domingo, 19 de mayo de 2019

El Evangelio De Juan 125. Jesús Ante Herodes: Comezón De Oír. Lucas 23:4-12.


Después de juzgar eclesiásticamente a Jesús, el sanedrín decide enviarlo al pretorio para que el gobernador Poncio Pilato haga oficial la sentencia de muerte que ellos mismos ya había decido imponerle, pero que no tenían permitido ejecutar, esto fue con el fin providencial de que Jesús muriera colgado en una cruz y no lapidado o ahorcado, sino colgado de un madero y así poder redimirnos de la maldición del pecado, convirtiéndose en maldición él mismo.

El sanedrín decide no entrar al palacio del gobernador, pues querían seguir participando de la fiesta de los panes sin levadura o pascua, que dura siete días, por lo tanto, Pilato se aproxima a la entrada de su palacio, en el pórtico y desde ahí juzga el asunto que, a su parecer, no tiene nada de especial y menos por tratarse de asuntos judíos sin importancia para él.

Pero el sanedrín acusa falsamente al Señor Jesús, su acusación es triple:

·         Corrompe moralmente al pueblo.
·         Promueve el no pagar impuestos.
·         Se ha declarado él mismo como un rey.

Obviamente este tipo de acusaciones políticas, ya mueven el interés de Pilato, quien de inmediato interroga a su prisionero, con mofa y tono de burla le dice ¿Tú eres rey del os judíos? Lo que ni Pilato ni los dirigentes de los judíos sabían es que todo esto sucedió, para que el Señor Jesús pudiera presentarse en toda su majestad y realeza delante de ellos, su respuesta fue trascendente y dejó manifiesto su lugar preponderante de Rey:

·         Si soy rey, pero mi reino no es de este mundo.
·         Si mi reino fuera meramente terrenal habría quien luchará por mi causa.
·         Yo para esto he nacido, para reinar, solo los que son de la Verdad escuchan la Verdad.

Cuando Jesús le contesta a Pilato que, sí, en efecto Él es Rey, Pilato como no es de la Verdad, nunca imaginó lo extenso, profundo y extraordinario de su reinado, primero en el ámbito espiritual, sobre un pueblo muy específico: su iglesia, aquellos que amamos la verdad, vivimos la verdad, defendemos la verdad, escuchamos la verdad y si es necesario hasta podemos morir por la verdad del Señor Jesucristo.

Pero esta también, simultáneamente reinando sobre el cosmos entero, la creación está bajo sus pies, bajo su dominio y autoridad, y el Señor Jesucristo ejerce su soberanía sobre su creación en beneficio de nosotros, de los elegidos, pero no para que gobernemos o tengamos bienes materiales ni ningún otro fin mundano y banal, él lo hace con un solo propósito: moldearnos a su imagen y semejanza, y nosotros, como amamos la verdad, y nos agrada escuchar esa verdad, estamos agradecidos eternamente de que así sea. 

El relato lo continuaremos en el libro de Lucas, ya que es el único de los cuatro evangelistas que nos narra la segunda parte del juicio civil: su comparecencia ante Herodes.

Lucas 23: 4. Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre.

Esto debía haber puesto fin al asunto. Jesús ahora debería haber sido declarado libre de culpa y puesto en libertad; esto es, en lo que respecta a la justicia humana. Nosotros sabemos que, en un sentido más profundo, esto no había de ser, porque Jesús tenía que morir por nuestros pecados. Pero ese hecho no quita la culpa del Sanedrín y de Pilato. Hechos 2:23. La historia continúa de la siguiente manera:

5. Pero ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.

Pilato escuchaba cuidadosamente mientras se decían estas palabras: él alborota al pueblo enseñando por todo nuestro país empezando por Galilea.

Según la acusación que ahora se estaba haciendo, Jesús provenía de Galilea y el Tetrarca de Galilea era Herodes y justamente en esos días Herodes se encontraba en Jerusalén, para Pilato esta era una maravillosa coincidencia y la manera perfecta de deshacerse del problema sin ensuciarse las manos, pero tampoco son quedar mal con los judíos.

Por ello Lucas nos narra lo que sigue: 6 Entonces Pilato, oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era galileo. 7. Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén.

No creemos que el nombrar la región de Galilea haya sido sin un fin en especial, ya que muchos revolucionarios judíos del grupo de los Celotes habían salido precisamente de esa región, por ello es que el sanedrín le menciona este lugar a Pilato, para que identifique a Jesús como rebelde a Roma. Esa era la región a la cual Jesús pertenecía y él mismo era uno de los que causaba dificultades, un golpe maestro según ellos.

Poco tiempo les duro el gusto de su gran golpe, pues cuando pensaron que habían convencido a Pilato de que Jesús era un peligro para la estabilidad del gobierno romano en Palestina y que tomaría las acciones necesarias en su contra, Pilato vio el vinculo entre Jesús y Palestina como la oportunidad de oro para dejar este asunto tan irritante.

