jueves, 31 de octubre de 2019

Apologética 12: ¿Simios evolucionados o corona de la creación? Hebreos 2:6-8.


Hasta el siglo XIX, la mayoría de las personas consideraba al hombre como un ser esencialmente distinto de los animales, un ser creado a la imagen de Dios. Pero con la divulgación de las ideas de la evolución orgánica de Darwin, el hombre moderno piensa que es un animal más. En su libro bestseller (libro mejor vendido), El mono desnudo, Desmond Mortis, un zoólogo y escritor talentoso, dice: "A pesar de su gran erudición, el Horno Sapiens sigue siendo un mono desnudo.

Charles Darwin creía que el hombre y el mono descendían de un antepasado común y que la diferencia entre los dos es solamente la de grado y no de clase. Señalaba la similitud física entre ellos. No cabe duda alguna que el hombre es físicamente un animal. Es un ser de carne y sangre, de nervios y huesos, compartiendo la mayoría del código genético con las bestias. Pero preguntamos, ¿es un simio evolucionado y nada más?

El dogma secular afirma que el ser humano es parte del mundo natural y debe ser comprendido como tal. Este concepto se basa en la suposición de que las únicas realidades en el universo son las que pueden ser explicadas y descritas en términos científicos, y que cualquier idea contraria no sólo es innecesaria sino también inválida. Desde luego no hay lugar para Dios en su sistema, ni para el significado, propósito y valores espirituales del hombre. No es de extrañar que este mundo le reste importancia a lo que enseña la Biblia referente al origen, propósito y destino del hombre.

¿Es el hombre producto de un larguísimo proceso de evolución o fue creado por Dios en un acto instantáneo? ¿Qué de los hallazgos de fósiles de hombres prehistóricos? ¿Eran realmente estos descendientes de Adán? ¿Es posible armonizar el relato bíblico con las conclusiones de los antropólogos? 
    I. 
La interpretación del registro de los fósiles.

¿Qué enseñan los hallazgos de fósiles de hombres prehistóricos? ¿Presentan pruebas indubitables que había un desarrollo gradual del hombre desde una forma subhumana hasta el Homo Sapiens o sea el hombre moderno? Las respuestas dependen mucho de los supuestos del antropólogo. Si es un darwinista convencido, buscará datos y pruebas favorables a la teoría darwiniana y tenderá a pasar por alto la evidencia en su contra.

Por otra parte, si el antropólogo es creyente, es probable que interprete los datos de tal forma que armonicen con el relato bíblico de la creación.

1. Los fósiles del hombre prehistórico. Algunos antropólogos creen que los antepasados de la especie humana se desarrollaron en África hace alrededor de cuatro millones de años. Restos fosilizados de seres bípedos conocidos como australopitecos (simios del sur) fueron descubiertos en el valle de Rift y en las cuevas de caliza de África meridional. Difieren de otros simios principalmente porque podían andar erguidos. Se hallaron huellas de estos seres sobre cenizas volcánicas en Laetolil, Tanzania septentrional, las cuales se remontan supuestamente de 3.8 a 3.5 millones de años.

A los fósiles de hombres prehistóricos más conocidos se les han asignado nombres tales como el hombre de Java (Pithecanthropus erectus), el hombre de Pekín (Sinathropus), el hombre Swanscombe, el hombre de Neanderthal y el hombre de Cromagnon Estos fósiles pueden clasificarse en tres grupos principales

a) Homo Erectus o los hombres de Java y Pekín (600 000 a 100.000 años a de JC).
b) Homo Neanderthal, hombres Neanderthal y Cromagnon (250 000 a 40 000 años a de JC).
c) Homo Sapiens o el hombre moderno (90000 años a de J C en adelante).

2. La teoría de los evolucionistas. Se cree que los seres humanos y los monos tienen antepasados comunes y que la divergencia evolutiva, que llevó a la especie humana por un lado y a los monos por otro, tuvo lugar en África hace unos cinco u ocho millones de años. Con todo, se calcula que hace cuatro millones de años los más antiguos antepasados del hombre estaban firmemente establecidos sobre la faz de la tierra. El factor determinante de la evolución de la especie humana primitiva fue la reestructuración de la anatomía para permitir la postura erguida.

