jueves, 16 de noviembre de 2023

Sodoma y Gomorra Hoy 08: Cuando llega el Juicio. Génesis 19:24-25.

El pecado de Sodoma y Gomorra no fue únicamente la homosexualidad, como lo hemos visto estudiando, eso solo fue la punta del iceberg, en realidad fue una serie de hechos que llevaron a las ciudades en una espiral descendente que culminó en su destrucción, el proceso lo delinea someramente el profeta Ezequiel y nos dice que todo comenzó con la soberbia, se creyeron más sabios que Dios, creyeron que ellos podrían definir mejor lo que era bueno y malo y por lo tanto desecharon lo que Dios dijo.

 

Lo siguió la maldición de la abundancia, un hecho que comúnmente se repite en las culturas antes de implosionar, tienen a manos llenas, pero no lo saben ni administrar ni mucho menos agradecer a quien en realidad se los proveyó, que es Dios mismo.

 

Después cayeron en la ociosidad abundante, no es pecado un poco de ocio, Dios mismo manda descansar un día por semana para no caer en la enajenación, sin embargo, lo de Sodoma y Gomorra era un pésima administración del tiempo libre, o cual dio como furo el siguiente escalón de descenso es cual es la falta de compasión, en palabras del profeta, no fortalecieron la mano del necesitado y del afligido, en su hedonismo cayeron en la egolatría y egoísmo de no pensar en los más necesitados.

 

Esto los llevó a la soberbia consumada la cual viene cuando la sociedad en general persigue a todos aquellos que no aceptan someterse a su perspectiva de la moral, o de la mayordomía, o de lo espiritual, o a su cosmovisión. Tal y como pasó con Lot cuando confrontó a los varones de Sodoma cuando estos querían violentar a los ángeles que hospedaba.

 

Por último, hasta el fondo del pantano moral, llegaron a lo que Ezequiel llama abominación, y esta se da cuando la sociedad no solo tolera, sino que defiende, normaliza y hasta promueve todo tipo de acciones aberrantes como: El incesto. La homosexualidad. El adulterio. El infanticidio y la zoofilia. Cuando se llega al punto de caer en las abominaciones y no hay arrepentimiento al cometerlas, lo único que queda es la expectativa del juicio divino, tal y como leemos que le paso a Sodoma y Gomorra en Génesis 19:24-25.

 

Algo que aprendimos en Escatología bíblica es que:Todo juicio ejecutado que encontramos en la Escritura, es un modelo de lo que será el juicio del día final. Judas 7.

 

Los detalles del juicio, la lluvia con fuego y azufre, la destrucción casi total de la cultura y civilización que ahí habitaban, los dejaremos para otra ocasión, basta con entender que: Cuando la paciencia de Dios llega a su límite, el juicio es inevitable.

 

 

Ciertamente era de esperarse, ya que después de todo lo que vemos que nos presenta la Escritura acerca de la nefasta condición moral, ética y espiritual de Sodoma, al llegar a los extremos de caer en abominación, era de esperarse que se vieran reducidos a cenizas literalmente hablando.

 

No son pocos los que se niegan a creer que Dios puede ejecutar su juicio de esta manera, creen que presentarlo así daña su reputación, y tratan de justificarlo diciendo que un Dios de amor no puede ser así, cuando lo cierto es que ese es precisamente un argumento que lejos de negar el juicio divino lo confirma aún más, porque:

 

Un Dios amoroso no puede tolerar que una sociedad se convierta en un cáncer moral que corrompe todo lo que toca.

 

De la misma manera que un medico extirpa un tumor maligno para poder salvar el resto del cuerpo, Dios, cuando es justo y necesario, aniquilará aquella cultura o civilización que se va degradando para así poder evitar que se contamine moralmente todo lo que la rodea.

 

De hecho la biblia le llama que la tierra vomitará a sus moradores. Levítico 18:25-28.

 

Los ejemplos bíblicos e históricos son abundantes y pavorosos, por lo cual deberíamos pensar y muy seriamente la situación. Además de Sodoma y Gomorra están los cananeos que fueron conquistados cuando el pueblo de Israel tomó posesión de la tierra prometida, su aniquilación fue la ejecución del juicio establecido por Dios en su contra. Génesis 15:13-16.

 

Lo mismo le pasó al Israel infiel, que fue ejecutado juicio en su contra por Babilonia, Persia, Grecia, Roma, etc. Y que fue ampliamente anunciado por los profetas Jeremías, Ezequiel, Oseas, Amós, etc.

 

Históricamente están el imperio romano, el babilonio, el persa, el español del llamado siglo de oro, la Francia de Napoleón, la Alemania nazi, o la URSS. Todos estos imperios colapsados y ahora inexistentes, cayeron bajo el juicio divino, aunque lo cierto es que: No hay ningún imperio que sea eterno, solo el Reino de Dios es para siempre.

 

Sin embargo, a pesar de lo espantoso que es el juicio divino y de lo abominable que se volvió la sociedad en Sodoma y Gomorra, el relato nos enseña una maravillosa verdad: Dios en su gracia y misericordia puede retrasar su juicio si encuentra diez justos en la ciudad. Génesis 18:22-23.

 Miguel Hernandez (@fenix78) no Meadd: “Abraham intercede por Sodoma y  Gomorra Generacion Adultera Demanda Señal No Le Sera Dada Señal Si No Esta  Señal 18:16 Y los varones...“

Aunque tarde o temprano debe de llegar, pues la maldad del ser humano no puede quedar sin su justo pago, Dios concede periodos de aplazamiento de gracia, esperando por aquellos que aun se van a convertir a Él en arrepentimiento.

 

Sin arrepentimiento, al final el juicio de Dios recaerá sobre la cultura que ha decidido darle la espalda y andar en abominaciones, y si es que llegan a quedar diez justos, aunque a veces ni esos, serán o librados por Dios como le pasó a Lot 2ª Pedro 2:6-9, o bien, pasarán por la misma suerte, sabiendo claro que la Soberanía de Dios está por encima y serán moldeados como Cristo en el Getsemaní. Pero algo es cien por ciento seguro: El juicio es inevitable y se producirá de manera inapelable como sucedió con Sodoma y Gomorra. 2ª Pedro 2:6-7.

 

Pero siempre hay lugar para el arrepentimiento, del cual hablaremos la próxima semana.

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