lunes, 7 de agosto de 2017

El Evangelio De Juan 35: ¿Sanidad En Día De Reposo? Juan 5:9-18.

En el quinto capítulo del evangelio de Juan, encontramos nuevamente un relato exclusivo por lo cual no lo vemos en ninguno de los otros 3 evangelios, este relato es la sanidad milagrosa e instantánea que Jesús SIN PREGUNTAR realiza en un paralitico, cuya patética condición era desde hacía 38 años.

Lo siguiente que nos narra el apóstol Juan es la reacción, no tanto del hombre sanado, sino de los religiosos, los fariseos, al ver que Jesús es pleno día de reposo efectuó sobre aquel pobre paralitico.

Para poder entender el escándalo provocado por una sanidad milagrosa en día de reposo, primero debemos entender el significado que los fariseos tenían del sábado, Shabbat o día de reposo y las costumbres que habían construido a su alrededor durante la época de Jesús.

El día de reposo lo encontramos desde el inicio mismo de la creación, DIOS literalmente creó este mundo en 6 días de 24 horas (ya nos adentramos en El Verbo como DIOS Creador en el capítulo 1), en el séptimo día DIOS descansó o reposó sobre su creación. Génesis 2:1-3.

Durante la historia del pueblo judío, el día de reposo se convirtió en un tema central en cuanto su religión, lo podemos ver en varios pasajes de la Escritura:

·         Éxodo 20:10.
·         Isaías 58:13.
·         Jeremías 17:19-27.
·         Nehemías 13:15.

Sin embargo, el pueblo de Israel no entendió nunca el verdadero significado, no solo del día de reposo, sino de toda la ley del Señor, y en su incompetencia natural, se rebelaron contra su DIOS muchas veces y de distintas maneras y por esta causa el Señor los mandó como esclavos a Babilonia.

La experiencia del cautiverio marcó profundamente el pensamiento de los rabinos e intérpretes de la ley y todo el pensamiento judío por consecuencia, se comenzó a fomentar una interpretación sumamente estricta del descanso del sábado, esto fue desembocando en ser una pesada carga de llevar.

Jesús sanó milagrosamente al pobre hombre paralitico en un día de reposo, por esta causa se desató la controversia, al perder el sentido de la ley, le habían añadido ridículas cargas en lugar de considerarlo como un día consagrado especialmente para obras de gratitud por la salvación que el Señor les había concedido.

Para los religiosos el sábado significaba holganza, pereza, desidia y hasta indiferencia y aún así se les hacía una pesada carga, para Jesús significaba trabajo, ayuda, actividad y para él significaba descanso.

Lo que los fariseos no entendían y aun muchos cristianos en la actualidad ignoran es que la ley NO FUE DADA PARA CUMPLIRLA, no podemos, estamos incapacitados para hacerlo, cada vez que vemos una regla, por naturaleza nos inclinamos a romperla, le pasó a Adán, una sola ley, un solo estatuto, una sola regla y la violó, no podemos cumplir la ley de DIOS ni de Cristo, nuestra naturaleza de pecado nos hace incapaces de lograrlo.

Hay en la actualidad muchas iglesias que creen que son sana doctrina por predicar profundamente contra el pecado, imponen cargas tales como faldas en las mujeres, nunca pantalones, velo, separación de lugares en la iglesia, tal vez no sean iglesias apostatas al nivel de Luna, Maldonado, Witt, romero, etc. Pero, definitivamente no son sana doctrina, la sana doctrina fluye del evangelio, el evangelio fluye de la gracia y la Gracia está solo en Jesucristo.

No nos confundamos, no promuevo el Antinomianismo, la anarquía espiritual, pues hay quienes bajo este pretexto te dicen que puedes vivir como lo desees, lo cual es falso, la ley no fue hecha para que la cumplamos, la ley fue dada para mostrarnos nuestra realidad espiritual: miserables, ciegos, desventurados y desnudos.

Una vez que nos damos cuenta de nuestra miseria, es el momento de correr a los brazos de Cristo y rogar por su gracia, y es en ese momento en que la sublime Gracia del Señor nos hace salvos y nos hace santos delante de DIOS.

Por la ceguera espiritual es que los judíos le reclaman al hombre recién sanado, en el versículo 10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.

En lugar de alegrarse y glorificar a DIOS por el milagro hecho, sus prejuicios religiosos salieron a flote para juzgar sin fundamento real.

La respuesta del hombre sanado fue adecuada: 11 Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Su razonamiento era así: uno que realiza una obra tan gloriosa—concediendo instantáneamente curación completa a un cuerpo que ha estado treinta y ocho años atrofiado—tiene derecho, incluso en día de reposo, de decirle al que ha curado lo que debe hacer.

La respuesta de ellos ante el razonamiento del hombre sanado nos deja ver lo que muchas veces hay también en nuestro corazón 12 Entonces le preguntaron ¿Quién es el que te dijo Toma tu lecho y anda?

Esquivaron el golpe, en lugar de preguntar ¿Quién hizo tan glorioso milagro? Su pregunta fue por quien lo mandó, según ellos a quebrantar la ley.

La curación gloriosa de este hombre no les interesaba en absoluto. Lo único que les interesaba eran los excesivos reglamentos humanos. Debido a su gran celo en observarlos llegaron, incluso, a olvidarse del carácter altamente ridículo de su observación: no parecían darse cuenta de que, después de todo, lo que el hombre llevaba no era más que una camilla (no más grande que una cobija o cobertor).

