miércoles, 24 de julio de 2019

Bibliología. Tema 24: ¿Sola Scriptura o Credos y confesiones? Parte 1 Cita: 1ª Timoteo 3:15.


La clase pasada estudiamos acerca de la Sola Scriptura y las tradiciones en las iglesias cristianas bíblicamente sanas, concluimos que no son de desecharse todas y cada una de las tradiciones que tienen las iglesias, sino solamente aquellas que van abiertamente en contra de la Escritura, por lo tanto, la Sola Scriptura no anula el concepto de las tradiciones eclesiásticas, más bien nos da una base sólida en la cual basar las tradiciones de la iglesia.

Hay una tradición más que las iglesias sanas llevan a cabo y que pareciera estar totalmente en contra de la sola Scriptura: el uso de Credos y Confesiones de Fe.

¿Qué son los credos?
¿Qué son las confesiones de fe históricas?
¿Quiénes las usan?
¿Por qué hay oposición a su uso?
¿Cuál es nuestra postura?

Esto y más veremos a continuación en la clase titulada ¿Sola Scriptura o Credos y confesiones?

Para comenzar bien, definiremos de forma entendible lo que son un credo y una confesión de fe histórica:

Credo: del latín que significa yo creo, es el conjunto de convicciones, opiniones y principios de un individuo u comunidad y que rigen sus acciones. Tienen la característica de ser cortos y muy concisos, para facilitar su aprendizaje y repetición.  Algunos de los credos más conocidos son:

·         Credo de los apóstoles. (Gral.).
·         Credo Niceno. (Gral.).
·         Credo de Calcedonia. (Cristológico).
·         Credo de Atanasio. (Trinitario).

Confesión de Fe histórica: Son resúmenes teológicos que recopilan la ortodoxia doctrinal, son más extensos que los credos pues tiene la finalidad de sustentarlos y fueron desarrollados por hombres piadosos durante o después de la época de la reforma protestante del siglo XVI. Nosotros en particular nos adherimos a la CFB Londres de 1689.

Actualmente hay muchos movimientos y denominaciones que han desarrollado sus propias confesiones de fe, nosotros preferimos adherirnos a lo históricamente comprobado (330 años y contando de la CFB1689).

Las confesiones de Fe históricas, así como los credos, se dieron como reacción apologética de las crecientes herejías que acecharon en las distintas épocas y lugares donde fueron necesarias, en esas edades oscuras para la iglesia, hombres piadosos, basados solamente en la Escritura, se dieron a la tarea de sistematizar de forma que fuera mucho más comprensible y enseñable la doctrina ortodoxa emana de la biblia.

Lamentablemente vivimos una época en la cual la mayoría de las iglesias no comparten el apego a los credos y confesiones históricos, por considerarlos como una invención humana, tradiciones de hombres o hasta estorbos para que el espíritu fluya libremente. Esto ha creado un aislacionismo histórico doctrinal en la mayoría del cristianismo actual.

Ante semejantes declaraciones es importante que aquellos que nos apegamos con gusto a las confesiones y credos históricos tengamos las ideas claras acerca de su legitimidad y sus muchos beneficios para nuestras vidas:

     I.        Legitimidad de las confesiones.

La biblia dice que La iglesia es columna y baluarte de la Verdad. 1ª Timoteo 3:15. La columna es lo que sostiene un edificio, el baluarte es su cimiento o fundamento. La Verdad a la que este texto hace apelación es la revelación particular de DIOS a los hombres, que comenzó en el Edén y concluye con el establecimiento del Nuevo Pacto, es decir el evangelio. 1ª Timoteo 3:16.

La iglesia fue diseñada por DIOS con el propósito de guardar pura la Verdad del evangelio.

Esto es lo que significa ser sostén y fundamento de la Verdad, es amarla, preservarla pura, defenderla de sus enemigos y transmitirla sin diluir ni adulterar a las siguientes generaciones. En el desempeño de este gran deber, es que la iglesia a lo largo de la historia ha publicado credos y confesiones de fe, y siempre que lo hace hay voces que se levantan en su contra.

Son básicamente dos las grandes objeciones:

a)    Las confesiones minan la autoridad de la Biblia.

Bajo el lema ningún credo solamente la biblia, hay algunos que genuinamente se han preocupado por no dejar que una confesión tome el lugar que solamente le Biblia ha de ocupar como norma de fe y conducta de la iglesia, sin embargo, es ingenuo creer que basta con decir que solamente se cree en la biblia para hacer una buena defensa de la fe histórica ortodoxa.

