lunes, 27 de noviembre de 2017

El Evangelio De Juan 51: La Circuncisión Del Corazón. Juan 7:19-24.


 
Después de que Jesús recibiera burlas de parte de sus medios hermanos, decide subir a la fiesta como en secreto, pero a la mitad de la fiesta, deja ese bajo perfil, sale del anonimato y comienza a enseñar a la multitud, lo cual de inmediato trajo grande controversia entre sus adversarios.

Lo primero que hicieron es conocido en la lógica de debates como argumento ad hominem, significa atacar a la persona con el fin de desacreditarla en lugar de refutar el argumento, sus palabras parafraseadas fueron: ¿Cómo va a enseñarnos letras un analfabeto?

Jesús, que es todo sabiduría, aprovecha el ataque de sus adversarios para sentar las bases, el sello, las características de la doctrina pura y verdadera, lo que nosotros conocemos como la sana doctrina:

ü  Busca la obediencia a la voluntad de DIOS.
ü  NO busca la gloria del ser humano.
ü  Solo busca que DIOS sea glorificado.

Nos dimos a la tarea de comparar los movimientos más diseminados en la actualidad, así como a sus dirigentes y promotores y nos dimos cuenta que NO son enviados por DIOS, porque la doctrina que predican NO reúne estas tres características, pero además nos pusimos bajo el microscopio de la Escritura, pues al igual que muchos grupos (que comparten ideas de Sproul y Maldonado, por ejemplo) en la actualidad, afirmamos ser de sana doctrina.

Concluimos por medio de la Palabra que al predicar el evangelio de la Gracia de DIOS:

ü  NO promovemos la gloria, sino la desgracia del ser humano depravado por naturaleza y pecador por elección.
ü  Predicamos la gloria solo para DIOS en la salvación.
ü  Enseñamos la vida crucificada, descansar en Cristo como camino a la santidad.

Pero Jesús siguió confrontando a los judíos celosos, opositores a su vida y ministerio terrenal, en el verso 19 leemos que Jesús les dice: 19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?

Jesús les dio una cucharada de su propia sopa, estos hombres que lo descalificaban y se jactaban de sabios, fueron humillados sutilmente por el Señor con una sola pregunta: ¿No les dio la ley Moisés? Se jactaban de ser discípulos de Moisés y de estar en su catedra, habían recibido la Toráh de parte de él, y aun así no cumplían con la ley.

El ofendido, Jesús, ahora toma la ofensiva. La doble acusación, hecha a los líderes, cae como balde de agua helada. Muestra que Jesús en ese mismo momento estaba leyendo los corazones de estos hombres. 

Sabía que, si bien trataban de presentarse como custodios y eruditos de la ley de Moisés, ley que se resumía en la palabra amor, en realidad albergaban en el corazón odio y destrucción.

Pero la terrible y devastadora acusación, no se les hace únicamente (aunque sí en forma especial) a los líderes. Jesús sabe que los ciudadanos de Jerusalén pronto se van a unir a ellos, hasta que, por fin, tiempo después, todo el vulgo, concentrado en Jerusalén procedente de todas partes, gritará, Crucifícale. De ahí que la pregunta, ¿Por qué procuran matarme?, vaya dirigida, en cierto sentido, a toda la multitud.

Sabemos esto por lo escrito en el siguiente versículo. 20 Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?

Sin embargo, entre la multitud congregada, compuesta de líderes hostiles (fariseos, escribas), peregrinos de diversa procedencia y residentes de Jerusalén, hay quienes en ese momento no tienen deseo de dar muerte a Jesús.

Esas personas, que sin duda eran mayormente los que habían venido de lejos, se sintieron apesadumbradas por la pregunta de Jesús. Llenos de indignación, prorrumpen en la exclamación, “¡Tienes un demonio! ¿quién procura matarte?” Están seguros de que algún espíritu malo debe haberse apoderado de la mente de Jesús hasta volverlo loco, pues era la creencia popular, que los demonios volvían locas a las personas. Esta multitud peregrina evidentemente no sabía que los líderes de Jerusalén ya habían planeado en su corazón eliminarlo.

Jesús, sin embargo, confirma su argumento. La idea de matarlo había entrado en el corazón y mente de los líderes en relación con la curación del hombre en el estanque, como se dice concretamente en Juan 5:18. Por este motivo es que les responde: 21 Jesús respondió y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.  