Al igual muchas veces nosotros tomamos las mismas actitudes, sino en juzgar, si en tratar de evadir los golpes, al pensar que las exhortaciones son para alguien más, o desentendernos de ellas, quejarnos de que siempre se nos exhorte en la predicación, o algunos, en definitiva, cuando llega el momento de ser confrontados salen huyendo de la congregación, ni por poco ni por mucho están cerca de ser verdaderos discípulos.

Leemos en el verso 13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.  El hombre curado no se había enterado de la identidad de su Benefactor, pues Jesús, inmediatamente después de obrar su milagro, había desaparecido de entre la multitud de visitantes enfermos que acudían los días de reposo.

Hay varias teorías del motivo por el cual sucedió de esta forma:

     I.        Para evitar la fama y así una posible manifestación popular que lo exaltase antes de tiempo. (todo lo opuesto a los supuestos sanadores actuales que solo buscan dinero y fama).

    II.        Sabía de la confrontación que se avecinaba y por ello se apartó, para enfrentarlos en el templo.

  III.        Hay quienes piensan que fue para darle la oportunidad al hombre sanado para afirmar sus convicciones cuando se viera cuestionado.

Si prestamos atención bien pudieron ser los 3 motivos sin ninguna contradicción, recordemos que Cristo es DIOS y además de ser Soberano es Omnisciente, no está limitado como nosotros, ni en este acto ni en nuestras vidas.

Cuando DIOS hace algo en nuestras vidas que nosotros NO entendemos no significa que no sean con propósitos bien definidos, y no nos sorprenda que no los alcancemos a entender y hasta nos maravilla cuando vemos más y más repercusiones, como si armara fichas de dominó una tras otra y con un evento las echara a caer.

Sea cual sea la razón o combinación de razones, sigue siendo cierto que aquel hombre no pudo determinar quién había sido el que había tornado su aflicción en gozo, después leemos 14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.

La obra maravillosa de Jesús, aún no había terminado y DIOS no es mediocre, no deja nada a medias, el que comenzó la obra siempre la termina, había sanado su cuerpo, más su condición espiritual aún estaba pendiente.

Jesús lo encuentra en el templo, muy seguramente el hombre llevó su ofrenda en agradecimiento a DIOS por la bondad recientemente recibida, es ahí donde Jesús lo intercepta obviamente no por casualidad para terminar su obra.

Hay quienes piensan que este hombre había cometido algún pecado especial por el cual le había sobrevenido la enfermedad. Pero Jesús se refiere sólo a su actual condición espiritual, pues en original griego se lee: No continúes en pecado.

Con ello, le estimulaba a ponerse en correcta relación con Dios y cambiar de vida. Para que no te suceda alguna cosa peor. ¿Qué cosa peor le podría pasar que 38 años paralitico?

Volver al pecado después de una salvación tan grande de cuerpo y alma, ya sería una ofensa tremenda y una horrible ingratitud hacia el que tan compasivamente se había apiadado precisamente de él entre tantos otros, lo peor sería la condenación eterna.

Con gratitud el hombre busca a los judíos para dar aviso. 15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Sabemos que fue agradecido, pues no les informa acerca de quien le ordenó llevar su camilla, les informó acerca de aquel que lo había sanado.

Este hombre, ignorando por completo en lo mal recibido que sería su testimonio gustoso y entusiasta va a contarles acerca de Jesús. Las tinieblas no comprendieron la luz que estaba llegando a ellas.

Cuando la atención de las autoridades judías se fija en Jesús, su furor es tan intenso que determinan en sus corazones perseguirle hasta hacerle morir. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús. El verbo de esta oración hace referencia a una actividad hostil continua. Fue haciéndose más definida y determinada hasta que finalmente clavaron a Cristo en la cruz. 16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.

Jesús lejos de amedrentarse o atemorizarse, los confronta en el versículo 17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.

Jesús hace notar que al realizar aquella obra de misericordia en el día de reposo había obrado de acuerdo con el ejemplo de su Padre y de acuerdo con el mandato que de él había recibido.

Inteligentemente Jesús estaba poniendo un fuerte alto a los fariseos, pues si ellos acusaban a Jesús de violar la ley del sábado, automáticamente estarían acusando a DIOS de hacer lo mismo, por ello es que se encendieron aún más.

Terminaremos por el día de hoy con lo narrado por el apóstol Juan en el versículo 18 Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

Con estas palabras, Juan nos muestra una vez más el propósito de su evangelio: presentar a Jesús como DIOS en todo su esplendor, pero deseo cerrar con otra meditación y es la reacción de los judíos, fue dura, fue áspera, fue de muerte.

La actitud en cambio del paralitico sanado fue de agradecimiento profundo, lo que nos lleva a reconsiderar una cosa: o recibimos humildemente el mensaje del evangelio de Jesucristo o lo despreciamos, PERO NO PODEMOS SER INDIFERENTES A EL.

Ser indiferentes, apáticos, fríos a Jesucristo y el mensaje de salvación es LO PEOR QUE PODEMOS HACER, pues no somos ni fríos ni calientes, o le recibimos o le despreciamos, pero no nos quedemos sin hacer nada, pues los que le desprecian al menos han tomado una decisión y después de vivir las fuertes consecuencias, si DIOS así lo permite hasta se pueden llegar a arrepentir, pero no hay nada más peligroso que un casi cristiano. Apocalipsis 3:15-16.



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