Debemos dejar que DIOS hable por si mismo, apelamos a la biblia para la Verdad. Es una frase publicada por los testigos de jehová. La mayoría de los herejes ha proclamado creer solamente en la biblia.  Hace falta un distintivo más específico.

La historia de la iglesia nos da una buena pista de lo que hace falta: cuando el concilio de Nicea en el año 325, se reunió para deliberar acerca de las heréticas afirmaciones de Arrio, quien denigraba la divinidad de Cristo, se llevaron una gran sorpresa.

Cuando los miembros del concilio quisieron averiguar en que sentido entendía y aplicaba el lenguaje bíblico, Arrio astutamente evadió y dificultó durante bastante tiempo los intentos por sacar a la luz sus errores, él declaró que estaba dispuesto a usar el lenguaje popular en el tema de la cristología pero que solo difería en unos detalles con la posición de la iglesia.

Cada vez que le presentaban un titulo divino de Cristo, Arrio daba su versión de como él y sus seguidores lo entendían, después de mucho tiempo de perseguirlo a que confesara su error, el concilio tuvo un atino en su forma de proceder: redactaron una pequeña confesión de fe al respecto de la divinidad de Cristo: el creo Niceno, e invitaron a Arrio y sus discípulos a apegarse a él, los herejes reusaron enfáticamente hacerlo y ahí se les hizo reconocer que no entendían las Escrituras de forma ortodoxa, demostraron que los arriano se habían alejado de la Verdad.

El credo de Nicea dice en cuanto a la persona de Cristo:

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que, por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Amén.

No basta con confesar que nos apegamos a la biblia en vista de que aun los herejes han hecho lo mismo, se han usada las palabras mismas que encontramos en la Escritura para promover errores doctrinales tremendos y promover herejías.

Cuando la Palabra de DIOS es pervertida, solo una Confesión de Fe sirve públicamente como el medio para separar la Verdad del error.

Históricamente nunca se le ha tratado de dar el mismo valor a las confesiones y los credos que a las Escrituras, muchas de ellas, como la CFB 1689 comienzan precisamente confesando que es la Escritura solamente la norma de Fe y conducta para el cristiano.

Las Sagradas Escrituras constituyen la única regla suficiente, segura e infalible de todo conocimiento, fe y obediencia salvadores. (CFB 1:1).

Las grandes confesiones de fe históricas no pretenden convertir en Verdad algo que no fuera Verdad ya con anterioridad, ni nos llevan a creer algo que anteriormente no creyéramos basados en la autoridad de la biblia. Por lo tanto, los credos y confesiones que emanan de la Biblia no la contradicen ni disminuyen su autoridad, solo son un asistente para aclarar más la Verdad ya revelada por DIOS.

Aquellos que dicen muy espiritualmente que solo creen en DIOS o que solo creen en la biblia, que no tienen ningún credo o confesión, en realidad si tienen un credo, aunque no este escrito. De hecho, ese es el primer y más básico de todos los credos: creer solamente en la Escritura como norma de Fe y conducta.

Todas las iglesias, lo sepan o no, lo entiendan o no, sea por escrito o no, tienen un Credo.

Pero si su credo es tan básico como solo decir creo en la Biblia, dejaran pasar entonces a cuanto hereje se presenta a la puerta, si es más complejo que logran desechar algunos sectarios más descarados (como el mesianismo, por ejemplo), aunque no lo tengan por escrito, tienen un credo. Aun los que no aprueban el uso de credos y confesiones, ese es su credo.

El movimiento de Restauración Stone-Campbell en USA en el siglo XIX procuraba la unidad de todos los cristianos dejando todo tipo de confesión y credo aparte pues para ellos era la causa de división de la iglesia, hoy en día su resultado la iglesia de Cristo es una de las iglesias más sectarias y confesionales implícitas que hay.

Las confesiones de fe no tienen como propósito denigrar la autoridad que solo la biblia tiene, la base final de la conducta y doctrina de la iglesia es la Biblia, pero esto no significa que utilizar una confesión de fe sea algo malo en sí mismo. la verdadera cuestión no es entre la Palabra de DIOS y los credos y confesiones, sino entre la Verdad y el error, creer en la sabiduría aislada, es una prueba irrefutable de soberbia o ignorancia, o ambas.

b)    La confesión de fe es incompatible con la libertad de consciencia delante de DIOS.