Es casi como si pudiéramos oírle decir: Bien, ya que este hombre es de Galilea, y ya que la ley romana permite que una persona acusada sea juzgada en le provincia donde se dice que cometió el delito, y ya que el gobernante de este galileo está ahora en Jerusalén, yo le remito el caso al gobernante de Galilea, Herodes Antipas, para que se haga cargo él.

Esto debió ser un trago amargo y difícil de pasar para el sanedrín, ya que lo que más deseaban era que ejecutaran la sentencia de muerte, no que lo anduvieran extraditando de una jurisdicción a otra, sin dar fin a su asunto.


Lucas continúa: 8 Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal.

Para entender lo que ahora ocurre, es necesario dar una breve reseña de la historia de Herodes Antipas hasta este punto.

En el año 4 a.C., al morir su padre el famoso Herodes el Grande, quien mandó a matar a los niños menores de 2 años por querer ser el único rey de Judea, Herodes Antipas fue hecho tetrarca de Galilea. Lucas 3:1.

Más adelante, mientras visitaba a su medio hermano, Herodes Felipe, se enamoró de la esposa de éste, Herodías. Los dos amantes ilícitos se habían fugado. Lucas 3:19.

Pero en vez de arrepentirse, el tetrarca encarceló a Juan. Con ocasión de la celebración de su cumpleaños, Herodes Antipas neciamente prometió dar a la hija de Herodías cualquier cosa que ella pidiera, tan fascinado había quedado con la exhibición hecha en la danza. Instruida por su madre, ella pidió y recibió la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. Lucas 9:7–9.

Más adelante, cuando Herodes supo de las maravillosas obras de Jesús, exclamó: Este es Juan el Bautista, resucitado de los muertos. Mateo 14:1-2). Tenía deseos de ver a Jesús. Lucas 9:9. Hacia el final del ministerio de Cristo ciertos fariseos le avisaron a Jesús: ¡Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte! Seguramente molestaba al tetrarca en su conciencia la presencia de Jesús dentro de sus dominios. Lucas 13:31.

Jesús es llevado en calidad de prisionero delante del mismo Herodes Antipas, impenitente, intranquilo, inquisitivo, supersticioso. Seguía siendo tan malvado como había sido antes. Aunque había sido advertido repetidas veces, no hay evidencias de que hubiera habido siquiera una pizca de arrepentimiento. Sencillamente quiere divertirse un poco a costas de Jesús. Espera verlo realizar un milagro, no ha cambiado en nada, siempre ha tenido comezón de oír, pero nada más. Marcos 6:20.

Por ello se alegró, pensó que sería como un espectáculo a su gusto, en el cual escucharía o mejor aún, vería a Jesús realizar algún milagro, nunca tuvo la intención de ayudarle, mucho menos de arrepentirse de sus pecados por la Palabra que pudiera escuchar, simplemente era un oidor, pero nunca un hacedor de la Palabra, al igual que Pilato, no pertenecía a la Verdad.

Este tipo, nefasto es quien ahora interroga a Jesús. 9. Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió.10 Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia.

Aunque Jesús no realizó ningún milagro en la presencia de Herodes, éste parece haber pensado que el prisionero por lo menos conversaría con él y respondería a sus preguntas. Pero no lo hizo, en ninguna forma, aunque si sabemos lo que Jesús opinaba de él, lo consideraba un zorro. Lucas 13:32. Lo llamaba así básicamente por dos motivos, primero por las artimañas que con astucia utilizaba para lograr sus fines y en segundo lugar para describir su insignificancia.


Pero en esta ocasión no le dice absolutamente nada, Lucas deja bien en claro que ni una palabra cruzó con este funesto hombre, sabemos que no fue la única ocasión, frente a Caifás, y con Pilato en dos ocasiones hizo exactamente lo mismo. Pero estos silencios se vieron equilibrados por testimonios, no abrió su boca para defenderse, pero si para declarar Verdad.

En el caso de Herodes era diferente. El nunca oyó a Jesús decir nada, ni una palabra de testimonio, exhortación, mashales, nada en lo absoluto dijo Jesús delante de él. Este hombre ya había tenido toda su oportunidad. Se había conversado y razonado con él repetidas veces. Marcos 6:20. Pero él había pasado por alto todas estas advertencias. Y aun ahora su único interés en Jesús era el nacido de una curiosidad perversa y despectiva. No recibió respuesta y no merecía ninguna.

Pero cuando Jesús se negó a hablar, sus enemigos, los principales sacerdotes y los escribas hablaron con más fuerza e incesantemente, acusándolo vehementemente delante de Herodes. Muy probablemente tenían miedo que Herodes pudiera pronunciar una sentencia de inocencia y le pudiera poner aun en libertad. No necesitaban temer porque, aunque Herodes tampoco pudo encontrar ninguna base de culpabilidad contra Jesús, no lo puso en libertad. Por el contrario, completamente disgustado con él, lo ridiculizó:

11. Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato.