Anatómicamente, el hombre se diferencia del simio por el hecho de tener un desarrollo cerebral mucho mayor, una parte facial y mandibular menos desarrollada que la craneana, un lenguaje articulado, una posición erecta perfecta, una columna vertebral con cuatro curvaturas, mientras que entre los antropoides (monos) sólo encontramos dos, y otros caracteres no menos significativos.

Aparte de andar erguido, los restos del australopiteco se asemejan más a los de un chimpancé o un gorila que a los de un ser humano. Los evolucionistas describen al australopiteco como un prehomínido (prehumano). Sin embargo, los evolucionistas admiten que se ignora si algunos de estos caminantes erectos con cerebros pequeños pertenecen a la línea evolutiva que conduce hasta los humanos modernos.

Hasta que no se encuentre el famoso ESLABÓN PERDIDO los fósiles solo demuestra que varios organismos siempre han sido diferentes entre sí.

No obstante, debido a la escasez de evidencia de que los simios del sur fueran los antepasados del primer hombre verdadero, el Homo Erectus, los proponentes de la evolución especulan que seres medio monos experimentaron un crecimiento en su capacidad cerebral y la fisonomía de estas criaturas iba adquiriendo rasgos más humanos con un rostro aplanado y una estatura más alta.


Según ellos la rama Homo fue la primera que logró dominar la fuerza mental para imponerla sobre la destreza física. Esta capacidad mental capacitó al hombre para inventar, aprender, comunicarse y realizar acciones en cooperación con sus congéneres, al mismo tiempo que adaptarse a condiciones físicas de distintas regiones de la tierra.

El antropólogo E. A. Hooten señala que a partir del cráneo de un hombre de Neanderthal un pintor puede dibujar el rostro de un chimpancé o el de un filósofo. Como consecuencia de las ideas de la evolución, los dibujantes han representado al hombre de Neanderthal como un ser encorvado y con un rostro simiesco.

La enciclopedia World Book explica que los científicos tienen una cantidad limitada de fósiles de la gente paleolítica, la cual tenía un aspecto muy diferente del hombre moderno. Por lo tanto, los científicos tienen que adivinar cómo era su aspecto y cada antropólogo reconstruye estos seres según su propio concepto.

Algunos antropólogos consideran que el australopiteco no era un ser semihumano, sino era lo que su nombre indica, un simio del sur que caminaba erguido. También tenemos la involución en el tamaño del cráneo del hombre de Cromagnon y el del hombre moderno. Este hombre prehistórico tenía un cerebro de 1.800 cc. en comparación con el cerebro de 1.450 cc. del actual hombre europeo.

Esto nos enseña que los fósiles de humanos antiguos que difieren ligeramente de los humanos de hoy simplemente demuestran variedad dentro de la raza humana.

Tal como hoy tenemos muchas variedades que viven lado a lado. Hay pigmeos menudos y hay hombres de dos metros de altura, con una variedad de tamaños y formas de esqueletos, pero todos son seres humanos. También el cerebro superior del Cromagnon indicaría que la raza moderna se ha degenerado un poco si es descendiente de ese hombre.


  II.        Evolución teísta.

Esta interpretación considera que el relato bíblico es fidedigno, pero presenta la verdad en forma simplificada y gráfica. Acepta también los procesos de la evolución orgánica como algo puesto en marcha y guiado por Dios. Se cree que la Biblia nos cuenta que Dios creó el mundo, pero no explica el cómo.