Algo es seguro, Jesús había realizado muchas obras de sanidad, milagros y señales, transformó el agua en vino, sanó a muchos enfermos, multiplicó el pan, camino sobre el mar, pero la acción de curar al paralitico de Betesda en día de reposo había sido el pretexto perfecto de los dirigentes celosos para acusarlo y perseguirlo a muerte.

Una vez más nos damos cuenta que los milagros, aun los hechos por el Señor Jesús en su estadía en esta tierra para cumplir su propósito redentor, no son el medio por el cual se ha de llevar el mensaje, los mismos que gritaban Hosanna, a la siguiente semana gritaban: crucifíquenle, y eran los mismos que habían visto, oído o recibido un milagro de parte del Señor Jesucristo.

En los siguientes dos versículos encontramos el corazón de nuestro sermón del día de hoy: 22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre. 23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?

Para mostrarles lo débil de la crítica de su acción, como si hubiera sido violación del día de reposo, les habla de la ley de la circuncisión, Los judíos, celosos de la ley de Moisés, tenían la tendencia a olvidar que ciertas prácticas religiosas importantes habían estado en práctica mucho antes del tiempo del profeta mismo.

Ahora bien, según la ley que regía este rito religioso, el niño varón debía ser circuncidado en el octavo día después del nacimiento. Lo que Jesús recalca es esto: incluso si ese octavo día cae en día de reposo, se circuncida al niño.

Jesús les estaba dando a entender que si la purificación ritual de un miembro del cuerpo (el miembro procreador) se permite en día de reposo, entonces ¿Por qué resultará prohibido en ese día la curación integral del ser humano? El argumento es, desde luego, irrefutable. Marcos 2.27.

Nosotros nos vamos a detener a contestar la pregunta: ¿Qué es la circuncisión? Y todas sus implicaciones para nuestras vidas.

La circuncisión, del latín circuncidare, significa cortar alrededor, medicamente hablando la fimosectomía, es remover o cortar circularmente parte del prepucio, que es el saco de piel que cubre el aparato reproductor masculino.

DIOS estableció un pacto con Abraham, el padre de la fe, la señal del pacto fue la circuncisión. Génesis 17.1-12. La circuncisión involucra la idea de consagración a Dios por medio de una señal, que sirve alianza o pacto. 



La circuncisión encarna y aplica promesas y exigencias contenidas en el pacto para una vida de obediencia a las condiciones establecidas en el mismo. La sangre que se derrama en el acto de la circuncisión nos expresa los extremos a que debe llegar el hombre en la consagración de sí mismo, sino el elevado precio que Dios exige de aquellos a quienes llama y marca con la señal de su pacto.

En la época de los macabeos, cuando Antíoco IV Epífanes sometió a los judíos, muchos repudiaron su fe y dejaron atrás el pacto con DIOS, algunos llegaron al grado de intervenciones quirúrgicas para revertir la circuncisión, a ese grado era entendida como símbolo de la alianza entre DIOS y su pueblo.

DIOS ordena está practica como símbolo de alianza a Abraham y la confirma en la ley de Moisés. Levítico 12.3.

Dios estableció la circuncisión como una señal de Su pacto con el pueblo hebreo. El remover la piel de cada hombre era una evidencia de que se removía su antigua identidad y de su pacto-relación recién adquirida con Dios.

¿Por qué el octavo día? En 1935 el catedrático Henrik Dam propuso el nombre “Vitamina K” para el factor en los alimentos que ayudaba a prevenir las hemorragias en los bebés. Ahora nosotros sabemos que la Vitamina K es responsable de la producción de protrombina por el hígado (considerado el más importante de los 13 factores coagulantes del cuerpo humano).

Si la Vitamina K no está en niveles adecuados, habrá deficiencia de protrombina y puede ocurrir hemorragia. Sin embargo, es solamente en el quinto al séptimo día de la vida del recién nacido varón que la Vitamina K comienza a ser producida (por varias bacterias en el tracto intestinal). Y, es solamente en el octavo día que el porcentaje de protrombina realmente asciende a más del 100% de lo normal.

