miércoles, 25 de marzo de 2020

CFB 1689. Tema 15: Del llamamiento eficaz. Cita: Juan 3:8.


La clase anterior estudiamos acerca del libre albedrío, o la capacidad de tomar decisiones de parte de nosotros los seres humanos, acordamos, basados en la Escritura, que de ninguna manera el libre albedrío importa o influye en lo más mínima para nuestra salvación, simple y sencillamente nosotros no decidimos aceptar a Cristo, no decidimos seguirlo, no le abrimos nuestro corazón ni lo invitamos a entrar en él, la cita que los evangélicos modernos sacan de contexto para sustentar su tesis Apocalipsis 3:20 habla de una iglesia apostata que ha dejado fuera a Cristo de sus vidas, no tiene nada que ver con invitar a Cristo a ser parte de tu vida.

Surge entonces para la pregunta ¿Entonces como somos salvos?

Si nosotros nos elegimos a Cristo con nuestro libre albedrío ¿Cómo nos salva DIOS? Ese es el tema del día de hoy, de hecho, en la CFB 1689 este capítulo está titulado: acerca de la salvación, e incluye el tema del libre albedrío, seguido del tema del llamamiento eficaz.

A. Visión general. A aquellos a quienes Dios1 ha predestinado para vida,2 tiene a bien en su tiempo señalado y aceptable,3 llamar eficazmente4 por su Palabra5 y Espíritu,6 sacándolos del estado de pecado y muerte en que están por naturaleza y llevándolos a la gracia y la salvación por Jesucristo;7 iluminando de modo espiritual y salvador sus mentes, a fin de que comprendan las cosas de Dios;8 quitándoles el corazón de piedra y dándoles un corazón de carne,9 renovando sus voluntades y, por su poder omnipotente, induciéndoles a querer hacer lo bueno, y llevándoles eficazmente a Jesucristo;10 pero de modo que acuden a él con total libertad, habiendo recibido por la gracia de Dios la disposición para hacerlo.11

1.    El autor: DIOS. Ro. 8:28,29.
2.    Los beneficiarios: Los elegidos para salvación. Ro. 8:29,30, 1 Co. 1:26-28; 2 Ts. 2:13,14; 2 Ti. 1:9.
3.    La ocasión en que ocurre: en el nuevo nacimiento. Jn. 3:8.
4.    La eficacia del llamado de DIOS para salvación: Mt. 22:14; 1 Co. 1:23,24; Ro. 1:6; Jud. 1; Jn. 5:25; Ro. 4:17.

DIOS llama a sus elegidos por medio del evangelio, y lo hace de tal modo, que no es necesario hacer nuestra parte para encontrar a Cristo en el pasaje de Hechos 17:30-34 encontramos además del mensaje del evangelio como instrumento para llamar a los elegidos, también el llamado externo y el llamado interno.

Los elegidos pueden resistir, incluso largamente, el llamado de Dios, pero siempre terminarán convirtiéndose antes de morir. Si Dios los eligió, es seguro que se salvarán, debido a la soberanía de Dios, el mejor ejemplo es la vida de Saulo de Tarso.

Si un elegido pudiera resistir al llamado de DIOS toda la vida, querría decir que Dios habría fracasado respecto a él y que en ese caso esa persona o el diablo que lo aparta del evangelio, serían más poderosos que Dios, lo cual es IMPOSIBLE.

Esto no significa que Dios obliga a convertirse a los elegidos, sino que los regenera, es decir, les imparte nueva vida, por el Espíritu Santo y les da el don de la fe, de modo que más pronto o más tarde, al recibir el llamado de Dios para arrepentirse y creer, deciden voluntariamente hacerlo. El llamamiento eficaz significa que esto ocurre con todos los elegidos. Este es un asunto que tiene dos caras. Desde el punto de vista de Dios, se salvan todos los elegidos. Desde el punto de vista del hombre, se salvan todos lo que creen en Cristo como único y suficiente salvador.

5.    Primer medio: Su Palabra, también conocido como llamamiento externo. 2 Ts. 2:14; 1 P. 1:23-25; Stg. 1:17-18; 1 Jn. 5:1-5; Ro. 1:16,17; 10:14; He. 4:12.
6.    Segundo medio: Su Espíritu, también conocido como llamamiento interno. Jn. 3:3-8; 2 Co. 3:3,6. Gálatas 1.15, 2 Tim 2:24-25.

Para poder entender a fondo esta doctrina es importante en primer lugar diferenciar entre los dos tipos de llamado que vemos delineados en la Escritura: el externo e interno.

