El
día de hoy veremos la segunda parábola más famosa de Jesús: el buen samaritano,
está detrás solo de la parábola del hijo pródigo la cual ya estudiamos hace
tiempo, está parábola es tan famosa que ha inspirado el nombre a innumerables ministerios, hospitales, centros
de ayuda e instituciones de caridad en general.
Esta
es una de las parábolas de mayor contenido ético que podamos encontrar, tal
vez de ahí su frecuente uso y
popularidad.
¿Bajo
qué contexto la contó Jesús?
¿Por
qué toma ese nombre esta parábola?
¿Qué
significado tienen sus elementos?
Además
de su alto contenido ético, ¿Cuál es su enseñanza central?
¿Cómo
aplicamos su enseñanza hoy en día?
Antes
de comenzar una vez más deseo advertir acerca del peligro de una mala
interpretación bíblica en general y en lo particular de las parábolas, las
parábolas no deben ser simbolizadas desmedidamente, hay quienes equivocadamente
alegorizan al extremo los elementos de
las parábolas y por ello caen en errores fatales, como por ejemplo en esta
enseñanza del buen samaritano, algunos dicen que sus elementos representan:
·
El viajero: la raza humana.
·
Jerusalén: la patria celestial.
·
Jericó: el mundo.
·
Los ladrones: demonios.
·
El buen samaritano: Cristo.
El peligro de interpretar de esta manera está y todas las parábolas es por partida doble, en primer lugar podemos sacar casi
cualquier enseñanza que se nos antoje forzando las escrituras a decir lo que
nosotros creemos o queremos que digan y así han nacido muchas falsas doctrinas.
Además cada parábola contiene al menos una enseñanza o verdad espiritual
en su contenido esencial, aunque eso no la excluye que existan analogías que se
desprenden de la misma parábola, y si caemos en el extremo de alegorizarla
(llevarla al punto de la fantasía) se pierde la verdad central que Jesús quiere
enseñarnos.
En la parábola de las ovejas y cabritos entendimos que las ovejas son selectivas
al comer, los cabritos comen de todo, para ellos es lo mismo un apostolobo de
la prosperidad como Guillermo Maldonado a un predicador de Sana Doctrina
como John MacArthur.
Jesús
comienza a narrar esta extraordinaria historia, (la cual muchos creen que hasta
fue un hecho real) en respuesta a un
doctor de la ley o interprete de
la ley como lo dice el texto, quien movido por malas intenciones trata “probar la sabiduría” de Jesús, el doctor de
la ley le dice maestro: ¿Qué debo hacer
para heredar la vida eterna?
De
algo podemos estar seguros y es que el doctor en la ley no tenía ni la más
mínima idea de lo que la vida eterna significa, él solo deseaba hacer una
pregunta en la cual Jesús se
contradijera o cayera en descrédito.
¿Qué
es la vida eterna? ¿Cómo poder obtenerla o heredarla? La vida eterna empieza
aquí en la tierra al nacer de nuevo: Juan 17.3. Y no hay nada que nosotros
podamos hacer para obtenerla, es SOLO POR GRACIA Efesios 2.8-9.
La
gran mayoría de las personas en México y Latinoamérica al preguntarles que
saben acerca de Cristo y su crucifixión nos dirán que fue para perdonar los
pecados, lo cual es verdad, pero no es toda la verdad pues de ser así la gran
mayoría de las personas sería nacidos de nuevo
y por el estilo de vida no arrepentidos y alejados de DIOS vemos que no
son regenerados, falta un ingrediente y
es LA JUSTIFICACIÓN SOLO POR FE.
Jesús
le responde en su terreno al doctor en la ley, le dice ¿Qué está escrito en la ley?
El
doctor en la ley le contesta con una combinación muy citada en esa época de los
textos de Deuteronomio 6.5 y Levítico
19:18.
Amarás al Señor con todo: el corazón, el alma, las
fuerzas y la mente. Entrar
de lleno en cada aspecto es una predicación aparte, lo que si podemos aprender
es el común denominador en los cuatro aspectos
y es: CON TODO del griego Jolos:
Todo, Completamente, en Totalidad. Lucas 9:57-62.
También le dice: Y a tu prójimo COMO A TI MISMO. Antes de ver el amor
al prójimo, nosotros veremos el amor a uno mismo, no soy promotor del
antropocentrismo, el ser humano no es el centro del universo eso es más que
claro: todo se trata siempre de DIOS.
Sin
embargo hay personas que no saben amarse a ellas mismas por lo tanto mucho menos sabrán amar a DIOS y
a sus semejantes, están descontentos con algún aspecto físico: soy muy
chaparrito, soy feo, soy moreno, y va más allá de las crisis existenciales
propias de la adolescencia sin Cristo.