El único día en toda la vida del varón en que el elemento coagulante de la protrombina está por encima del 100% es el octavo día. Por tanto, el mejor día para la circuncisión es el octavo día.

¿Qué relación tiene con nosotros el rito de la circuncisión?

Hoy en día ya no nos circuncidamos naturalmente (gracias a DIOS) para entrar en la relación de pacto con DIOS, ahora es de manera espiritual, pero no es algo que tenemos que hacer, es algo QUE CRISTO YA HIZO, el prepucio simboliza el pecado, lo malo, lo abominable en nosotros. Levítico 26:41. Deuteronomio 10.16. Jeremías 4.4. Este es el motivo por el cual, a los pueblos paganos, apartados de DIOS los hebreos los llamaban incircuncisos.

Lo que quiero que quede bien claro el día de hoy es que DIOS circuncidó nuestros corazones, cortando de raíz y definitivamente el pecado que había en él. Colosenses 2:11. Colosenses 3:2 y 3.

El pueblo hebreo tenía como señal de pacto la circuncisión carnal, nosotros la iglesia tenemos como señal la circuncisión espiritual, La Circuncisión Espiritual Es En Simples Palabras Que DIOS Quitó De Nosotros La Vieja Naturaleza Pecaminosa.

Muchos aun ignoran esta maravillosa verdad, creen que deben luchar cada día con el pecado en sus vidas, se cansan y dejan el camino por causa de la desilusión, si renovaran sus mentes otra situación sería, no es lo mismo dejar que Cristo controle nuestra carne a nosotros querer luchar con el pecado en el corazón.

Lo primero es algo que Cristo hace fácilmente, lo hizó cuando vino a la tierra en la Encarnación y lo ha hecho en la vida de millones de hijos suyos a lo largo de la historia, lo segundo es una batalla perdida por demás, nunca nadie ha podido ganarle al pecado, es para el ser humano una lucha IMPOSIBLE de ganar.

Nosotros solo estamos llamados a creerle a DIOS, a depositar la Fe en Jesucristo, en que ya circuncidó nuestro corazón, que nuestro viejo yo, viciado en el pecado, acostumbrado a solo pecar, ya no es más quien gobierna nuestras vidas, ahora tenemos la opción de descansar en Cristo para vivir una vida victoriosa, antes solo podías ser esclavos del pecado.

En el rito natural, se llevaba a cabo a los 8 días de nacido, pues como entendimos era el momento ideal para hacerla, sigue siendo de la misma manera, DIOS sabe cuándo es el momento ideal para realizarla en nuestros corazones, por eso es que no todos llegamos a los pies de Cristo cuando se nos predica la primera o la segunda vez, hay ocasiones que tardamos en llegar a Él, pero DIOS sabe exactamente cuándo es el momento ideal para circuncidar nuestro corazón y hacernos nacer de nuevo, para introducirnos en su pacto eterno con Él. (tema regeneración).

Cuando los israelitas entraron en Canaán fue necesario circuncidarlos a todos, pues durante la peregrinación en el desierto no la habían practicado Josué 5:2-9. Pero no se entendió bien entre ellos el significado de la circuncisión, pues Dios estaba interesado en circuncidar su corazón, no solo su cuerpo.

Sin embargo, el pueblo de Israel tomó el asunto sólo como un rito externo que les diferenciaba de los demás pueblos, llegando a despreciar a las naciones que no se circuncidaban, la falta de entendimiento de Israel sobre el significado de la circuncisión, manifestada en su vida de desobediencia y corrupción, trajo el juicio de a sus vidas. Jeremías 9:25-26. Hechos 7:51.

Pero no nos sorprendamos de Israel, cuando nosotros actuamos de la misma manera, no comprendemos el pacto bajo el cual estamos, no entendemos que el rito ya fue hecho, en nuestros corazones.

Volteemos nuestra mirada al DIOS de los cielos en agradecimiento, pues la circuncisión es señal de pacto, pero esa señal NO la pusimos nosotros, no la iniciamos nosotros, no salió de nosotros, fue DIOS quien en su gracia tomó la iniciativa de introducirnos en su pueblo, en su familia, por medio de un pacto que durará toda la eternidad.

Nuestro corazón ya fue circuncidado ¿Por qué vivimos como incircuncisos entonces?

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