La ciencia debe proporcionarnos tal descripción. No debe haber conflicto entre la Biblia y la ciencia porque la una complementa a la otra. El hombre es el resultado de un largo proceso de evolución. En un punto del desarrollo de la criatura pre-adámica, Dios sopló en ella haciéndole semejante a él; así llega a ser un verdadero hombre. Los proponentes de este punto de vista aceptan las doctrinas de la caída, el pecado original y la necesidad de redención. Se basa en dos premisas:
a) El relato de Génesis no es historia sino alegoría. O sea, una leyenda que enseña verdades espirituales.

b) Adán fue el primer hombre en el sentido de que fue el primer homínido que poseía las características netamente humanas. Había seres pre-adámicos que no tenían la imagen divina.

Hay varios peligros si aceptásemos tal teoría:

·         Peligro número 1. Falsa representación de la Naturaleza Perfecta de Dios.

La evolución teísta nos lleva a una representación falsa de la Naturaleza de Dios ya que la muerte y el dolor son atribuidos al Creador como principios de la Creación. (El creacionismo progresivo, de igual manera, admite millones de años de muerte y sufrimiento antes del pecado).

·         Peligro número 2. Dios se convierte en un "Dios de los vacíos".

La Biblia dice que Dios es la causa primera de todas las cosas 1ª Corintios 8:6. En la evolución teísta el único espacio que se le concede a Dios son aquellas partes de la naturaleza que la evolución, con los medios actuales, no puede explicar. De esta forma Dios es reducido a ser el "Dios de los vacíos". De los vacíos dejados por la "ciencia". Esto lleva al punto de vista de que "Dios, por lo tanto, no es absoluto, sino que Él, en sí mismo, ha evolucionado.

·         Peligro número 3. Negación de las enseñanzas fundamentales de la Biblia.

La historia Bíblica de la creación no debería ser entendida como un mito, una parábola, o una alegoría, sino como una crónica histórica, porque En ningún pasaje de la Biblia hay ninguna indicación señalando que la historia de la creación no deba ser entendida como una crónica de lo que realmente ocurrió.

La doctrina de la evolución teísta debilita la forma fundamental de leer la Biblia, que es la forma que Jesús, los profetas y los apóstoles utilizaron para leerla, entenderla y enseñarla. Hechos relatados en la Biblia son reducidos a ser imaginación mítica y el mensaje de que cada palabra de la Biblia y su significado, con certeza, se pierde.

·         Peligro número 4. Pérdida del camino para encontrar a Dios.

La Biblia describe al hombre como completamente engañado por el pecado después de la caída de Adán. Romanos 7 :18-19. Sólo aquellas personas que se dan cuenta de que son pecadoras y de que están perdidas buscarán al Salvador.

La evolución no admite ningún pecado en el sentido Bíblico de romper la relación con Dios. El pecado pierde su significado, y eso es exactamente lo contrario de lo que el Espíritu Santo hace, Él declara el pecado como malo. Si el pecado lo vemos simplemente como un factor evolutivo no dañino, entonces hemos perdido la clave para llegar a Dios, que no se resuelve incluyendo a Dios en el escenario de la evolución.


·         Peligro número 5. La encarnación de Dios se debilita.

La encarnación de Dios a través de Su hijo Jesucristo es una de las enseñanzas básicas de la Biblia. Juan 1 :14. Filipenses 2 :5-7. La idea de evolución debilita la base de nuestra salvación. La consideración de la evolución nos fuerza inevitablemente a una revisión crítica… de afirmaciones cristianas. Esto se aplica directamente al concepto cristiano de la encarnación de Dios.

·         Peligro número 6. Olvida el propósito de la corona de la creación.

En ningún otro libro histórico encontramos tantas y tan valiosas afirmaciones sobre el propósito de Dios para el hombre como en la Biblia. Por ejemplo:

o   El hombre es el objetivo de Dios en la creación. Génesis 1:27-28.
o   El hombre es el objetivo del plan de salvación que Dios ha hecho. Isaías 53:5.
o   El hombre es el objetivo de la misión del Hijo de Dios. 1ª Juan 4:9.
o   Nosotros somos el objetivo de la herencia de Dios. Tito 3:7.
o   El cielo es nuestro destino. 1ª Pedro 1.4.
o   El ser humano corona la creación. Hebreos 2:6-8.