Probablemente Herodes estuviera demasiado asustado para condenar a muerte a Jesús. Su conciencia no le había permitido olvidar lo que había hecho a otra persona inocente que es Juan el Bautista. Estaba lleno de una horrible superstición. Pero, al mismo tiempo estaba demasiado enojado con Jesús como para ponerlo en libertad porque su curiosidad no había sido satisfecha. Jesús se había negado a realizar un milagro o siguiera a responder a sus preguntas.

Entonces él y sus guardaespaldas comenzaron a tratar con desprecio y burla al prisionero que estaba maniatado. Le vistieron con una manta brillante, como si ya fuese un rey terrenal y así ataviado lo mandaron de regreso a Pilato. Desde el palacio hasmoneo, donde Herodes estaba alojado el cortejo regresó a Pilato y al pretorio.

Lucas nos narra: 12. Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.

Por esta breve nota sabemos que Herodes y Pilato habían sido enemigos mutuos. No se dice la razón para ello. Algunos señalan el pasaje de Lucas 13:1, donde se narra que en una forma horripilante Pilato había ordenado que algunos de los súbditos de Herodes, galileos, fuesen muertos.

Pero lo que su sabemos con certeza es que aquellos que antes eran enemigos se habían hecho amigos. Pilato había honrado a Herodes enviándole a Jesús para que él dictara sentencia. Herodes había respondido en forma recíproca. 


El hecho de que ambos tratasen a Jesús y permitieran o hicieran que él fuese tratado en forma muy vergonzosa, indica que este tipo de reconciliación de ex enemigos contrasta agudamente con la loable reconciliación que Cristo realizó de parte de DIOS hacia nosotros. 2ª Corintios 5:18-20.

Herodes, un funesto hombre que no fue merecedor siquiera de una sola palabra de parte de Jesús, es el prototipo perfecto de un simpatizante del cristianismo, que aquellos que les gusta sentirse bien, que les hablen bonito, que los alaguen y profeticen prosperidad, dones, bendiciones, pero nada más, porque definitivamente no tienen la intención de cambiar su estilo de vida, desean la salvación de Cristo, pero rechazan Su señorío sobre de sus vidas, de ellos también habló el apóstol Pablo en 2ª Timoteo 4:3.

Lamentablemente ha llegado ese tiempo en que en las iglesias no solo no se predica la sana doctrina, tampoco se sufre ni se tolera.

·         No se sufre. Puesto que cuando se predica sana doctrina la gente sencillamente se va de las iglesias, eres perseguido por intolerante, eres señalado como causante de división, y las pruebas siguen en aumento.

·         No se tolera. Porque sus enseñanzas son fuertes y dolorosas para el ego humano, lo deshacen por completo, no le dejan nada de que gloriarse, no todos aceptan las doctrinas de la gracia sencillamente PORQUE SU EGO NO LAS TOLERA.

Solo tienen comezón de oír, como Herodes Antipas siempre la tuvo, Pablo usó la palabra griega knetho (κνήθω, G2833), para comezón, que significa también hacer cosquillas, Pabló lo usó para hablar de aquellos que tienen deseos de maestros a la medida de sus gustos carnales.

Desean escuchar un evangelio que se adapte a sus deseos y caprichos banales, y por este motivo se amontonarán maestros que satisfagan esos bajos deseos carnales, maestros o mejor dicho pseudo maestros del evangelio abundan en la actualidad, venden un evangelio hecho a la medida, donde no te tienes que arrepentir, basta con que te agrade lo que escuchas y te adhieras a sus movimientos heréticos, por eso abundan evangelios falsos como:

·         De la Prosperidad.
·         De la Mejor vida hoy.
·         De los homosexuales.
·         Socialista.
·         Sin pecado.
·         Sin biblia o al menos sin su autoridad suprema.
·         Etc.

Los falsos maestros abundan porque los falsos cristianos abundan también. Ese tipo de personas se les llama simpatizantes más no discípulos, son oidores, pero no hacedores de la Palabra.

Cuando algo que no sea la Verdad del evangelio toma el lugar de preeminencia en el interés de la iglesia, en ese momento se ha convertido en comezón de oír y no en amor por Cristo.

Por Eso Es Que La Sana Doctrina No Solo Es Necesaria Al Cristianismo Actual, Sino Que Le Urge Conocerla Para Reformar Su Vida Y Las Iglesias, Las Cuales   Están Obesas Y Enfermas Espirituales Por La Falta Del Sano Alimento.

Recuerda siempre que tú eres lo que comes, tanto en lo natural como en lo espiritual, entonces:

·         ¿Cómo está tu salud espiritual?
·         ¿Qué es lo que comes: sana doctrina o cuentos fantasiosos que trastornan la Verdad?
·         ¿Te da igual lo que escuchas, lees, cantas?
·         ¿Crees que es lo mismo cualquier predicador o predicación?
·         ¿Te da igual la doctrina?

Si es así no te sorprenda ser un desnutrido espiritual que en los embates de la vida se va doblando cada vez más hasta morir.

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