miércoles, 10 de octubre de 2018

Pneumatología. Tema 18: Señales De La Presencia Del Espíritu Santo En El Corazón Del Hombre. Cita: Romanos 8:9-11.


Durante las últimas 5 clases nos dimos a la tarea de estudiar las señales que la Escritura nos marca en 1ª Juan 4 de una verdadera obra del Espíritu Santo en una iglesia o movimiento cristiano, dichas señales distan mucho del emocionalismo en el cual estamos sumergidos por la ola carismático pentecostal de la actualidad, son 5 las características:

·         Nos lleva a Cristo.
·         Nos lleva a la Escritura.
·         Se opone a lo mundano (al hedonismo).
·         Nos lleva a la Verdad: la sana doctrina bíblica.
·         Produce amor, genuino amor incondicional.

Esos, son sin lugar a dudas, signos inequívocos de que es el Espíritu Santo y no una falsificación la que está obrando en una iglesia, pero surge una pregunta ¿Cuáles son las señales de la presencia del Espíritu Santo en nosotros? ¿Cómo sabemos que habita en nuestro corazón? Como lo hemos visto, no podemos decir solamente por así lo siento, debe de haber pruebas basadas en la Escritura de que así es, y esas pruebas son las que estudiaremos el día de hoy.

Dicho de un modo más personal, la pregunta sería: ¿Cómo saber si el Espíritu santo habita en mí (cada uno de nosotros)? Sólo hay una respuesta posible, y para citar las palabras exactas de Jesús contestaremos: el árbol se conoce por sus frutos. Mateo 7:16.

Este fruto es palpable, visible a primera vista en cualquier creyente medianamente instruido en la sana doctrina, es el carácter de Cristo formándose en él, es su mente renovándose poco a poco en la Palabra de DIOS. 1ª Corintios 2:11-16. Gálatas 5:22-23.

Pero hay además de esta señal general, 5 señas particulares de que un creyente es habitación permanente del Espíritu de DIOS:

     I.        Donde habita el Espíritu Santo hay convicción de que Cristo es el único y suficiente Salvador personal.

Aparte de la necesaria convicción de pecado, es también necesaria la fe en un Salvador personal que nos saque de la perdición. Y es el Espíritu Santo quien convence de pecado, Él nos muestra la infinita santidad de Dios y nos enseña la total corrupción de nuestra naturaleza caída.  

El Espíritu Santo Abre Nuestros Ojos Para Que Veamos Lo Horrible Del Pecado Y La Hermosura De Nuestro Redentor.

Además llena el corazón de odio al pecado, como a la cosa que más abomina Dios. Quien no abriga esta mentalidad, está muerto espiritualmente y, por tanto, no tiene el Espíritu de Cristo

   II.        Donde está el Espíritu Santo, hay una fe viva en el Señor Jesucristo.

Es función especial del Espíritu Santo dar testimonio de Cristo y tomar de las cosas de Cristo para darlas a saber a los hombres. Juan 15:26; 16:10, 14-15. Él lleva al pecador a contemplar la obra del Calvario y percatarse de que Cristo consumó allí la obra de nuestra redención. Juan 19:30. Muriendo el justo por los injustos.  Pedro 3:18.

El que carece del conocimiento experimental de estas cosas, y edifica sobre cualquier otro fundamento. 1ª Corintios 3:11, está muerto para Dios y no tiene el Espíritu de Cristo.

Reconocer Que Se Trata De Cristo, Solo De Cristo Y Siempre De Cristo Es Obra Del Espíritu Santo En Nuestros Corazones.

  III.        Donde está el Espíritu Santo, hay siempre santidad de conducta.

El Espíritu Santo es Espíritu de santidad y Espíritu santificador, pues cambia el corazón duro, mundano y carnal, por un corazón tierno y espiritual que se deleita en la ley de Dios. Salmo 1:2.

Él siembra en ese corazón el fruto de Gálatas 5:22-23, y hace que esas semillas se desarrollen y den cada vez más fruto.

Quien no presenta tal fruto de piedad concreta y práctica, es un cadáver espiritual y no tiene el Espíritu de Cristo. 2ª Timoteo 3:5.

No Tenemos Razón De Creer Que El Espíritu Santo Habita En Nosotros Si No Anhelamos Nuestra Santificación Y Descansamos En Cristo Para Lograrla.


 IV.        Donde está el Espíritu Santo, siempre podrá hallarse el hábito de una oración personal ferviente.

Es en el Espíritu que se hace toda clase de oración y petición. Efesios 6:18. Él nos hace clamar a Dios Abba, Padre. Romanos 8:15.

Él Espíritu Santo Hace Que A Un Creyente Le Resulte El Orar Tan Natural Como A Una Persona El Respirar.

Con la única diferencia de que a una persona sana no le cuesta ningún esfuerzo respirar, mientras que un creyente recién regenerado ora con gran esfuerzo, y aun con gran conflicto.

Quien no sabe nada de la oración personal, sincera, viva y fervorosa, contentándose con rezos rutinarios u olvidando por entero la oración está, en el mejor de los casos enfermo espiritualmente, débil para Dios y no muestra que tiene el Espíritu de Cristo.

   V.        Donde está el Espíritu Santo, siempre habrá amor y respeto a la Palabra de Dios.

El Espíritu Santo ejerce también el ministerio de estimular el apetito del creyente por el manjar espiritual de la palabra de Dios y hace que el corazón del recién nacido a las cosas espirituales desee la leche espiritual no adulterada, 1ª Pedro 2:2, del mismo modo que el bebé busca y desea el pecho de la madre.

Nuestro Apego Por La SOLA SCRIPTURA Solo Pudo Ser Posible Por La Obra Del Espíritu Santo En Nuestro Ser Interior.

El que no ve una belleza especial en la Santa Biblia y no siente deseo ni experimenta placer en leerla, escucharla, estudiarla y entenderla de manera correcta, es porque muy probablemente está muerto ante Dios y no tiene el Espíritu Santo.







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