Estos dos llamamientos se aprecian claramente en las Escrituras, el primero, es el que se hace al público o los oyentes, todos sin distinción ni excepción y es realizados por nosotros los seres humanos, como lo hizo el apóstol pedro en Hechos 2, al exponer el evangelio por medio de la Palabra de DIOS estamos haciendo el llamado externo.

El segundo, es el llamado que realiza de forma interna, en el corazón de los elegidos, para que se arrepientan y crean en el evangelio, este llamado especial lo hace únicamente el Espíritu Santo, Martín Lutero decía: nuestro deber es llevar el evangelio a los oídos de las personas, el Espíritu Santo se encarga de hacer que el mensaje baje al corazón.

No debemos olvidar que el llamado es un llamado al arrepentimiento de los pecados y a creer en el evangelio, no es un llamado a una vida mejor, ni a recibir dones, sanidades, milagros o ninguna otra cosa.

7.    La transición: de pecado y muerte a gracia y vida. Ro. 8:2; Ef. 2:1-6; 2 Ti. 1:9,10.
8.    Forma de operar 1: iluminando espiritualmente nuestro ser. Hch. 26:18; 1 Co. 2:10,12; Ef. 1:17,18.
9.    Forma de operar 2: cambiando el corazón. Ez. 36:26.
10. Forma de operar 3: renovando la voluntad. Ez. 36:27; Jn. 6:44,45; Fil. 2:13.
11. El resultado: la gracia de DIOS nos lleva a los pies de Cristo. Sal. 110:3; Jn. 6:37; Ro. 6:16-18.

B. Conceptos específicos. Este llamamiento eficaz proviene exclusivamente de la gracia libre y especial de Dios, no de ninguna cosa prevista en el hombre, ni por ningún poder o instrumentalidad en la criatura,1 siendo en esto enteramente pasivo, al estar muerto en delitos y pecados, hasta que es vivificado y renovado por el Espíritu Santo;2 es capacitado de este modo para responder a este llamamiento y para recibir la gracia que éste ofrece y transmite, y esto por un poder no menor que el que resucitó a Cristo de los muertos.3

1.    Su fuente: el amor incondicional de DIOS. 2 Ti. 1:9; Tit. 3:4,5; Ef. 2:4-9; Ro. 9:11.
2.    Aportación de los elegidos: ninguna. 1 Co. 2:14; Ro. 8:7; Ef. 2:5.
3.    Su proceso: su Gracia vence la rebelión del corazón humano y lo lleva a creer en Cristo. Ef. 1:19,20; Jn. 6:37; Ez. 36:27; Jn. 5:25.

Este punto es fácil de entender si comprendimos bien el tema de la caída del hombre, su pecado y su castigo, donde aclaramos que todos, sin excepción todos los seres humanos somos totalmente incapaces por nuestra propia cuenta de agradar a DIOS por nuestros propios medios.

Pero eso no es todo, la humanidad no solamente no puede, no quiere la reconciliación con DIOS, puesto que su propio pecado ha hecho que 'ame más lo malo que lo bueno' y Dios siendo fuente de toda bondad, jamás se encuentra en sus planes cercanos ni futuros.

Si la doctrina del pecado original es verdadera (lo es, ya lo estudiamos) entonces no hay salvación sin un llamamiento eficaz.

Si el Espíritu Santo no interviene en nuestras vidas siempre vamos a escoger lo malo, nunca vamos a elegir a Cristo, eso es un hecho, si alguien es tan humilde de someterse a DIOS es porque DIOS ha dado a ese alguien una nueva naturaleza, un nuevo corazón: Ezequiel 11:19-20 y 36:26-28.

Podemos concluir entonces que el hombre necesita, no solo ser salvado sino también el ser llamado a esa salvación por DIOS, porque en nuestra lista de prioridades no está el agradar a DIOS ni mucho menos reconciliarnos con ÉL.

C. Los casos especiales. Los niños que mueren en la infancia son regenerados y salvados por Cristo por medio del Espíritu, quien obra cuándo, dónde y cómo quiere;1 así lo son también todas las personas escogidas que sean incapaces de ser llamadas externamente por el ministerio de la Palabra.

1.    DIOS dota de una gracia especial a ciertos grupos de personas para su salvación: Jn. 3:8.
o   Los niños pequeños al morir. Mateo 19:14. 2ª Samuel 12:23.
o   Los discapacitados mentalmente (aquellos cuyas facultades no les permitan entender el evangelio más de lo que lo entendería un niño pequeño).

