronaban los dientes de coraje y aprovecharon cada oportunidad para contender con Él y hasta llegaron al punto de tramar su asesinato.

La clave que estamos buscando para saber porque Jesús no solo es la puerta de las ovejas, sino también para las ovejas está en sus siguientes palabras: Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos... yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 

Aunque estemos acostumbrados, por las malas exegesis, a creer que las palabras de en medio: El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; se refieren a satanás y su triple obra de maldad con el ser humano. En realidad, solo son el realce, la manera de poner de relieve y que puedan apreciar de lo que Jesús nos quiere enseñar: si lo tenemos a Él no nos falta nada, si nos falta Cristo, nos falta todo.

Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos... yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 

·         La plenitud de vida se halla en Cristo.
·         El contentamiento del ser humano está solo en Cristo.
·         El motivo de nuestras vidas es Cristo.
·         Nuestra razón de ser es solo Cristo.

Cristo no es parte de nuestras vidas, ni tampoco es lo más importante de ellas, ni tampoco es lo único en nuestras vidas, Cristo es nuestra vida misma.

Jesús les estaba diciendo Yo Soy la puerta para mis ovejas, para que entren al redil y estén completamente seguras:

·         De los depredadores: lobos, osos, leones, chacales, etc.
·         De los asaltantes y ladrones.
·         De las inclemencias del clima.
·         En fin, de todo aquello que atente contra su bienestar.

Pero también es la puerta para que salgan, para que vayan a los verdes pastos, para que vayan a los ricos manantiales de agua, para que puedan salir a ejercitarse un poco, para que puedan hallar vida y vida en abundancia.

Por eso es que Cristo no solo es la puerta de las ovejas, sino también para las ovejas, una vez más se trata solo de Cristo, y podemos ver que es maravilloso que así sea, pues si Cristo es nuestra vida, entonces no carecemos de nada en lo absoluto, lo tenemos todo, tenemos lo mejor que nuestra alma podría siquiera anhelar. 1ª Corintios 2:9.

Aunque lamentablemente, para muchos no es así, la gran mayoría de los cristianos en la actualidad no han aprendido esta verdad, no han renovado sus mentes con la maravillosa verdad de que Cristo es el todo de nuestras vidas, es toda nuestra vida.

Es por esta falta de entendimiento que, en la gran mayoría de las congregaciones en estos momentos, hay una gran cantidad de pseudocristianos: pactando, sembrando, sellando, etc. porque su carne arde en deseo de tener más, un auto más nuevo y mejor, una casa más grande, una economía más prospera, quieren ardientemente una vida mejor, no estoy diciendo que es malo el querer superarse y salir adelante, el problema viene cuando se dicen creyentes en Cristo, pero Cristo no es el centro de sus vidas, sino el deseo de tener más, y peor aún, este tipo de cristianoides, se sientes vacíos, cansados, sin vida, sino logran tener más cosas materiales en esta vida.

Aunque no son el único caso, hay otros que parecen más sinceros y más espirituales, pero no lo son, me refiero a aquellos que al igual su vida arde en deseos de más en el aspecto espiritual, pero para ellos tampoco Cristo es suficiente, tampoco tiene contentamiento, los vemos siempre diciendo:

·         Que lo mejor está por venir.
·         Que este año alcanzan.
·         Que este año ensanchan.
·         Que este año aceleran las bendiciones.
·         Andan buscando más dones.
·         Buscan congresos, predicadores, profecías.
·         Más gloria, más unción, más señales, etc.

Siempre andan prometiendo a sus seguidores que la mejor época de sus vidas espirituales está por llegar, que la bendición está a la vuelta de la esquina, ya solo tienen que ayunar 40 días, romper la atmosfera con una generosa ofrenda, acelerar los tiempos decretando, ir a un encuentro o retiro para recibirlo, esforzarse y ser valientes, etc.

Cuando Cristo no es la puerta de y para tu vida, cuando no reconoces que El que te provee de todo, tanto en lo material como en lo espiritual, es que no puedes alcanzar a disfrutar de la vida abundante que el contentamiento en Cristo nos da.

Cuando no hay contentamiento y plenitud en Cristo, el creyente empieza a desvariar y a desesperarse por la falta de la abundante vida de Cristo, al grado de creer que el diablo es soberano para obrar en nuestra contra, pues creen que vino a hurtar, matar y destruir.

Recuerdo que hace tiempo un apóstol de Sudamérica posteo en su muro de Facebook:

SOS TAN BAJO DIABLO... LA VERDAD NO TE CANSAS SER PERDEDOR... HOY TOCAS LO QUE ME TRANSPORTA A TODOS LADOS... PERO TE SEGUIRE PEGANDO DONDE MAS TE DUELE... YO POSEO LO QUE VOS PERDISTE…" LA GLORIA "

Si bien es cierto que a primera instancia a ningún ser humano nos agrada pasar por dificultades, sin embargo, aquellos que tenemos plenitud y satisfacción en Cristo, podemos decir como Asaf. Salmo 73:25.

Si Cristo No Es Todo Para Ti, Nada Más Te Podrá Satisfacer Nunca.


Cristo es la puerta de sus ovejas, pues solamente por medio de Él podemos ser salvos. Cristo también es la puerta para sus ovejas, pues entramos al redil por seguridad y salimos por provisión y alimento, espiritual y material. A diferencia de los falsos maestros que solo hurtan, matan y destruyen con sus falsas enseñanzas, cuando encontramos contentamiento solo en Cristo es que podemos disfrutar de la vida abundante que nos prometió.

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