Por lo tanto, una creencia como la evolución teísta, que intenta armonizar propósito con no-propósito, es una contradicción.

III.        Singularidad del ser humano.

Un gran problema para los evolucionistas que sostienen que los hombres y los monos han tenido un antepasado común, es enfrentar la gran diferencia entre los dos; deben explicar la singularidad del hombre. Al comparar la conducta humana con la de los animales, incluso los simios, se notan diferencias sustanciales. La naturaleza humana sobrepasa grandemente la de las bestias.

a) Sólo el hombre piensa, aunque no sea necesario hacerlo. Los animales piensan solamente cuando están frente a un problema que resolver. En cambio, el hombre piensa espontánea y creativamente. El proceso de llegar a conclusiones considerando los pasos de la lógica e inferencia, indica que hay un ser en él, que no es sólo de tejido y nervios, sino señala que tiene un alma.

b) Sólo el hombre es un ser racional, con voluntad y capaz de determinar sus acciones. Los animales actúan por puro instinto y no son capaces de elegir.

c) Sólo el hombre es un ser moral. Capaz de distinguir entre el bien y el mal, y tiene una conciencia que le aprueba o le castiga según su comportamiento.

d) Sólo el hombre puede expresarse mediante un lenguaje complejo y sumamente desarrollado. Algunos animales se comunican por señas, gruñidos, silbidos y otros sonidos, pero éstos son formas rudimentarias de expresión en comparación con el complicado lenguaje humano. Los especialistas concuerdan en que el cerebro humano está programado genéticamente para expresarse mediante el lenguaje y en que el habla puede explicarse únicamente sobre la base de que tenemos, dentro del cerebro, una capacidad innata para procesar lenguajes. La facultad del habla separa singularmente a los humanos de los animales.

e) Sólo el hombre tiene la capacidad de disfrutar de lo estético y lo bello. El sentido de lo hermoso no se encuentra en el órgano sino a través del órgano. Los perros pueden oír mejor que los hombres, pero es improbable que disfruten de un concierto musical cómo puede un músico adiestrado. Las águilas tienen ojos semi telescópicos, pero no son capaces de disfrutar ni de la belleza de la naturaleza ni de la hermosura de las obras de arte.

f) Sólo el hombre es un ser político. Los animales gustan de vivir en manda, pero sus organizaciones sociales y sus actividades están determinadas por los instintos. La sociedad humana, en cambio, está constituida por la elección misma del hombre de entre varias formas de convivencia. Solamente la sociedad humana es constitucional y política.

g) Sólo el hombre fabrica o realiza cosas artificiales. Los pájaros construyen sus nidos y los castores sus casas por instinto. Les falta la creatividad y la variedad que caracterizan lo hecho por el ser humano.

h) Sólo el hombre es un ser religioso. Sólo él se da cuenta de que existe lo milagroso y le rinde culto.

IV.        Conclusiones.

El hombre da origen a pensamientos abstractos, a conciencia, se fija metas, se traza planes para alcanzarlos, solo el hombre es creado con ojo para la belleza, oído para la música, aptitud para el arte y una imaginación que inventa y crea. El hombre halla gozo y satisfacción en el ejercicio de estos dones. Tenemos un sentido moral para determinar lo que es correcto y lo que es incorrecto, y una conciencia que le duele cuando se desvía de lo recto.

¿Cómo puede explicar la brecha tan vasta entre el ser humano y el animal? Hay más en el hombre que lo físico; él es mucho más que un simio evolucionado. La respuesta de cómo llegó a ser más que un animal se encuentra en Génesis 1:27 Creó, pues, Dios al hombre a su imagen.

Esto indica que Dios creó al hombre en un acto especial. Aunque su cuerpo fue hecho del polvo de la tierra al igual que las demás criaturas terrestres Génesis 1:24, su espíritu procede del aliento de vida que le sopló Dios. Génesis. 2:7. Posee un espíritu de vida, un alma, una mente, una personalidad: atributos que reflejan las cualidades de la imagen de Dios.




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