Ambos grupos son salvos por gracia solamente, debido al Amor incondicional del Señor.

D. Otros casos. Otros, que no son escogidos, aunque sean llamados por el ministerio de la Palabra y tengan algunas de las operaciones comunes del Espíritu,1 como no son eficazmente traídos por el Padre, no quieren ni pueden acudir verdaderamente a Cristo y, por lo tanto, no pueden ser salvos;2 mucho menos pueden ser salvos los que no reciben la religión cristiana, por muy diligentes que sean en conformar sus vidas a la luz de la naturaleza y a la ley de la religión que profesen.3

1.    Los apostatas. Mt. 22:14; Mt. 13:20,21; He. 6:4,5; Mt. 7:22.

Aquellas personas que un día gustaron el don celestial y que terminaron por apostatar rotundamente de la fe, no son evidencia de que la salvación se pierde ni son la excepción a la regla del llamamiento eficaz, únicamente son casi cristianos que un día estuvieron con nosotros pero que no permanecieron. 1ª Juan 2:19.

La biblia es numerosa en ejemplos acerca de estos casi cristianos, ellos son:

ü  La semilla al lado del Camino.
ü  Los cabritos en el rebaño.
ü  La cizaña en el campo.
ü  Las 5 vírgenes imprudentes.
ü  El pámpano que no dio fruto.
ü  Etc.

Fueron simpatizantes, algunos hasta pudieron hacer milagros y predicar como Judas, pero en realidad nunca fueron hijos de DIOS, porque Él nunca los conoció. Mateo 7:20-23.

2.    Los que escuchan, pero no obedecen a la Palabra. Jn. 6:44,45,64-66; 8:24.

Aquellos, que, como Himeneo, Alejandro, Fileto, Ananías, Safira, Etc. Que naufragaron de la fe, es porque en realidad no eran hijos legítimos, de haberlo sido, DIOS los hubiese disciplinado para salvación. Hebreos 12:5-8. Por este motivo, alegrémonos cada vez que somos disciplinados por DIOS, pues es una de las maneras en que él nos preserva para salvación eterna.

No es lo mismo caer y que DIOS te levante, a seguir tirado toda la vida en el pecado, una oveja puede caer en el lodo, pero un cerdo vive en la suciedad como algo natural.

3.    Los paganos. Hch. 4:12; Jn. 4:22; 17:3.

¿Entonces no es posible que los paganos que no tienen la luz del evangelio sean salvos obedeciendo a la luz de su conciencia? No, eso es totalmente imposible.  ¿Qué pasa entonces cuando El apóstol Pablo habla de "la ley escrita" en los corazones de los gentiles Romanos 2:14-15? Un estudio del contexto de los versículos citados nos enseña que Pablo no contradice la salvación por gracia, solo pone las bases para el justo juicio de DIOS

Teóricamente puede salvarse viviendo según la luz que uno tiene, pero en la práctica nadie ha
llevado esta vida perfecta. Pablo termina su exposición de la culpabilidad del hombre. Romanos 3:10, 23.

Lo que Pablo trata en Romanos 2:1-16 son los principios del juicio de Dios y no el camino de la salvación.

El Señor juzga a los hombres según la ley que tiene y según sus obras. Por la revelación general los paganos tienen suficiente luz para no tener excusas de su ignorancia respecto a la existencia de Dios, pero insuficiente luz para ser salvos. Solo Cristo es el Camino para llegar al Padre. Juan 14.6.

Conclusiones:

La condición caída y pecaminosa del ser humano no le permite a nadie creer, ni venir por sí mismo al Señor, no es hasta que el Espíritu de Dios le convence de pecado que recibe facultad de creer. El llamamiento eficaz se basa en la total inhabilidad del hombre para creer, corresponde a la doctrina de la elección soberana de los predestinados y descansa sobre la expiación limitada pues la muerte de Cristo se hace eficaz en sus elegidos.
Así como un bebé en el vientre de su madre es incapaz de elegir si nace o no, o cuando hacerlo, así nadie puede elegir nacer de nuevo, ese es un regalo que solo DIOS nos da por medio de su gracia irresistible.
Si alguna vez te has preguntado ¿Por qué tuviste que pasar por tantas situaciones tan difíciles antes de conocer a Cristo? La respuesta es sencilla, porque es una de las maneras en que la gracia de DIOS trabaja en nosotros, ablandándonos y moldeándonos.

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