Es el otro gran pretexto, solo dos tipos de personas piensan de esta forma:

1)    Los liberales. Es decir, aquellos que no ven como autoridad sobre sus conciencias ni a la biblia, mucho menos a una confesión de fe. Si se rebelan contra la máxima autoridad que es la Biblia, es obvio que se rebelaran en contra de una autoridad menor como lo son las confesiones de fe.

Este tipo de personas desean su libertad de pensamiento, sin embargo, no desean ser libres para que sus conciencias sigan fielmente la Escritura, aunque en teoría dicen que así es, en la práctica se rebelan contra las restricciones que la Biblia nos marca.

Son fanáticos latitudinarios, que para salirse de la ortodoxia lo primero que hacen es mostrar su desprecio por los credos y confesiones para ocultar su caída en libertinaje, dicen creer en las doctrinas que vienen en las confesiones, pero no en las confesiones en sí, por lo regular el tempo basta para desenmascarar tal hipocresía. El caso reciente del ex pastor y ex cristiano Edgar pacheco es un ejemplo claro de latitudinarismo dando a luz herejía y apostasía.

Los hombres no se oponen a los credos hasta que los credos se oponen a ellos.

De este tipo de personas solo podemos decir que mientras que sus conciencias no estén ligadas a la Palabra de DIOS, una confesión de fe no les hace mayor daño que dejar al descubierto su hipocresía y herejía.

2)    Indoctos preocupados por la autoridad de la Biblia. Son personas tal vez genuinamente preocupados de que las conciencias de los hombres están sujetas únicamente a las Escrituras y defienden su postura celosamente.

No han entendido o leído que las confesiones de fe históricas reconocen eso, que solamente DIOS por medio de la Escritura es el Señor de la conciencia del hombre, la CFB 1689 dice:

Sólo Dios es el Señor de la conciencia, y la ha hecho libre de las doctrinas y los mandamientos de los hombres que sean en alguna manera contrarios a su Palabra o que no estén contenidos en ella. Así que, creer tales doctrinas u obedecer tales mandamientos por causa de la conciencia es traicionar la verdadera libertad de conciencia, y exigir una fe implícita y una obediencia ciega y absoluta es destruir la libertad de conciencia y también la razón. (21:2).

Les llamamos indoctos no en forma despectiva, sino descriptiva, pues no se han preparado en el tema, sus temores estarían justificados si se exigiera que se suscribieran a una confesión o credo sin darles la oportunidad antes de examinar a detalle los artículos de declarados en ellos, o que se les obligara por cualquier vía, como penas civiles o religiosas.

Una persona tiene la libertad en cualquier momento de renunciar a la confesión de fe su una iglesia si DIOS por medio de su conciencia así se lo marca, así como cambiar a una iglesia cuya confesión le de mayor libertad de conciencia.

Pero es importante que la libertad de conciencia siempre esta acotada por la Biblia en general y por una confesión de fe en particular, pues cualquier aberración moral o doctrinal podría introducirse en la iglesia bajo el pretexto de estar ejerciendo la libertad de conciencia, podrían alegar que solo hacen uso de la libertad de pensar por si mismos y por ello actúan o creen de manera distinta, como Arrio hace casi 1700 años.

Una iglesia con poco credo es una iglesia con poca vida, cuantas más doctrinas divinas fundamentales y secundarias tenga delineadas una iglesia mayor será su poder y más profunda su utilidad, por el contrario, cuantos menos artículos de fe tengan, menor será su cohesión a la ortodoxia Bíblica.

Para muestra están los carismáticos modernos que, a las confesiones de fe, los credos y la doctrina en general le llaman el espíritu de Grecia o el espíritu de la razón, y tratan de echarlo fuera de sus iglesias, con ello solo han logrado alejarse cada vez más y más del verdadero cristianismo histórico y bíblico.

El lema menos credo y más libertad es involución en el cristianismo que siempre dará a luz menos apego a una vida moral sana, a mayores herejías y el sectarismo, la Verdad, cuando está bien definida y marcada no deja espacio para los errores y las herejías, porque los denuncia y los corrige de inmediato.

Sí dejamos fuera los credos y confesiones el cristianismo se llenará de herejías indetectables y por lo tanto destructoras.

Las objeciones al legitimo uso de confesiones y credos son infundadas, por el contrario, son un medio legitimo para la tarea de la iglesia de ser columna y baluarte de la Verdad.

La próxima semana, primero DIOS, veremos los siguientes dos puntos.
        
    II.        Uso de las confesiones.
  III.        Conclusiones.


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