lunes, 14 de mayo de 2018

El Evangelio De Juan 75: Yo Soy El Buen Pastor. Juan 10.11-18.


Después de dar la vista a un ciego cuya condición era congénita, el Señor Jesús lo busca cuando este pobre hombre fue expulsado de la sinagoga por el llamado sanedrín menor, una vez que lo encuentra, lo lleva a creer en él y recibe su adoración, y le habla cerca de la ceguera más terrible, que es la ceguera espiritual, la cual no deja al ser humano reconocer su verdadera situación espiritual: muerto en pecado.

Sin embargo, algunos de los fariseos que seguían presentes todavía, de inmediato le replicaron, pues entendían perfectamente que se refería a ellos, por lo cual el Señor Jesús comienza a hablar acerca de los ladrones y asaltantes espirituales: ellos, quienes, en su afán de manipular las vidas de las personas, habían robado su relación con DIOS.

Como ellos seguían sin entender, el Señor Jesús les habla acerca de la puerta de las ovejas y la puerta para las ovejas, previamente comenzó su oración con el doble amén para mostrarles que les dirigiría una gran verdad, además de que hace referencia al auto existente DIOS, citando el YO SOY, uno de los 7 que encontramos en este evangelio.

Jesús es la puerta de las ovejas, pues única y exclusivamente en él está la salvación, ni los santos, ni las buenas obras, ni ningún otro medio nos puede llevar a DIOS para ser salvos, pero también es la puerta para las ovejas, para que entren al redil y estén seguras, y para que salgan del redil a pastar, tomar, agua y vivir en vida abundante.

Refiriéndose a llevar no solo una vida Cristocéntrica, sino una vida de plenitud y contentamiento solo en Su Persona, que el todo de nuestras vidas, que nuestras vidas mismas estén siempre en Cristo, si lo tenemos a Él no nos falta absolutamente nada, pero si Él nos hace falta, entonces no tenemos nada.

Jesús prosigue con su argumento, nuevamente cita el tetragrama YHWH, YO SOY el buen pastor. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

Juan usa la palabra griega kalos (καλός, G2570) para el adjetivo bueno, pero en realidad la traducción es corta, pues significa también hermoso, bello, honroso, excelente y bueno, el más acertado para este caso sería excelente pues Jesucristo es el pastor ideal, tanto en Su carácter como en Su obra, él es el Príncipe de los pastores, el gran pastor de las ovejas, El Señor Jesucristo es el pastor por excelencia. Hebreos 13:20. 1ª Pedro 5:4.

Él, a diferencia de los líderes religiosos, es capaz de dar hasta Su vida por sus ovejas, lo cual es una paradoja más de la Escritura, pues la lógica indicaría que, si el pastor muere, las ovejas quedan a merced de los depredadores y el clima, a punto de muerte, sin embargo, al morir el buen pastor, las ovejas recibimos vida.

El carácter del pastor, queda de manifiesto en sus siguientes palabras: el buen pastor su vida da por las ovejas.

Son varias las implicaciones que se desprenden de las palabras de Jesús, en primer lugar, vemos delineada la doctrina de la Redención particular, cuando estudiamos Soteriología que es la doctrina de la salvación, nos adentramos en el sistema soteriológico conocido como T.U.L.I.P. o doctrinas de la gracia, uno de los puntos medulares de esta doctrina es la redención particular o mejor conocida como expiación limitada.

En esta frase del Señor la encontramos esbozada, Jesús no dice que dará su vida por todos: ovejas, cabritos, lobos, etc. Él dice claramente que la vida la entregará por las ovejas, Jesús muere por aquellos que el Padre le dio, por los hijos de DIOS, por los verdaderos creyentes, Cristo con su preciosa sangre compró:

·         A su iglesia. Hechos 20:28. Efesios 5:25-27.
·         A su pueblo. Mateo 1:21.
·         A los elegidos. Romanos 8:32-35.

Otra implicación que encontramos en las palabras de Jesús, es que Él no se refiere a que quizá arriesgaría la vida en defensa de las ovejas, como último recurso, por el contrario, está diciendo que ya está todo dispuesto para su sacrificio vicario.

Además, la preposición por en su etimología tiene un sentido más amplio que en español, significa en el griego: por causa o en beneficio de, por lo tanto, sería más acertada la traducción: El Pastor por excelencia da su vida en beneficio de las ovejas.

