miércoles, 10 de mayo de 2017

Cristología. Bloque C: Los Oficios De Jesucristo. Tema 8 (44): El fundamento De La Expiación. Cita. Hebreos 10:8.

Estamos estudiando los oficios de nuestro Señor Jesucristo, ya estudiamos el oficio profético y estamos ahora en el oficio sacerdotal, el sacerdote es el representante del pueblo ante su DIOS y tiene dos funciones primordiales, la primera de ellas es interceder por el pueblo delante de DIOS y la segunda y que es la que estamos estudiando es la de ofrecer sacrificios, ofrendas y holocaustos.

En las ultimas 2 clases estudiamos la redención, primero su figura, promesa y profecía en el Antiguo Testamento y después su cumplimiento en la persona de Jesucristo en la Cruz del Calvario. La biblia es una unidad de pensamiento, es la mente de DIOS (no toda, solo lo que necesitamos) y de principio a fin tiene un mensaje: Jesucristo y el plan de salvación.

El tema del día de hoy es el fundamento de la expiación, primero diferenciemos entre redención y expiación, pues a pesar de ser términos muy similares en cuento a su relevancia en la salvación del ser humano, ciertamente son dos cosas muy distintas.

La palabra redención significa en su etimología re-comprar o rescatar e implica pagar un precio para recuperar o re-comprar aquello, ahí es donde entra la expiación, la expiación es el precio pagado, es la moneda de cambio con la cual se recupera lo que se redime.

Redención: Cristo nos compró del mercado de esclavos del pecado y del maligno.
Expiación: La moneda con que pagó: su sangre, su vida, su sacrificio.

De aquí surgen varias preguntas: ¿Cómo dónde y a quién y de qué manera pagó el precio de nuestro rescate? Para poder responder adecuadamente y sin caer en herejías es necesario saber en qué medida y condición Jesús es nuestro representante y nuestro sustituto en la obra de la Cruz.

La teología sistemática ha encontrado en Filipenses 2.8 el elemento subjetivo y el elemento objetivo de la obra sacrificial de Cristo y si llegamos a un buen equilibrio entre ambos elementos tendremos una Cristología sana.

Elemento Subjetivo: se humilló así mismo haciéndose obediente.
Elemento objetivo: hasta la muerte y muerte de Cruz.

El elemento subjetivo, como su nombre lo indica, se basa en la persona de Cristo, su voluntad obediente al Padre. El elemento objetivo, es la ofrenda en sí misma, el sufrimiento en el sacrificio de la Cruz.

Hay varias teorías expiatorias que van en exceso al elemento objetivo de la expiación, veremos algunas de ellas y observaremos los errores en los que caen.

1.    Teoría de la recapitulación en Cristo. Efesios 1.10.

El apóstol Pablo usa la palabra anakefalaioo (ἀνακεφαλαιόω, G346), para reunir y también se puede traducir como resumir, encerrar y recapitular.

Con base mayormente en esta cita, está teoría dice que Cristo experimentó todas las fases de la vida de Adán incluyendo la experiencia del pecado. Sostiene que Cristo triunfó donde Adán falló. Este punto de vista considera la expiación de Cristo como algo que invierte el camino de la humanidad de la desobediencia a la obediencia.

Según esta teoría, Cristo por el solo hecho de hacerse hombre asumió la naturaleza de toda la humanidad, desembocando obviamente en el universalismo: todos seremos salvos sin importar nada más.

Es obvio que esta teoría es no solo equivocada y herética, es peligrosa pues puede dar seguridad de salvación a aquellos que no lo son, su equivocación recae en la confusión de representatividad con la de sustitución, Cristo representa a Adán, por eso le llama Pablo el postrer Adán, pero de ninguna forma lo sustituye, pues de ser así se vería hasta contaminado de pecado en su ser.

2.    Teoría del rescate pagado a satanás. Colosenses 2:15.

Entre los siglos II al IV hubo escritores cristianos como Orígenes y Gregorio de Nisa, que con base en textos como: Colosenses 2.15. 1ª Corintios 2:7-8. 2ª Corintios 4.4 y Efesios 4:8, inventaron la teoría de que Cristo pagó el rescate de nuestra liberación no a Dios Padre sino a satanás ya que este era el que nos tenía bajo su poder desde que la humanidad cayó en el pecado.

Gregorio de Nisa fue aún más lejos y afirmó que DIOS se disfrazó de humano para servir como anzuelo engañando como a pez hambriento al diablo, otra idea que se suma es que satanás al excederse en el maltrato al inocente Jesucristo quedó sin el derecho ya sobre de los pecadores.