Otros
no se aman pues hicieron o aun hacen
cosas terribles que no se pueden perdonar, por eso les cuesta ENTENDER QUE DIOS
LOS AMA ASÍ TAL CUAL SON.
DIOS
nos diseñó así, no son defectos, son rasgos distintivos, por nosotros mismos
aislados de DIOS no valemos nada, pero al ser hechos sus hijos tenemos una alta
estima: VALEMOS LA SANGRE DE CRISTO: Apocalipsis
5:9.
Jesús
le dice al doctor de la ley: bien has respondido, haz esto… no le dice medita en esto o cree en esto, la FE sin obras
es muerta: Santiago 2:14-17.
Pero
el doctor de la ley QUERIENDO JUSTIFICARSE, responde ¿Quién es mi prójimo?
¿Por qué se justificaba el doctor de la ley? Sencillamente PORQUE LO SABIA PERO NO LO HACIA.
Era común en esa época como lo es hoy en día poner
pretextos para no cumplir con los mandamientos de DIOS, en esa época Un punto de vista aceptado ampliamente parece
haber sido: “Ama a tu prójimo, al israelita”. Sin embargo, los fariseos
restringían esto aún más, a saber, “Ama a tu prójimo, el fariseo”. Marcos 7:11. Solo repetiré lo que le
dije en la parábola del rico insensato: “El motivo por el que realmente la gran mayoría de
las personas no diezman es por la
avaricia de su corazón” y a partir de ahí es que comienzan a inventar excusas.
Ellos razonaban: “Esta chusma que no sabe la
ley, son malditos” (Juan. 7:49). Y la gente de Qumrán declaraba que todo aquel que no
perteneciera a su pequeño grupo era un “hijo de las tinieblas” y debía ser
odiado.
Lamentablemente hoy en día en los movimientos
reformados y de sana doctrina se está dando algo parecido, son algo así como
NAZIS ESPIRITUALES.
Los nazis en esencia creen que son una raza
superior a las demás y por lo tanto tratan con desprecio a los que no sean de
raza aria, es decir para ellos es lo mismo un judío, un negro un latino y un
perro, todos están en la misma altura racial: debajo de ellos. Y por estas
creencias elitistas es que de 1939 a 1945 se dio la más sangrienta y cruel
guerra de todos los tiempos: la 2ª guerra mundial con más de 6 millones de
judíos exterminados en campos de concentración.
Los nazis espirituales hacen lo mismo creen
que por saber sana doctrina pueden minimizar a los demás, o tacharlos incluso
de no ser elegidos cuando el ÚNICO QUE LO SABE ES DIOS, y lejos de ser personas
humildes son de lo más arrogantes por “saber más” cuando una característica de
las doctrinas de la gracia es HUMILLAR por completo el orgullo humano.
La ortodoxia (La doctrina correcta),
ortopraxis (La conducta correcta) y
ortopatía (Los sentimientos y emociones correctas) siempre van de la mano. Los extremos son los
perjudiciales, tanto el emocionalismo desbordado como la frialdad total. Lucas 9.49-50.
El doctor de la ley le pregunta auto justificándose ¿Quién es mi
prójimo? A lo que Jesús en vez de dar una definición técnica, conceptual o
etimológica de la palabra prójimo se da
a la tarea de contar la historia del buen samaritano.
El camino de Jerusalén a Jericó era muy
peligroso en esa época, no solo era un terreno muy empinado y lleno de rocas,
además había muchas cuevas donde fácilmente se escondían ladrones y sorprendían
a los viajeros. Por lo cual al contar la historia no fue algo sorprendente pues estaban todos familiarizados. (Como si
hoy en día contáramos de un asalto en el trasporte público).
Hirieron al hombre y lo dejaron casi muerto. Lo que sucedió a
continuación es la enseñanza central del sermón del día de hoy.
El primero en pasar cerca del hombre herido
fue UN SACERDOTE un hombre santo que ofrecía sacrificios en el templo, no tenía
excusa para ignorarlo, pues Jesús deja en claro que descendía, es decir iba de
Jerusalén a Jericó como el viajero herido, lo cual indica que iba a su casa no
al templo, así que no podía poner como excusa el que se podía contaminar por
tocar un muerto (en caso de que lo estuviera).
Después pasó por ahí un Levita, quien
básicamente era el ayudante de los sacerdotes en las funciones del templo, y la
actitud es la misma: indiferencia.
Pero UN SAMARITANO pasó por ahí. Para
entender a fondo veamos primero ¿Quiénes son los samaritanos?
Habitantes de Samaria obviamente, Capital del
reino de Israel entre 870-721 a. C Después de la caída de Samaria, y según los
archivos de los asirios, Sargón rey de Asiria llevó cautivos a 27.290
israelitas y repobló la ciudad con gente de otros países que había conquistado.
En otras palabras los samaritanos de la época de Jesús eran mestizos de otras
naciones con Hebreos LO CUAL ERA ABOMINACIÓN para los judíos.