Esto es maravilloso, no solo ha dado su vida en lugar de la nuestra, sino que este sacrificio vicario, nos beneficia en todo sentido, pero no pensemos en cosas materiales, eso es tener la visión muy corta y nublada, ya lo vimos cuando hablamos de la libertad ontológica, su muerte nos ha beneficiado:

·         En nuestro espíritu: nos ha justificado con el glorioso intercambio.
·         En nuestra alma: nos ha santificado, ahora no somos más esclavos del pecado.
·         En nuestro cuerpo: nos ha glorificado, al final del tiempo, nos dará un cuerpo nuevo.

La ultima implicación que encontramos en la metáfora del Señor, es que Él sabía perfectamente que los fariseos, a quienes dirigió originalmente estas palabras conocían bien que desde el A.T. DIOS se ha representado como El Pastor de su pueblo Israel:

·         Salmo 23.
·         Salmo 95:7.
·         Isaías 40:11.
·         Ezequiel 34:12 y 31.
·         Miqueas 5.4.

No podemos pasar por alto esta situación, pues fue parte de lo que causó la división de la gente (lo veremos la próxima semana), los mismos fariseos se dividieron, unos llegaron a creer y fueron convertidos después de la resurrección de Cristo, en parte por este tipo de discursos, en los cuales se dieron cuanta perfectamente, que el Señor Jesús, eligió a propósito la metáfora, pues Él es el Mesías prometido para salvación.

Pero no era todo lo que el Señor tenía que decir al respecto, aún añadió más palabras: 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.

Jesús ya había comparado a sus oponentes detractores como ladrones y asaltantes, ahora como la metáfora cambió un poco, añade a los asalariados, para referirse nuevamente a los fariseos.

Son asalariados porque no se preocupan ni aman a las ovejas. Esto es típico del asalariado. No equivale a cualquier hombre contratado. Algunos que trabajan por salario pueden tener el corazón de pastor. Pero estos asalariados no lo tienen. Simplemente trabajan por dinero. Acababan de dar un ejemplo muy elocuente de su total falta de preocupación por las verdaderas ovejas. Era la clase de gente que devoraría las casas de viudas con tal de parecer muy espirituales, pero en el fondo poco o nada le importan las almas de las personas, eso ya lo vimos:

·         No les importaba el paralitico de Betesda.
·         No les importaba la mujer adúltera.
·         No les importaba el hombre que fue ciego.
·         No les importaba nada más que su salario. Mateo 6:1-2.

Lo más trágico de este caso, es que el asalariado ve venir el lobo, y como las ovejas no le importan en lo más mínimo, las abandona y las deja a merced de la rapaz bestia. ¿Por qué preocuparme si de todos modos no son mías las ovejas? Nuevamente, los fariseos estaban al tanto de lo que la Escritura dice acerca de este tipo de pseudo-pastores. Ezequiel 34:1-8.

Acerca de los falsos maestros, profetas, apóstoles, pastores, etc. hablamos apenas hace un par de semanas, no nos vamos a detener nuevamente a tratar con ellos, como lo dijimos, es un mal que aqueja a la iglesia del Señor desde el inicio y nunca ha cesado, y nunca cesará este mal, por una poderosa razón: para discernir a los verdaderos creyentes.

Se vuelven un filtro, la razón la vemos en el siguiente versículo. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

Es un filtro para los falsos maestros y los falsos seguidores. Un falso maestro no predica el evangelio ni mucho menos vive Cristocéntricamente, y un falso cristiano no solo no sabe discernir el verdadero mensaje, sino que no le agrada:
·         No le agrada que lo confrontes con su pecado.
·         No le agrada que no le den consejos de superación.
·         No le agrada que no le ayuden a salir adelante.
·         No le agrada que aplasten su egocentrismo.
·         No le agrada que le muestren la verdad: es un pecador.
·         No le agrada que no se trate de él, de sus deseos, de sus metas, de su mejor vida.
·         No le agrada que se trate de Cristo siempre.

Y se andan quejando que deberíamos ya de predicar otra cosa, que deberías de dar algunos consejos para mejorar sus vidas, etc. estos No escuchan la voz del Señor Jesucristo, tal como lo escribió el mismo apóstol Juan, pero en Apocalipsis 3.20.