¿Pero acaso no éramos esclavos del pecado y del diablo (sus hijos de hecho)? Para responder sin confusiones innecesarias pensemos en satanás como el carcelero, pero es DIOS el dueño de la prisión.

Es herético pensar en satanás, en vez de Dios, como aquel que exigió que un pago fuese hecho por el pecado y así ignora completamente las demandas de la justicia de Dios como las que vemos a través de toda la Escritura. También tiene un concepto de Satanás más alto de lo debido y lo ve como uno con más poder de lo que realmente posee.

3.    Teoría de Anselmo acerca de la satisfacción. (La teoría comercial).

La teoría de Anselmo algunas veces se identifica con la de los Reformadores, conocida también como teoría de la satisfacción, pero no son idénticas las dos. Según Anselmo, el pecado consiste en que las criaturas no quieren darle el honor que solo DIOS se merece.

A causa del pecado del hombre, Dios queda despojado de su honor, y era necesario que esto fuera castigado. Esto podía ser hecho en una de dos maneras: mediante castigo o mediante satisfacción. Esta teoría ve la expiación de Cristo como algo que trae infinito honor a Dios. Esto resultó en Dios dando a Cristo una recompensa, la cual Él Mismo no necesitó, y que Cristo pasó esta recompensa al hombre en forma de perdón del pecado y bendiciones para los que viven según el evangelio.

Esta teoría es falsa, Louis Berkhof observa muy bien sus varios errores:

A.   Pone la base de la expiación sobre el honor de DIOS y no sobre de su justicia.
B.   La expiación deja de ser del todo sustitutiva ahora solo es un mérito delegado.
C.   No toma en cuenta la unión espiritual de Cristo con su iglesia.
D.   Principalmente excluye de la expiación la obediencia voluntaria y amorosa de Cristo.

4.    Teoría rectoral o gubernamental.

Según esta teoría la satisfacción que la obra del Calvario ofrece a DIOS no se basa en las exigencias de la Justicia divina, ni su santidad ni ningún otro atributo divino, sino que fue solamente para mantener y preservar las demandas del orden moral del universo que se violentaron a causa del pecado.

Para esta teoría la expiación no supone ni necesita de una sustitución en cuanto a nuestra responsabilidad personal por el pecado, sino que la expiación es solo un equivalente penal del castigo que los pecadores merecíamos. Esta sustitución penal por parte de Cristo debe de producir un impacto en las conciencias de los hombres para que estos lleguen a arrepentirse de sus pecados.

En esta teoría la obra de la redención es más una muestra que una satisfacción de la justicia de DIOS.

Esta teoría va abiertamente en contra de la Palabra de DIOS en pasajes como 1ª Corintios 5:19-21 entre muchos otros, además le quita su negra esencia al pecado (solo altero el orden moral del universo, no atentó contra la Santidad de DIOS) y también le quita a la Muerte de Cristo su absoluta necesidad (Pues DIOS no está indignado por el pecado).

5.    Teoría del arrepentimiento vicario.

Esta teoría también recibe el nombre de teoría de la simpatía y de la santificación. Se funda sobre la suposición gratuita de que un arrepentimiento perfecto habría servido como expiación suficiente por el pecado, si el hombre hubiera sido capaz de un arrepentimiento adecuado, lo que no fue. Ahora bien, Cristo ofreció a Dios, en lugar de la humanidad, el arrepentimiento requerido, y haciéndolo así, cumplió las condiciones del perdón. Su obra realmente consiste en la confesión vicaria del pecado en lugar del hombre.

La pregunta que surge es ¿Cómo se relaciona la muerte de Cristo con este arrepentimiento y con esta confesión vicaria? La respuesta es que, Cristo, por medio de sus padecimientos y muerte, entró mediante la simpatía a la condenación que el Padre hace del pecado, extrajo la perniciosidad (lo que causa daño) del pecado y lo condenó; y esto fue considerado por el Padre como una confesión perfecta de nuestros pecados.

Esta teoría cae con un solo versículo. Hebreos 4.15. Cristo no podía identificarse (eso implica la simpatía) con nosotros ni sustituir nuestro arrepentimiento, no se podía arrepentir en nuestro lugar simplemente porque NO TENÍA PECADOS DE LOS CUALES ARREPENTIRSE.


En la próxima clase analizaremos otras teorías fallidas en cuanto a la expiación de Jesucristo.

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