Había un odio reciproco entre judíos y
samaritanos: Juan 4.9 y Juan 8:48.
Para colmar la situación Jesús usó un recurso
literario judío llamado “la regla de los tres”
el cual se basaba en presentar una historia con dos personajes
religiosos y uno secular, los dos religiosos eran siempre los malos y el
secular que era siempre era el bueno en la historia y el civil era siempre
judío. El que Jesús hubiera incluido un samaritano en lugar de un judío era
doblemente ofensivo para el doctor de la lay con quien conversaba.
Así de grande era el odio entre judío y
samaritanos, y FUE UN SAMARITANO quien se portó como ser humano con el judío.
Jesús lo que quería era causar un fuerte impacto en los que lo estaban
escuchando, deseaba sacudir todos su prejuicios.
El samaritano FUE MOVIDO A MISERICORDIA, es
decir tuvo compasión, lo que hoy en día se conoce como empatía: PONTE EN EL
LUGAR DEL OTRO.
Es fácil criticar la vida o carácter de los
demás sin saber el fondo del cual vienen, a la iglesia asisten personas que
salieron de situaciones tales como:
·
Alcoholismo.
·
Drogadicción.
·
Abusos.
·
Abandono.
·
Maltrato en tras congregaciones.
·
Violación.
·
Falta de amor.
·
Hogar disfuncional.
·
Padre o madre ausente.
·
Adulterio, etc.
Y lejos de ayudar o al menos dejar de señalar
sus errores de vida (no de doctrina, esos jamás se callan) los hacemos trizas
con nuestros comentarios, tal pareciera que hemos olvidado la empatía, y solo
la llamamos cuando queremos que se aplique a nosotros pero la olvidamos con los
demás.
Lo que hizo este samaritano fue más allá de
las palabras o los buenos deseos,
desmontó, se acercó al hombre herido, lo le dio primero auxilios, lo le puso
vino y aceite, artículos nada baratos en la época, lo llevo al mesón, cuido de
él y dejó dinero suficiente para varios días de atenciones y por si fuera poco
dejó dicho que si había más gastos él los cubriría al regresar.
Jesús le pregunta ¿Quién de estos tres te parece que es el prójimo del
viajero? El doctor en la ley le contesta que el que
usó de misericordia, a lo que Jesús le contesta nuevamente VE TÚ Y HAZ LO MISMO.
Antes de querer salir por el mundo ayudando a
todos los que nos rodean sigamos el consejo de Jesús en Hechos 1:8 “de adentro hacia afuera”.
No busquemos al prójimo fuera de casa,
primero seamos misericordiosos con los más cercanos a nosotros:
¿Cómo tratas a tu esposo (a), a tus hijos, a
tus papás, a tus hermanos, a tus abuelitos si viven contigo? ¿Los respetas? ¿Les
dices que los amas y se los demuestras? ¿Tratas de mostrar empatía o te da
igual cómo les fue en el día? ¿Eres
cristiano con los de tu casa o solo con la gente de la iglesia?
Algunos dirán, Pastor, acaso ¿Reflejar a
Cristo no es un proceso en el tiempo? ¿No es poco a poco? Claro que sí, pero
algunos ni siquiera han tenido la intención de comenzar, son cristianos de
iglesia solamente, pero al salir de aquí
no hay nada de la vida de Cristo en ellos.
El buen samaritano no solo tuvo empatía o
compasión por el viajero le dio LO MEJOR, podemos dar sin amar pero no se puede
amar sin dar, si dices que amas a tus personas cercanas (por ahí se empieza)
¿Qué les das para demostrárselo? Lo más valiosos no es el dinero o lo material,
sino TIEMPO DE CALIDAD con ellos.
En un hogar cristiano sino se respira
tranquilidad, paz, gozo, amor, respeto,
por definición no es un hogar cristiano, no dije felicidad, la felicidad
es momentánea y la causa factores externos, lo que menciones es eterno y lo
causa CRISTO EN NOSOTROS.
¿Qué es lo que pasa cuando te enojas? ¿Gritas
furioso o haces oración a DIOS? ¿Qué pasa cuando hay escasez? ¿Reniegas o das
gracias a DIOS? ¿Qué haces cuando hay un problema? ¿Echas pestes o te refugias
en Cristo?
Antes de querer salir y ganar a las naciones
o de ser “buen prójimo” con los de afuera, primero veamos lo que tenemos en
casa, la situación es cada vez más
complicada con la influencia del mundo cada día más corrompido y por si fuera
poco para nosotros no solo no es fácil, para nosotros ES IMPOSIBLE, pero eso DIOS ya lo sabía:
2ª Corintios 3: 18 Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un
espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a
la acción de su Espíritu en nosotros, (de gloria en
gloria) cada vez nos parecemos más a él. TLA.
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