Y en el siguiente versículo amplía su declaración: 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

Ahora nos dice no solamente que es el buen pastor que da su vida en beneficio por sus ovejas, sino que el mismo pone su vida en lugar de sus ovejas, a diferencia de los fariseos el Señor si conoce a sus ovejas, pero además Él ama a sus ovejas.

Y para mostrar ese gran e incomparable amor hace un desglose:

1)    Conozco a los míos.
2)    Los míos me conocen.
3)    Igual que El Padre me conoce.
4)    Yo conozco al Padre.

Lo que el Señor nos está mostrando es que nuestra relación con Cristo es un reflejo de la relación de amor-comunión-intimidad-perfecta que hay en la Trinidad (Pues, aunque no le mencione el Espíritu Santo está incluido).

Jesús Está Diciendo Que, Así Como El Ama A Su Padre, Con Ese Mismo Amor Nos Ama A Nosotros.

No es un amir distinto, no es un amor de menor calidad o de menos grado, es un amor igual en escencia, el que Cristo tiene por sus ovejas, nosotros, que el amor que hay en la Santísima Trinidad, nada podría ser más maravilloso.



En el siguiente versículo nos muestra que es tan grande y magnifico Su amor, que no está limitado solamente al pueblo de Israel, va mucho más allá. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.  


Jesús, el buen pastor, tiene otras ovejas, se refiere a los gentiles, aquellos que étnicamente no pertenecemos a la nación de Israel, el Señor hizo una gran revelación: el pueblo de DIOS dejaría de ser exclusivamente de judíos, está por inaugurarse un nuevo periodo, en el cual su rebaño, será su iglesia y Su iglesia no estará limitada a una nación, sino que se extenderá por todo el mundo. Efesios 3:1-6.

Muchas doctrinas convergen en este precioso versículo:

·         El decreto de DIOS: así lo estableció desde la eternidad pasada.
·         La elección: de cada oveja en particular desde antes de la fundación del mundo.
·         La predestinación: de nuestras vidas al os pies de Cristo.
·         La gracia irresistible. Para asegurar que llegaremos a ser parte del rebaño.

En los siguientes dos versículos, El Señor corona lo que estamos hablando acerca de su amor ágape. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 

Es muy fácil que se confunda el papel del buen pastor en está metáfora, pues hay quienes dice, que en efecto un pastor que ama a sus ovejas, si llega el momento y es necesario arriesgar su vida por el ataque de las fieras, los ladrones, las inclemencias del clima, entonces ese pastor sin dudarlo arriesga su vida.

Sin embargo, no es a lo que se refiere el señor Jesús, Él no está diciendo que de ser necesario daría su vida por sus ovejas, lo que Cristo está diciendo es que:

A.   Cuando llegue el momento preciso, él no se aferrará a la vida, como un pastor que lucha con el lobo, pero tratando de salvarse.

B.   El dar su vida por sus ovejas es algo que él ya tenía contemplado hacer desde el inicio, no es el plan de contingencia.

C.   Jesús da su vida para volverla a tomar.

Obviamente ningún pastor común y corriente puede hacer esto último, ni quiere hacer lo primero. La muerte de Cristo (así como su nacimiento) tiene un propósito. Si no hubiera dado su vida (o sea, si hubiera resistido a la muerte) no hubiera podido volverla a tomar. Lucas 22:41-42. De modo que da su vida para volverla a tomar, y lo hace tanto en obediencia a la voluntad divina como por interés de su pueblo.

El hecho de que la muerte de Cristo sea un acto voluntario debe de entenderse perfectamente y agradecerse con todo el corazón:

·         No fue su derrota.
·         No fue llevado a la fuerza.
·         No lo vencieron los fariseos.
·         No lo vencieron los romanos.
·         Mucho menos lo venció el diablo.

Cristo entregó Él mismo su propia vida, porque si no hubiese sido un acto voluntario, el sacrificio y muerte del Señor no hubiera tenido ningún valor salvífico, pues no hubiese sido obediente hasta la muerte.

El morir y resucitar de nuevo son actos grandiosos del Señor Jesucristo, no son solo simples experiencias. Son actos de obediencia y amor perfectos y con el fin de tener una recompensa. Isaías 53:11. Hebreos 12:2.










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